-Capítulo 10-
Notita aclaratoria:
Tanto Ray, Emma y Don tienen beca en GF. Norman y Gilda no.
GF es un instituto que se basa más en las habilidades intelectuales que el pago de colegiatura, aun así era difícil entrar en ese colegio. No todos podían hacerlo.
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Las vacaciones de verano al fin habían comenzado en el instituto de GF. Tanto profesores y alumnos estaban preparándose para un pequeño descanso, claro exceptuando casos especiales de quienes debían recuperar materias.
Emma, Norman, Ray, Don y Gilda se encontraban en pleno receso del cual sería su último día de clases. Todos habían pasado sus exámenes menos Don, quién solo había fracasado en matemática.
-No es justo que desperdicie mi verano solo por matemática. Reclamaba Don totalmente devastado.
-Yo te aconseje que repasaras las ecuaciones y despeje de fórmulas, pero nunca me haces caso. Te expliqué detalladamente los procesos, pero, noo el jovencito se la pasaba día y noche en sus tontos juegos en línea, no hacías más que desperdiciar el tiempo.
-Gilda de verdad te pareces como si fueras su madre, replicó Ray.
- ¡Ray! No digas eso, yo solo me preocupo por Don.
-Pero no es tan difícil si le agarras el truco, intervino Emma.
-Eso lo dices porque tienes a Ray en casa. Estoy seguro que inclusive te hace las tareas.
-Uunaaa vez, fue solo unaaa vez y para tu información fue de Literatura.
-La tienes muy mal educada, Ray.
-Hump, era la única vez que la ayude. No dejaba de suplicarme, debía hacer algo o si no sus lloriqueos iban a dejarme sordo.
-Raaayyy... como te atreves. No se supone que debas exponer así a tu hermana.
"Hermana, otra vez con lo mismo" pensó al escuchar eso. -De todas formas, la única culpable aquí eres tú, eso te pasa por quedarte dormida sin ni siquiera terminar tus tareas escolares.
-Ya dije que lo... sentía.
- ¡Bueno ya! ¡Me van a ayudar o no chicos!
-No te preocupes Don, creo que sería bueno que hagamos una sesión de estudio, digo para que no te atrases con este tema. Yo soy bueno en explicar detalles y Ray él podría darte trucos para resolverlo, si unimos las dos habilidades de aprendizaje te aseguro que tú examen de recuperación será un éxito.
- ¿En serio Norman? ¡yaay! Gracias me será de mucha ayuda, Gilda es pésima explicando casi no le entiendo. Y ray, solo tenme un poco de paciencia por favor. Conociéndote tú eres capaz de explotar todo a su alrededor.
-Hump, suerte con eso. Exclamó el azabache.
-pumm- un pequeño golpe retumbó en la cabeza de Don, era Gilda quién de verdad estaba molesta ante las declaraciones del chico. -No soy mala explicando, otra cosa es que tu no logras entender las cosas. ¡tonto!
- Gilda no te alteres, tranquila no era necesario darle un zape.
- ¡Qué yo no estoy alterada Emma!
-Pues parece que sí lo estás. Cálmate por favor no es necesario que grites, Gilda.
Norman se levantó del césped y trató de calmar a la chica quién no daba razonamiento alguno. Estaba realmente herida por el comentario de Don, ella había invertido su tiempo enseñándole y al final él se descuidó, pero lo que más le jodía es que ni siquiera se había dado cuenta de sus sentimientos.
-Saben que, no tengo tiempo para esto. Don eres un tonto, tú no entiendes los sentimientos de una chica. Gilda tomó sus cosas y dejó al resto del grupo desconcertados especialmente a Don quién fue tras suyo.
- ¡espera Gilda! Gritaba Don quién iba tras su espalda.
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Ya a la salida y con una Gilda más tranquila los chicos planearon la sesión de estudios. Emma propuso su hogar, ya que sabía que en casa de los demás era imposible hacerlo, peor aún en la de Norman. Por su puesto este se había mantenido callado con la discusión que tuvo con su padre, la última vez que lo fueron a visitar hace meses.
-Y bien, ya que Gilda se ha calmado. Les parece si hacemos la sesión de estudio en nuestra casa, mi abuelito aceptará gustoso.
-Estás segura Emma, no quiero interrumpir a tu abuelito.
-No para nada Don. ¿Qué dicen chicos?
-Bueno dada las circunstancias, es lo mejor. Les propondría mi casa ahora que papá salió de viaje, pero con él nunca se sabe, puede regresar el mismo día o semanas. Además, no deseo tener más problemas.
-No te preocupes Norman, entendemos perfectamente. Respondió Ray.
- ¡Bueno entonces, no perdamos más el tiempo y vayamos a casa de Emma y Ray! Gritó Don emocionado.
-Sí-Todos los chicos respondieron alegremente.
El chofer de Norman había llegado, su nombre era Vincent, quién solía solapar alguna travesura de Norman, ambos tenían una muy buena amistad . Vincent lo trataba como si fuese su hijo.
Una vez llegados, Alfred como siempre los recibió a gusto, Emma tenía una pequeña pizarra en su habitación la cual tanto los dos chicos la utilizaron para sus clases. Gilda de paso también tomaba algunas notas que le servirían a futuro.
Tardaron alrededor de 3 horas estudiando, obviamente con algunos minutos de descanso. Las clases fueron recibidas con éxito a Don, Ray hizo un pequeño test para validar sus conocimientos adquiridos.
- ¡vaya 80 puntos no está nada mal para una primera vez! Si tomas el hábito de repasar todos los días, te aseguro que podrás pasar el examen.
-T-u.... tú crees Ray.
-Sí, lo estoy.
-Ray tiene razón, ahora todo depende de tí, Don. Unas lágrimas de felicidad recorrían las mejillas del chico, quién los agradeció apropiadamente.
-Ray, Norman gracias por enseñarme, a tí Emma por acogerme en tu casa y Gilda perdón soy un idiota, todo esto no me hubiera sucedido sí hacía caso a tus advertencias.
-Lo importante es que ya aprendiste. Y también quiero disculparme con ustedes por como actué. ¿abrazo?
-Sitio- respondieron los chicos, todos se acercaron a excepción de uno.
-Ray, ¿por qué no vienes?
-Yo paso Emma.
-Deja de ser tan amargado- replicó el albino.
-No soy amargado, Norman.
-Hump, eso lo veremos. Emma susurró en el oído de los chicos ideando un pequeño plan para interceptar a Ray. Se separaron entre ellos y empezaron "actuar" normal.
-Bien Ray tienes razón. Creo que ya somos suficientemente grandes como para andarnos abrazando entre todos.
-Yo solo dije que paso, eso es todo.
-Pero no eres lo suficientemente grande como para dejar de tener cosquillas.
-Emma, ¡ni se te ocurra hacer alguna tontería!
- ¡Ahora Don! Gritó Emma.
- ¡Qué! Oye Don espera suéltame. Gritaba el azabache mientras que su amigo lo agarró del cuello, Norman y Gilda de las piernas, Emma aprovechó la oportunidad y comenzó hacerle cosquillas a Ray.
-Jajaja.... Emma.... ya... basta.... jajajaja ya suéltenme... jajaja maldi-ta... sea... jaja....
-Primera vez que escucho reír a Ray así. Dijo Don que también comenzaba a reírse tras escuchar las risas de su amigo.
-Solo hay que saber hacerlo reír. Más fuerte Emma. Ordenó Norman. Eso te pasa por amargado jaja.
-Hump, si aquí voy.
-Jajaja... me-me las van a....jajaj a pagar... idiot... idiotas.
Finalmente, Ray logró zafarse de su agarre dejando cansado a los chicos. Las risas se escuchaban en toda la habitación, hasta que finalmente el Abuelo los llamó a merendar. Disfrutaron de la comida y fueron a casa. Norman se había ofrecido a dejar a Don y Gilda en sus hogares. A partir de esa tarde, los siguientes días Don iba a repasar en casa de Emma, Norman ya no los podía asesorar pues su padre había llegado. Afortunadamente, el muchacho pudo pasar su examen de recuperación con éxito. Cada uno de los chicos tenía planes que hacer en el verano, y por supuesto Emma y Ray no serían la excepción.
-Muchachos les parece si este fin de semana vamos a pescar, hace tiempo que no lo hacíamos. Exclamó el abuelo mientras sus nietos plantaban flores en el jardín de la casa.
-Sí, estoy de acuerdo abuelito ¿tú qué opinas Ray?
-Supongo que por mí está bien.
-Perfecto, entonces invitaré al señor Yuugo y a Dina ¿les parece?
-Bien yo no tengo problemas, pero...- Emma regreso a ver de inmediato a Ray quién se encontraba regando agua a una pequeña flor.
-No te preocupes Emma, yo tampoco tengo problema. Además, ese jodido de Yuugo me las debe.
- ¡Ray no te expreses así! Cuántas veces te lo he dicho muchacho.
-Lo... siento, me deje llevar por mis emociones. Abuelo.
- ¿Aún planeas buscarle revancha por el juego de baraja?
- ¡No Emma! No Busco revancha por ese jodido juego de baraja.... más bien es por la partida de ajedrez del otro día. No puedo creerlo, él es muy listo y con el único que he perdido o he estado a la par ha sido con Norman. Yuugo tiene una apariencia del todo desalineada y no concibo la idea de que sea listo. Tampoco es que entiendo como Dina se pudo casar con él.
-Sería bueno que les preguntes, después de todo son tus padres Ray.
-Eso solo un decir, no es que quiera saber cómo se conocieron esos dos, abuelo.
-Pues deberías, insistió el hombre.
Una vez finalizada su tarea, Emma le pidió a su abuelo que le dé algo de dinero para ir a comprar un poco de helado, después de todo el calor era insoportable. Ray la acompaño y fueron a una tienda cercana.
- ¡Profesor Lucas! Exclamaron los chicos al ver a su maestro agarrado de la mano con una pelinegra.
- ¿Chicos? ¿qué hacen ustedes por aquí?
-Nosotros vivimos a tan solo unas cuadras y ¿usted? Preguntó Ray.
-Ah eso, bueno yo recién me mudé a este barrio.
- ¿Quiénes son estos niños, Lucas? Emma y Ray se habían percatado de la mujer que estaba a su lado.
-Oh si, chicos ella es mi esposa Paula, cariño ellos son mis alumnos Ray y Emma.
-Oh ya veo, encantada de conocerlos.
-Mucho gusto, respondió Ray devolviéndole el saludo, aunque por su parte Emma todavía seguía sorprendida.
- ¿Se casó? En serio... ¡pero cuando!
-Hace un par de semanas, desde que empezaron las vacaciones de verano, Emma.
-Emma es de mala educación preguntar- regaño Ray.
- ¡Perdonemos profesor Lucas, es que no le hemos dado su regalo de bodas!
-Oh no.... tranquila, Emma no te preocupes. Por el momento solo nos hemos casado por el civil, así que no te preocupes por eso.
Emma se quedó pensativa hasta que le vino la idea de llevar a Lucas y su mujer con ellos a la pesca.
- ¡Ya sé! Como regalo de bodas, ¿les gustaría venir con nosotros a pescar este fin de semana?
- ¿Pescar? Suena divertido, vamos Lucas debemos ir, di que sí. Canturreó su mujer quién estaba emocionada por la idea de la pequeña chica.
-Si la familia de Emma no tiene problema, por mí está bien.
-¡Yay! Gritó Emma emocionada. ¿No te parece divertido Ray?
Ray solo sonrió y se dirigió a su profesor.
- ¿Podría darme su número? Lo llamaré para estar en contacto.
-Claro, ¿tienes con que escribirlo?
-No, usaré mi memoria. Lucas solo rio, él sabía perfectamente como era Ray. Se despidieron de los adultos y llevaron su helado a casa.
Le contaron todo lo sucedido a su abuelito y este aceptó. Ray pidió más detalles de lo que harían ese día para ponerse en contacto con Lucas.
El lugar al que tenían como destino, eran unas cabañas que se encontraban a las afueras de la ciudad de nombre "Revérsale"
Alfred se puso en contacto con Yuugo y Dina quienes aceptaron gustosos la invitación, además los futuros padres pensaron que esta oportunidad sería buena para conocer a uno de los profesores de su hijo.
Yuugo estaba por llevarse una gran sorpresa al igual que Lucas. Ray por su parte hizo lo mismo que su abuelo, habló con Lucas así que finalmente llegaron a una hora adecuada. Partirían el sábado a las 6:30 am, así tendrían la oportunidad de pescar un gran pez.
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Los chicos se subieron a la camioneta de su abuelo, alistaron todo lo necesario como sus implementos de pesca, botas, anzuelos, carnada, etc. Además Ray preparó unos deliciosos sanduches, después de todo al muchacho se le daba bien la cocina muy al contrario de Emma.
Ya con todas las cosas listas, finalmente partieron.
Al llegar se percataron que Yuugo y Dina se les habían adelantado, habían rentado una cabaña familiar para 8 personas.
La rubia los había esperado con un delicioso desayuno.
-En hora buena, bienvenidos los estábamos esperando.
- ¡Dina, Yuugo! Exclamó Emma emocionada al verlos.
-Buenos días, contestó Ray.
-Qué tal ciclope. ¿Listo para una revancha más?
-Ya te dije que no me digas así. Claro que estoy listo. No voy a permitir que tú me ganes en el ajedrez.
- ¡Bien, entonces prepárate! Una pequeña discusión cómica empezó a surgir entre ambos azabaches. Dina tan solo observaba como su marido se ganaba el corazón de Ray a su manera.
De pronto, Lucas y Paula llegaron en su camioneta.
-Lamentamos llegar tarde. Buenos días con todos.
Yuugo y Dina se quedaron plasmados al ver a su viejo amigo de la infancia parado al frente suyo y Lucas también al verlos.
- ¡Lucas!
-¡¿Yuugo, Dina!?
Continuará....
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