• Yoongi •

- Dos años después -

Revisé por quinta vez la hora en mi celular y apenas habían pasado dos minutos desde la ultima vez que lo había revisado. Suspiré pesadamente y regresé mi vista hacia la computadora y miré el montón de documentos de Word que tenía abiertos, me aseguré de guardarlos bien y cerré los archivos.

Abrí el navegador de internet y busqué su nombre, me fui a la sección de noticias pero inmediatamente cerré todo, no podía seguir así. Probablemente ella ya me había olvidado y yo seguía aquí encadenando a nuestros recuerdos, ya era momento de avanzar con mi vida, no podía depender más de esos recuerdos. Apagué la computadora y salí de la oficina.

Hace un año mi padre me había dejado la empresa a mí y ahora yo la administraba, Hoseok se había vuelto mi socio más cercano, él era como mi mano derecha, ambos habíamos logrado que el negocio familiar creciera más.

Salí del edificio e inmediatamente llevaron mi auto, me subí a este y manejé hasta mi casa, al llegar escuché un ruido proveniente de mi cocina, me asomé con cautela y pude ver a mi mejor amigo preparándose un sándwich.

—Maldita sea Hoseok, ¿no tienes comida en tu casa? —hablé mientras me quitaba el saco.

—Yo también me alegro de verte hermano —habló mientras le daba un mordisco a su sándwich.

—Si lo que digas —hablé—. ¿A qué debo tu visita?

—Oh si, sobre eso —habló Hoseok—. Me ha contactado una empresa de Shanghai y pues se ve que la empresa tiene un buen futuro, quiero convertirme en accionista y me gustaría que vinieses conmigo para decidir si es adecuado invertir o no.

—¿Quieres que vaya contigo a China?

—Efectivamente —sonrío.

—¿Cuándo nos iremos? —pregunté cerrando mis ojos.

—Está misma noche —palmeó mi hombro.

(...)

Acabábamos de aterrizar en la dichosa ciudad de Shanghai, tomé mi maleta y bajé del avión privado de Hoseok, subimos a la camioneta que había rentado y él manejo hasta el hotel en donde nos quedaríamos. Nos registramos y subimos hasta nuestras habitaciones, ordenamos comida y nos quedamos hablando en su habitación.

—¿A qué horas iremos a la empresa mañana? —pregunté mientras tomaba un trago de cerveza.

—A las diez —respondió mi amigo.

—¿Qué empresa te contacto? —pregunté nuevamente.

—Parece que estamos en un interrogatorio —bufó—. No recuerdo muy bien el nombre de la empresa —se rascó su nuca—. Mañana lo veremos, mientras come y mira la película.

—Está bien —rodé mis ojos y puse atención a la película.

(...)

Desperté debido al sonido de la alarma, me levanté y caminé hacia el baño para hacer mis necesidades y bañarme.

Terminé de colocarme el saco y salí de la habitación en busca de Hoseok, al llegar a su habitación me di cuenta que había una nota en la puerta.

" Ocurrió algo y me tocó ir a otra empresa, necesito que tú te adelantes y vayas a la empresa para leer los papeles del trato, en la recepción del hotel di tu nombre y un chofer te llevará hasta la empresa " - Hoseok

Guardé el papel y tomé el ascensor que me llevó directo a la recepción. Hice lo que me dijo Hoseok y en menos de diez minutos una camioneta llegó y me llevó directo a la empresa. Agradecí al chofer y bajé de la camioneta, entré al edificio y caminé hacia donde se encontraba una recepcionista.

—Buenos días —saludó amablemente la chica—. ¿En qué puedo ayudarle?

—Vengo en representación del señor Jung Hoseok, me pidió que revisara unos contratos por él, soy Min Yoongi.

—Oh señor Yoongi —sonrío la chica—, por favor acompáñenme. Lo llevaré a la sala de conferencias para que lea los papeles y hable con los encargados —se paró de su asiento y me guió hasta llegar a una pequeña sala—. En unos momentos vendrá la jefa, con permiso —se retiró de la sala.

Me senté en una de las sillas y abrí el folder que estaba sobre la mesa, eran bastantes páginas en blanco y al final se encontraba otra nota.

" Luego nos lo agradecerán :D "
- Hoseok y Elkie

—¿Qué demonios? —hablé y luego escuché como la puerta de abría.

Me giré a ver quien venía y entonces la vi a ella. Me tensé inmediatamente al darme cuenta que la capa blanca ya no cubría sus ojos.

Ella se acercó sonriente hacia a mi.

—Disculpe la tardanza, tenía unos papeles que revisar —caminó hacia una de las sillas y se sentó.

—¿Mei en serio eres tú? —hablé aún sin salir de mi trance.

—Sí, soy yo —sonrío y me miró.

Al parecer ambos habíamos entrado en un trance, yo no podía dejar de admirar su rostro, ella finalmente podía ver.

—¿Eres Min...Yoongi? —preguntó lentamente y yo asentí.

Me levanté y cerré mis ojos esperando lo peor, pero solo sentí como unos brazos me rodeaban. Abrí los ojos y vi que Mei me estaba abrazando, no perdí más tiempo y también la abracé.

—Lo siento tanto —habló mientras me miraba—. Estaba muy enojada ese día y dije tantas cosas que... —no deje que terminara de hablar ya que la besé.

Extrañaba tanto este sentimiento, extrañaba las emociones que solo ella podía causar en mí. Nos separamos por falta de aire y junté su frente con la mía.

— Te extrañé tanto —hablé mientras acariciaba su mejilla.

—Yo también te extrañé —sonrío—. Eres más guapo de lo que imaginé —su comentario hizo que me sonrojara.

—Me alegra mucho que finalmente puedas ver —sonreí  y comencé a apreciar sus ojos—. ¿Cuándo sucedió?

—Hace menos de un año mi madre y yo viajamos a Australia y ahí me realicé otra cirugía, y pues resultó —sonrío—. De verdad quería llamarte, pero tenía miedo a que me rechazaras.

—Nunca podría rechazarte. Créeme que intenté olvidarte pero no pude, eres el amor de mi vida y no podría sacarte de mi corazón nunca —la besé nuevamente—. Te amo tanto Mei Ling.

(...)

- Cuatro meses después -

Mei y yo ahora vivíamos juntos. Seguía administrando la empresa pero ahora desde Shanghai.

Hoy era sábado y ninguno de nosotros iría a trabajar. Habíamos decidido quedarnos en casa a disfrutar de la compañía del otro.

—¡Yoongi! —exclamó Mei desde la segunda planta de la casa.

Subí lo más rápido que pude las escaleras y entré a la habitación.

—¿Qué pasó cariño?

—Yoongi yo... estoy... embarazada —habló mientras me entregaba dos pruebas de embarazo.

Tomé las pruebas entre mis manos y leí el resultado que claramente marcaba "positivo". La alegría invadía mi corazón y una sonrisa se asomó en mi rostro, tomé a Mei entre mis brazos y la apreté suavemente contra mi.

—Gracias por hacerme el hombre más feliz —besé su mejilla—. Gracias por darme la dicha de ser padre, te amo tanto cariño y también te amo ti pequeñín —me agaché hablando a su aún aplanado viente.

—¿Cómo estás tan seguro que será niño?

—Se que será un niño —besé su mejilla—. Aunque no tendría problema si es una princesa, sería la princesa de papá.

—Gracias por todo Min Yoongi —sonrío—. Te amo tanto —depósito una beso en mi nariz.

Toda mi vida había crecido con una idea errónea del amor, pensando que tal vez no estuviese hecho para alguien como yo. Pero la vida se encargó de enseñarme que no.

El destino puso en mi camino a una gran mujer, que logró enseñarme que hay que ver más allá de las apariencias. Me enseñó que hay que ver con el corazón lo que pasa desapercibido ante nosotros. Ella me demostró que es el amor ciego.

- Fin -