¿Alguna vez has escuchado hablar de grandes reyes o emperadores que fueron amados por su pueblo?

Quizás si, quizás no, lo cierto es que en toda historia digna de ser recordada siempre hay un héroe,  un villano y un gobierno feliz al final.

En esta historia ocurre lo contrario, no hay eso, no existe versión peor contada que una donde proclamen como bondadoso a alguien que robo el trono, usurpó el sitio y sometió a los pueblerinos a las más crueles torturas.

Después de leer esto no sabrás si escupir, blasfemar o ignorar este hecho enterrándolo en el olvido.

Tal como ocurrió con este imperio que recién terminaba la guerra que desataste 10 años atrás, este escrito lo dejó como testigo de lo que vivimos como pueblo, como seres de una aldea que vivió en paz durante años hasta tu llegada.

A la dinastía Min la derrumbaste y destruiste, ahora su hijo pasó de ser un príncipe a un simple guerrillero, él nos ha ayudado a defendernos de ustedes, de sus tropas pero sus esfuerzos han sido en vano, los reyes murieron, solo espero el día de su venganza y yo en estas líneas que escribo, dejó escrita con letras de manchadas de sangre, sí, sangre, que mi venganza será dulce como la miel, fría como el invierno pero sobre todo, harta.

Harta, como lo haces tú cada vez que das un banquete, siempre comes hasta hartarte, no te importa si nosotros morimos de hambre mientras tú estés de glotón, desparramando y desperdiciando; eso mi estimado emperador Jeon Peniel, es lo que será tu sentencia de muerte, y de eso me encargo yo.

Firmada con la sangre de tanta gente inocente que mataste, como mi tío que por no poder pagar el 100% de los impuestos fue reo a morir ahogado en el lago Han con una piedra atada a sus piernas mientras gruesas cadenas de hierro lo sujetaban o como los niños que vivían en la calle y tú por apostar en unas estúpidas carreras de gladiadores usabas cualquier sitio que se te atravesará y eso hiciste a esos inocentes con lanzas tus gladiadores los mataron, esa sangre clama desde siempre al cielo y clamará eternamente, tu corona será tu trofeo y tu verdugo, de todos los reyes que han existido tú eres el peor, gracias a ti cada calle, cada tienda, cada sitio está manchado con sangre y esa será tu propia condena, si aún lo dudas espera a verlo.

Soy la voz de los que mandaste callar cortándoles la lengua, soy el grito de quienes perdieron todo y cuando tu avaricia no saciaba perdieron su familia y su vida, soy el clamor de quienes se escondían esperando nunca ser encontrados por ti, pero sobre todo soy la justicia de ese pobre chico que salió suplicándote que no matarás a su padre, pero aún así lo hiciste, luego lo golpeaste para finalmente venderlo, ese chico será tu karma y de eso me encargo yo.

Espero no olvides ningún rostro, ninguna expresión de miedo, de terror, ninguna súplica porque cuando estés entre mis manos cada palabra dicha por ellos será repetida por ti.

Me despido de usted mi querido monarca, no sin antes decir que a partir de hoy cuide cada paso que dé porque hasta en el más indefenso bicho que pises estará la condena escrita en tu frente.

Y hoy comenzaré por relatar la parte que tú odias, y ¿Quién no odiaría la verdad? sobre todo si gracias a ella sabes que tú siguiente puesta de sol podría ser la última o que a cada paso que das incluso tú sombra puede ser tu enemiga. 

Ese miedo, esa incertidumbre la vivirás cada día hasta que logres dar conmigo.

Espero que recuerdes el nombre de Kim Dong Wan porque ese nombre te perseguirá hasta cuando estés comiendo, yo lo recuerdo perfectamente ¿tú no?

Él te suplicaba para que le dieras una semana más de tiempo pero ¿Qué hiciste? 

Así es, lo mandaste decapitar en la plaza central frente al pueblo, acusándolo de robar y tomando a su hijo como esclavo, el chico escapó y espero con todo el honor que mi nombre conlleva nunca lo encuentres.

Y si lo encuentras espero él te dé tu merecido por ser un monarca que le quedó grande el nombre y chica la corona.

En esta carta sabrás que Kim Dong Wa y Kim Go Eun prevalecerán en la historia mucho mayor tiempo que tú, recordarte a ti sería un desperdicio de tiempo y mencionar tu nombre solo será para escupir sobre él y maldecir sobre tu cadáver el día que llegaste a pisar el terreno de la familia Min.

Por ahora relataré todas y cada una de tus acciones pero todos te juzgarán por su criterio, está es la verdadera historia que se debe contar, la historia de como el imperio Jeon desapareció en sus propias manos, está historia tendrá muchos contrastes y tú mi rey mientras la leas, estarás escupiendo sangre por la boca mientras los dolores no cesan y eso es porque la venganza comienza a ser consumada.

Esta historia será de la dinastía Kim que fue la única que logró saciar mi apetito de venganza y fue la única capaz de borrar la sangre de inocentes con tu sangre sobre ella, esta historia permanecerá por y para siempre porque de ello yo me encargaré.