70. ACCIDENTE
PORFAVOR LEAN TODO EL CAPÍTULO. INCLUSO LA NOTA FINAL :) GRACIAS POR TODO
"Estas son las últimas noticias, hoy a las 8:00 pm, en un pueblo pesquero, Andrew Rickford, el heredero del grupo Rickford fue víctima de un ataque en donde fue atropellado. El culpable fue capturado en la escena del crimen, era el dueño de una empresa de inversiones la cual cayó en bancarrota por culpa de la compañía Rickford. Se cree que el señor Rick Baker actuó en contra del conglomerado. El heredero Rickford está siendo asistido en cirugía en un hospital de Cardiff el cual se desea mantener en secreto su nombre. "
Isabelle apagó el televisor con sus manos temblorosas mientras comenzaba a hiperventilar. Nathan caminaba de un lado a otro en la sala de espera al igual que David. Adam estaba débilmente temblando mientras se apoyaba en la pared del hospital.
Yo... esto era... no lo sé...
No podía concordar una oración en mi mente, quería creer que estaba en un trágico sueño, sin embargo el característico olor del hospital me estrellaba de nuevo a mi realidad.
Todo se desmoronaba ente mis pies y el aire comenzaba a faltarme.
—Alice, todo estará bien —susurró Isabelle en un gimoteo mientras acariciaba mis manos con el fin de consolarnos entre las dos.
Pero no tenía fuerzas para hacerlo.
No tenía fuerzas para emitir una palabra.
Solo quería llorar pero mis lágrimas no respondían.
Mientras escuchaba el eco de mis propios pensamientos, el sonido de unos tacones contra la cerámica del suelo se hizo presente en la pequeña sala de espera personal.
— ¿Estás satisfecha? — sollozó Isabelle con toda su determinación al ver a la formidable Helena Rickford. —Dime, ¿Es esto lo que querías?
—Srta. Tranquilícese —intervino el Sr. Tanne al ver que la Sra. Helena suspiro y cerró sus ojos ante la acusación de su hija.
—Dijiste que todo lo que hacías era por el bienestar de Andrew —la voz de Isabelle se fue encogiendo cada vez más al borde del llanto. — ¡Mira lo que tu supuesta felicidad le ha ocasionado a tú propio hijo!
La señora Rickford seguía observando a Isabelle con ninguna expresión en su rostro. No estaba segura sí estaba pasmada o simplemente no le importaba.
—Helena, ¿Tienes al menos la mínima idea de lo que le gusta hacer a Andrew? ¿Sabes cuáles son sus sueños? ¿Sabes por qué llora? ¿Por lo menos sabes cuál es su comida favorita? —cuestionó Isabelle entre lágrimas.
—La cirugía ha sido todo un éxito —informó el Sr. Tanne a la Sra. Rickford después de colgar el celular que hasta apenas ahora yo había visto. —Ya pasó la etapa crítica.
Ese anuncio hizo que mi corazón recobrara nuevamente sus regulares latidos. Sentí que de nuevo podía respirar y deseaba ver nuevamente su sonrisa ladeada que emanaba superioridad.
—Eso me tranquiliza —mencionó la Sra. Helena llevando una mano a su pecho. —Vámonos.
—Sí señora.
Isabelle levantó rápidamente su mirada con desconcierto al escuchar la orden de su madre al Sr. Tanne.
— ¿No... piensas quedarte? —susurró mientras su labio inferior temblaba rítmicamente.
—Tiene una reunión urgente en Hong Kong —respondió el Sr. Tanne haciendo que Isabelle estrujara su puño.
— ¡¿No te bastó con abandonar a mi papá?! —gritó Isabelle haciendo que la Sra. Helena detuviera su paso hacia la salida. —Contéstame, ¿Qué es más importante para ti? ¿La compañía Rickford o la vida de tu hijo? ¡Responde! —bramó entre llanto.
Sin embargo, la Sra. Rickford tomó su decisión al continuar su paso hacia la salida de la sala de espera.
Adam, Nathan y David observaron con desprecio la espalda de la Sra. Helena mientras se alejaba, pero yo decidí ayudar a sentar a Isabelle que seguía conmocionada entre lágrimas que no tenían intenciones de detenerse.
Sabía que la Sra. Rickford era demasiado cruel y llegué incluso a pensar que no tenía un corazón, sin embargo no debía olvidar que ella además de ser la presidenta de la compañía, también era una madre. Helena Rickford era la madre de Andrew, y era imposible para una mamá no querer a sus hijos.
Tomé la decisión de salir de la sala de espera y perseguí a la Sra. Rickford –obviamente conservando mi distancia.
Al parecer, sus piernas le fallaron porque tuvo que sostenerse de un muro del hospital haciendo que el Sr. Tanne la auxiliara y la ayudara a sentar en una banca. Se veía muy agitada y sus manos comenzaron a temblar hasta el punto en que tuvo que sostener una mano con la otra para evitar tiritar.
A grandes zancadas me acerqué a ella y al señor Tanne, y este último a verme dio una pequeña reverencia y se alejó del lugar.
Solo estábamos la Sra. Helena y yo.
Y por alguna razón que nunca podré explicar, me senté en el extremo de la banca en donde estaba la Sra. Rickford.
Díganme loca, está bien. Pero algo en mi corazón no me permitía dejar las cosas como estaban. Sabía que en lo muy recóndito del corazón de la Sra. Helena había una parte maternal que adoraba a sus hijos.
—A Andrew le encanta comer pasta, pescado en trocitos, rollo de huevos, arancini, sándwiches y galletas caseras —murmuré con una sutil sonrisa a recordar la forma que él comía todo eso. Siempre me pareció extraño que alguien con tan refinado paladar le encantara ese tipo de comida, sin embargo, Andrew era realmente especial. — Y también disfruta las brochetas de pescado que venden en la calle —continué con una pequeña risa. —Puede comerse hasta 25 o más.
Sentía que la voz en mi garganta se atoraba y solo quería llorar en los brazos de Andrew.
Lo extrañaba tanto. Su sonrisa, su mirada, sus abrazos, sus besos, sus malos refranes, sus inoportunos comentarios, sus problemas, sus sueños. Extrañaba todo de él. Y desde que me fui al puerto, solo podía pensar en Andrew.
—Le gusta ir de día de campo y ver las estrellas con el telescopio que su padre le dio —proseguí sin importar que la Sra. Rickford no decía nada. Ella simplemente estaba con la cabeza agachada mientras sostenía sus manos y mordía su labio rojo. —Él se sabe todo los nombres de las estrellas. Y su sueño es no prometer cosas que no va a cumplir.
La señora Helena suspiró apagadamente y se levantó de la banca para dirigirse a la salida del hospital.
— ¡No se preocupe por él! —dije haciendo que ella se detuviera, sin embargo no se giró, solo detuvo su paso. —Andrew estará bien.
La señora Rickford acomodó su gabardina y continuó su camino ignorando todo lo anterior que yo había dicho.
Sin embargo, aunque fuera bastante obvio que a ella no le importó lo que dije, sentía que mis palabras la afectaron muy dentro de ella.
Era como un sexto sentido.
Subí de nuevo al cuarto piso en donde estaba la sala de espera VIP, pero antes, me asomé por el ventanal para respirar un poco de aire fresco. Sin embargo, mi atención fue llevada a la limosina negra que circulaba por la casi solitaria calle.
Iba a alejarme, sin embargo no lo hice al ver que aquella limosina se detuvo y de esta bajó el Sr. Tanne. Él se acercó a un puesto de la calle y después de hablar con el vendedor y entregarle un dinero, este le dio una bolsita con brochetas de pescado.
El Sr. Tanne después de recibir las brochetas se subió de nuevo al auto y continuó su camino.
Me fue imposible evitar una pequeña sonrisa. Justo como lo había pensado, la Sra. Helena tenía un corazón de mamá.... Muy en el fondo.
El amor de madre era un amor infinito. Era el fruto en el vientre, era un regalo de Dios. Algunas veces ellas cometen errores, y este era el caso de la Sra. Helena, sin embargo lo que ella hizo merecía perdón.
Claro que perdonar no significaba olvidar.
—Andrew ya está en su habitación. ¿Por qué no vas? Sí sabe que estás a su lado despertará pronto.
Giré mi rostro al escuchar que Adam me habló, así que después de brindarle una sonrisa salí corriendo en busca de la sección VIP en donde debería estar la habitación asignada para Andrew.
(...)
Mi respiración se agitaba, el dolor en mi pecho incrementaba a cada segundo y sabía que mis lágrimas no tardarían en salir.
Pensaba que nunca volvería a ver a Andrew conectado a cables y con mascarilla de oxígeno a parte de aquella vez de la broma pesada de los F4.
Pero ahora, yo estaba sentada a su lado sosteniendo su fría mano mientras escuchaba el molesto "bip" que generaba la máquina que le ayudaba respirar a Andrew. Apreté con fuerzas su mano al ver el inmovilizador de su cuello y el yeso de su brazo izquierdo, además su pierna derecha estaba siendo levitada por un conjunto de cables y tubos.
"Aparte de ser el heredero de la compañía Rickford, ¿Alguna vez me viste como una persona normal?"
"No. Para mí, siempre serás Andrew Rickford, el futuro presidente del grupo Rickford. Fue algo que tuve presente desde el día en que te conocí"
Fue mi culpa. No debí mentirle. No tuve que alejarlo de mí de esa manera.
—Andrew ¿Puedes escucharme? — sollocé acariciando su gélida mano a pesar de la alta calefacción del lugar. —Ese día te mentí. Para mí, siempre serás Andrew, el tonto de Andrew al que ama Alice, quien no es bonita ni tampoco tiene dinero ni renombre —mis sollozos intensificaron y sostuve su mano hasta mis labios. —Así que despierta por favor —mis lágrimas comenzaron a derramarse sobre su fría mano y solo podía escuchar el eco del "bip" paulatinamente. —Andrew te amo tanto. Despierta por favor. ¡Abre los ojos Andrew!
La habitación se inundó de mis lágrimas y de mis gritos que pedían a llanto que Andrew despertara.
Y ahí estaba yo, llorando al lado de Andrew sin ningún consuelo y sin ganas de parar hasta que él abriera sus ojos.
(...)
—Max acomoda los platos en la mesa —ordenó mi madre, así que mi hermanito corrió a servir la carne que mamá había preparado. — ¡Me siento como nueva!
—Sí, cariño. Todo está saliendo muy bien. Niños, reúnanse en la mesa, hay que agradecerle a Dios por toda la suerte que nos trajo — mencionó mi papá con una sonrisa.
—Pero si volvimos a estar como antes — refunfuñó Max cruzando sus brazos.
—Pero estamos en familia. Estamos en nuestro hogar. Recuerden que Dios aprieta pero nunca ahorca. Vamos a rezar — dijo mi madre con dramatismo. —Alice, te toca la oración.
—Bien... bueno... hmm... —no sabía que decir, no estaba a acostumbrada a rezar antes de la comida. —Dios, te pedimos gracias por los alimentos de hoy, porque estamos reunidos en familia y por el trabajo de mis papás.... Ehhmm... ¿Amén?
—Y te pedimos por la salud del joven Andrew para que pronto se despierte y se recupere totalmente —complementó mi madre con los ojos cerrados. —Amén. Ahora sí, a comer.
— ¡Oh! Se me olvidaba algo. Dejaron un paquete para Alice— dijo mi papá levantándose de la mesa. Cuando regresó, lo hizo con una caja de color beige.
— ¿Qué hay allí papá? — preguntó Max, sin embargo mi padre negó con su rostro.
—No lo sé. Es de Alice así que ella debe abrirlo ¿No?
— ¿Y quién lo dejó? —preguntó esta vez mi mamá.
—No lo sé. Lo dejaron con el casero del edificio — comentó mi padre alzando sus hombros. —Me alegra que todo haya vuelto a la normalidad. Incluso está mejor, porque el casero se sintió mal por lo que pasó antes y nos dejó el alquiler muy barato. ¡Casi gratis!
—Y también pudimos re abrir la tintorería. Todo está saliendo de maravilla —continuó mi madre.
—Y lo mejor es que puedo volver a mi colegio. Voy a estudiar mucho y seré un programador —dijo mi hermano con gran decisión. —Estar de vuelta en Cardiff es lo mejor.
Sonreí por lo emocionados que estaban mis papás y Max, así que conservando esa sonrisa abrí la caja y me sorprendí al ver el uniforme de la escuela Rickford.
— ¿Esto por qué está aquí? — mencioné frunciendo mi ceño sin esperar alguna respuesta.
Incluso había una información sobre mi horario y sobre las tareas en las que estaba atrasada.
—Yo me fui del colegio —susurré un poco confundida.
— ¡OH POR DIOS! —gritó mi madre de emoción y pronto, las lágrimas cubrieron su rostro.
— ¿Qué es cariño?
— ¿Qué pasó mamá? —pregunté y ella me mostró una carta mientras sus manos temblaban.
12-04-20_ _
Gales, Cardiff.
RICKFORD UNIVERSITY.
Cordial Saludo.
Con atención de que la becaria ALICE LAWLER ha satisfecho los requisitos de buena escolaridad y conductas señalados por el reglamento respectivo de la escuela Rickford, se ha determinado revalidar la beca en Rickford University para el periodo universitario 1975-76. La beca concede el 100% a cargo de la institución en el primer año. Será la instancia responsable de la alumna ALICE LAWLER para que la beca sea renovada semestralmente.
Se aprovecha la oportunidad para reiterar la consideración distinguida hacia la becaria.
ATENTAMENTE,
Drue Hanck
Director de University Rickford.
(...)
Caminaba por el colegio con mis manos en los bolsillos del blazer, era particularmente extraño regresar a la institución Rickford y escuchar el murmullo de los estudiantes, sin embargo, esta vez no era por mí, sino por Andrew.
Todo el día, incluso en clases y en la cafetería, el tema de conversación era del accidente del líder de los f4 y heredero del gran conglomerado. Decidí ignorarlos, no era porque no me importara, sino que me lastimaba escucharlos hablar del estado en coma de Andrew.
Ya había pasado dos semanas desde que viajé del puerto pesquero hasta Cardiff por el accidente de Andrew. Todo fue tan difuso y tan rápido que pensé que estaba soñando. Además, no podía dejar de sentirme culpable por todas las mentiras despiadadas que le dije antes de marcharme.
Mientras caminaba decidí comprar una botella de agua y fue gratamente refrescante sentir el líquido pasar por mi garganta. Algo que también me inquietaba era la razón por la que estaba en el colegio y por la beca en la universidad, además, eso no era todo, mis padres recuperaron la tintorería y el casero nos dejó el alquiler casi gratis como por arte de magia.
Sin embargo, sabía que el que realizó ese hechizo mágico, fue la barita del dinero y poder de la Sra. Helena. Extrañamente y sin poder encontrar una explicación valedera, la Sra. Rickford fue la responsable de nuestro golpe de suerte como lo llamaban mis papás.
No podía asegurar que la Sra. Helena me aprobara, sin embargo estaba agradecida por lo que hizo. Tal vez me seguía odiando o tal vez ya no. Sin embargo yo sabía que dentro de esa coraza que decía presidenta Rickford, había una bella joya que decía madre.
—Hola Alice — giré con la botella en mano al escuchar que alguien había dicho mi nombre.
—Adam —susurré con sorpresa sin embargo, inmediatamente le sonreí.
A pesar de su confesión en el puerto, él era mi mejor amigo y no quería que nuestra amistad se arruinara por eso. Deseaba actuar normal y dejaría que el tiempo olvidara lo demás.
—Andrew ya despertó.
Sentí que el hueco en mi corazón se retorcía, deseaba decir algo, preguntar sobre cómo estaba o cuando despertó, sin embargo de mi garganta no salía ni siquiera un monosílabo.
Adam se movió y pude observar que en la calle de la institución, estaban parqueados dos carros deportivos; uno naranja y otro amarillo. Y al lado de los autos, estaban David y Nathan levantando sutilmente su mano en señal de saludo con una sonrisa enmarcada en sus rostros.
(...)
Mi corazón palpitaba con más irregularidad a cada paso que daba en la sección VIP del hospital. Sentía que hiperventilaba hasta que la mano de Nathan se posó sobre mi hombro derecho.
—Keep calm Alice, everything will be fine
Le brindé una sutil sonrisa con mi corazón que latía a mil, sin embargo no pude evitar temblar al llegar a la habitación #402 con una insignia que decía Paciente Andrew Rickford.
Sentí un deja vú al recordar la broma de los F4 hace dos años, sin embargo esto era real, no era una mentira o una clase de juego. Andrew en verdad estaba en el hospital debido al accidente.
Regular el movimiento de mi mano fue algo casi imposible, sin embargo y de todas formas abrí la puerta del hospital. Nuevamente observé a Andrew postrado en la cama, a excepción que esta vez no tenía la mascarilla de oxígeno y su pie ya no estaba levitado.
El inmovilizador del cuello, los yesos y los cables en su cuerpo aún estaban con él, sin embargo pude soltar un suspiro de descanso al ver sus ojos azules que me hacían sentir más de mil cosas a la vez. No pude ver su cabello rizado, pues estaba cubierto por un gorrito de lana gris.
— ¡Oh! Alice, pasa — dijo Isabelle con una sonrisa sentada en un mueble al lado de Andrew.
—Ahora que estás despierto te ves mejor —mencionó David con las manos en sus bolsillos.
—Yeah my bro, welcome back.
Andrew sonrió sutilmente por los comentarios de David y Nathan y enseguida, Adam estiró su puño cerrado hacia él. Andrew chocó su puño contra Adam –claro que con su mano no enyesada-
—Te lo agradezco —mencionó Adam en voz baja pero audible para todos.
— ¿Por qué? —preguntó Andrew con su voz ronca y algo débil.
—Por salvarme y porque estás vivo —Andrew soltó una sonrisa socarrona al escuchar el comentario de Adam.
— ¿Realmente pensaste que el gran Andrew Rickford moriría como un vil mortal? —comentó en tono de burla haciendo que todos los presente riéramos ante su egocéntrico comentario.
—Ese definitivamente es Andrew —dijo Nathan entre risas.
—Alice, ¿por qué estás en el rincón? Ven acércate y siéntate. Todos los exámenes salieron bien —comentó Isabelle, así que con una sonrisa decidí acercarme hacia Andrew.
Mi corazón latía con mayor intensidad y una tonta sonrisa se me escapó al ver su rostro.
—Me alegra que estés bien Andrew —mencioné con una gran sonrisa. Sentía que todo estaba saliendo a nuestro favor a pesar de que Andrew frunció levemente su ceño.
— ¿Quién es esta niña con cara de tonta?
Mi sonrisa se desvaneció al escuchar su comentario. No estaba segura si era alguna broma de Andrew o si en verdad desconocía quien era yo.
—Andrew, ¿No recuerdas a Alice? —preguntó Nathan rompiendo el silencio de la habitación. —Ya deja de bromear, no es gracioso para ella.
—No la conozco, ¿Debería?
¿Les gustaría un maratón?
¿Creen que Andrew esté molestando o en verdad no recuerda a Alice?
.....
Les recomiendo muchísimo pasar por la novela "Viviendo con un odioso" de CarolineKnight5, es super buena y muy chistosa! Lleva 15 capitulos y se las recomiendo mucho! es super enganchadora y graciosa, es una adaptación de un dorama y se las recomiendo mucho! Me está encantando!!!!
SINOPSIS:
¿Qué sucedería si vivieras en la misma casa de tu príncipe azul, pero te das cuenta que es un chico odioso que vive para humillarte? Esta es la historia de Erika White, una chica un poco torpe e ingenua que se enamorará del chico más sexy e inteligente pero antipático de la preparatoria. ¿Podrá una casa lograr que él se enamore de ella o simplemente volverlo loco cada día?
Tambien quiero agradecer a CamiMundana por este hermoso edit... Me encantó!!!
Y pues voten por si les parece bien un maratón y de nuevo, por fa pasen por la novela de mi amiga "Viviendo con un odioso" :) la ayudarían muchísimo!
https://www.wattpad.com/story/60147896-viviendo-con-un-odioso
Gracias!
KATHERINE PIERCE
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