IKKI.

Ya no podía aguantar mas, ese pegasso tenia que ser mio, no voy a dejar que nadie mas lo tenga.

Bese apasionadamente sus labios mientras acariciaba su delicado cuello con mis manos, después baje mis labios a su cuello, era un sabor tan dulce que quería mas, con cada beso mas se estremecía, comencé a besarlo a y lamer su pecho, le quite la toalla que tenia en la cara, era una vista muy bella, estaba tan sonrojado y apenado, tenia una expresión que hacia que me dieran mas ganas de continuar con lo que empecé.

SEIYA.

Tengo miedo, no se a donde pueda llegar esto, pero se siente tan bien, quiero que pare, pero deseo que continúe, jamas había sentido esta sensación tan placentera y ardiente, siento como si mi cara se estuviera quemando, también siento un cosquilleo muy extraño e incomodo en mi entrepierna, quiero seguir sintiendo las manos de Ikki sobre mi cuerpo.

AUTORA.

Estaban en la cama del castaño, el tiempo parecía detenerse, pero a la vez avanzaba mas rápido.

I...ikki—murmuraba el castaño mientras Ikki recorría cada centímetro de su cuerpo—me siento... extraño.

Si, lo se—dijo el fénix con una gran sonrisa al mirar hacia abajo y ver que el miembro de Seiya se paraba—haré que te sientas mejor.

Ikki metió su dedos en la boca de Seiya, cuando estaban completamente húmedos introdujo dos en la entrada del castaño.

Espera..—decía el castaño mientras soltaba pequeños gemidos—se siente raro.

No te preocupes, te va a gustar—contesto el fénix mientras acariciaba el rostro de Seiya, comenzó a mover sus dedos, Seiya solo gemía, cuando Ikki se percato de que la entrada estaba dilatada tomo su miembro y lo introdujo lentamente en Seiya.

Espera.... me duele... no me gusta—decía Seiya entre gemidos de dolor.

No te preocupes, pronto te gustara y no querrás que pare— dijo Ikki mientras introducía todo su miembro, se acerco al cuello del castaño y lo mordió, Seiya solo gemía mientras Ikki metía y sacaba su miembro.

Ikki... ya no puedo—decía ya cansado el castaño.

Solo... un poco mas— dijo Ikki también cansado.

Ah—grito el castaño al sentir el semen de Ikki ser vaciado en el.

Ikki abrazó fuertemente a Seiya, cuando acabo en el, se recostó a su lado y lo abrazó, Seiya se quedo dormido mientras Ikki acariciaba su rostro y lo contemplaba.