Problemas en la cama.

Tras una larga espera Megumin finalmente había llegado al altar, lastimosamente para este punto nos habíamos quedado sin música ya que la mujer que tocaba el piano terminó desmayada por el cansancio… realmente lo lamento, me aseguraré de castigarla luego.

Cuando Megumin se paró a mi lado por fin pudimos dar inicio a la ceremonia, la sacerdotisa encargada de esta iglesia comenzó con su parlamento matrimonial mientras que yo hablaba con Megumin entre susurros.

–Oi, ¿por qué tardaste tanto? Le debes una buena disculpa a esa pobre señora.

Dije mientras sutilmente apuntaba a la mujer que se había desmayado desde hace un buen rato, y que solo a Chris parecía preocuparle.

–Pe-perdon, e-es solo que… quería vivir este momento lo más posible, después de todo… es el día más feliz de mi vida.

No podía ver bien su rostro a través del velo, pero sabía que tenía una enorme sonrisa en sus labios y que su rostro estaba completamente ruborizado al igual que el mío.

Claro no podía enojarme con Megumin por una razón como esa. Trataba de mantener mi vista al frente y esconder que aún me encontraba nervioso, pero tener a Megumin a mi lado y poder sentir como nuestras muñecas se rozan de vez en cuando, bueno, eso hace que me sienta aún más nervioso.

Me sorprendía que Megumin pudiera mantener la calma en una situación como esta, yo por otra parte no podía dejar de temblar. Voltee a verla para intentar conseguir algo de su confianza, pero para mí sorpresa ella estaba tan nerviosa como yo, o incluso más nerviosa que yo.

Nuestras manos continuaban rozándose cada que hacíamos cualquier ligero movimiento, sentir el calor de su cuerpo, me hacía sentir un poco nervioso, pero sabía que estos nervios eran por emoción, por esa misma razón, con todo y mi cuerpo tembloroso, tome la mano de Megumin, de esa forma deteniendo los nervios de ambos.

No veía el rostro de Megumin, pero sabía que ella estaba sonriendo al igual que yo. Frente a cualquier persona está era una escena romántica, y la razón del porque se esto no es porque tenga el ego elevado ni nada de eso, lo sé ya que de alguna forma hicimos llorar a la sacerdotisa que supuestamente nos estaba casando.

–E-esto, ¿se encuentra bien?

Bueno, realmente no sabía el porque estaba llorando de forma tan repentina, después de todo había interrumpido la ceremonia.

–S-sí, estoy bien, es solo que… al ver escena tan hermosa, al ver el amor que se tienen y tan jovenes, yo, yo, ¡No puedo evitar pensar que soy una vieja solteronaahh~!

……

Chris, la cual estaba cuidando a la señora que tocaba el piano, vino corriendo para consolar a la sacerdotisa que no parecía dejar de llorar pronto.

–Haa~, esto parece que va a tardar.

Dije a Megumin mientras veía a una mujer madura llorando por no tener pareja en medio de una boda que ella debía oficiar.

–Sabes Kazuma, sabía que nuestra boda sería algo especial, después de todo, lo normal nunca ha sido parte de nosotros, ¿no lo crees?

–Si salir todo mal es especial para ti… solo espero que está boda termine bien.

Sabía que esto duraría un largo tiempo, tal vez tenga que contarles lo que sucedió después de aquella noche.
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Después de que me cure de mis heridas Vanir me obligó a limpiar el desastre que había hecho en el mostrador con mi sangre, tuve que limpiar todo el lugar si es que quería irme… no creo que sea buena forma de tratar a un herido, pero, tras una larga noche finalmente pude volver a la mansión.

Claro que tuve que volver sin la máscara, Vanir dijo que los daños que había recibido eran irreparables y que me haría una nueva en un par de días.

–Haa~, no podré ayudar a la gran jefa hasta que me den la nueva máscara.

Estaba frente a la mansión, apunto de abrir las puertas cuando algo en mi mente me detuvo, ¿qué debo decirle a Darkness y Aqua sobre mis heridas? ¿Cómo debería explicarle a Megumin lo que vio anoche?

Por ahora sabía que no tendría problemas con Iris, ella debía estar en la capital haciendo lo que una princesa, pero estoy seguro de que me reconoció anoche… seguramente está preocupada por verme tan mal herido.

Sin pensarlo me quite los vendajes que cubrían mis heridas, teniendolas puestas obviamente levantaría sospechas incluso de alguien tan idiota como Aqua; gran parte de las vendas aún tenían sangre fresca de heridas que aún estaban abiertas, pero no durarían mucho tiempo, de alguna forma haría que Aqua me curara fingiendo tener un horrible dolor de cabeza… aunque el dolor que siento ahora es mucho peor.

Aún era temprano por lo que seguramente todas estaban aún dormidas, por el momento decidí dirigirme a mi cuarto y descansar un poco, aún me sentía un poco mareado.

De alguna manera llegué a mi cuarto sin hacer ruido, ahí estaba mi cama, igual que como la había dejado la noche anterior, esperando por mi y con dos extraños bultos… ¿Dos extraños bultos?

Bueno, no es importante, estaba tan cansado que no quería prestarle atención a cosas como esas. Me deje caer en medio de los dos bultos y tan solo espere a quedarme profundamente dormido.

No logré dormir ya que algo interrumpió mi sueño, unos dulces quejidos de una chica…, por alguna razón sabía que está era un fuerte cliché que estaba por presentarse. Estaba seguro de que se trataba de Megumin, la cual debió de haberme esperado en mi habitación a que llegara.

Me levanté para descubrir uno de los dos bultos, para mí sorpresa solo era un montón de ropa sucia. Ahora solo quedaba un bulto, pero era demasiado pequeño como para tratarse de Megumin.

–Seguramente fue solo mi imaginación.

Volví a acostarme y en esta ocasión logré quedarme dormido.
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–… chan, onii-chan. ¿Estás bien onii-chan?

En sueños escuchaba la voz de Iris llamándome, hablando con un tono preocupado. Abrí mis ojos lentamente y se presentó ante mi una bella chica con cabello rubio, al principio pensé que se trataba de Iris, pero al ver bien su rostro y su cuerpo, estaba claro que no era el cuerpo de una niña. La chica con una suave voz comenzó a hablar con sus rosados labios cerca de mi.

–Onii-chan, despierta onii-chan.

La imagen de la chica comenzó a ser borrosa hasta que cerré nuevamente mis ojos, entrando en un profundo sueño.
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No sé cuánto tiempo dormí, pero al despertar sentí una cierta pesadez sobre mi pecho junto a un inusual calor rodeandome.  Aún me dolían las heridas de anoche, y está pesadez las hacía un poco más dolorosas y me quitaban las ganas de despertar.

Los ojos me pesaban demasiado como para poder abrirlos, por eso lentamente comencé a levantar mis párpados, dejándome ver el mundo frente a mi un poco borroso. Sobre mi, la chica del sueño estaba con su pequeña cabeza sobre mi pecho y sus brazos rodiandome.

Cansado frote mis ojos ya que esto parecía ser una broma de mis ojos, cuando volví a abrir mis ojos pude ver qué la chica abrazándome era realmente Iris.

–Oh, buenos días Onii-chan.

Dijo justo antes de besar mi mejilla gentilmente y volver a quedarse dormida, estaba por hacer lo mismo, pero al darme cuenta de algo importante abrí los ojos con fuerza.

Iris, la cual estaba vestida con una de mis camisas, respiraba tranquilamente con una sonrisa plácida en su rostro. ¿Esto era real o solo era otro sueño?

–Nii-chan…

Decía Iris entre sueños a la vez que acomodaba su pequeño cuerpo sobre mi. Esto era realmente extraño, ¿que haría la verdadera Iris en mi cuarto? No, una mejor pregunta sería, ¿que hace Iris en Axel?

No me molesta verla en lo absoluto, pero se me hace peculiar que este aquí tomando en cuenta que su guardaespaldas es ese monstruo que logro incluso herir a Darkness. Sé que Claire no era de la clase de personas que dejaría a la princesa estar por su propia cuenta y, aunque es cierto que ella solía escapar del palacio, Claire siempre terminaba encontrandola y llevándola de vuelta a la capital.

Si Iris estaba aquí, dormiste, quiere decir que Claire no vino a buscarla en esta ocasión, y si es así, algo malo debió de haber sucedido en la capital.

–Haa~, de que me preocupo, mientras Iris este a salvó podré estar tranquilo.

Dije en voz alta sin darme cuenta, así despertando a Iris de su profundo sueño. Con ojos somnolientos comenzó a identificarme y con una voz suave decía:

–¿Onii-chan?

Lentamente siguió despertando hasta que soltó un ligero bostezo para así despertar por completó; me vio con sus ojos por unos segundos antes de que su rostro comenzará a ruborizarse con fuerza.

–Bu-buenos días Iris.

Y la respuesta de Iris ante esas palabras, no fue gritar como se acostumbraba, ella simplemente se paró de la cama y salió caminando de la habitación sin quitar esa expresión apenada de su rostro.

Por unos minutos no hubo ninguna clase de ruido, por eso mismo me pare para seguir a Iris a dónde haya ido, cuando estaba por llegar a la puerta alguien la abrió con fuerza desde el otro lado, ese alguien era Megumin.

–¡¿Erozuma, que fue lo que le hiciste a Alice-chan?!

¿Alice? No comprendía porque Megumin llamaba de esa forma tan extraña a Iris, y algo que tampoco lograba a entender era la razón del porque fui llamado Erozuma.

–Oi, ¡no cambies mi nombre de esa forma, sabes lo mucho que lo detesto!

Una discusión entre ambos comenzó, todo por un malentendido de parte de Megumin.

–¡No me interesa lo que pienses, te llamo de esa forma porque eres un pervertido! No puedo creerlo, lo primero que veo al salir de mi habitación es a Alice ocultando su rostro apenada. ¡¿Que cosa tan pervertida le hiciste para que no quiera mostrar su rostro?!

–¡Yo no hice nada por el estilo, además yo…!

Maldición, mis heridas aún no sanan… je, incluso en este estado siempre termino discutiendo con alguien, típico de Kazuma.

El dolor por las heridas se había hecho insoportable, tanto así que me costaba mantenerme de pie. Sin darme cuenta de lo que ocurría termine callendo al suelo, nuevamente inconsciente, todo mientras lo último que veía eran los rostros preocupados de Megumin e Iris… lamento que hayan tenido que verme así de patético.

//Y con esto llegamos al final del segundo capítulo… o es lo que me gustaría decir… vaya, un deja vu. Bueno, no importa, a continuación tenemos, un interludio.//

Interludio: Reunión en la capital.

(Un día antes)

No puedo creerlo, Iris-sama tuvo que escaparse justo hoy que no podía ir a buscarla. Estoy segura de que estará jugando con Megumin-san a ser ladrones como siempre, pero me preocupa lo que aquella chiquilla pueda enseñarle a la pura Iris-sama.

Hoy era la junto que habían planeado con aquel cazador de ladrones, después de todo el auge que han tenido los ladrones de cabellera plateada era tiempo de que el reino de la capital entrara en acción. Se ha pedido la ayuda a un cazador de ladrones experto, un hombre que no ha fallado en ninguna ocasión ya que puede predecir a la perfección los objetivos que serán robados.

Dudo mucho que alguien como él exista, lo más seguro es que sea solo un fraude, pero a este punto ya no tenemos opción, debemos de hacer algo para evitar estos constantes robos, al igual que evitar el crecimiento de dicho grupo.

–Vaya, vaya, si no es otra que la bella Claire-san.

Al entrar a la sala me encontré con un hombre de menos estatura que la mía sentado en la silla al lado de la mía, este hombre denotaba un rostro tan delicado y bello como el de una mujer y Lucia una gran cabellera rojiza que le llegaba hasta la cintura, fácilmente podría confundirse con una mujer.

Las ropas que vestía en estos momentos eran muy vistosas incluso para una noble como yo, vestido como si de un general de guerra se tratase, ¿A qué está jugando este hombre? Además, su voz, no podía decir que era profunda para un hombre de su edad, pero denotaba cierta madurez al mismo tiempo que infundia algo de terror.

–Yuki-dono, me alegra verle.

–Tsk, tsk, tsk, no tienes que ser tan rígida conmigo, después de todo soy un simple mercenario.

Verlo sentado de forma tan imprudente, actuando de una forma tan altanera, realmente es algo que no puedo soportar.

Cómo la guardiana de la princesa tengo poco aguante a las faltas de respeto como está, pero al fin y al cabo soy solo una simple sierva que sirve al reino y debo de tragarme mi orgullo por el bien común.

–Muy bien, empecemos con esta junta.

Tome asiento al momento que inicio la junta, mire a mi alrededor y la mayoría de los presentes eran nobles que antes habían sufrido un robó a causa de los ladrones de cabellera plateada.

Estábamos todos reunidos aquí para planear una estrategia y acabar con ellos para siempre.

//Bien, ahora sí acabo este capítulo, mostrando a un nuevo personaje original de Iván Carmesí. Espero que lo hayan disfrutado y que esperen el siguiente. Por cierto, lamento haber tardado, tenía bloqueo del escritor >:'v//

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