Mi nombre es Kim Jisoo, tengo 15 años de edad.

Podría decirse que soy una persona de baja clase social, pero eso no quita que haya nacido en la familia más humilde y honesta, agradezco estar con ellos.

Soy una persona un tanto distraída pero siempre trato de dar lo mejor de mi, aparte de que cuando termine mis estudios, me gustaría poder conseguír un buen trabajo para que mi mamá y papá ya no se preocupen por los gastos de mis hermanos y los míos. Por eso es nuy importante para mi seguír estudiando.

Lamentablemente al salír de la secundaria, no pude quedarme en el colegio que yo quería, si no en el conalep, ya que era él que mis padres podían pagarme. Pero eso no importaba, se los agradecía demasiado.

Mis mejores amiga son Jennie y Lisa, ellas son un tanto rudas pero muy buenas personas.

Jennie tiene un amigo llamado Youngjae, según ella era muy lindo y la verdad es que sí, cuando lo conocí resultó ser muy lindo conmigo.

Un día el me presentó a su mejor amigo el cual iba en otro colegio ya que era muy inteligente, al momento de verlo pensé que era un príncipe.

- Mi nombre es.. es Jisoo. -Me puse nerviosa ante tal chico como él.

- Ah.. yo soy Jinyoung. -Respondió y yo sonreí contenta.

Afortunadamente seguí viendo al príncipe gracias a Youngjae. Poco a poco me dí cuenta de que mi corazón latía cada vez que cruzaba miradas con él.

Así es, me estaba enamorando del chico más lindo que había visto en mi vida.

Todo esto se lo platiqué a Youngjae y él junto con Jaebum o Jotabe como le decían sus amigos, me dieron animos para que me le confesará.

- No lo conozco, pero si a mi carnalita le gusta deberías de decírselo, ¿verdad, nutria jae? -Dijo Jaebum y yo sonreí.

- Así es Jisoo, si a ti te gusta deberías de decirselo. -Youngjae sonrió y yo asentí.

Estaba decidida a decírle.

- Jinyoung me gustas. -Murmuré un tanto nerviosa y con las mejillas sonrojadas.

- Tú a mi no, ¿quien andaría con alguien como tú?.  -Jinyoung Respondió cortante.

Esperaba que fuese una broma, pero él hablaba en serio.

Mi corazón se rompió en mil pedazos y las lágrimas me traicionaron.

- Oh.. yo.. lo siento. -Desvié la mirada y me fuí lo más rápido posible de ahí.

Mis pies flaqueaban y mis lágrimas cubrían por completo mi cara.

Y después lo comprendí, un príncipe como él debería de estár con una hermosa princesa y no con alguién como yo.

Pero demonios, mi corazón se negaba a dejarlo ir tan fácil.

Mucho menos que ahora él se encontraba en mi mismo colegio.. ¿Porqué? Parecía como si el destino me odiara y quisiera que nunca lo olvidase.

Pero bueno, yo soy fuerte y trataré de actuar normal frente a él.