Capítulo 25
No puedo dejar de pensar en Josh y en la forma en que sentí que de algún modo me rechazó. No debería de ser de ese modo, debería de importarme menos pero el rechazo es uno de los peores sentimientos por el que las personas podemos pasar, en especial cuando sientes el rechazo de un hombre.
¿Acaso no soy lo suficientemente guapa? ¿No he llenado sus expectativas? ¿No doy lo que él quiere?
Creo que lo peor a todo esto es cuando has dormido con ellos, cuando le has entregado una parte intimida de ti y te han visto en un estado vulnerable, así, el sentimiento se vuelve más abundante y comienzas a cuestionarte si lo que hiciste está bien o no.
Eso es lo que yo me paso haciendo gran parte de la noche, cuestionándome la situación con Josh, si ha sido lo correcto o no.
¿Un secreto? El sexo nunca va a hacer que alguien nos quiera.
A veces toca aprender esto de la mala manera, pero es cierto, incluso cuando se cree que la persona puede ser la correcta y nosotros queremos estar con ellos, el sexo no es lo que nos hace quedarnos a su lado, quizás podría haber excepciones, pero es muy raro.
Por algún extraño motivo, no puedo dejar de pensar que eso es lo que ha hecho a Josh alejarse de mi, al final de cuentas, ya hemos dormido juntos, hemos tenido sexo y quizás se ha dado cuenta que no soy tan interesante después de eso.
Después de hacerlo y ver que esa persona se aleja, es imposible no pensar que quizás has perdido un poco de valor, que solamente sirves para eso y no hay nadie que puede quererte bien.
Oprimiendo esa mala sensación en mi interior, hago mis esfuerzos por alistarme y comenzar el día, lo mejor es pretender que todo está bien en el universo y en tu corazón, al menos me digo eso para apaciguar mis sentimientos.
Si, está bien deprimirse a veces, pero lo que no está bien es dejar que esos sentimientos se apoderen de nosotros y quieran quedarse allí para siempre.
Para cuando llego a la construcción, soy la primera en llegar y después algunos trabajadores se presentan, me saludan como de costumbre y entablo una pequeña conversación con algunos de ellos mientras aguardamos a que Josh llegue.
—Sigo pensando en que debería darte las llaves para que abras —dice Dean, refiriéndose al jefe.
—Intenta decírselo, dudo mucho que lo haga, es un poco desconfiado.
—¿Un poco? —dice elevando las cejas—. Yo diría que demasiado, me tomó bastante tiempo ganarme su confianza.
Sonrío un poco porque no me sorprende que Dean diga eso, al final de cuentas, son mejores amigos.
—Bueno, es el jefe ¿no? —me encojo de hombros. Estoy por hacer otro comentario, pero justo en ese momento Josh aparece y decido ahorrármelo.
Nos da los buenos días a todos, sin embargo, es bastante seco y serio que no hace falta descifrar que ha venido de mal humor. Una vez que entramos todos a la oficina, Josh comienza a darnos ordenes como siempre, todos lo escuchamos atentos sin decir una palabra y cuando termina de hablar, repara su mirada sobre mí, lo que me hace apretar un poco los labios, en especial cuando nos estamos quedando solos ya que mis compañeros salen de la oficina a continuar con las tareas.
─¿Estás lista? ─Pregunta en mi dirección y arrugo el entrecejo sin saber a qué se debe su pregunta.
─¿Perdón?
─Saldremos hoy ─uno de los trabajadores vuelve a ingresar a la oficina para hablar sobre algo importante con Josh, quien rápidamente atiende la situación y antes de salir, llama mi atención de nuevo─. Te espero en mi camioneta.
Sin duda ha sido una orden a la que no pongo objeción y minutos más tarde me veo montándome a su camioneta. Josh enciende el motor cuando estoy dentro y se echa a conducir por las calles.
─¿A dónde iremos?
Pregunto sin ocultar mi curiosidad, pues no tengo ni idea de qué es lo que haremos.
─Necesitamos comprar un par de muebles para decorar la casa que entregaremos la próxima semana.
─¿Entregar una casa? ¿Qué casa?
Al menos, no estoy enterada de ello y no sé de qué casa habla exactamente.
─La casa en la que hemos estado trabajando ─me cuenta─. Hemos construido una nueva casa para alguien del pueblo así que necesitamos terminar con las decoraciones, ese es tu trabajo, ¿no? Lo tuyo es decorar...
No sé si está feliz de ello o no porque la forma en que lo dice no me resulta alegre.
─Bien, ¿tenemos un presupuesto? ─Pregunto mientras me acomodo mejor mi cabello.
─Sí, si lo tenemos.
─¿De cuánto estamos hablando?
Pregunto y cuando veo que salimos del pueblo, imagino que vamos a la ciudad a buscar lo que necesitamos. Me veo sonriendo un poco, no es que no disfrute del pueblo, pero la ciudad me parece más linda, además, puedo aprovechar la oportunidad para hablar con Ava un poco.
─Cinco mil dólares, tal vez no es suficiente, pero tendremos que ajustarnos con ello...
Responde y doy un pequeño asentimiento.
Como ya veo venir que la conversación entre los dos estará un poco muerta, me permito moverle a la radio para escuchar música.
***
Josh es quien escoge las tiendas a las que vamos y yo solo me limito a escoger los muebles y compartir mi opinión, por supuesto, Josh me da el lado a casi todo lo que escojo y termina comprando la mayoría de las cosas, cuatro horas más tarde, los dos estamos agotados.
─¿Tienes hambre? ─Pregunta en mi dirección y asiento con la cabeza, solo he tenido el desayuno y eso fue hace horas, por supuesto que tengo hambre. Demasiada─. Perfecto, conozco un buen lugar donde venden tacos.
Nadie puede negarse a los tacos, así que no pongo ninguna objeción a eso y dejo que Josh nos lleve al restaurante de tacos donde pedimos una orden de tres tacos de carne asada para cada uno, soda y una orden de nachos para ambos.
Diría que es demasiada comida, pero está tan buena que no puedo evitar comer de los nachos también.
─Dios, sí que la comida aquí es excelente ─digo llevándome un totopo con queso a la boca, Josh sonríe.
─Es de los mejores restaurantes de comida mexicana por aquí ─asiente y no puedo estar más de acuerdo.
─Me alegro de haber venido ─digo y continúo comiendo, de vez en cuando siento la mirada de Josh sobre mí, aunque no dice nada─. ¿Sucede algo?
Le pregunto cuando me percato de que le cuesta apartar la mirada de mí, Josh oprime una mueca y se rasca la cabeza.
─Nada, solo estoy un poco pensativo, eso es todo.
Dice, aunque no me parece que sea eso exactamente. Oprimo una mueca mientras intento buscar una forma de comenzar una nueva conversación.
─¿Ha sucedido algo interesante en el trabajo?
Una pregunta tonta y para nada interesante, pero es lo mejor que se me ha ocurrido.
─No mucho que digamos, hay demasiado trabajo, aunque eso ya lo sabes.
Una respuesta que no revela mucho, pienso, aunque no digo nada sobre ello.
─Bueno, tener trabajo siempre es bueno ─le digo con una diminuta sonrisa en la boca─. ¿Cómo fue que construiste la constructora?
Decido preguntarle y aunque mi pregunta lo toma unos segundos por sorpresa, Josh no la evade y decide responderla.
Es una suerte.
─Siempre quise tener mi propio negocio y cuando me mudé a Faxon Hills pude lograrlo ─se encoge de hombros como si no fuese tan complicado.
─Es un pueblo tranquilo sin duda.
─Sí.
─¿Es por eso que te mudaste aquí?
Puedo ver su cuerpo removerse en su asiento, mi pregunta lo ha tomado por sorpresa y quizás no es de su agrado.
─Tuve otros motivos, pero me pareció un buen lugar para comenzar de cero.
─Interesante ─me veo diciendo más para mi misma que para él, pues lo he dicho en un tono muy bajo─. Un lugar pequeño y tranquilo, casi pacifico.
─No hay mucho drama por aquí, eso puedo decirlo ─no suena muy convencido de sus palabras, pero no se las discuto.
─¿Alguna vez has pensado en volver a la ciudad?
Lo observo con curiosidad, quizás mi situación es diferente porque yo sí que he pensado en volver muchas veces solo que no puedo decírselo, admitir en voz alta que quiero volver a casa me da un poco en mi orgullo.
─No soy alguien que vuelva al pasado ─dice de una forma que encuentro reflexiva y me veo en la rotunda curiosidad de preguntar por qué.
─¿Volver al pasado? ─Inquiero, pero Josh no responde como me gustaría, se queda mirándome fijamente por un tiempo hasta que desvía la mirada de mí, está evitándome.
─Mi vida antes de llegar aquí era muy distinta a como es ahora, no creo que desee retomarla.
De pronto siento más curiosidad por él, por saber como era su vida, qué tan diferente era a como es ahora, pero preguntar me aterra porque sé que con lo poco que me da ahora, me da mucho. A veces es bueno no sacarle toda la información en un solo día a alguien para no abrumarlos, en especial a los chicos, eso lo he aprendido con el tiempo.
A veces, cuando sentimos interés por alguien queremos saber todo sobre esa persona, su vida, sus pasatiempos, las cosas simples y sencillas, cualquier cosa que nos alimente las esperanzas de estar a su lado, pero a veces los hombres suelen ser complicados, no suelen decir mucho, al menos les cuesta un poco más abrirse.
─Bueno, todos huimos del pasado alguna vez, ¿no?
─Así es ─voltea a verme, su mirada es cautelosa─. ¿Qué hay de ti? Supongo que deseas volver a casa, ¿no es así?
─Mentiría si te digo que no ─aprieto los labios al admitirlo y niego después─. Pero no puedo hacerlo.
─¿Por qué no?
Porque estoy castigada pienso, porque esta es una prueba para que yo aprenda a ser más "humilde" menos mimada por así decirlo, pero confesarle eso es demasiado intimo para mí, me da casi vergüenza decirlo porque claramente no estoy orgullosa de la persona en la que me he convertido.
─Le prometí a mi familia que le daría una oportunidad a este pueblo, además, el tío Landon lo amaba por algo, quiero descubrirlo.
Esto no es una mentira del todo, en parte hay un tanto de verdad en mis palabras, el tío Landon de verdad amaba Faxon Hills y jamás comprendimos por qué, él lo veía como un pueblo mágico, demasiado especial como para ser real y yo tengo curiosidad por ello, por entender que era lo que lo hacía volver siempre.
Las personas siempre regresan al lugar donde fueron felices.
Siempre solía decirme eso.
Faxon Hills era su lugar feliz, de eso no me cabe duda.
─Hablando sobre familia ─digo de nuevo y hago una breve pausa─. ¿Te importaría si me tomo unos minutos para hablar con mi hermana? En casa no tengo mucha señal así que no he podido comunicarme con ella.
─Claro, adelante.
Dice y minutos después me levanto de mi lugar para salir del restaurant para hablar con Ava y tener un poco más de privacidad. Por suerte, ella responde el teléfono de inmediato y aunque no hablamos por mucho tiempo porque ella está ocupada con su trabajo, los pocos minutos son suficientes para ponernos al tanto de nuestras vidas y decirnos cuando extrañamos estar juntas.
Media hora después nos vemos llegando al pueblo de nuevo, nos pasamos por la oficina para ver que todos los demás siguen allí, aun trabajando y a punto de terminar la jornada, yo me dedico a organizar un par de documentos que definitivamente no voy a terminar hasta mañana.
─¿Qué tal estuvieron las compras? ─Pregunta Dean cuando entra a la oficina, le ofrezco una amistosa sonrisa antes de responder.
─Estuvieron bien, hemos conseguido lo necesario. Mañana decoraremos.
Le digo y él asiente levemente.
─¿Comieron juntos?
─Sí, ¿Por qué?
Frunzo el ceño y Dean se encoge de hombros sin molestarse en ocultar la sonrisa en su boca.
─Curiosidad, me parece que el jefe no ha regresado con malhumor después de todo.
Su comentario me hace algo de gracia.
Sí que Josh puede tener un comportamiento volátil.
─Bueno, no ha sido tan malo que digamos.
─Sí, puedo ver que se comporta diferente cuando está contigo.
Dean no oculta su sonrisa.
─¿Quién se comporta diferente?
Interrumpe Josh nuestra conversación, Dean y yo compartimos una mirada y casi estoy segura de que va a decirle de lo que estamos hablando.
─Nadie jefe ─Dean responde, pero no suena muy convincente para Josh.
Josh enarca las cejas, evidentemente no conforme con la respuesta de Dean, pero él decide marcharse antes de que lo pueda cuestionar más.
***
Para las siete de la tarde como siempre, Josh me lleva a mi casa y me acompaña hacia la puerta como de costumbre.
─¿De qué hablaban tú y Dean?
Se atreve a preguntarme sin intención de ocultar su curiosidad, yo intento mantener un semblante neutro al encogerme de hombros.
─Nada importante.
─Ya veo.
─¿Por qué?
─Solo tengo curiosidad.
No digo nada, pero sí que percibo que tiene curiosidad por ello y mi respuesta no lo convence.
─Josh, ¿puedo preguntarte algo?
Pienso de pronto en mi pregunta y se me acelera el corazón de tan solo estar a punto de formulársela.
─Adelante.
Me ánima a continuar.
─¿Por qué no has tenido pareja en mucho tiempo?
Si bien, había dicho que no había estado con mujeres desde hace tiempo y después de lo que Dean me dijo que él parecía menos gruñón estando conmigo definitivamente me había dejado pensando y no solo eso, también la pequeña conversación que tuvimos en el restaurante.
─¿A qué se debe tu pregunta?
Decide cuestionarla.
─Solo tengo curiosidad.
─Bueno, no busco nada serio, ya te lo he dicho.
─Eso lo sé, pero sé también que no has estado con muchas mujeres, además... ─me rechazaste la otra noche, pienso y me muerdo la lengua para no decírselo, a veces siento como si se arrepintiera un poco de lo que pasó entre los dos y eso me hace sentir ansiosa, insegura.
─¿Qué cosa?
Pregunta cuando ve que me demoro demasiado tiempo en decírselo.
Termino negando porque no soy tan valiente para decírselo, además, ¿qué gano con eso?
─Nada olvídalo ─me veo negando y me alejo de él para abrir la puerta de mi casa, sé que Josh sigue allí esperando a que abra y cuando lo hago y me volteo a él para despedirle, su cercanía me sorprende bastante.
─Algo te sucede...
Busca una respuesta en mi mirada y ya presiento que no va a dejar pasar el tema.
Debí ahorrarme mi pregunta desde un principio, pienso.
─No es nada, olvídalo...
─Savannah... ─se acerca más a mí y de pronto su cercanía me es intimidante─. Puedes decírmelo...
¿Quiero hacerlo? Sí que quiero, a nadie le gusta a veces quedarse con la incógnita de lo que pasó o pudo haber pasado, pero es cierto que a veces la curiosidad mata al gato.
─Bueno, la otra noche... ─comienzo a decirle dejando todo a un lado para confesárselo─. Parecía que realmente no querías estar conmigo, que no me deseas y está bien, fue bueno lo que tuvimos, pero entiendo que eso no puede volver a suceder, es solo que... Ugh, olvídalo.
Prefiero dejar el tema sin terminar antes de abrir mi corazón porque los dos habíamos acordado de que no se trataba de una relación seria, tampoco hay exclusividades entre los dos y a veces reclamar las cosas cuando se han dejado claras desde un principio no siempre resulta bien.
Y Josh y yo habíamos dejado las cosas claras desde un principio.
Me aparto de él para entrar a casa y así no seguir con la conversación, pero Josh me lo impide al tomarme del brazo y tirar de él para atraer mi cuerpo con el suyo y plantarme un gran beso. Al principio, me toma por sorpresa, pero no me demoro en responderlo y cuando Josh me pega más a él, puedo sentirlo debajo de sus pantalones.
─¿De verdad crees que no te deseo? ─Me pregunta antes de darme otro roce en los labios y tirar de mi labio inferior con un pequeño mordisco, sus manos acarician mis caderas y le da un apretón a mi trasero lo que me hace sentirlo más, de nuevo─. Porque yo puedo decirte que me sucede todo lo contrario. Te deseo Savannah.
Con esto, Josh vuelve a besarme y esta vez envuelvo mis brazos alrededor de su cuello, dispuesta a profundizar nuestro beso, Josh me levanta del suelo para hacerme envolver mis piernas sobre sus caderas.
─Si me lo permites, voy a demostrártelo...
Dice y eso pone una sonrisa en mi boca antes de que los dos entremos al interior de mi casa.
****
Holaaaaaa, feliz sábado ❤️ ya casi último día del año y bueno, esta será la última actualización del año (2024 vamos con más actualizaciones y que sean constantes 🤞🏻)
Anoche terminé de escribir este capítulo así que no me quise quedar sin actualizarles! Espero que lo disfruten, también les deseo que se la pasen bien en año nuevo, metanse debajo de la mesa para que consigan novio 😉
¡Un abrazo! ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top