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Después de todos los saludos finalmente nos encaminamos hacia el cine.

  — ¿Qué peli vamos a ver? — Tina parecía una chica super efusiva —, es que no me gustan mucho las de terror.

 — Pues una de esas veremos — susurró Amaia a mi lado solo para que yo la escuchara —. Yo voy a averiguar quién es esta flacucha.— traté de no sonreír pero fue imposible, claro que quería que averiguara quién era.

Vivíamos en un pueblo chiquito, aquí hasta las ratas se conocían, nunca la había visto y dado que Damián nunca había mencionado a ninguna novia ni nada parecido me parecía extraño, por no decir lastimante.

— Hola, ¿Cómo te llamas?— Tina se acercó a mí y pude ver de reojo la mirada alarmante de Damián.

— Shiloh.

— Ooh, lindo nombre, aunque ese short te hace ver las piernas muy gorda chica — su comentario no me afectó tanto como su rostro al decirlo, parecía que hubiese soltado un cumplido de la más favorecedor y no una crítica doliente.

— Oh Tina, gracias por tu comentario no solicitado — si iba a jugar a la perra lo íbamos a hacer las dos.

 — Veremos "La Monja" — anunció Amaia y nadie se atrevió a contradecirla hasta que Tina observó la cartelera y comprendió que era de terror.

 — Chica, dije que de esas no me gustan —protestó y yo sonreí para mis adentros.

— Dado a que no formas parte de este grupo y que claramente ninguno de nosotros te invitó y dudo que Damián haya querido traerte por su voluntad no tienes derecho a opinar en una salida que ya estaba planificada.— ¿Ya había dicho cuánto amaba a mi mejor amiga? ¿Ya lo había dicho?

Nadie más protestó y entramos a la sala listos para encontrar asientos.

 — Voy a comprar palomitas — anunció Daryl.

— Sentémonos aquí — Amaia me jaló del brazo y me hizo acomodarme a su lado — Ella es hijastra del padre de Damián, no sé muy bien la historia pero hay algo raro, Damián no sé habla con él y la chica está un poco loca.

 — Vive con su tía — dije —. Me pareció muy raro pero no pregunté más.

 — Si, si, yo la conocí, es muy simpática,es la hermana de la madre de Daryl, la madre de Damián murió cuando él solo era un niño, la historia faltante no la sé, Daryl no quiere soltar prenda y... — la conversación llegó a su fin cuando un Damián ofuscado se sentó a mi lado quedando entre Tina y yo — No lo mires, no lo mires — murmuró mi amiga a mi lado —. No tenía que haberla traído, que sufra por eso ahora.

La película comenzó y Daryl me ofreció mis palomitas.

Todo estaba transcurriendo normal hasta que una mano acarició la mia.
Ni siquiera tuve que moverme para saber quién era .
¿Por qué hacía esto? ¿No había venido con otra? No me interesaba que fueran hermanastros, había dicho que venía por mi y se apareció con otra chica.

Aparté mi mano y la llevé a mi regazo pero de un solo movimiento la suya me volvió a atrapar.

 — Tranquila Piglet — susurró y la molestia que sentía fue aminorando.

¡Odiaba ser tan débil! Lo odiaba y lo odiaba a él por hacerme sentir cosas extrañas cuando ni siquiera había ocurrido nada entre nosotros.

Su manos siguió apretando la mía y haciendo pequeños movimientos que enviaban corrientes eléctricas por todo mi cuerpo.

 — Me voy — la voz de Tina nos hizo apartar la mirada de la pantalla para obsérvarla —. No aguanto esto.

No íbamos ni por dos minutos de la película y decía que se largaba.

« ¿Qué le pasaba a esta chica? »

La mano de Damián me abandonó y su cuerpo fue tras ella.
¿Qué carajos? ¿Por qué no la deja irse y ya? Fue su decisión.

Nadie dijo nada. Nadie volvió hablar hasta que la película finalizó y aunque algo dentro de mí se sentía horrible por lo ocurrido no hice ni dije nada .
Él podía hacer lo que quisiese, solo era un estúpido coqueteo, no éramos parejas, ni tan siquiera éramos amigos.

— Estuvo buena la película... — Kath inició una discusión con Amaia sobre que tanto miedo daba y yo solo caminé junto a ellos escuchando todo.

— Carl está haciendo una fiesta en su casa ahora mismo — anuncio Jack -. ¿Vamos?

  — Sí —respondieron todos menos yo.

  — Sí — dije finalemnte, no iba a pensar más, era mejor estar en una fiesta abarrotada de personas que darle vueltas en mi casa a lo que había sucedido con ese chico gilipollas.

  — Damián — la voz de Daryl me sacó de mi letargo y vi al nombrado junto a su acompañante esperándonos en la salida —. Pensé que se habían ido.

Le explicaron cuales eran los nuevos planes y maldecí. Quería ir a la fiesta, sí, pero sin él junto a ella.

                            🦋🦋🦋

Llegamos unos minutos después a la casa de Carl adentrándonos en un mundo de ruido y alcohol.

  — ¡La vamos a pasar genial! — gritó Amaia por encima de la música.

Yo asentí tratando de creerlo pero tenía ese sentimiento de "algo malo va a pasar" y lo pude comprobar apenas puse el pie dentro de la casa.

Mitchell se encontraba en el centro del salón con la chica con la que me había traicionado.

«¡Genial! ¡Empezamos genial! »

Caminé directo hacia la cocina evitando su mirada y cogí dos cervezas apenas las tuve a mi alcance.

Me bebí la mitad de una de un tirón y me concentré en la música que estaba sonando.

Si nada pienso, nada siento.

 — ¿Shiloh? — una voz tras de mí me hizo girar —, ¿Eres tú?

Un chico pelinegro con una sonrisa me observaba divertido.

—¿No me recuerdas? ¿Dan? ¿Antiguo vecino? ¿En la infancia?

— Joder, siii — Dan había sido amigo de Amaia y mío durante los años que había vivido al lado de mi casa — ¿Pero que te pasó? Estas complemente distinto, casi no te reconozco — y es que su cara no me sonaba de nada, si no se hubiese explicado seguiría sin saber.

 — Lo sé, lo sé, la adolescencia me pegó duro, sin embargo tú estás... igual, aunque más linda y... más ¿Desarrollada?

Reí y terminé de beberme lo que quedaba de la cerveza.

  — Hey, hey la noche es larga, llevalo despacio — observé al chico frente a mi y realmente había crecido, había cambiado, sus ojos azules ya no eran claros, si no muy oscuros, su cabello color miel también estaba más oscuro, casi topando lo negro.

  — Yo diría que te pegó muy bien la adolescencia — el río por lo alto y lo imité.

  — ¿Qué haces aquí ??- preguntó — ¿Sola?

  — Te digo pero promete guardar el secreto — entrecerré los ojos y lo señalé a lo que asintió levantando su mano derecha como juramento —. Huyendo de mi ex novio y de otro chico.

— Uuf, si que sabes divertirte en una fiesta — bromeó.

 — ¿Y tú que haces aquí? ¿No vivías en New York? ¿Volviste?- no recordaba mucho nuestra infancia con Dan, se había marchado cuando solo teníamos siete años pero de lo que si me acordaba perfectamente era de lo bien que nos llevábamos los tres.

 — No, solo vine al cumple de Carl,¿Recuerdas que somos primos? — claro que no lo recordaba pero aún así asentí en afirmación, sabía quién era Carl porque jugaba en el equipo de la escuela y lo había visto un par de veces y era muy nombrado —¡TENEMOS QUE JODIDAMENTE IR A BAILAR! — grité — ¡AMO ESA CANCIÓN!

Virtual Diva de Don Omar sonaba por toda la casa por lo que cogí del brazo a Dan y lo llevé hasta el salón.

— Ella es ese sueño que tuve despierto, un recuerdo leve de esto que siento, una sacudida a mis salidas, la cima de un beso en un brinco suicida — grité junto a la música.

Moví mi cuerpo al ritmo de la música mientras me acercaba a Dan.

— Joder amaba demasiado está canción — grité.

Mi cuerpo volaba libre y yo sonreía. Hace tiempo no me sentía tan feliz, tal libre.

Salió a la disco bailar
Una diva virtual
Uh!
Chequea como se menea.

Sentí un cuerpo tras de mí cuando me posesioné frente a Dan y sabía perfectamente quién era.

Me giré despacio hasta quedar frente a Amaia, está era nuestra canción, siempre, pero siempre la bailabamos.
Así que comunicándonos solo con la mirada comenzamos a bailar junto a Dan hasta que la canción terminó y el desenfreno desapareció dejando vergüenza al darme cuenta que éramos el centro de atención de todo el salón pero a pesar de tener todas esas miradas sobre mi, la única que me importó fue la de esos ojos oscuros que me observaban con una expresión que no era capaz de identificar.

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