Volvemos a la ciudad alrededor de las seis de la tarde, aunque Josh pasa por la constructora en su camioneta, no se detiene, pero sé que intenta asegurarse de que todo está bien por allí. Esbozó una sonrisa solo para mí porque este día sin duda me lo ha regalado, me ha dedicado todo su tiempo y atención y ha sido suficiente como para alegrarme el corazón.

Es que, ¿A quién no le gusta que le regalen su tiempo y le pongan atención hasta en lo más mínimo?

—¿Te irás a casa? —Le pregunto cuando estamos dentro de la mía y nos sirvo un vaso de agua a cada uno, Josh lo acepta y bebe antes de responder.

—Tengo qué, me ducharé y veré un par de cosas sobre el trabajo.

Asiento con la cabeza y siento una pizca de decepción porque haber dormido acurrucada en sus brazos ha sido una experiencia que me gustaría repetir.

Incluso no me molestaría dormir así todos los días...

Esta vez Josh tampoco se queda a conversar mucho, pero sí que se demora en irse porque no podemos parar de darnos un par de besos junto a la puerta. Para cuando me quedo sola en casa, me limito a limpiar un poquito y me intento relajar viendo televisión, no hace mucho que compré una en una de mis visitas a la ciudad y tengo que decir que la habitación luce mucho mejor con una.

Decido llamarle a Ava y después a Elyse un rato, con Ava la conversación es corta y me deja saber más tarde por un mensaje de texto que ella y nuestros padres han salido a cenar, siento cierta tristeza al saber que mamá no se preocupa en llamarme, yo lo he hecho un par de veces, pero sé que es una especie de escarmiento el no tener comunicación conmigo, después todo, mis actitudes en casa nunca fueron las mejores. Demasiado engreída, demasiado mimada, demasiado frívola.

Hago mi esfuerzo por no centrarme en el tema y deprimirme con ello, así que evito contarle a Elyse sobre la relación con mi familia, pero si le cuento sobre Josh, la constructora, Quinn y el pueblo en general.

─Dios Sav, Josh es literal el hombre perfecto para ti.

Me dice y una sonrisa en mi boca, aunque se desvanece en segundos.

─Es un buen hombre, aunque... ─hago una pausa pensando bien mis palabras─. No lo sé, ¿sabes? Me da miedo acostumbrarme a él...

Confieso y es algo que solo se lo diría a ella, Elyse siempre ha sido mi mejor amiga y mi confidente.

─Entiendo lo que dices, Sav pero no puedes huir todo el tiempo.

─Tal vez no, es cierto que no puedo hacerlo, pero ¿qué si las cosas al final no salen bien? ─Enarco las cejas y aprieto los labios formando una mueca─. ¿Qué si al final las cosas se derrumban entre los dos?

A mi me da miedo acostumbrarme a las cosas bonitas porque tengo la sensación de que no duran para siempre y que al final, cuando lo pierda todo, dejarán un gran vacío y dolor en mi interior del que no podré recuperarme fácilmente.

─Si se derrumban, vuelves a levantarte como siempre y seguir adelante. ─Me asegura como si eso fuera lo más sencillo, estamos en videollamada por lo que Elyse nota mi desconcierto─. Savannah, a veces tenemos que arriesgar nuestro corazón para saber el resultado.

Sé que tiene razón, pero la idea de ello siempre es aterradora, existen demasiadas incógnitas.

Elyse suelta un suspiro pesado al ver que tardo en responderle.

─¿Tanto miedo te da enamorarte?

─Sabes que nunca ha sido fácil para mí, los hombres solo quieren una cosa conmigo y aunque puedo dárselas, con Josh es diferente ¿sabes? ─No puedo evitar confesarle a mi amiga como me siento sobre él y me alegro de tener buena señal en casa para hacerlo─. Con Josh lo quiero todo, quiero trabajar con él, despertar a su lado, salir con él en diferentes citas y pasar mis noches a su lado. ¡Dios, me estoy enamorando!

Chillo y me cubro el rostro que se me pone colorado ante la confesión, ha sido inesperada, pero es cierto.

─Ay Sav, no creo que eso sea malo.

─Tampoco yo ─suelto un pequeño suspiro y una sonrisa no tarda en dibujarse en mis labios.

─Josh es el hombre ideal para ti, no me cabe duda ─dice ella muy convencida de sus palabras y después me regala una sonrisa un tanto burlona─. Dime, ¿ya has usado el juguete que te regalé? ¿lo han usado juntos?

─¡Elyse! ─chillo al recordar el día en que Josh y yo nos conocimos por primera vez y aquel juguete se cayó de mi bolso─. Ya ni siquiera lo recordaba.

En realidad, lo escondí en el cajón a un lado de mi cama.

─Seguro que tu no, pero Josh sí. ─Asegura en un tono juguetón y me rio nerviosa.

─Dios, ni me lo digas. Fue demasiado vergonzoso.

─Mmm... ─pone una mueca─. Tal vez lo fue pero él de seguro querrá usarlo contigo una vez, o al menos tú puedes usarlo sola también sí él no te...

─¡Elyse! ─Vuelvo a chillar su nombre para que no termine de decir lo que sea que está pasando por su mente, ella suelta una carcajada.

─Ay Dios, Savannah... un vibrador no es un pecado.

─Por supuesto que no pero no esperaba que guardaras eso en mi bolsa.

─Créeme, me lo agradecerás después cuando sea necesario.

Me guiña un ojo y yo suelto un pequeño bufido. Decido cambiarle de tema y minutos después colgamos la llamada, después de colgar decido ir a la cocina por un poco de agua y termino preparándome un café y reflexionando un poco sobre todo en general, sobre como ha sido mi vida desde que llegué a Faxon Hills y me veo sonriendo, aunque yo creía que venir a este pueblo era una mala idea, me llevo la sorpresa de que no lo es.

****

Al día siguiente en el que asisto al trabajo, Dean y otros chicos parecen fastidiar a Josh, cosa que lo pone de malhumor, parecen reírse de él por haberse tomado el día libre a propósito. Yo no hago ningún comentario al respecto, me enfoco en mi trabajo, pero si que no puedo borrar la sonrisa en mi boca.

Para el almuerzo, algunos de los trabajadores se pasan por la oficina para descansar y después regresar a sus labores, Josh viene después de que ellos terminan el almuerzo.

─¿Cómo va todo?

Me pregunta acercándose al escritorio para tomar un par de papeles.

─Bien, ya he terminado con un par de documentos, los he metido el folder amarillo. Son sobre materiales que has encargado, quizás quieras echarles un vistazo.

─Perfecto. ─Se acerca más al escritorio─. ¿Tienes más papeles que organizar?

Dejo de hacer lo que estoy haciendo para voltear a verlo.

─Tal vez ─junto mis manos por encima del escritorio─. Pero podría preguntarle a mi jefe si está dispuesto a darme un descanso.

Sugiero y una pequeña sonrisa se dibuja en él, es la más coqueta.

─No es una mala idea, quizás quiera dártelo.

─¿Algún motivo en especial?

Enarco las cejas y él piensa un poco.

─¿Una cita más tarde? Quizás quieras tener un tiempo extra para arreglarte.

─Hmm... ─gruño como él lo ha hecho otras veces y me observa con el ceño fruncido─. Deberías de dejar las citas a un lado si no quieres malacostumbrarme.

Su semblante deja de ser serio de nuevo y ríe.

─Puedo cambiar las citas si así lo quieres.

─Me gustan ─confieso para ambos con un pequeño asentimiento y sí que me gustaban─. ¿Qué tienes en mente?

Josh se rasca la cabeza un poco.

─En realidad, es una cena con alguien de trabajo en un restaurant elegante en la ciudad y esperaba que me acompañaras ─dice y me parece lindo que me tenga en cuenta para ello. De nuevo, se rasca la cabeza─. Tendré que usar un esmoquin y bueno, no suelo hacerlo seguido, he conseguido uno y esperaba que pudieras acompañarme.

─¿Cena de negocios, eh?

─Sí.

Mi cabeza de pronto comienza a imaginarse a Josh con un traje de vestir que seguro le da un estilo diferente al que normalmente suele usar, pero sin duda debe ser una versión bastante atractiva de él.

─¿Pasarás por mí?

─Por supuesto.

─Perfecto, entonces tomaré mis cosas si quiero estar lista a tiempo ─comienzo a guardar los papeles que tengo frente a mí─. ¿A qué hora es la cena?

─Ocho.

─Perfecto, estaré lista a esa hora.

─Te llevo a casa.

Dice y me levanto del escritorio al tiempo que asiento, Josh y yo no nos movemos hacia la puerta de salida porque de pronto podemos ver que hay un alboroto allá afuera y alguien parece estar discutiendo con otra persona y de un momento a otro parece haber una pequeña pelea.

─¿Qué carajos?

Se queja Josh y se apresura a salir de la oficina, yo voy detrás de él. Dean sale del circulo que están algunos chicos discutiendo y viene directo hacia nosotros.

─Josh ─la voz de Dean suena ajetreada.

─¿Qué está sucediendo?

Dean pone una mueca y se rasca la cabeza.

─Querrás averiguarlo por tu cuenta, Mitchell está aquí.

─¡¿Qué?!

Josh se detiene en seco cuando está avanzando y voltea a ver a Dean quien tiene una expresión que es difícil de descifrar.

─Lo sé, a todos nos ha caído de sorpresa.

Josh maldice algo que no es entendible para mí y voltea a verme segundos después y a Dean también.

─Lleva a Savannah a su casa por favor, solucionaré esto.

─De acuerdo, jefe.

Le dice y Josh se apresura a llegar hacia el circulo de hombres que siguen peleando. Intento ir detrás de él pero Dean coloca su brazo, impidiéndome avanzar.

─Déjalo, Savannah ─su voz es bastante seria─. Será mejor que nos vayamos pronto.

─¿Qué sucede?

─Te lo explicaré en el camino, pero es mejor que nos vayamos ahora antes de que las cosas empeoren.

****

¡Holaaa! ¡Feliz día de las madres a todas las que son mamás! Ayer fue el día de las madres y bueno, no tuve tiempo de terminar el capítulo hasta hoy. Espero que lo hayan disfrutado!

¿Qué creen qué pasará? La personaje que se ha aparecido, ¿creen que ocasionará problemas entre Savannah y Josh?

Dejenme saber sus opiniones<3