La vida es complicada y a veces muy difícil, tomamos muchos caminos diferentes.

La palabra amor es muy profunda, muchos dicen sentirla, pero pocos realmente la sienten...Está historia nos muestra que cuando el amor toca a tu puerta, no hay poder humano que impida que entre, simplemente pasa.

Annel Rivera es esa chica ruda, de carácter fuerte, que no permite que nadie le haga daño. La vida de sus padres le ha enseñado que debes valerte por ti misma, trabajar duro para adquirir lo que quieres.

A diferencia de Annel, Marcelo Del Monte es un chico dulce, tierno y muy amable.

Ambos son polos opuestos, como el agua y el aceite no se mezclan, pero tampoco pueden dejar de estar juntos en una comida.

La familia Rivera y los del Monte son dueños de grandes cantidades de tierra, con sus ganados y cultivos, pero colindaban una al lado de la otra, así que, en muchas ocasiones los padres de ambos habían tenido sus problemas.

Pero ahora las cosas habían cambiando, la hacienda Rivera era manejada por la hija mayor de Gustavo, luego de que éste falleciera, ella era la única que no deseaba ir a la ciudad a estudiar, amaba sus tierras tanto o igual que sus padres. Mientras que la hacienda Del Monte la manejaba el señor Carmelo, ya un poco avanzado de edad, pero era muy apegado a sus tierras, además sus
hijos se habían ido a la ciudad a estudiar, parece que a ellos no les agradaba mucho el campo como a su padre.

Pero pasa algo inesperado, para que Marcelo vuelva al campo y conozca a la indomable Annel Rivera....