Capítulo 02: Prisión.
No estaba segura de esta aventura, siempre se me ha mandado a servir en conjunto, servir al rey como si fuéramos uno solo, con el pensamiento de ganar la batalla y conseguir nuestro objetivo. Sin embargo, ahora estoy sola, pero supongo que está bien. Mi primer misión en solitario...
Me quedé allí unos momentos, no me animana a presionar ese dichoso botón. Solo podía pensar, pensar y sobrepensar las cosas mientras manenía mi mano en el aire, sin llegar a presionar el botón.
¿Acaso será verdad que este tipo es realmente peligroso?, ¿o quizá solo querían darme una misión fácil?. Mi rey siempre supo ver mi fuerza y mi valor, pero Lancer siempre me vio como una amiga o como una especie de madre. Quizá pensó que no podría con la misma misión que los otros guardias, quizá el poder de rey lo cegó y no quiso darme una verdadera misión, o quizá solo...
"Ehem, ¿le molesta a su caballerosidad si vuestro fiel vasallo la acompaña en esta valerosa aventura?".
Oí detrás mío, era Roulxs. Estaba parado en medio del ascensor, con su cara de soberbia mirándome con una ceja levantada. Algo me decía que no iba a aceptar un "no" como respuesta.
"Me alegra verte aquí, amigo. Pero esta es una misión importante..."
"Permíteme que te interrumpa, pero no actúas como si esto fuera algo importante. No obstante, voy a tomar tu palabra. Pero si no me equivoco, este elevador solo lleva hacia la sala de prisioneros".
"Así es, voy hacia..."
"Vas hacia las celdas, pero tal parece, que eres tú la que está encerrada. Encerrada en tu propia mente, prisionera de tus ideas, sin poder seguir con tu misión"
Parecía como si pudiera leer mi mente, no encontraba palabras para hablarle. Sin embargo, me ayudó bastante a salir de mi trance, necesitaba seguir la misión.
"Como me vuelvas a interrumpir una vez más, no me importará que seamos aliados. Roulxs, yo te quiero mucho y todo, pero esta misión es muy importante, y tengo que ir sola". Le miré fijamente y dije sin titubear, a lo que solo respondió con un encogimiento de hombros, salió del elevador y me dijo:
"Esperaré por usted, Mademoiselle, más no olvide que estoy aquí, sería descortés de su parte". Dijo para luego recostarse sobre la pared de frente al ascensor con los brazos cruzados.
Tomé aire, y presioné el botón. Las puertas del ascensor se cerraron y empezó a bajar, no parecía llegar a mi destino pronto. Seguía bajando, y bajando, y bajando... los segundos se hicieron minutos, y seguí esperando.
Preferí sentarme y ponerme cómoda hasta llegar, la música del ascensor se ponía cada vez mas lenta y tétrica al bajar. El ascensor temblaba un poco, pero no le presté mucha atención, la sensación de soledad era evidente ahí dentro.
Fueron los 10 minutos mas largos de mi vida, nunca pensé que este lugar estuviera tan abajo, tan oculto en la profundidad del castillo. Al fin el ascensor se detuvo y abrió sus puertas con tosquedad. Salí de él y miré mi al rededor.
Parecía un pasadizo de una cueva, una especie de pasillo con el piso y sus paredes extremadamente mal cuidadas. No parecía haber electricidad aquí abajo, y la única iluminación que había en el pasillo era una antorcha prendida y encastrada en la pared, la cual quité para poder seguir mi camino.
Esto era demasiado extraño, es decir. Si nadie viene aquí nunca, ¿cómo es que esta antorcha seguía encendida?. Y si realmente hay un prisionero aquí, sin nadie que viniera a darle agua y comida, seguramente él ya no esté con vida.
Puede que suene extraño, pero juraría que... apenas tomé la antorcha, la sensación de soledad se perdió totalmente, siendo reemplazada por la sensación de ser observada.
Seguí por el pasillo, caminando con antorcha en mano. Mediante avanzaba, encontraba retazos de tela tirada, así hasta llegar a un escudo casi destrozado con el logo de nuestro reino. Estos escudos eran empleados hace años para tratar con bestias y enemigos peligrosos, pero habían sido dejados de usar hace mucho, siendo reemplazados por un equipamiento mejor. Pero, ¿qué hace uno de estos viejos escudos aquí?, ¿desde hace cuánto...?
No le presté mucha mas atención al escudo, de todas formas no era algo que me llevaría ni siquiera como un recuerdo. Seguí caminando, y empecé a encontrar más y más cosas extrañas. Algunas lanzas muy mal trabajadas y rotas, flechas clavadas en la pared, espadas oxidadas, piezas de armadura despedazadas...
Tragué saliva, la sensación de ser observada iba en aumento. De repente, se escuchó un pequeño silbido del pasillo, no podría decir de qué lado vino, se sentía como si ese silbido proviniera de junto a mí. Apunté mi espada hacia la oscuridad, y el silbido paró, estuve al rededor de un minuto ahí en silencio.
Mi respiración seguía agitada, han habido pocas misiones que me han puesto realmente nerviosa, y no pensé que este fuera una de ellas.
"Ahh... tranquila Loreine, este lugar te está volviendo loca, seguramente solo sea la falta de circulación del aire"
...
...
"Loreine...~"
Se escuchó en el pasillo, con una voz fantasmal, del lado al que me dirigía. ¡Debo estar cerca de ese tipo!... si sigue vivo...
Saqué mi espada y la tuve lista para cualquier cosa que pase, solo por las dudas. Avancé... y avancé... y avancé, parecía que el pasillo no terminaba. Hasta encontrar el final del pasillo, una pared con barrotes que mas parecía una celda, pero no tenía ninguna puerta. El interior de la celda parecía estar cubierto por una densa neblina negra, no lograba ver nada dentro.
Golpeé suavemente el borde de mi espada contra los barrotes de la celda, esperando una respuesta al ruido. "Despierta, sujeto, tus dias como prisionero se van a tomar una pausa, te vine a rescatar. O algo asi, si encuenttro la forma de sacarte..."
Desde dentro de la celda se escucho un gruñido parecido al de un gato, uno muy grande y enojado. "¿Prisionero has dicho?, querida... desde mi punto de vista, tu estas tras los barrotes", dijo el sujeto para luego soltarse a carcajadas.
"Ja, ja, si...", dije de la forma mas sarcastica posible, "¿No serás tú un payaso, verdad?. No sabes cómo me gustan los payasos..."
"Bufón, querida. Yo era el mejor bufón de este reino, aunque creo que tambien era el único", dijo entre risas. Aún no lograba verlo a traves de las sombras, como si quisiera mantenerse oculto.
"Un bufón prisionero, no quiero imaginarme que tan malos eran tus chistes como para terminar así", dije tratando de seguirle las bromas. Pero él paró de reírse y caminó lentamente más cerca mío.
"Querida, yo no estoy aqui por esos motivos, los demas oscuradores quisieron encerrarme desde hace miles de años, pero no lo consiguieron. Asi que crearon este mundo al rededor de mi reino, y se encerraron ahi, y dijeron que yo era el prisionero. Ustedes no son tan libres como creen".
Ni siquiera respondí a eso, tal parece que el tipo ya habia perdido la cordura hace tiempo, quizá tanto tiempo a solas le afectó mucho.
"¿Y como se supone que te saque de aquí si ni siquiera hay una puerta en tu celda?"
"Ah, aún no comprendes... como sea", dijo para luego dar un resoplido y empezar a reir suavemente. "Si hubieras llegado antes, hubieras tenido que buscar los fragmentos de una llave que abriría la puerta entre mi reino hacia el tuyo... Pero, ayer, unos 3 chicos se encargaron de ese trabajo"
"Supongo que te dejaron con la ilusión de que ibas a poder salir de aquí, porque no veo que esta cosa esté abierta". Él se tiró nuevamente a carcajadas.
"Ah, ERROR, ellos fueron los primeros en mucho tiempo en ver lo que hay a través de estos barrotes, y apenas lo vieron... salieron corriendo como niños por donde vinieron. Aunque a decir verdad, si eran casi niños... pero tiene mérito que hayan llegado tan lejos. Te hicieron el favor, y dejaron la llave tirada antes de salir corriendo. Deberías ser mas observadora por donde pisas".
Miré el suelo bajo mis pies, había una llave del tamaño de mi espada, ¿como es que no la había visto antes?. Parecía que antes había estado partida en 3 pedazos y habia sido reparada hace poco.
"¿Y ésto se supone que va a abrir tu celda?, ni siquiera hay una puerta, ni cerradura, ni..."
"Solo... Métela dentro de la celda, así podras unir nuestros dos reinos, no hay mucho tiempo, ¿o si?, a tu reino le queda poco tiempo de vida..."
Guardé mi espada en su funda y tome la llave con cuidado para luego introducirla en la penumbra de la celda. Algo en ella la tomo, el silencio se hizo presente, ni siquiera el eco del pasillo resonaba detrás mío. Cuando de repente, las tinieblas de dentro de la celda empezaron a salir de ella por entre medio de los barrotes, cubriendo rápidamente todo el pasillo, dejándome en la oscuridad absoluta.
La oscuridad era abrumadora, parecía como si las sombras impidieran el paso del sonido. Todo se sentía extremadamente denso, pero al menos podía respirar. El silencio y la oscuridad absoluta duraron unos pocos segundos, poco a poco las penumbras se iban transformando en simple neblina, y luego casi desapareciendo.
Volteé nuevamente para ver la celda, y vaya sorpresa me llevé. Se habría abierto, como por el corte de una sierra, una abertura en los barrotes del tamaño y forma de una puerta.
Hay cosas que alguien como yo debe aguantar casi todos los días cuando se vive en un mundo lleno de magia, por ejemplo esto. Pero al fin, y luego de tanto paseo y tanta charla, al fin llego a la mitad de mi mision.
...
...
...
O... quizá esto aún ni siquiera ha empezado...
{ Continuará }
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