—¿Puedo sentarme contigo Mei? —preguntó Jackson.

—Claro siéntate —sonreí.

—Oye Mei —habló llamando mi atención.

—¿Sí?

—¿Te gustaría salir mañana?

—Yo... —no terminé de hablar ya que fui interrumpida por alguien.

• Yoongi •

—Lo siento amigo pero ella saldrá conmigo mañana, y también pasado mañana. ¡Ah! y lo que resta del año también —hablé mientras apoyaba mi mano en el hombro de Jackson.

—¿A qué te refieres? —preguntó Jackson—. ¿Acaso ustedes son algo?

—Así es amigo, Mei y yo somos algo —sonreí—. Ahora si me disculpas quiero estar a solas con mi chica —hablé mientras acariciaba levemente la espalda de Mei.

—Es-ta bien —habló Jackson y se retiró.

—¿Qué acaba de pasar? —habló Mei riendo.

—Nada solo le dejé claro las cosas —me senté frente a ella—. Tu eres solo mía, y ya era tiempo que se diera cuenta.

—¿Así que soy solo tuya eh? ¿Cuando acordamos eso?

—Pensé que ya lo sabías —acaricié su mano pero ella la apartó.

—No Yoongi no hemos formalizado nada y hasta que no sea así no pienso hablar contigo —se giró y me dió la espalda.

—Mei ¿en serio actuarás así? —puse mi mentón en su hombro—. Cariño por favor.

—¿Qué quieres?

—¿Mañana quieres salir conmigo? —besé su cuello, haciendo que ella soltara un suspiro—. Por favor.

—Bien —respondió.

—¿De verdad no me dirás nada más?

—No, ahora llama a mi madre que ya me quiero ir... por favor.

Resignado me levanté y busqué a la madre de Mei, cuando la encontré ella me indicó que debía llevar a Mei a casa. Ella aún debía atender unos asuntos, obedientemente regrese donde Mei.

—Lo siento cariño, pero yo tendré que llevarte a casa —hablé acercándome.

—¿Y mi madre? —preguntó seria.

—Tiene algunos asuntos que atender, así que si quieres regresar a casa debe ser conmigo.

—Está bien —bufó—, vamos.

Se levantó y entrelazó su brazo con el mío, para así no caer. Juntos caminamos hasta el auto, la ayudé a subirse y manejé hasta la casa.

—Listo ya llegamos —hablé aparcando el auto frente a su casa.

Ella se quitó el cinturón, y tenía la intención de bajarse, pero me bajé y corrí rápidamente para ayudarla a salir. La llevé hasta la entrada de la casa en donde la señora Xiang nos recibió.

—Buenas noches chicos —sonrío la señora—. Yoongi pensé que no irías a la cena.

—Hoseok se fue antes, así que me quedó tiempo de ir a la cena —sonreí pero Mei entro a la casa.

—Ve con ella —habló la señora Xiang.

Seguí a Mei y la lleve al jardín de la casa.

—¿Qué quieres Min?

—Yo quería disculparme —rasqué mi nuca—, estuvo mal haber dicho que somos algo cuando aún no hemos formalizado las cosas.

—Está bien te disculpo, pero ahora me gustaría estar sola por favor —habló sentándose en la banca.

—Está bien cariño, te veo mañana, buenas noches —hablé besando su mejilla.

—Buenas noches Yoongi —sonrío levemente.

Me despedí de la Xiang y crucé la calle para llegar a mi casa. Me cambié mi ropa por una más cómoda, y luego me acosté en la cama, entre tantos pensamientos finalmente me dormí.

• Mei •

Subí las escaleras con sumo cuidado hasta llegar a mi habitación, me puse mi pijama y me acosté en la cama.

Tenía tantas cosas rondando por mi mente y para mi mala suerte eran ideas estúpidas sobre Yoongi, el miedo a ser usada me estaba ganando. Suspiré pesadamente y me acomodé mejor en la cama, luego de unos minutos finalmente me dormí.

(...)

—¿Cuándo nos iremos? —pregunté a mi madre mientras llevaba una cucharada de cereal a mi boca.

—No tengo fecha exacta Mei, pero será pronto.

—Está bien —suspiré y dejé mi cereal a un lado.

—¿Harás algo hoy? —preguntó mi madre.

—Yoongi dijo que saldríamos, pero no sé —bufé.

—Está bien hija. Yo debo ir a firmar unos contratos, pero regresaré temprano —escuché como se levantaba—. Te veo más tarde mi niña, te amo —besó mi mejilla y se fue.

Me levanté del comedor y me dirigí a la sala buscando algo en específico, mi piano.

A pasos torpes logre encontrarlo, me senté frente a este y comencé a tocar. Desde muy pequeña había aprendido, mi padre me había enseñado y siempre tocaba una canción para él cuando regresaba del trabajo.

Seguí tocando por un rato, hasta que escuché como alguien aplaudía.

—Tocas muy bien cariño —esa voz era de Yoongi—. ¿Podrías tocar otra?

—No —respondí y sentí como se sentaban a la par mía.

—Entonces yo tocaré por ti —Yoongi comenzó a tocar una melodía que sorprendentemente nunca había escuchado.

—Bonita canción, ¿de quién es? —pregunté cuando Yoongi ya había terminado de tocar.

—Yo la compuse —respondí—. Cuando era más joven me la pasaba tocando el piano.

—¿Me la podrías enseñar? —pregunté.

—Solo si ya no sigues molesta conmigo.

—Está bien —sonreí—. Pero dame un besito.

—¿Un besito?

—Sí —hablé haciendo un puchero.

Luego de eso sentí como Yoongi posaba sus labios sobre los míos. Pose mis manos alrededor de su cuello, para profundizar el beso

Luego de aquel beso, una sonrisa nerviosa se formó en mis labios.

—¿Ahora ya estamos bien? —preguntó Yoongi.

—Ahora estamos bien —besé su mejilla.

—Bien ahora te enseñaré la canción.

Pasamos el resto de la mañana en el piano, Yoongi me enseñó la canción que el había tocado y por mi parte yo también le enseñé algunas canciones.

Yoongi me daba la calma que tanto quería, solo él lograba hacerme olvidar el dolor con el que cargaba.

Él me hacía olvidar que era ciega y me hacía sentir verdaderamente amada.

¿Debería confesar mis sentimientos hacia él?