Capítulo 18

Capítulo 18

─¿Quién era esa mujer? ─Pregunto sin importarme del todo si estoy siendo imprudente o no. Josh no responde a mi pregunta cómo me gustaría que lo hiciera y volteo a verlo para ver que él tiene la mirada al frente justo en el restaurant.

─Alguien a quien quizás no pensaba ver en mucho tiempo ─habla y su respuesta solo me deja más intrigada. Me gustaría que se explicara mejor más no quiero presionarlo con ello, Josh voltea a verme y la mirada que me da no me parece que sea una buena─. No es alguien a quien deberías tomarle importancia.

─Pero tu si pareces tomarle importancia ─mis palabras salen de la nada, sin embargo, sin ciertas, al menos, para mí parece de ese modo porque si fuera lo contrario, Josh luciría más indiferente y no lo hace. Con mi comentario consigo ganarme una mirada de su parte que me es difícil de descifrar.

Definitivamente aquella mujer tiene un efecto en él porque no luce tan bien.

─No importa ─dice después de un tiempo─. Vamos a seguir trabajando.

─¿Estás seguro de que estas bien?

─¿Por qué no debería de estarlo? ─Pregunta y ladeo la cabeza.

─Josh... ─digo su nombre alargando la "o" un poquito─. No me parece que esté todo bien, aquella mujer...

─Ya deja el tema Savannah, no es importante, ¿sí? ─aunque sus palabras no son para nada rudas, son demasiado serias y aprieto los labios con fuerza formando una mueca para segundos después acomodarme de nuevo en mi asiento y no decir una palabra más.

***

Una vez que llegamos a la casa de Palmer y Trenton, Josh me evita y se enfoca en hacerles preguntas a los trabajadores sobre cómo van las cosas desde que nos fuimos, decido ir adentro donde hay un par de trabajadores terminando de pintar, les ofrezco una sonrisa, pero no me pongo a ayudarles porque me parece que no es necesario, en su lugar, los observo recargada en uno de los muebles que hay, Dean aparece minutos más tarde.

─Hola ─me saluda al recargarse a mi lado.

─Hola ─le respondo de vuelta el saludo─. ¿Qué tal va todo?

Decido iniciar la conversación, pues sé que con Dean no hace falta estar hablando todo el tiempo, él no es como Josh, no es un hombre de pocas palabras afortunadamente.

─Bien, hemos avanzado bastante y todo parece pintar bien ─responde con un pequeño asentimiento, su mirada está fija en sus compañeros de trabajo─. Oye, ¿Josh y tú fueron a comer hoy?

─Sí, ¿por qué? ─Pregunto frunciendo el ceño y mirando en su dirección, Josh niega para restarle importancia, pero ya veo venir que algo sucede y por suerte, él no me corta el tema como mi jefe.

─Curiosidad ─dice sin mucho interés, pero su cuerpo dice lo contrario─. Parece enfadado.

─No debería sorprenderte.

Mi comentario le hace gracia y suelta una risa vaga.

─Cierto ─se cruza de brazos y piernas al mismo tiempo─. Pero tengo el presentimiento de que algo sucedió, lo conozco muy bien como para reconocer sus cambios de humor.

Volteo a verlo y no aparto mi mirada de él por un intenso minuto, Dean tampoco lo hace.

─Quizás pasó algo ─me veo diciéndole, pero no me siento muy segura de si decirle lo que pasó o no, aunque siento curiosidad de si Dean tiene idea de quién era la mujer que nos encontramos en el restaurant─. Josh se encontró con alguien cuando salíamos del restaurant que lo puso de mal humor, supongo.

El entrecejo de Dean se frunce.

─¿Qué mujer? ─Pregunta con intriga y me encojo de hombros.

─Creo que su nombre era Mariel o Muriel, no lo recuerdo exactamente.

A veces puedo ser pésima recordando algunos nombres y supongo que esta es una de esas ocasiones en las que me gustaría ser más buena para ello.

Veo sorpresa en el rostro de Dean que rápidamente es cambiada por un semblante serio.

─Muriel ─dice casi en un susurro y noto que él también debe de conocerla y la mujer no debe de ser tampoco de su agrado porque su semblante se vuelve incluso más serio─. ¿Los vio juntos?

Asiento.

─Sí, y parece que no le agradó ─le digo y él asiente pesadamente─. ¿Quién es ella?

Le pregunto antes de que se me olvide, tengo la esperanza de que Dean me de esa respuesta porque Josh no lo hará, pero también presiento que su mejor amigo es demasiado leal a él que quizás decida ocultármelo.

─Una mujer que todos conocemos por aquí ─dice con una mueca en los labios y un resoplido se escapa de mí, evidentemente no es la respuesta que esperaba.

─Supongo que no me dirás más, aunque pregunte, ¿no?

Su mueca en la boca incrementa y se rasca la cabeza.

─Esa mujer tiene que ver con la vida de Josh no mía ─termina negando─. Pero solo puedo decirte que no es alguien afecta a Josh y tampoco Josh lo es a ella.

─Jamás la había visto ─me veo diciéndole, aunque creo que aun no conozco a la mayoría de las personas en este pueblo, tiene sentido que nunca la haya visto porque no soy de aquí.

─Bueno, Muriel se había ido del pueblo hace tiempo, me sorprende que esté de vuelta.

─¿Ya no vivía aquí? ─Preguntó y él niega.

─No, no después de lo de... ─hace una pausa y después niega al darse cuenta de que está a punto de decirme más de lo que debería, una risita nerviosa sale de él y yo decido no presionarlo, como sea, Dean me está dando más información de la que puedo esperar por parte de Josh.

─Descuida, no tienes que decirme más si no puedes ─me encojo de hombros con intención de restarle importancia y Dean aprieta los labios.

─Lo siento, es solo que esa mujer es... es un problema en la vida de muchos por aquí, en especial en la de Josh ─cuenta y no digo nada, solo me limito a escucharlo─. Quizás él te lo cuente después.

─Dudo que eso suceda.

Dean sonríe ante mi comentario.

─Si te motiva un poco, le agradas.

Rio.

─Se te da bien mentir, eh.

─Lo digo en serio, Savannah ─dice con una sonrisa divertida en los labios─. De ser lo contrario, Josh no te habría contratado.

─Le debía el favor a Quinn.

─Quinn siempre le pide favores ─me deja saber─. Algunas veces Josh se permite rechazarlos sin importar qué.

Luego de eso, alguien parece hablarle para que vaya a ayudar con algo de trabajo, dejándome sola. Me quedo allí todo el tiempo que me parece necesario y le doy vueltas en mi cabeza una y otra vez a las palabras de Dean.

Quizás le agrado o quizás no.

Pienso, si fuera cierto, quizás hubiese reaccionado diferente a aquella vez en la que nos besamos, quizás no me hubiese evitado, pero es cierto que a veces ser impulsivos hace que otras personas solo quieran retroceder ya que no están acostumbrados, yo había sido impulsiva al besarlo, lo había hecho sin pensar demasiado.

Pero el parece tirarte indirectas...

Me dice una vocecita interna y recuerdo muy bien sus palabras el día que lo terminé roseando con gas pimienta.

Yo jamás me propasaría con una mujer al menos que ella quiera.

¿Qué si yo quería que se propasara conmigo? que dejara de ser la clase de persona caballerosa que aparentaba ser.

Un caballero en la calle y un pervertido en la cama. Eso es lo que pensaba de Josh.

Y como si de pronto tenerlo en mi mente lo invocara, él me habla.

─Savannah ─dice mi nombre y me aproximo a él tan rápido como puedo.

─¿Sí? ─Pregunto y él me mira de arriba abajo, lo que me hace pensar que quizás he hecho una buena elección con mi atuendo porque este día lo he cachado mirándome un par de ocasiones.

─Necesitaba que me ayudaras con una documentación en la oficina.

─¿Ahora?

Asiente.

─¿Ya nos iremos todos?

─No, ellos se quedarán ─se apresura a decir─. nosotros iremos a la oficina de nuevo, tengo un par de llamadas que atender con algunos contratistas más.

─Está bien.

Digo y él asiente antes de alejarse para buscar a Dean y darle instrucciones sobre qué deben hacer mientras él no está.

****

Josh no mentía cuando decía que tenía que hacer un par de llamadas y que necesitaba ayudarle con una documentación, se trataba de un trabajo bastante extenso, facturas, materiales y propuestas que estoy tratando ahora mismo.

Creo que pierdo la noción del tiempo y me levanto de mi lugar mientras Josh parece atender una llamada importante con uno de sus clientes, estiro mi cuerpo porque la espalda me duele muevo mi cuello de un lado a otro, el sueño está comenzando a apoderarse de mí y decido que sería bueno prepararme un poco de café, por suerte hay agua en la cafetera y solo me toca encenderla y esperar unos minutos a que esta hierva, una vez que esta lista, vierto el agua en un pequeño vaso de plástico porque no tengo una taza para mí por aquí y después, le coloco tres de azúcar a mi café y un poquito de crema en polvo, aunque estoy segura que el café negro me ayudará a despertarme un poco.

Me llevo el café a los labios y siento como me quema la punta de la lengua cuando el liquido hace contacto con ella.

─Savannah...

En el momento en que escucho a Josh hablarme, pego un brinquito porque su voz me asusta y consigo que el vaso de café que tengo en mis manos resbale y lo termino derramando sobre mi blusa.

─¡Aaah! ─chillo de horror al quemarme. Josh se da cuenta de ello y de inmediato corre ayudarme, me retira el vaso de las manos y busca servilletas, me parece que está a punto de ayudarme a limpiarme, pero al final las extiende en mi dirección al percatarse de que me he mojado el escote.

Me doy la vuelta para que no vea como intento secarme con las servilletas, pero la sensación caliente en mi piel me hace quejarme de nuevo, por suerte, no tengo quemaduras graves, pero sí que siento un poco de calor y me doy cuenta de que gracias a que mi blusa es blanca, se puede ver mi brasier rojo, además de que la blusa tiene un corte en V y no ayuda mucho que digamos.

Me volteo a hacia Josh con la boca abierta.

─Lo siento, ¿estás bien? ─Pregunta con preocupación en su mirada, trago con fuerza antes de asentir.

─Sí, ha sido solo un accidente ─si que lo ha sido, pienso.

La boca de Josh se abre y su mirada se queda fija en mi escote, el cual es bastante visible.

Josh se aclara la garganta y desvía la mirada de mí.

─¿Te has quemado? ¿sientes alguna molestia?

Intenta asegurarse de que el café no ha hecho ninguna quemadura grave. Niego, aunque no me presta atención del todo.

─Estoy bien, creo.

─¿Crees? ─Voltea a verme y enarca ambas cejas. No es la respuesta que cree.

─Sigue caliente ─me refiero al café en mi cuerpo, reparo la mirada hacia el puente de mis pechos─. Me ha entrado a la blusa.

Le dejo saber y él asiente apretando los dientes.

─Tengo una camisa extra por aquí, puedo prestártela.

─Estaría bien.

Digo y él se aleja para buscarla, me la entrega unos minutos más tarde y decido ir al baño tan rápido como puedo para ponérmela, observo la camisa, es de color blanco justo como la mía y huele a él, por unos segundos dudo en si ponérmela o no, pero termino haciéndolo y también termino quitándome el brasier ya que se ha mojado y siento que mis pechos quedaran pegajosos por culpa del café y el azúcar que le he puesto.

Para cuando salgo del baño, Josh está allí esperándome.

─Listo ─murmuro con una pequeña sonrisa en la boca y él asiente.

─Es algo tarde, creo que será mejor que descansemos y continuemos mañana con el trabajo.

─Supongo que sí.

Organizamos un poco las cosas en la oficina y después apagamos las luces y la computadora para irnos.

Josh como de costumbre estacionan su auto frente a la entrada de mi casa y esta vez, se baja del auto para abrirme la puerta.

─No tenías que bajarte.

─No importa ─dice restándole importancia.

─Gracias por traerme y por la comida también ─le agradezco al recordar que ha sido él quien ha pagado la cuenta.

─No tienes qué agradecerme.

Niega.

─Sí, como sea, esto de traerme a casa a diario, sí que tengo qué ─murmuro más para mí misma─. Por cierto, gracias por prestarme la camisa.

─No tienes qué, ha sido un accidente con el café.

─Bueno, suelo ser muy torpe a veces.

Hay un pequeño silencio y termino oprimiendo una mueca cuando él no dice lo contrario.

¿Será que me considera torpe?

No lo sé, pero la idea de ello me desmotiva un poco.

─Te devolveré la camisa mañana.

─No hay problema con ello.

─Me alegro, porque sí que era necesario, el café estaba hirviendo y tu sabes, necesitaba quitarme... ─estoy comenzando a creer que solamente digo tonterías por lo que me muerdo los labios para dejar de hablar, Josh nota ese gesto y quizás sea una tontería mía, pero me pasa por la cabeza si alguna vez le he parecido atractiva, siento que se debe al comentario de Dean temprano─. Por cierto, lamento si fui entrometida hoy.

Un gruñido sale de él y no sé si es una buena o mala respuesta por lo que me tambaleo sobre mis zapatos.

─Yo, uh, lo siento.

Vuelvo a decir y está vez responde.

─Descuida, no es tu culpa.

─¿Puedo preguntarte algo?

─¿Qué cosa?

La pregunta vaga un par de veces en mi cabeza antes de decírsela.

─¿Por qué me contrataste?

Frunce el ceño, pero responde.

─Quinn me lo pidió, le debía el favor.

─Pero quizás pudiste rechazarme ─no es que al principio no lo haya hecho, pero al final decidió que podía quedarme y eso tenía que significar algo, ¿no?

Si Dean no hubiese hecho ningún comentario, yo no habría comenzado a ser curiosa.

─Se lo debía a Quinn.

─¿Eso es todo?

─¿Por qué tendría que haber otro motivo?

Se cruza de brazos y aprieto los labios.

─No lo sé, quizás podría haber otro.

─Pues no lo hay.

─Muy bien ─respondo a secas cuando él también responde del mismo modo.

─Será mejor que me vaya a casa.

─Sí, es tarde.

─De acuerdo.

─Buenas noches, Savannah.

─Buenas noches, Josh.

Entro a casa sin voltear atrás porque sé que él está aguardando a que entre a casa, una vez que estoy dentro y he cerrado la puerta con llave, un bufido se me escapa. No lo sé, pero encuentro frustrante que no pueda admitirlo en voz alta lo que me hace pensar que quizás no le agrado lo suficiente y solo Dean lo ha dicho por ser amable conmigo.


****

¡Holaa! ¡Feliz lunes! ¿Cómo están? Ya he dicho antes que he estado muy ocupada con el trabajo y esta semana que acabó no fue la excepción, pero he terminado este capítulo anoche para poder actualizarles hoy.

Espero que lo hayan disfrutado<3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top