Mis padres me han dicho que siempre debo ocultar mi poder, que jamás utilizaré mi poder a menos que sea necesario, eso desde muy pequeña, ya que nací con una enfermedad degenerativa, esta misma iba consumiendo poco a poco mi cuerpo y mi alma, realmente no me daban más allá de 10 años de vida, pero gracias a él destino, y mis padres en conjunto con mi hermano, lograron obtener el arma que me mantendría con vida durante el resto de mi vida.

-Hija, debes recordar, esto casi jamás es utilizado, un demonio con un Sacred gear es casi una traición a nuestra raza, pero tú eres lo más importante, por eso no debes decirle a nadie quién eres realmente.

Esa era la frase de mi madre, Venelama Bael de Gremory, casada con mi padre Zeoticus Gremory, el líder actual de la casa, descendiente de el Gremory que participo en la primer guerra.

-Rías, hija mía, al igual que Sirzechs eres mi orgullo, la razón del fruto de el amor que le tengo a tu madre, irás a Kuoh junto con tus piezas demoníacas, debes ser precavida, ante todo.

Ya era un poco más grande, ya tenía 17 años, hacia 2 años que llegue a esta ciudad, que al igual que la familia Bael, protegía de todo, ahora lo compartía con mi amiga y rival, Sona Sitrí.

-Rías, ¿Cómo va tu compromiso?, Me he enterado por mí hermana, inclusive yo también ya no estoy en las mismas.

-Si Sona, me comprometieron con Raiser Phenex, ¿Y a ti?.

-Ya ni vale la pena, de echo lo rete a un juego de ajedrez, esa es la condición para casarse conmigo, debe ganarme, lo cual dudo, aún no hay nadie que me gané.

Sentí alivio por mi amiga, desafortunadamente yo no tenía ninguna de esas salidas, y mucho menos usar mi verdadero poder, solo son pocas las personas que saben acerca de mi condición.

-De verdad lo siento Rías, a veces estás malditas tradiciones solo nos perjudican.

Mi amiga se fue del salón, dejándome sola, me sentía devastada, quería llorar, pero de pronto un guantelete se formó en mi brazo izquierdo.

[Es una lástima lo que está pasando, prohibirte hasta usar mi poder, mi orgullo está lastimado, te juro que ese maldito consejo sufriría las consecuencias de tener mi verdadero poder]

-Gracias Ddraig, eres un gran amigo, solamente tú comprendes mi verdadera situación, me gustaría salvarme yo misma, pero desafortunadamente no se puede.

Pude escuchar como tocaban a la puerta, solo dije pase, y vi a mi Reina, mi mayor confidente, Akeno Himejima, mi primera pieza demoníaca, aquella a la que más le confío la vida.

-Rías, he recibido un mensaje de Lucifer-sama, Raiser-sama vendrá pasado mañana para platicar contigo, llegar a un acuerdo.

-No quiero Akeno, es muy doloroso, odio la sociedad demoníaca, no les importan los sentimientos de los demás, son unos malditos.

Era sincera con mi sentir, odiaba a ese tipo, ya tenía fama de presumido y poco hombre, lo peor, yo era su primer compromiso e inmediatamente se sintió superior.

-Pues yo también Rías, pero bueno, ya ha llegado la monja que solicitaste para reclutar, Kiba y koneko ya han hablado con ella, qué lindo de tu parte salvarla.

Una monja que iba a ser asesinada por ángeles caídos, la salve de pura casualidad, ya que recibí la orden de exterminarlos, y pues pensé que por su Sacred gear podía quedar en mi familia.

-Claro, veremos si es un buen alfil, bueno, necesito estar sola Akeno, pensar muchas cosas.

Vi como salió mi amiga, cerró la puerta, yo solo suspiré, abrí la ventana de mi oficina, y salí volando con mis alas de dragón, ya que eran más cómodas que las de demonio, eso llenaba de orgullo a Ddraig, volé mucho tiempo, no quería saber nada, incluso solo avisé a Akeno que regresaba después.

[Hasta dónde piensas viajar, ya van varios aumentos que te doy en el cuerpo, pronto necesitarás usar la armadura]

-Tranquilo, ya casi llegamos a París, deseo estar en la torre Eiffel, la ciudad del amor, el último lugar antes de perder completamente mi humanidad.

Ddraig cortó la comunicación, sabía que si alguien intentaba hacerme algo más sin mi permiso, atacaría sin pensar, más el activando mi armadura, y así finalmente llegue, estaba en la parte más alta, contemplando el atardecer, hasta que alguien hablo a mi izquierda.

-Bonita manera de observar el atardecer, es una gran vista, ¿No lo crees?.

Era un hombre, bastante alto, de buena complexión, algo guapo, con ojos azules mirándome fijamente, sentí algo de miedo, pero sus ojos reflejaban seguridad, bastante madurez también.

-Si lo es, de echo es uno de mis lugares favoritos de París, quería venir por última vez antes de irme para siempre.

-¿Irte para siempre?, Debe ser muy doloroso, ¿Qué es lo que causa todo eso?.

Apenas estoy conociendo a este sujeto y ya pregunta por mi vida privada, bueno, es un ser sobrenatural, podría desahogarme, pero no sé de qué raza es, menos el sabrá la mía.

-Pues, estoy forzada a casarme, mis padres me han comprometido con un ser que repugnante, y no puedo salir de esa.

-¿No hay opciones verdad?, Pues a lo mejor y lo consideras un error, pero ponte en el lugar de tus padres, ellos solo quieren lo mejor para ti, no es la mejor manera, pero siempre es así.

-¿Cómo puedes decir eso?, ¿Cual es el fundamento que tienes?, ¿Acaso sabes lo que es ser un padre?.

Pude ver una sonrisa confiada, al parecer tenía muchos misterios más que revelar al mundo, este tipo comenzaba a interesarme.

-Podría decirse que si, yo conozco esa sensación, ya que soy el padre de una niña hermosa, y sólo quiero lo mejor para ella, no te sientas mal, las cosas pasan por algo, y si no te molesta, debo irme, es un placer hablar contigo, Rías Gremory.

Como vi el atardecer, sus últimas palabras me tomaron por sorpresa, sabía perfectamente quién era yo, gire rápidamente para confrontarlo, pero ya se había ido, maldición, baje demasiado la guardia, no me quedo más alternativa que regresar.

[Eso sí que ha sido muy extraño, no pude sentir de manera correcta la presencia de aquel sujeto]

-Lo se amigo, es muy extraño, pero bueno, debo regresar a casa, afrontar lo que me espera.

Y así procedí regresar a mi casa, o al único que podía llamar hogar en el mundo humano, esperando tener la oportunidad de negar ese matrimonio, ya que solo me hará infeliz, y yo quiero vivir siendo feliz, si no de que sirve tener existencia.

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-Así que ella es Rías Gremory, pensé que sería más mimada, o tal vez incluso más engreída de lo que pensé, pero solo es una chica normal.

{Puede que así sea Issei, pero recuerda, ella es tu enemiga natural, en algún momento lucharán a muerte}

-Cómo te lo he dicho en reiteradas ocasiones, nada está escrito, nosotros decidimos nuestro destino, y no puedes negar eso.

{Di lo que quieras, pero no dejaras en vergüenza al hakuryuukou, el título más grande de todos los dragones, tengo un orgullo muy grande, no me decepciones}

-Dejá de hablar de orgullo maldita lagartija pálida, sabes que es primordial mi familia antes de tus caprichos, somos amigos, pero solo atacamos cuando es necesario.

{Das vergüenza cómo portador, eres el primero que trata de negar está pelea, solo porque sabes senjutsu, si no, Ddraig te hubiera descubierto}

-Entonces, agradeceré a Kuroka por todos los consejos, pero ahora, vamos a la base, hay que evitar una boda demoníaca.
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Preparados para la remasterización de esta historia, sé que ya me había tardado, pero debía buscar el momento perfecto, y pues lo encontré, espero les guste y apoyen como las demás, nos vemos pronto, chao