10- Las vueltas del amor 1/2
Los días pasaban rápido y la familia Escorpio se regocijaba con la presencia del nuevo y pequeño integrante... Surt había sido bien recibido también, ya Milo les había contado quién era...
Milo llegó tarde en la noche y fue directo a la habitación de Alain, no lo había visto en todo el día y al entrar, encontró a Surt dormido en la cama con el niño abrazado a él... era muy parecido a Camus físicamente, un poco más alto quizá pero igual de delgado y musculatura acorde...
Se acercó despacio para no despertarlos y vio lágrimas en el rostro del pelirrojo, en su mano junto al pecho, tenía una foto de Camus...
Sin darse cuenta de lo que hacía, limpió el rastro acuoso de su rostro y los tapó a ambos...
-Sé cuánto amaste a Camus y cuánto lo extrañas... daré todo de mí para que recuperes la felicidad y así devolverte lo que has hecho por las dos personas más importantes de mi vida...
Salió de la habitación sin hacer ruido pero Surt había despertado y escuchó sus palabras, sintiendo que algo se removía dentro suyo...
Al día siguiente, Milo pasó a saludarlos antes de irse y Surt estaba bañando al pequeño, mientras le cantaba una canción en francés...
Era una dulce melodía y su voz era suave, mientras sonreía y enjuagaba el cuerpecito de su niño...
-Ya estás listo, mon enfant bien-aimé!- dijo sonriendo mientras le cepillaba su cabellera... -Tienes el cabello de tu papá, petit!
-¿Eso es malo?- preguntó con un tono pícaro Milo, asustando al muchacho que no lo había oído entrar...
-N-no, claro que no, Milo...- su sonrojo fue notable y el griego no pudo más que sonreír encantado
-Es una broma, Surt... te estaba escuchando mientras le cantabas y... eres muy dulce con Alain...
-Lo amé desde antes que naciera, fui a todos los controles con Camus y, tras el parto, me lo cedió como su padrino...- sus ojos perdieron brillo -Claro que nunca llegó a bautizarlo y no lo hemos hecho aún, así que dependerá de ti si quieres que lo apadrine...
-Nada me complacería más, Surt, aunque... más que su padrino, eres su padre desde que nació! No voy a quitarte eso...
-...
-Surt... no me veas como un usurpador... yo amé a Camus y amo a mi hijo, pero sé que no estuve en sus vidas durante dos años y que fallé en todo... dame una oportunidad...
-No soy quién para eso, sólo quiero estar cerca de Alain, que es como estar junto a mi Cammie...
El pequeño ya estaba en su cuna adormecido y totalmente ajeno a la tormenta de sentimientos que desataban los adultos presentes...
Milo no se contuvo y acercándose al menor, le abrazó, esperando que no le rechazara, dándole la seguridad de que podía llorar en su hombro...
Surt se tensó un momento al sentir el contacto, pero luego relajó su postura y soltó su angustia, la que venía reprimiendo por tantos días, pues aún no creía que el griego le dejara estar con ese pedacito de cielo que Camus dejó en el mundo antes de partir...
Milo acariciaba su cabello y se perdía en su suave perfume, parecido al que recordaba haber sentido en el galo...
Surt se compuso apenado y tras limpiar sus lágrimas, le dio una tenue sonrisa de agradecimiento, antes de volver a juntar las ropitas y elementos de higiene del niño...
-Sabes que puedes pedirle a una muchacha de la servidumbre que lo haga, verdad? No viniste conmigo para hacer eso...
-Salvo cuando no podía por el trabajo, lo he hecho desde que estuvo en la casa; Degel me permitió ayudarlo y yo lo hice encantado... quieres ver fotos de Alain recién nacido?
Milo sintió que le temblaba el cuerpo cuando se sentó junto al pelirrojo en la cama y empezó a ver las miles de fotos que tenía en su celular...
Había pequeños videos durante los baños, cuando lo cambiaba o llevaba en su changuito a pasear... las sonrisas del pequeño junto a las de Surt, llenas de amor al abrazarlo y besarlo...
Milo sin darse cuenta, se había apoyado en su hombro para ver mejor las fotos y esa cercanía estaba empezando a gustarle... ese chico compartía con él su amor por Camus y por Alain, pero había algo más... era la necesidad de protegerlo, ya que lo veía indefenso ante tantas desgracias a su alrededor...
-Has sido parte de su vida desde siempre y es obvio que Alain te ama... yo siento que tú y yo podemos llevarnos bien y criarlo juntos, te parece?
Surt sólo sonrió asintiendo y siguió mostrándole sus fotos...
-Y deberás ayudarme con el francés!
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Habían pasado ocho meses, ya estaba casi todo listo para que Milo se instalase en Francia definitivamente y Surt preparaba las maletas con su ropa y la de Alain...
Habían sido meses de grandes revelaciones...
Milo lo llevaba cada tanto a recorrer Grecia, le mostraba las ruinas emblemáticas del templo de Athena, las edificaciones rebosantes de cultura e historia...
Su sonrisa ante los nuevos conocimientos que adquiría de boca del griego, cautivaba a Milo más de lo que se animaba a reconocer...
Con sus veinticinco años a punto de cumplir, Surt disfrutaba de la compañía del griego y su corazón había abierto una pequeña ventana pero jamás lo diría... ambos amaban a Camus y de seguro eso lo confundía...
Una noche, Milo lo llevó a cenar a un exclusivo restaurante, rieron mientras degustaban la exquisita cena, bebieron más de la cuenta y el griego debió pedir un taxi para regresar...
Era casi medianoche y al llegar, Milo detuvo a Surt del brazo, fue delicado al hacerlo...
El menor se dio vuelta y descubrió que el griego tenía un estuche en la mano, que le estaba dando...
-Feliz cumpleaños, Surt!
Sin poder creerlo, el joven abrió el regalo y era una hermosa cadena de oro blanco, con un dije que en el medio llevaba incrustado un Zafiro orange, muy similar al color de su cabello...
-Gracias... cómo lo supiste?
-¿De tu cumpleaños? Degel llamó y me dijo que te diera sus saludos... te gusta? Deja que te lo coloque...
Surt asintió nervioso y corrió su cabello para que Milo pudiera pasar la cadena y prenderla...
El griego volvió a perderse en la suavidad de su cuello al rozarlo y su perfume... el vello del chico se erizó cuando Milo suspiró sobre su piel...
Sus ojos se cerraron cuando sintió que lo volteaba y quedaban frente a frente y una angustia enorme se posó en él...
-No soy Camus...
-Lo sé y, por más loco que te parezca, me enamoré de ti, Surt... de tu soledad, tus silencios y suaves palabras, tus sonrisas, la dulzura con que tratas a Alain... sólo puedo verte a ti, aquí y ahora...
Y lo besó con intensidad, tomando su cuello para atraerlo más hacia él, esperando ser correspondido...
Surt tardó un momento en reaccionar y procesar lo que sucedía, pero se perdió en ese beso y, animándose, rodeó con sus brazos la cintura de Milo...
Se separaron por falta de oxígeno, sus frentes unidas mientras los corazones latían desbocados...
-No creas que es el alcohol... no necesito estar borracho para decirte que te quiero... la pregunta sería ¿tú sientes lo mismo?
Surt lo miró fijo un momento, sin creer que estaba pasando, que el griego correspondía su sentir...
-Sí, Milo... yo también te quiero... pero tengo miedo, temor a no ser lo que esperas... Camus me contó que tenías mucha experiencia y yo... yo nunca... siempre estuve esperando una oportunidad con él para entregarme y nunca pasó...
La mirada del griego se oscureció en deseo, no podía creer que ese chico se hubiese reservado para estar con Camus y ahora sería él, quién tomaría sus mieles por primera vez...
-Surt, prometo que te cuidaré con mi vida y sé que serás perfecto para mí...
FIN DEL FLASHBACK 2
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