D I E C I S É I S
Dolly estaba enamorada de Jonathan.
Mark no encontraba otra explicación para que le siguiera la corriente en tantas cosas, especialmente porque Jonathan especifica que se conocen hace algunos meses, así que no tenía la excusa de amistad incondicional de toda la vida para ayudarlo tanto.
Se preguntó si de ser eso cierto, Jonathan no lo veía o lo veía pero prefería ignorarlo ya que Dolly no era una "mujer perfecta" como las que salían de su máquina.
Empezaba a cuestionar un poco la forma de actuar de Jonathan.
Solo llevaba tres días leyendo y si había tardado tanto era porque siempre algo se interponía entre él y su lectura, o las clases o su madre en casa o estar pegado a su teléfono mirando memes. Debía agradecer al menos que la distracción del libro lo mantenía alejado de pensar en Chelsea y eso era algo buenísimo.
Estaba en una hora libre, sentado en el borde de la misma fuente que mencionan en Amor de laboratorio y le pareció cómico pensar que casi dos décadas atrás, Jonathan y Dolly estaban en ese mismo sitio hablando sobre el amor.
Estaba comiendo una paleta helada que había comprado para el calor del día más soleado del semestre cuando Elizabeth llegó y se sentó junto a él.
—Hola, Mark. —Lizzie se quitó la chaqueta y se abanicó con la mano—. Qué día tan caliente, ¿no crees?
—Calentamiento global —respondió él—. ¿Y Joey?
—Su profesor pidió licencia de dos días, así que no tiene clase hoy. —Ella reparó en el libro que sobresalía de la mochila de Mark, que estaba en el piso—. ¿Cómo vas con tu libro?
—Oh, bien —respondió con desinterés—. No está mal para ser juvenil.
—Luce interesante. —Mark levantó la vista y vio un ave volando en círculos. Se sintió de repente hipnotizado. Liz miró también y arrugó la frente—. ¿Por qué la miras tanto? Solo es un ave.
—¿Crees que existan brujas que conviertan a personas en aves?
Elizabeth enderezó la espalda y miró sospechosamente a su alrededor. Su buen humor había cambiado y le tocó la muñeca a Mark, que dejó de mirar al cielo.
—¿Qué? ¿con quién has hablado? Nunca debes hacer tratos con brujas.
Lizzie estaba seria pero a Mark se le salió una pequeña carcajada.
—Relájate, solo pregunto. Hay una leyenda de esta universidad que dice que esa ave —La señaló— es un chico que fue convertido por una bruja que se enamoró de él y no fue correspondida.
—Todas las leyendas tienen alguito de verdad.
Mark rió más fuerte, pero al ver el gesto de ella dejó de hacerlo, aún así, la miró con incredulidad.
—¡Vamos! No me dirás que crees en brujas, Liz.
—Pues sí creo. Y son tramposas, nunca aceptes magia de ellas.
Mark consideró que a su amiga le estaba afectando el calor.
—¿Has hecho un trato con alguna, acaso?
—¿Eso qué importa? Son tramposas y punto, nunca les creas nada —ordenó.
—¿Le hiciste brujería a Joey? —Se siguió burlando.
—No es gracioso. Y no, no le hice brujería, pero sé que si me la ofrecen siempre es mejor decir que no.
—Eso es porque ustedes se aman con locura —replicó, algo fastidiado. Liz sonrió por primera vez en un buen rato—. En todo caso, no todos podemos conocer a la pareja desde antes de nacer, así que si le ofrecen a uno una ayudita con el amor, no veo nada de malo.
Lizzie no se lo tomó como una suposición graciosa y Mark por su lado pensaba en Jonathan, cuya búsqueda de ese amor los tenía en el aprieto en que estaban, no trató con brujas, pero sí con cosas raras para crear gente.
—Sí es malo, Mark. El amor no nace con "ayuditas" tontas.
—En el libro que estoy leyendo, él construye una mujer para enamorarse.
—Qué imbécil.
—No es imbécil, es un genio.
—Será un genio en todo, menos en el amor. Cualquiera que sepa lo mínimo de amar, sabe lo gratificante que es sentirlo con naturalidad. ¿El tonto del libro se ha enamorado antes?
—No creo. No lo dice, al menos.
—Ahí está entonces. Si no sabe ni lo que es el amor, no sabe lo mal que hace en intentar construirlo.
—Yo creo que su amiga está enamorada de él.
—¿Y ella no le dice nada?
—No. De hecho lo ayuda a construir a la mujer.
—Entonces ella sí sabe lo que es el amor.
—No creo, si lo supiera dejaría de ayudarle y se declararía —razonó él.
—No es así como funciona, Mark. Joey me enseñó hace un par de años que el amor era buscar la felicidad del otro aunque no te incluya. Esa amiga solo trata que él sea feliz aunque le duela, ¿entiendes? Está poniendo los sentimientos del imbécil por encima de los suyos.
—Eso suena masoquista para mí.
—Nadie dijo que el amor era andar de rositas todo el tiempo. Además tú entiendes: cuando Chelsea te dijo que quería a Calum no la detuviste.
—Pero tampoco ando de amigo con ellos dos.
—No la amabas del todo, solo la querias. Pero comprendes de todas maneras porque lo aceptaste... a tu manera.
Mark lo meditó. La suposición sobre Dolly era solo eso: una conjetura, pero viéndolo como Elizabeth, quizás tenía más sentido que fuera cierto.
—¿Tú cómo te diste cuenta de que amabas a Joey? ¿Un día despertaste diciendo "creo que lo amo" y ya?
—Algo así —dijo ella con una sonrisa nostálgica, trayendo a su mente varios recuerdos de su romance con Joe—. Y sabía que él me iba a corresponder, pero si no lo hubiera sabido, no lo habría presionado.
—¿Y cómo sabías eso? Pudo rechazarte.
—Solo lo sabía. Así es el amor, uno sabe.
Mark blanqueó los ojos, él no hallaba al amor tan idílico y fácil como ella lo hacía.
—Nos desviamos. Yo solo hablaba del ave, ¿crees que pudo ser un chico?
Liz levantó la mirada y vio al ave volando en círculos que jamás excedían el límite para volar más lejos. Pensó en una carpa morada que visitó unos años atrás donde una bruja le ofreció amor y ella aceptó sin notar al principio que esa bruja convertía a las personas en animales. No solo creía en las brujas sino que las había visto y había hecho un trato horrible con una de ellas, trato del que gracias a Joe, salió ilesa, pero no pudo evitar pensar que esa ave pudo ser ella de haber perdido ese juego mágico y tenebroso. Mordió su labio, repentinamente sobrecogida de recordar esas épocas que se le hacían demasiado lejanas y peor aún, nerviosa de considerar a esa ave una persona.
—Ojalá y no lo sea, pero puede ser.
Mark sonrió algo burlón por la convicción con que lo dijo, como si de verdad lo creyera con el corazón. Sabía que si le hubiera preguntado a Joe, él lo tomaría más por el lado cómico y empezarían a crear teorías sobre la bruja para matar el tiempo; pero no Liz. No. Ella prefería tomarlo en serio.
—Estás medio loca.
—Todos lo estamos.
Unos más que otros, pensó Mark, malmirando a Liz.
La apreciaba, pero vamos, ella estaba más zumbada que muchos al creer en esas cosas. Quiso preguntarle si ella estaría dispuesta a construir a una mujer para Joe si él la deseaba, pero se abstuvo. No quería otro sermón sobre el amor natural.
De repente entendió mejor a Jonathan y consideró que Dolly sería buena amiga de Elizabeth.
***
Hola, amores mazorcos ♥
★♡ Mucho Lof para ustedes ★♡
☆ Recuerda dejar tu estrellita ☆
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