Capítulo 17

Los trabajadores llegan y Josh reparte las mismas tareas que los días anteriores y como de costumbre, me voy con él en su auto, sin embargo, parece que nosotros tenemos un rumbo distinto.

—¿No iremos a la casa de Trenton y Palmer? —Me veo preguntando y él niega.

—Iremos más tarde. Tenemos otros pendientes.

Es una respuesta larga y corta a la vez porque no revela mucho de lo que tenemos qué hacer hoy, más no cuestiono su respuesta porque la tensión entre los dos después de nuestra conversación en la mañana aún es palpable en el aire.

─¿Qué clase de pendientes? ─Decido preguntarle.

─Pendientes importantes.

─¿No crees que cómo tu asistente merezco una respuesta mejor? ─Cuestiono y obtengo ese gruñido de su parte.

─Necesitamos comprar un par de materiales nuevos para la construcción que estamos trabajando ─dice y después me gano una mirada de su parte─. Y tal vez necesite el visto bueno de alguien para algunos diseños.

Es imposible ocultar mi sonrisa ante ese comentario, no digo nada pero que Josh admita que tengo buen gusto para los diseños es un cumplido que no me esperaba y, sin embargo, me gusta.

El trayecto me parece bastante alejado del pueblo porque hacemos más de una hora de trayecto, lo que me confirma que hemos salido de Faxon Hills y me entra un pequeño regocijo de alegría por saber que ya no estamos en el pueblo y cuando veo los edificios de la ciudad, nostalgia es lo que me invade.

A veces, cuando se está lejos de casa es difícil saber si es bueno recordarla o no por el solo hecho de que nos puede poner tristes.

─Es una pena que Faxon Hills esté alejado de la ciudad ─me veo diciendo con una pequeña en los labios que me es difícil ocultar, mi comentario consigue llamar la atención de Josh.

─Quizás lo es cuando no te acostumbras al lugar.

Su comentario me hace recordar la conversación que había tenido con Dean y los chicos de la constructora y no puedo evitar preguntarle.

─¿Qué hay de ti? ¿te acostumbraste al lugar o toda tu vida has vivido en el pueblo?

Al dirigir mi vista hacia él, me doy cuenta de que lo tomo desprevenido con mi pregunta, aun así, Josh decide responder.

─Es un buen pueblo.

Ruedo los ojos.

─No creo que eso conteste mi pregunta.

Lo escucho gruñir.

─Me gusta la vida en el pueblo.

─Lo que quiere decir que toda tu vida has estado allí.

Oprimo una mueca a la vez que asumo las cosas por mi cuenta, Josh vuelve a gruñir.

─Crecí en la ciudad ─dice y volteo a verlo con rotunda atención, él me regala una mirada rápida antes de seguir teniéndola al frente─. aunque la idea de vivir en un pueblo como Faxon Hills siempre fue mi interés.

─¿Puedo preguntar por qué? ─Siento demasiada curiosidad y por suerte, él responde a mi pregunta encogiéndose de hombros.

─Me gustan los lugares relajados.

Es una respuesta que tiene un poco de lógica, sin embargo, no me quedo del todo conforme con ella porque personalmente me gusta la idea de que siempre hay más, siempre hay una verdad que ocultamos, una muy profunda si pudiera decirse.

─Todo lo contrario a mí, supongo ─digo cuando me doy cuenta de que no hay más de su parte. Aunque no me lo pide, decido hablar un poco más sobre mí porque quiero llenar esos espacios vacíos─. A mi me gustan las ciudades, en especial las ciudades grandes porque los lugares tranquilos no siempre me parecen interesantes, podría decir que me aburren.

─Ya lo veo.

Responde luego de un tiempo y no sé bien si es una respuesta que me agrada.

¿Qué quiere decir con eso? ¿Qué ya lo presentía? ¿qué se imaginaba como soy?

No lo sé, pero no me quedo conforme con ello, la idea de ser predecible no siempre es de mi agrado, ¿a quien no le gusta ser un poco misteriosa con la intención de que te encuentren interesante?

─Aunque Faxon Hills no es tan desagradable ─siento la necesidad de decir lo cual es raro en mí porque de pronto me veo en esa especie de sensación en la que quieres tener algo en común con una persona sin importar que sean polos opuestos.

─Quizás no.

─¿Qué te trajo a Faxon Hills?

Suelto de golpe después de unos minutos en silencio porque las respuestas cortas y secas de Josh me están desesperando.

Lamentablemente, él piensa demasiado mi pregunta.

─Quizás el destino.

─¿Qué clase de destino? ─Gruñe como respuesta y su gruñido me da a entender que no le ha gustado que de pronto lo esté interrogando por lo que decido parar por mucho que tenga preguntas que me gustaría continuar haciendo─. Está bien, lamento si te he incomodado.

Decido no cuestionarlo más al respecto.

─Todos necesitamos nuevos aires en algún punto de nuestras vidas.

Dice luego de unos largos minutos y consigo ocultarle la sonrisa en mis labios al saber que ha respondido a pesar de no querer hacerlo.

─Supongo que sí, aunque eso no siempre es sencillo ─no puedo evitar pensar en mi vida y cómo terminé aquí.

─Apuesto a que no ─dice y está ocasión dejo que un silencio incómodo nos invada porque ahora soy yo quien no quiere hablar un poco del tema, en realidad, no quiero que Josh me juzgue.

Diez minutos después estamos llegando a una tienda de pinturas para interiores, Josh hace el pedido de las pinturas que necesita y después vamos hacia otra tienda donde también encarga material, nos pasamos más o menos tres horas de compras yendo de un lugar a otro, horas más tarde, regresamos al pueblo.

─¿Tienes hambre? ─Pregunta al percatarse de que ya nos hemos pasado la hora del almuerzo.

─Sí, un poco ─admito porque a pesar de que he desayunado un sándwich como de costumbre, hoy si que me ha dado hambre más temprano de lo habitual.

─Podemos comer en el restaurant ─dice refiriéndose al único restaurant del pueblo.

─Sí claro.

Es una pena que nuestras opciones sean limitadas.

─Toma asiento, ordenaré por los dos.

Dice y no lo cuestiono, simplemente voy a buscar una mesa vacía cerca de la ventana porque me gusta la vista hacia el exterior.

Minutos después Josh aparece en nuestra mesa con una orden de pollo frito, puré de papas y ensalada y aunque sea la clase de comida que quizás solía comer de niña y he evitado de adulta por toda la grasa que tiene, se ve apetecible y la boca se me hace agua de tan solo verla.

─¿Te gusta el pollo frito? ─Me pregunta depositando la bandeja frente a mí.

─Si me gusta ─digo con una media sonrisa─. Aunque hace tiempo que no como pollo frito.

─Bueno, siempre es bueno retomarlo de nuevo.

Se encoge de hombros para luego sentarse en el lugar frente a mí y comenzar a comer.

Hago lo mismo y comemos en silencio por un tiempo.

─¿Regresaremos a la casa de Trenton y Palmer?

Preguntó mientras me como el puré de papas.

─Si, tenemos que volver después de comer ─responde. Seguimos comiendo por unos minutos más sin conversar y para cuando terminamos de comer, decidimos marcharnos.

Como de costumbre, Josh abre la puerta para mí, sin embargo, una mujer un poco grande, quizás está entre sus cincuenta, es gordita, tiene el cabello color caoba, corto y sus ojos son de un café claro que reparan en mi por un segundo y se dirigen hacia Josh en otro y al reparar en él, cualquier sonrisa en el rostro de aquelle mujer desvanece.

Sus ojos de nuevo se dirigen a mí y luego a Josh como si necesitaran cerciorarse de lo que está viendo.

─Josh ─dice la mujer en un tono de sorpresa en su voz, siento que Josh da un paso hacia al frente y su cuerpo queda más cerca del mío, puedo percibir la tensión a nuestro alrededor.

─Muriel ─habla Josh y su voz suena tensa y seria.

─Vaya, no creí que... ─la mujer de nuevo detiene su mirada en mí, está vez me escanea con ella de arriba abajo y mi cuerpo se tensa ante su penetrante mirada. No sé, pero percibo una mala vibra con esta señora y solo intento disimular mi incómodo dibujando una sonrisa en la boca. Una risa seca sale de ella─. Creí que eras más fiel.

Su comentario me toma por sorpresa y no sé qué pensar al respecto, volteo a ver a Josh, quien evita mirarme, pero su cuerpo se tensa más de lo normal.

─Vamos Savannah, tenemos que irnos.

Dice colocando una mano en mi espalda baja y me da un empujoncito para que salgamos del local, la mujer se hace a un lado y nos deja salir, sin embargo, vuelve a dirigir su atención hacia nosotros, más bien hacia Josh para decirle lo siguiente.

─Me sorprende que la hayas olvidado tan rápido, Josh, creí que eras distinto.

El agarre de Josh en mi espalda baja se vuelve más firme y su cuerpo se tensa un poco más de lo habitual, mi mirada se dirige hacia él en cuanto las palabras de la mujer salen y me doy cuenta de que el comentario no le ha agradado a Josh por el gruñido bajo que suelta y se inclina hacia mí para susurrar en mi oído.

─Vámonos, sube al auto.

Sus palabras suenan como una orden no como cualquier petición, no digo nada, solo me alejo de él y subo al auto como me lo ha pedido. Josh aprovecha que ya no estoy cerca de él para dar un par de pasos hacia la mujer, quien nos ha seguido hasta el estacionamiento, los dos parecen intercambiar un par de palabras, aunque no puedo escuchar lo que están diciendo, más estoy segura de que no es algo agradable.

Minutos después Josh sube al auto, pero no lo enciende rápido, luce pensativo, perdido en sus pensamientos y decido ser yo quien rompe ese silencio.

─¿Quién es esa mujer, Josh?

Si soy imprudente o no con mi pregunta, aguardo a que me dé una respuesta. Aunque no estoy segura del todo de si será de mi agrado o no.



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Holaaaa, ¿cómo están? siento que ha pasado mucho tiempo desde mi última actualización pero he estado ocupada con el trabajo que no he podido escribir nada, ya sé que este capitulo es corto pero creo que es lo justo para que actualizara en vez de esperar más días, espero que les haya gustado! Dejenme saber qué les pareció (:

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