Capitulo 10
-¿quienes son ustedes?-interrogó una mujer de cabellos negros adornados por un aro dorado, ojos rubís, piel blanca y poseía hermoso un vestido blanco de sirena hasta los tobillos con unas finas cuerdas doradas en su cintura y varios brazaletes en sus brazos y muñecas, habia aparecido repentinamente encima del muro
-p-pues nosotras...-tartamudeó Sango
-aquí no esta permitido entrar humanos, eso deberían de saberlo-informó con el ceño fruncido, la peli-roja la miró de igual manera
-no sabíamos nada de eso, permítanos presentarnos... mi nombre es Ayame y ella es mi amiga Sango, somos aprendices de la era actual-explicó
-vaya, se ven que son muy respetuosas-admiró la mujer observándolas-me gusta eso, soy Abi, Diosa de las 10 Plagas de Egipto-
-es un placer-atendió la castaña haciendo una reverencia al igual que su amiga-ahora si nos disculpa, tenemos que irnos-dicho esto giraron para retirarse pero la diosa las detuvo
-¡esperen!-las aprendices giraron su mirada a ella quien estaba algo pensativa-¿no quieren acompañarme?-pregunto sonriendo, las chicas intercambiaron miradas algo confusas e inseguras
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-¿y exactamente donde esta la ciudad?-preguntó la chica caminando al lado del peli-plata que mantenía sujeta a su amiga
-más abajo de la pirámide-respondió el niño por Sesshomaru quien estaba al lado izquierdo de este
-¿acaso nos llevan al reino de los muertos?-interrogó mirándolo de reojo, Shippo rio
-no, es la cuidad donde nosotros hemos vivido siempre incluso cuando sucedió la batalla antes de Cristo-explicó
-ah-murmuró pensativa, al cabo de un rato se acercaron a una entrada muy iluminada, llegaron a la entrada y la chica se maravillo por la belleza del lugar
La cuidad era como una isla y era hermosamente artística como si fuera una romana, caminaron atravesando el puente que mantenía conectado a la cuidad con la entrada, la peli-caoba miró a los lados y habían varios puentes alrededor con varias entradas como la que salieron, desvió su mirada arriba y era justo como lo pensaba; el lugar era iluminado por la luz de la luna gracias al gran agujero que estaba arriba y curiosamente tenia un espejo reflejándose los rayos lunares.
-¿un techo de cristal?-interrogo maravillada
-es un techo especial para que la cuidad no sea vista-explicó otra vez el niño-por fuera se ve que es un piso lleno de arena pero en realidad es un cristal, es como si fuese una ilusión-dicho esto siguió caminando ya que se habían detenido en medio del puente y los hermanos habían seguido, Rin los imitó
Llegaron a la ciudad, la chica pudo observar que era una casi romana pero admitió que era hermosa, también pudo divisar unos postes de luz pero la base no era de metal sino de piedra y encima fogones, la verdad el lugar era precioso. Los guardianes, el niño y la aprendiz caminaron hasta llegar en todo el medio de la cuidad, donde habitaba una fuente llena de agua. Sesshomaru colocó suavemente a la azabache encima del liquido cristalino haciendo que flotara.
-¿así sanara?-preguntó la peli-caoba observando a su amiga
-es la única forma-respondió Sesshomaru cruzándose de brazos, Inuyasha tuvo la loca idea de hundirla y... así lo hizo sonriendo maléficamente
-¿¡pero que haces!?-interrogaron alterados Rin y Shippo pero la azabache sin abrir sus orbes reaccionó inmediatamente y salió aun estando dentro de la fuente mientras se quitaba los rastros de gotas en su rostro, el chico se cruzó de brazos contento en haber realizado su maldad y venganza por haberle llamado momia agresiva
-pero... ¿¡ que demonios le pasa al que me hizo esto!?-interrogó molesta mirando a los presentes, la peli-caoba miró a su amiga y vio que no obtenía ningún rasguño ni marcas de golpes, ¡estaba curada!-y-y.. ¿por que estoy metida en un fuente?-volvió a interrogar al ver la situación en la que estaba, Rin se acercó a ella abrazándola llorando de alegría
-¡¡estas bien!!-expresó, la chica parpadeo sus ojos varias veces confundida, se separaron de ese bello abrazo mientras que la azabache se levantaba y salió de la fuente toda mojada e inspeccionó el lugar
-ahora ¿en que lugar estamos?-miró a Rin
-en una isla-respondió con desgano Inuyasha-más te vale que no le digas nada de esto a nadie por que ahí si que te lanzo por la Laguna de las Cascabeles-advirtió acercándose a ella amenazante, la chica lo miro de igual manera y sonrió burlándose
-jaja-rio sarcástica y luego lo miró seria-ahora si te mato-buscó su arma pero no estaba, abrió sus ojos-¿¡do-donde esta!?-
-¿el que?-preguntó la peli-caoba
-¿esto?-preguntó Inuyasha sonriente mientras mostraba la pistola de Kagome, esta se molestó-la verdad no se para que sirve pero estoy seguro que es muy peligroso-
-¡devuélvemelo!-se lanzó la chica pero el guardián alzo el arma para que esta no la alcanzara ya que él era mas alto que la mujer, esta al ser un movimiento brusco se quejó del dolor en la costilla y guio su mano a ella aguantándolo mientras se colocaba de rodilla, Shippo vio la situación y buscó un vaso que por casualidad estaba en una de las ventanas de una casa, la llenó con agua y se la dio
-ten, es efectiva para ese golpe-sonrió, la chica lo miró y tomó el vaso para después beberlo y enseguida no sintió algún dolor, esto la sorprendió-vamos a que te cambies-informó-o... te resfriaras-
-y tu...-Rin la detuvo
-solo hazle caso al niño-suplicó, la chica cerró los ojos suspirando, se levantó y fue guiada por el niño junto con Rin y los dos hermanos que estaban mas atrás de ellas
Anduvieron por un camino directo a un templo de mármol estilo romano, allí se adentraron mientras que el niño se dirigía a una entrada de ella donde a la izquierda se podía ver un pasillo, los hermanos se quedaron afuera mientras que las aprendices y el niño caminaron en el y se encontraron con una puerta de madera, Shippo la abrió y se podía ver una habitación, era hermosa. El niño se dirigió a una parte de ella donde estaba un closet de mármol cubierto por una tela rosa con blanca, la aparto y se podía ver muchos vestidos blancos.
-puede escoger cual le guste, ya que esta habitación era de la diosa-informó sonriendo
-hubiera traído una cámara-murmuro Rin maravillada por la belleza de la habitación
-¿como una mujer tan poderosa... tuvo que morir en manos de un simple Anubis?-interrogó Kagome mirando al niño quien su expresión la mantuvo triste
-un descuido, aparte ese Anubis no era de esta pirámide-dijo, las chicas intercambiaron miradas
-pero... ¿y el Anubis que esta allá arriba como presentación? En donde nos encontramos por primera vez-preguntó la peli-caoba, el niño suspiro
-ese es uno de los nuestros, el de Shikon, el Anubis que atacó a la diosa era uno de la otra pirámide llamada El Perla Negra-
-espera, ¿no se supone que esta pirámide se llama la pirámide de la Luna?-preguntó otra vez, Shippo negó
-esta pirámide siempre se ha llamado Shikon, no hemos puesto otro nombre que se diferencie de esta por que esta pirámide es donde nació la perla y es por eso que la llamamos Shikon-
-con que eso...-dijo Kagome, en eso la perla brillo dentro del pañuelo y al darse cuenta la saco mirándola, Shippo se sorprendió
-¡la perla! ¡Tu la tienes!-expresó
-esta reaccionando más fuerte-comento Rin, la azabache asintió pues, estornudó al instante-será mejor que te vistas, te resfriaras-advirtió, la chica volvió a estornudar mientras que el niño peli-rojo aun miraba la perla
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-¿donde estarán?-murmuro Miroku al ver todo el lugar donde habitaba la Diosa de las 10 Plagas de Egipto
-deben de estar por aquí, sigamos buscando-dijo Koga en eso escucharon gritos femeninos, ellos al ver de quienes eran corrieron a ellas para ayudarlas pero al contrario, las muchachas corrían hacia ellos-¿que pasa?-
-¡esa mujer de un momento a otro nos quiere aniquilar!-grito la peli-roja asustada, los chicos suspiraron sabiendo de lo que iba a pasar y miraron a tras donde venia Abi mas furiosa que de costumbre
-¡¡las matare!!-dicho esto los muchachos intercambiaron miradas
-¡corran!-gritaron ambos, chicas hicieron caso omiso y corrieron mas adelante, para después cruzar por la entrada a la izquierda seguidos por la diosa
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-te ves bien-admiro la peli-caoba caminando hasta la salida mientras veía a su amiga
Kagome se colocó un hermoso vestido blanco donde el corsé es de cuello y la parte de la falda es una cola de sirena hasta las rodillas que por la parte de atrás estaba suelta cayendo como cascada sin tocar el piso, obtenía unas zapatillas negras con unas telas finas enrollando cada una de sus piernas hasta la mitad. En su brazo derecho estaba adornado por aros dorados al igual que en su cabeza mientras que en su muñeca izquierda unos brazaletes claro sin olvidar de la perla que estaba colgada en su cuello, se veía hermosa como una verdadera diosa.
-tenia razón, te pareces mucha a ella-volvió admirar Rin, su amiga la miró de reojo
-aun sigo sin entender como fue que consiguieron a la perla-comentó Shippo
-la conseguí a los pies de la pirámide mientras investigaba, eso es todo-explicó la azabache, el niño la miró recordando a su diosa
Llegaron a la salida y vieron que los hermanos estaban esperando en el salón, Inuyasha sintió una presencia familiar y al girar la vio en el cuello de esa mujer.
-¿¡donde conseguiste esa perla!?-interrogó acercándose a la chica quien lo miró seria
-no es de tu incumbencia-el chico la observó incrédulo frunciendo el ceño
-la consiguió a los pies de la pirámide no tienes por que alarmarte-dijo Shippo
-la perla... esta aquí ¿y sabes lo que significa?-atacó el chico-significa gue-rra, ¡si! Habrá una guerra cuando el rey de El Perla Negra se entere de que la perla volvió aparecer-alzó la voz, las muchachas intercambiaron miradas confundidas
-cosa que no sólo se apoderara de ella sino la pirámide entera, o tal vez... Pueda destruirla junto con nosotros-terminó Sesshomaru cerrando sus ojos
-la diosa reencarnada nos protegerá y se encargara de que eso no pase, ¿verdad?-dicho esto giró a verla pero no estaba-¿diosa?-en eso se escucho el grito de Rin bajando por las escaleras
-¡espera Kagome!-intento detenerla agarrándola de la cintura
-¡ni creas que me quedare aquí!-gritó, los hermanos y el niño les cayeron una gota estilo anime en su nuca y bajaron del templo alcanzando a las aprendices que se detuvieron en frente de la fuente-¡suéltame!-
-¡tu eres la reencarnada tienes que proteger a Shikon!-
Proteger a Shikon... Esa frase la hacia tener escalofríos, no quería ni arriesgar su vida. Pero...
-¿¡y como crees que haré eso!? No se hacerlo, esa mujer obtenía poderes espirituales y podía manipularlo tal y como lo dice la mitología ¡pero yo no! ¡Así que suéltame o que me trague la tierra!-gritó, Rin la soltó y la miró
-eres la única en hacerlo amiga, no hay otra que no seas tu-comentó con voz suave
Los demás estuvieron al tanto de la situación en las que estaban las dos aprendices, la azabache iba a contestar pero un grito se escuchó en toda la isla.
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