Capitulo 16
-¡mira todo esto! Los habitantes del reino de Bankotsu eran tan amables que me obsequiaron estos vestidos y demás-comentó entusiasmada la diosa observando todos artefactos y ropa que le habían regalado
Inuyasha río por lo bajo al ver su reacción, cosa que le resultó algo... adorable de su parte. Iban caminando por el pasillo, directo al Reino Celestial.
-obviamente iban a regalarte algo, ya que eres alguien muy especial para ellos-dijo este
Especial para los reinos, poderosa para los dioses y reyes que habitaban en la pirámide, bueno... Pocos. Y finalmente, hermosa para él, espera ¿que? ¿Hermosa? ¿Desde cuando la halagaba de esa manera tan profunda? ¿Acaso él...? ¡No! No, no, no, no.
No tenía que sentir algo por alguien que resultó ser una diosa dos días atrás, pudo admitir que cuando la vio por primera vez en aquel salón... Sintió una fuerte atracción hacia ella, y era algo que lo enfureció sin saber el por qué y por eso se armó aquella pelea entre los dos...
Desde entonces, a estado ahí con ellos, y de algún modo quiso recorrer la pirámide donde él, sin pensarlo quiso acompañarla para que no le pasara nada malo y ni mucho menos se perdiera, una necesidad de protección lo había invadido sin querer, era como si algo quisiera acercarlo más a ella. Entonces llegó la conclusión, ¿Acaso... Se había enamorado sin darse cuenta? Esa pregunta tal vez tenga su propia respuesta.
-¡Inuyasha!-
Sus pensamientos fueron interrumpidos por su llamado, donde enseguida giro y se encontró con unos orbes chocolates muy preocupados.
-¿que pasa?-
-te he estado llamando desde hace un buen rato, parecias como si ya hubieras dejado la tierra-explico ella y entrecerro sus ojos-dime... ¿Te sucede algo?-
-no, nada-le sonrió
Al ver esa sonrisa, la chica se tranquilizó devolviéndole el gesto y envolvió su brazo izquierdo con el suyo ya que el otro lo tenia ocupado con una pequeña carga. Siguieron caminando hasta visualizar una entrada muy iluminada por la luz del sol, llegaron a ella observando la isla con una perfecta tranquilidad.
Aunque eso pensaban.
A medida que se iban acercando, Kagome pudo apreciar ciertas chicas que la estaban esperando en los escalones del templo junto con los guardianes que estaban más arriba.
-oh vaya, al fin llegas-sentenció Rin levantándose
-vamos rápido antes que la situación se complique más-la tomó por la muñeca Ayame, la pobre ya quería ir a la superficie cuanto antes
-¿que es lo que pasa?-interrogó Kagome
-¡que el rey del Perla Negra puede venir en cualquier momento!-le dijo, el peli-plateado arqueo una ceja
-ah ¿eso suponen?-pregunto la diosa
-¿y lo dices de una manera relajada? ¿¡Que te pasa!?-agregó la castaña
-pasa que, no se preocupa por tal situación y no irá a la superficie, recuerden que es nuestra...-no pudo terminar de decirlo Sesshomaru al acercarse
-¡nos importa un grano si es su diosa o no!-le interrumpio Rin, ciertamente ya estaba harta de todo y quería irse
El chico la miró con el ceño fruncido y la frente oscura, ¿¡quien se cree!?.
-Kagome escucha, subimos a la superficie, cerramos la entrada que encontramos con unos escritos o con bloque y cemento y luego nos vamos a Japón ¡ya!-suplico Sango, la chica la miró incrédula
-eso si, nos llevamos a los niños-agrego Ayame sonriente
-¡estas demente!-interrumpió el moreno de ojos azules
-¡esos infantes tienen derecho a vivir más! ¡Ustedes vivieron por siglos!-
-okay señoritas...-suspiro Miroku-ustedes pueden irse cuando les guste, pero ni la diosa y ni los niños se irán de aquí, uno de ellos es un futuro guardián y uno de ellos es una princesa y es necesaria su mayor presencia en esta pirámide, se ha dicho-
Dicho esto el guardian, los demás cruzaron de brazos. ¡Ja! Habían ganado.
-son inocentes-comentó Rin-¡asi que nos iremos con ellos y con Kagome!-
O no.
Las aprendices empezaron a discutir con los guardianes que más de una vez intentaron convencerlas de que esos niños no pertenecen a la superficie, sino a Shikon.
Kagome junto a Inuyasha habían observado la discusión. ¿En serio aquel hombre iba a invadir a Shikon? Es algo que la azabache no lo permitiría ni mucho menos para que muchas personas mueran otra vez, y cuando hablaba de personas se refería al Reino de Bankotsu. Fruncio el ceño.
-¡ya basta!-llamo la atención justo cuando las aprendices iban a golpear a los guardianes e iban a crear una pequeña batalla entre los seis
-escuchenla-ordenó Inuyasha seriamente, todo se tornó un poco silencioso donde Kagome veía a cada uno con cierta seriedad
-ustedes...-señalo a sus amigas-se que están nerviosas y quieren que me vaya para que no me pase nada malo pero entiendan que yo al ser la reencarnación de Kikyo y me diera cuenta de que este lugar es mi vida a seguir, no puedo abandonar la pirámide, sólo quiero que ustedes vayan a la superficie y se refugien al igual que los demás-hizo una pausa-no cierren la entrada... Por que yo me mostraré allá y ahí sabrán que todo está bien, ¿entendido?-
-si...-respondieron las tres muy apenadas
-y ustedes-se dirigio hacia los guadianes-me imagino que sospecharán de que el rey del Perla Negra invadirá a Shikon y la destruirá, pues... No permitiré que eso pase, los protegeré sin importar que me quede sin fuerzas, protegeré a esos niños... Protegeré a la pirámide, y los protegeré a ustedes al igual que la superficie-expresó cerrando sus orbes suspirando
-me alegra escuchar eso, diosa-comento una sonriente Soten llegando al lugar junto con Shippo después de hecharle un vistazo a la entrada de la pirámide el Perla Negra-pensar que nos protegerás, me hace sentir más valiente que nunca, recuerda que también estamos contigo para protegerte-
La chica le sonrió sin más, pensando que podrían ganarle al Perla Negra, sin importar qué. Entonces sintió una leve aura provenir desde una de las entradas que conecta a la isla con el puente, algo que calló.
-me parece bien...-apareció Abi-estaremos preparados para lo que sea, estaré preparada diosa-le sonrió la mujer
-¡y yo!-alzó la mano Bankotsu llegando con un gigante escorpión siendo él su jinete
-¡cangrejote!-grito Ayame despavorida al ver el gigantesco animal
-hey hey, es un escorpión no un cangrejo-le corrigió el rey mirándola de reojo
-todos aquí... Batalleremos-le hizo saber Inuyasha al mirarla-tenlo por seguro, que si llegase aparecer... Estaremos listos-la chica asintió y se dirigió a los demasy
-mi entrenamiento empezará ahora, no quiero desperdiciar mi tiempo estando aquí, pero antes...-giro sobre sus talones y observó cada entrada alrededor-quiero saber una última cosa...-
Esto le interesó a todos los presentes, tantos los guardianes como las aprendices y los dioses.
-¿que cosa?-interrogaron sin apartar sus miradas en su silueta, Kagome volteo a verlos sin expresión alguno
-¿donde esta la tumba de Kikyo?-
Uh oh, eso no lo tenían previsto los guardianes ni los dioses, por que teóricamente, esa pregunta... era dirigido para ellos.
Tragaron duro, esto tal vez... Podría hacer un gran escándalo para la diosa reencarnada.
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Esto fue lo q se me ocurrió, lo tuve q escribir precisamente aquí por que aun no he encontrado solución para mi PC, y prácticamente esto era lo q últimamente había escrito en el y tuve que recordar jeje ilógico no? Espero le hayan gustado el capítulo, muy pronto actualizaré el siguiente. Espero sus comentarios y estrellitas, nos leemos!💗
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