Desde que descubrí los sentimientos por Midorima, todo fue mejor y peor.

Por una parte fue mejor porque ya no sentia nada por Kuroko, aunque eso no quitaba que estuviera enfadado aun por lo que nos hizo, pero ahora eso no importa, lo único importante es que ya era libre de aquellos sentimientos que solo hacían destrozarme el corazón.

Pero lo peor de aquello es que no podía actuar con tranquilidad cuando Midorima andaba cerca...

Y justo hoy tenia un partido contra el. ¿Como podria jugar sin delatar mis sentimientos? No es que fuera una persona que ocultaba precisamente bien las cosas, y eso, las personas que me conocen, lo saben perfectamente.

Me voltee al ver como en el otro banquillo uno de sus compañeros gritaba. Y ahí lo vi, una sonrisa que hizo que mi pulso se disparara.

Nervioso para que nadie notara mi estado, volvi a mirar hacia la entrenadora donde estaba dando ánimos a los chicos.

Sin querer desvié mi vista y ahí vi que Kuroko me clavaba la mirada en silencio fijamente. La aparte en seguida, pero estaba casi seguro que el ya había averiguado lo que me pasaba.

Pero no era su problema, al menos podía estar seguro de que no diría nada, ni tampoco era mi problema de lo que pensara el al respecto.

Un escalofrío recorrió mi piel cuando estuve frente a frente a el. Sentía algo diferente en el, ademas de que algo cambiaría pronto... ¿Pero el que?

Olvide aquel asunto y me concentre en el partido, aunque hubo veces que me puse muy nervioso, por lo que tuve que dar toda mi voluntad para que no se notara.

Creo que lo conseguí por que nadie percibió nada raro en mi, ni siquiera la entrenadora.

El partido fue intenso. Pero la fortuna le sonrió a Midorima cuando lanzo, en los últimos segundos, uno de sus típicos tiros de larga distancia, y encesto.

Lo admiraba y me asombraba por igual. Me pregunto cómo logra encestar tan fácilmente aquellos tiros sin fallar ninguna vez..

Cuando felicite a Midorima y los demas del equipo contrario por la victoria, excepto a Takao, que lo fulmine con la mirada, me fui encaminando derecho a los vestuarios, para ducharme y cambiarme de ropa, pero antes de que pudiera avanzar mas Midorima grito mi nombre.

Atónito, me acerque hasta el, para ver lo que quería. Mis ojos se abrieron como platos al sentir como me atraía hacia el y posaba sus labios en los mios. 

Mis mejillas se habían puesto rojas, tanto por la vergüenza de que me estaba besando, y de que probablemente todo el mundo nos estuviera viendo, aun asi, despues de varios segundos en shock correspondi al beso totalmente entregado y feliz, ya que no me esperaba ser correspondido.

Cuando ambos nos separamos por la falta de aire, el me agarro de la mano, y sin importarle nada ni nadie me arrastro de aquel lugar corriendo llegando a una de las calles del exterior, donde ambos nos detuvimos para coger aire.

Ahi me quede atónito cuando me propuso aquella loca idea que no era propio de el, pero a mi me gusto por lo que le sonreí, aceptando su propuesta.

No avisamos a nadie, tampoco nos llevamos ropa, ni maleta. De camino al aeropuerto nos compramos otra ropa para ponernos, y a pesar de que me gustaba mi uniforme, ambos los tiramos en una papelera.

Allí Midorima pidió unos billetes para el próximo avión que saliera, da igual que destino fuera, solo uno cualquiera. Al final resulto que nuestro destino fue Holanda. Nunca estuve en aquel país, pero sabia que estaba por Europa y que era un lugar bello de visitar. Creo que tuvimos suerte con nuestro próximo destino.

Una vez nos montamos en el avión, nos sentamos juntos mientras ambos nos miramos con una pequeña sonrisa de emoción por la nueva aventura que íbamos a vivir.

-¿Estas seguro de querer hacer este capricho? Todavía estamos a tiempo de bajar del avión nanodayo- Me pregunto para asegurarse de que no me arrepentia de lo que estábamos a punto de hacer.

Como para dejar asegurado que no me arrepiento ni me arrepentia, cogí mis manos y las puse en la cara de Shintaro, para luego llevar mis labios a los suyos, en donde el correspondió inmediatamente, en un beso lento y suave.

-Estoy muy seguro de que no me arrepentire... Te amo Shintaro- Le respondí muy seguro de muy mismo, mientras le cogía de la mano. El me sonrió de medio lado y beso mi frente, en un acto tierno, para luego devolverme con firmeza el agarre de nuestras manos.

Ambos estábamos muy seguros de que ninguno de los dos nos arrepentiremos de esta locura. Pero supongo que el amor en si ya es una locura.

Pero algo me rondaba en la cabeza antes de que el avión despegara, ¿Que pensarían nuestros amigos de nuestras acciones? Quien sabe, algo me dice que sus reacciones serian graciosas de imaginar...

Fin...

Y este en un principio es el final peeeeerooooo.... Aun queda el epilogo, que pronto publicare... Pero antes de ello os tengo una propuesta... ¿Quisierais un capitulo donde los amigos de estos dos ven la escena y desaparecen de un dia para otro de Japón? Si es así comentarmelo, y lo publicare antes que el epilogo :P y Eso es todo por el momento, un besito muy grande, gracias por el apoyo de esta mini historia, sois un amor. Os loveo mucho, byee byee.