capítulo 5
Finalmente ha llegado el día de la fiesta, no tuve de otra que ir. Las gemelas se han adelantado y se fueron primero, yo siempre digo que no es bueno llegar a tiempo o muy tarde, más en el punto medio.
Mi ropa esta noche es más femenina por decirlo así, y parecida a los vestidos de las gemelas, es un acto de disculpa por tratar de evitar que se fueran a la ciudad, ellas lo saben cuando me visto así, odio tener que admitir que soy un poco difícil.
Finalmente llego al lugar, saludo a algunos conocidos como de costumbre, tomo una copa de las que lleva el mesero y disfruto de la misma. En pocos minutos observo a las gemelas de lejos y las tres nos quedamos mirando y les doy un gesto con la copa en son de paz y tomo un sorbo, ellas ríen burlonamente pero igual hacen el mismo brindis, es así como las hermanas Rivera resuelven los problemas.
Luego de escoger una mesa para sentarme, alguien habla por un micrófono, dando las bienvenidas a todos y llamando al señor Marcelo y Carmelo.
El señor Carmelo toma la palabras: -estoy muy feliz esta noche y más que todas, pues aquí tengo conmigo a mi hijo, aquel que ama mis tierras como yo, no es mi único hijo y los amo a todos por igual, pero este vino a alegrarme mi vejez, a tomar parte del este patrimonio y manejar la misma, eso me llena de orgullo y tranquilidad, pues todo esta en buenas manos. con su mano derecha balancea el hombro de Marcelo, casi llora de emoción, por lo tanto le da el micrófono.
-Demos un aplauso a mi amado padre, le da un fuerte abrazo mientras aplaudimos. Este hombre vale oro, nada mas no es mi padre, es mi amigo, es mi consejero, y si bien me fui a la ciudad a estudiar y dejé estas tierras, pero después de andar por muchos lugares, descubrí, que este lugar es mi casa, es todo lo que deseo enseñarle a mis hijos, y así como mi padre manejó la hacienda voy a hacerlo. Gracias por venir esta noche, es muy importante que estén aquí esta noche, para que conozcan mi persona y cualquier negocio o inconveniente sepan a quien deben de acudir, ya que es hora que mi papa este descansado en casa.
Marcelo sigue su discurso, pero no se ha percatado que estoy justo al frente suyo, en la parte central, creo que para mi suerte la luz no lo deja verme, esperen... acaba de verme y hace una pausa en su discurso.
-Quiero agradecer a la señorita Rivera por su buena bienvenida al pueblo. el y yo sabemos que eso no fue así, todo es parte de un juego de el.
Al fin termina de hablar y Carmelo pide hacer una oración por su hijo, para que Dios lo ayude a manejar bien la hacienda, luego de varios minutos, inician un baile, veo a las gemelas bailar de lejos, mientras yo sigo diciendo que no deseo bailar a los señores de varias hacienda. Estoy loca por decirles que sino ven que he dicho que no, pero en estos eventos debo mostrar que soy amable y educada, y no es que sea grosera, es que no me gusta interactuar con personas que solo se te insinúan.
-Disculpe señorita, ¿desea bailar esta canción conmigo
- Yo... -Ella esta esperando por mi señor, me ha prometido el primer baile de esta noche. interrumpe Marcelo.
-Ah ok, no hay problema, disfruten el baile.
-¿Qué crees que haces? le pregunto con cara seria.
- Te acabo de salvar de esto tipos, se dice gracias, muy amable. sonríe como siempre.
-Pero en ningún momento pedí tu ayuda no.
-De nada, ahora me debes este baile, me toma la mano.
-No voy a bailar no, quito mi mano de la suya, ya dije que no.
-Bueno lo vamos a hacer a mi manera entonces. Se dispone a irse, quien sabe que va hacer.
-Esta canción va dedicada a la señorita Annel por su buena bienvenida a este lugar, ella va a bailar esta conmigo. No puede ser lo ha dicho por el microfono, que fastidio con este hombre, claro sonrío muy amable y me pongo de pies mientras en segundos Marcelo toma mi mano para bailar la canción de *volverte a ver* de Jay kaly.
-No puedo creer lo que hiciste, crees que todo es un juego. El sonríe victorioso.
-Te dije que bailaras conmigo y a mi no se me dice que no. Ruedo los ojos.
-¿Que canción es esta por Dios?, todos van a pensar que nos gustamos, escucha esas palabras. vuelve a sonreír.
-Da igual los que ellos piensen, *yo quedé enloquecido*... me esta cantando el muy idiota.
-Enserio vas a cantar ahora.
-Relájate y solo baila, es una canción suave y romántica, además yo siempre quiero volverte a ver. sigue citando la música.
-¿Tu quiere que te deje solo bailando o te callas hasta que se acabe la música?
-Bueno vale, se pega mas a mi cuerpo, puedo oler su perfume *kenso*, muy fino el, como que eso me va a hacer caer por el, que tonto.
Una vuelta mas y casi acaba la canción. -Otra vez...me susurra esta frase al final.
-Al fin, gracias, sonrío por los aplausos y rápido me pierdo en la multitud. Observo mi reloj, como que las horas han avanzado mucho si, son casi las 12am, así que ya es hora de ir a casa, y me siento como mareada y no creo que sea la bebida, pues no tomé casi nada.
Subo a mi camioneta, pero genial no enciende nada, no puedo creerlo, me bajo y observo que no sea la batería, conecto y desconecto y nada. voy a tener que llamar a Max, ah verdad que es su día libre, pues voy a tener que volver a la fiesta y regresar con las gemelas.
-Vaya parece que la chica ruda es como cenicienta, se va a media noche corriendo. escucho detrás de mi a Marcelo.
-Últimamente estas mas payaso que siempre. El solo ríe
-Bueno no tienes que irte ya, la fiesta aun no acaba
-No, pero debo irme ya.
-Bueno no lo creo, veo que no enciende
-No, lamentablemente, voy a tener que esperar que las gemelas decidan irse para irme con ellas.
-Puedo llevarte si gustas.
-No gracias
-Bueno no te entiendo, no quieres estar en la fiesta, te ofrezco llevarte y tampoco quieres, ¿me puedes decir que es lo quieres?
-Solo irte y dejarme sola, es todo. le digo con un suspiro.
-Bueno ceni, no puedo hacerlo, esta es mi casa.
-¿Ceni?
-Cenicienta. Ruedo los ojos
-Tienes razón, es tu casa, discúlpame, iré caminando a ver si encuentro como volver. comienzo a caminar.
-¿Ceni no se le olvida algo?
-¿Qué? me detengo y observo hacia atrás.
-Tus tacos no son lo suyo, no vas a llegar muy lejos con ellos.
Lamentablemente odio saber que es así, pero no necesito de su ayuda, así que me quito mis tacos para tomarlo en mis manos.
-Enserio que eres muy orgullosa, por Dios, deja la terquedad, se acerca hacia mi.
-Yo creo que ella ya le dijo que no necesita su ayuda, ven yo te llevo. observo y es Tom.
- Yo... - pero de ti menos, interrumpo a Marcelo que iba a hablar.
-Creo que ella no quiere su ayuda señor, así que déjenos solos, gracias.
- ¿y tu quién te crees?
-Ya basta, les grito, Tom podrías desaparecer por esta noche, ¿si?, le digo con cara de enojada. Gracias a Dios que se fue.
De repente me siento un poco mareada o algo así, pero no puede ser por lo que tomé, no fue demasiado, no puedo estar ebria.
-¿Estas bien? me sostiene por el hombro.
-No lo sé. sin mas me siento en el césped con los tacos en la mano.
-¿Puedes ir por otro trago mejor?
-Enserio, me dices que no estas muy bien.
-¿Puedes hacerlo o no?, querías ayudar, pues has eso.
-Ok, como gustes.
De momento mi cabeza me da un poco de vuelta, pero me da por recordar lo que Tom me hiso, recuerdo nuestro primer beso, la primera vez y golpeo con mi puño el césped,
-¿Qué haces? vuelve a aparecer Tom
-¿Pero qué es lo que debo?, deja de aparecer, déjame sola.
-Estas borracha, necesitas ayuda ven, lo empujo.
-No, soy una mujer muy cuerda. Pero creo que si estoy ebria y no se de que.
-Señor ella fue muy clara cuando le dijo que la dejara en paz, creo que eso debe hacer.
-Esta borracha y le traes otro trago, no ves.
-Claro que no, le tomo la bebida a Marcelo y le digo que se vaya a Tom. al fin se va
-Creo que si estas un poco ebria, pero no te vi tomar mucho.
-No estoy ebria, solo estoy enojada, sabes ¿por qué? le apunto con la copa y casi al caerme, el me sostiene.
-No estas nada bien no.
-El es el culpable, se acercó a mi mesa con un trago y creo que cambió las copas, ese idiota, no deja de molestar, ese maldito. Marcelo me mira sorprendido.
-¿Te hiso algo antes de que yo llegara?
-Claro que si, el fue mi novio, mi primer novio, el que me rompió el corazón. comienzo a llorar, el me abraza.
Creo que si mañana le digo que se puso a llorar no me cree, quien diría que la chica fuerte no esta, será que este hombre le hiso algo muy feo y por eso es así tan rígida y ruda. Sino investigo hoy creo que nunca lo sabré y necesito saberlo.
-¿Puedes contarme que fue lo que pasó?
-Sí, me siento en el césped. pero no hay tanto que decir no.
-Bueno no a todo mundo se le dice maldito.
- Fíjate que si que lo es, el muy desgraciado después de nuestra primera vez se fue, no me llamaba, no supe nada de el. (llora), el era todo lo que tenia cuando mi papá murió, perderlo a el también fue devastador, pensé que fui muy poca cosa para el, que no le gusté como mujer y luego regresó a los tres meses como si nada, pero no quise volver con el, solo me quería para acostarse conmigo y ya (llora)
-A veces la vida es dura y muy cruel, yo sé que eres hermosa completa, eres una mujer muy segura y esta parte que hoy me dejas ver es lo mas tierno que tienes.
-Claro que no, se llama debilidad (llora), por eso me alejo de los hombres, no he estado con uno desde hace años.
-Eres muy hermosa, me toma la barbilla y me besa, un beso muy intenso, uno de esos que extrañaba sentir y disfrutar después de tantos años sin sentir unos labios con los míos.
Suspiro al terminar el beso, seca mis lagrimas y acaricia mis mejillas -El que no sepa valorarte no sabe de lo que se pierde. Acuesto mi cabeza en su pecho y siento que me duermo al poco rato.
-Déjame que te lleve a casa, te estas durmiendo.
-No, mamá no puede verme así o mis hermanas, se supone que soy su ejemplo.
-No eres perfecta y tampoco tienes que intentar serlo.
-No voy a ir a casa, me voy a quedar en la camioneta.
-No puedes amanecer ahí.
-Pues quédate conmigo
-Bueno, esta bien, no creo que sea buena idea que estés sola no y menos se aparece el tal Tom.
La ayudo a subir, esta muy mareada, que le daría ese tipo en esa bebida, la ayudo a acomodarse en un asiento de atrás, pero no sirve de nada, ella se acuesta encima de mi y luce cómoda ahí si.
La observo por unos minutos, es demasiada hermosa, y claro que es una chica dulce, solo es ruda por sus malas experiencias, pero es una chica frágil.
Luego de dos horas, me despierto por el sonido de mi cel
-Hola.
-Hola señor, soy Pedro, le pido excusa por llamarlo a esta hora, pero al ver una camioneta que no se movía del parqueo, llamamos a una grúa y en pocos minutos va a llegar, lo que no sabia que usted estaba en ella, es para que sepa y salga antes.
- Ok entiendo, podrías por favor venir para que me ayudes a sacar de la camioneta a Annel para llevarla a una cama
-Claro.
Como pudimos la sacamos, y luego la llevo en mis brazos a una habitación, esta bien rendida, no se ha despertado ni un momento.
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