60. CEREMONIA
Matrimonio de Andrew y Allie.
Matrimonio de Andrew y Allie.
Matrimonio de Andrew y Allie.
Eso lo repetía mentalmente, una y otra vez... Era alguna forma de poder pasar el shock por saber que en menos de 2 horas se celebraría tan aclamada y mencionada boda.
Incluso los medios de comunicación esperaban que cuando ellos regresaran a Cardiff, Allie fuera nombrada oficialmente Allie Rickford.
Todo estaba organizado de una manera estratégica, incluso la luna de miel se celebraría aquí mismo en Malasia en una hermosa isla durante dos semanas, con el objetivo de que eso no afectara demasiado las horas laborales de Andrew... Parecía que todo estuviera ideado por la Sra. Rickford –Y supongo que ella era la encargada de hacer todo esto realidad-
El gran salón en donde Allie se estaba preparando era en realidad una gran locura.
Demasiado.
Maquillaje, ropa, los zapatos, el vestido, los collares, la plancha, el secador... Todo pasaba de un lado a otro mientras arreglaban a Allie.
Seguí en mi labor de buscar a Abby, porque a última hora, había decidido que ella entregaría las sortijas de matrimonio.
Bueno, en realidad era porque no sabía que al ser la dama de honor principal, yo debía entregarle la sortija a Andrew, para que él se la pusiera a Allie. En definitiva, no soportaría eso, así que opté para que Abby fuera la que entregara los anillos.
Pero el problema era que no sabía en donde estaba Abby.
Me asomé en una esquina de la puerta de la iglesia, pero no encontré rastro de mi amiga.
¿Por qué cuando más la necesitaba, ella nunca aparecía? Era como si el destino quisiera que yo sufriera entregando esos anillos. Podía pasar que al tocar a Andrew se me cayeran las sortijas o podía ocurrir algo peor.
Podía vomitar encima de él... de nuevo.
Decidí alejarme de la iglesia ya que observé que en la primera fila estaba la Sra. Rickford y los Señores Klein.
La futura familia feliz.
Pensé con sarcasmo e intenté reír amargamente por lo que dijo mi conciencia.
—Oye, hay que bajar ya —escuché la voz de David que provenía de una habitación, así que un poco esperanzada (pensando que Abby tal vez estaba en el cuarto) me asomé por la ventana, pero un fuerte dolor se instaló en mi pecho al ver que no estaba Abby allí, sino los F4, inclusive... Andrew.
Él intentó colocarse un corbatín negro, pero al no poder se desesperó y tiró la tela al suelo mientras se sentaba en un sillón y masajeaba el puente de su nariz.
—Andrew tranquilo —mencionó Adam recogiendo el corbatín, para después ajustarlo correctamente en el traje de Andrew.
—Nathan, ¿Puedo pedirte un favor? —mencionó Andrew con la voz un poco cansada.
— ¿Cuál? —preguntó mientras estiraba la corbata de su traje formal.
—Rómpeme el brazo —fue lo único que dijo antes de que Nathan, David y Adam lo viera como si fuera un demente.
—Andrew —David intentó detenerlo, sin embargo Andrew se acuclilló a una mesa para depositar su brazo delante de Nathan.
—Puedes romperlo con un solo intento ¿No es así? —preguntó mientras tensionaba su brazo derecho.
— ¿Hablas en serio? —interrumpió David masajeando su cabeza al ver que Nathan colocaba su mano en el brazo derecho de Andrew.
—A la cuenta de tres —dijo Nathan a lo que Andrew cerró sus ojos. —uno... dos... dos y medio. ¿Seguro que quieres hacerlo?
— ¡Rompe el maldito brazo! —gritó Andrew, a lo que Nathan asintió, pero antes de que pudiera ejercer presión, decidí abrir la puerta.
Allie no merecía nada de eso. Ella estaba muy ilusionada y Andrew no podía retractarse faltando solo una hora de la boda después de haber tenido más de dos meses para hacerlo.
— ¿Qué estás haciendo? —los cuatros me observaron con sorpresa, y finalmente Andrew decidió levantarse.
—No te metas en esto y ve afuera —ordenó mientras ajustaba la manga de su traje.
— ¿No me digas que esto es lo mejor que se te pudo haber ocurrido? —espeté con suspicacia.
¿Romperse el brazo?
¿Qué más había pensado?
¿Saltar al mar?
—Sí esta es tu única forma de detener esto, entonces cásate —mencioné con decepción al verlo.
—No digas eso —murmuró mientras se acercaba a mí. Mordí con fuerza mi labio al oler su agradable fragancia y tuve que detener mi impulso de desear abrazarlo... o besarlo.
—Mira Andrew, ni siquiera puedes defender lo que quieres. Nunca enfrentas nada, siempre huyes —espeté nuevamente. Lo que él estaba haciendo era demasiado cobarde, al igual que sus últimas decisiones. —Si te rompes el brazo, dentro de dos semanas se realizará de todas formas la boda. Y no importa cuanto lo aplaces. Algún día va a ocurrir.
—Entonces dime que no lo haga —mencionó mientras me sostenía por los hombros y se inclinaba para estar a mi altura. —Di que no me case y no lo haré —susurró cerca de mi oído, así que por inercia cerré mis ojos al sentir su respiración cerca de mi cuello.
Una de las partes más difíciles de mi vida era decidir si alejarme o intentarlo una vez más.
Pero, la vida me estaba diciendo a gritos que nunca lo tuve así que nunca lo perdí... Sin tener un principio estaba llegando a su fin.
El pasado era historia. Personas que no van a regresar, lugares que ya no están, momentos que no volverán pasar... Una vez que lo aceptes, ya no tendrán el poder de lastimarte más... Era fácil de decir, pero difícil de practicar.
Me vi obligada a blanquear mis ojos y separarme de Andrew. Debía aceptar que él era parte de mi pasado. Un hermoso pasado que no se repetiría.
—Alice...—susurró mi nombre mientras me observaba con algo de ¿Súplica? Quizás, pero Andrew Rickford no rogaba por nadie.
Pronto sentí que él sostuvo mi muñeca y miles de cosquillitas invadieron nuevamente mi cuerpo.
Sin embargo, quería que soltara mi mano, deseaba que él entendiera que yo debía dejarlo ir.... Ya no tenía nada más que decir.
—Debo buscar a Abby —mencioné mientras me soltaba de su agarre nuevamente.
Siempre que hablaba con él, terminaba muriendo un poco más.
—Ah, no hagas esperar mucho a Allie, ella está muy emocionada — Y le sonreí, como si nunca hubiera llorado por él.
Solo trataba de ser feliz.
ALLIE POV'S
Esperaba pacientemente por la llegada de Andrew. No tenía asegurado que él llegaría, así que mi corazón latía fuertemente para no perder la esperanza.
Eran las 16:30, ya había pasado hora y media, y Andrew no hacía su llegada.
Cuando era niña y veía películas de matrimonios, siempre pensé en entrar al altar y ver a mi futuro esposo esperándome con una gran sonrisa...
Pero, todo era diferente. Era como si los papeles se hubieran invertido. Era yo la que esperaba con una sonrisa la llegada de su amado.
¿Por qué me había enamorado de alguien que no me amaba?
Andrew y Alice se enamoraron en menos de dos años... Yo iba a tener toda la vida para remplazar ese lugar. Solo debía tener paciencia.
Pero me preocupé al no ver tampoco a Alice.
¿Andrew y Alice habrán hablado?
¿Andrew y Alice habrán restablecido sus lazos?
¿Andrew y Alice se habrán escapado juntos?
Miles de preguntas rondaron en mi mente, y decidí hacerle señas a Abby para que se acercara, debido a que me llamó la atención de que ella tenía el cofre de los anillos y no Alice.
—Hola Abby —mencioné con una sonrisa mentalizándome que todo estaba bien.
—Sí Andrew no baja rápido, esto será una locura —comentó Abby al ver a los invitados inquietarse. —Ah! Se me había olvidado decirte. Alice quiso que yo entregara los anillos.
— ¿Ella no vendrá?
—Sí vendrá, solo que fue al baño hace unos minutos. No demora en regresar —aseguró con una tierna sonrisa. Eso hacía que mi corazón se calmara un poco. —Le voy a escribir a David sobre Andrew ¿Si?
Observé que Abby sacó su celular y se alejó un poco. También percibí que mis padres estaban un poco molestos, pero la Sra. Helena aseguró que solo fue un contratiempo de Andrew. Dijo que eran solo los nervios...
Aunque yo sabía que no era eso.
—David dijo que estaban en camino —mencionó Abby mientras se acercaba y parecía que el cielo volvía a jugar a mi favor. Solo necesitaba a mi mejor amiga aquí conmigo, pero entendía si ella no quería estar en la boda.
—Damas y caballeros, el novio hace presencia — al oír una voz de los amplificadores de la iglesia sentí un gran descanso. Observé que al abrir la puerta, aparecieron primero Nathan, David y Adam como los padrinos de boda.
Después de que ellos se ubicaran en el lugar asignado, mi padre me arrastró por la puerta trasera. Según él, se debía respetar la tradición.
"El novio observa a la novia caminar hacia el altar"
Eso fue lo que dijo mi padre. Esperé con nerviosismo hasta que escuché la canción nupcial y supe que era mi llamado de entrada.
Caminé por la alfombra blanca con mucho nerviosismo mientras sostenía la mano de mi padre. Deseaba sonreír. Esbozar la mejor sonrisa que tenía mi rostro.
Pero, por alguna razón, al ver a Andrew me fue imposible sonreír.
¿Estoy haciendo lo correcto?
Yo lo amaba, y mi labor era hacerlo feliz para siempre. Formar juntos una familia... Pero....
No lo sé. Muy dentro de mí había algo que me decía que no estaba bien.
—Cuídala bien —dijo mi padre mientras extendía mi mano hacia la mano de Andrew. Él después de mirar a su madre recibió mi mano y me llevó al frente del sacerdote.
—Queridos hermanos, nos hemos reunido aquí para ser testigos de la unión de la señorita Allie Klein y el señor Andrew Rickford. El matrimonio es un regalo de Dios sellado por un compromiso sagrado —comencé a escuchar cada palabra del padre, pero no me sentía feliz por lo que estaba haciendo. Observé a Andrew y el brillo de sus ojos se había opacado. —A través del amor, marido y mujer se prometerán cuidado mutuo y compañía armoniosa.
Escuché todo lo que el padre decía; la antífona de entrada, el acto penitencial, la primera y segunda lectura, los salmos, el evangelio y todo lo consiguiente. Pero había algo que me inquietaba; el rito de matrimonio.
Andrew podía negarse en cualquier momento y no podía hacer nada para impedirlo. Yo solo quería brindarle mi eterno amor.
¿Eso era algo malo? Yo lucharía por su felicidad.
— ¿Han venido aquí a contraer matrimonio por su libre y plena voluntad sin que nada ni nadie los presione? —preguntó el sacerdote mientras nos observaba.
—Sí padre, vengo libremente —mencioné con una sonrisa observando a Andrew. Él guardó silencio y observó a la Sra. Helena, para después observar al sacerdote.
—Sí padre —susurró con la mirada un poco perdida.
— ¿Están dispuestos a amarse y honrarse mutuamente en su matrimonio durante toda la vida?
—Sí padre, estamos dispuestos —dijimos esta vez unísono.
Mientras aceptábamos lo que decía el sacerdote, un mensaje llegó a mi celular. Agradecí que el vestido fuera tan grande y debido a esto no notaron que yo estaba con el móvil.
WHITNEY: Srta. Allie, encontramos a Alice Lawler.
El mensaje fue enviado por Whitney, mi guardaespaldas personal.
YO: ¿Sí? ¿En dónde está?
WHITNEY: Logramos Hackear el celular del Sr. Andrew Rickford. Él recibió a las 16:35 un mensaje sospechoso. Envío el adjunto.
—Así, ya que quieren contraer Santo Matrimonio, unid vuestras manos, y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia —Andrew y yo levantamos nuestra mano derecha y la unimos.
—Yo Andrew Rickford te pido a ti, Allie Law... Allie Klein —corrigió inmediatamente sin que casi nadie lo notara, sin embargo yo supuse quien era la mujer que reinaba sus pensamientos. — Que seas mi esposa porque...—Andrew cerró sus ojos antes de continuar. — Te amo y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad y amarte y respetarte todos los días de mi vida.
— Yo Allie Klein te acepto a ti, Andrew Rickford como mi esposo porque te amo, y también prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso en la salud y en la enfermedad y amarte y respetarte todos los días de mi vida.
—Si hay alguien que sepa de algún impedimento por el cual esta pareja no deba unirse, que hable ahora o calle para siempre —sentenció el padre, así que inmediatamente observé a Andrew, quien miró nuevamente a su madre y luego cerró sus ojos y apretó su puño con fuerza.
Abrí la imagen que Whitney había enviado a mi celular y pude percibir a Alice amarrada en un asiento con una cinta en su boca. La imagen era reciente, porque ese vestido era el que escogí para las damas de honor.
Mis manos temblaron y decidí leer el mensaje que se envió con la imagen.
El novio está tardando demasiado para su boda.
Cerré mis ojos. Ahora comprendía todo. Andrew no asistió a la boda porque quería hacerlo, él lo hizo para que Alice estuviera sana y salva.
Yo amaba a Andrew con todas mis fuerzas. Eso no era novedad.
Pero él no me amaba a mí. Eso tampoco era algo nuevo.
Una vez leí que "Si amas a alguien, déjalo ir. Si regresa, es tuyo. Si no regresa, nunca lo fue."
Pero, sí esa persona me amara nunca se iría de mi lado.
Y Andrew deseaba estar con Alice...
Yo no era parte de su felicidad... No podía seguir aferrándome a alguien que no me amaba.
— Que el Señor confirme este consentimiento que han manifestado...
Sin esperar que el padre terminara de autorizar la entrega de las sortijas, decidí levantar mi mano.
Renunciar a alguien por su felicidad... Aprendí que eso también es amor.
—Yo soy la que me opongo a este matrimonio —afirmé bajando mi mano. Observé que el rostro de Andrew era toda una confusión, al igual que el de mis padres y la Sra. Helena.
Decidí usar esa confusión para sacar nuevamente mi celular.
YO: Encárgate de que Alice esté bien. ¿Cuántos son?
WHITNEY: Solo son 5. Inmediatamente actuaré con los refuerzos.
— ¿Qué es lo que dices? —mencionó la Sra. Helena con tranquilidad, pero eso contradecía la vena que se marcaba en su frente.
—Allie Klein, ¡Compórtate! —reprendió mi padre con dureza, sin embargo no me retractaría.
—Yo Allie Klein me opongo a esta boda —repetí con algo de nerviosismo. Me intimidaba un poco el rostro de mi papá, pero sentí seguridad al ver la sutil sonrisa de Andrew.
No lo había visto sonreír desde hace... Creo que nunca lo había visto sonreír si no estaba con Alice.
WHITNEY: No sé si este dato le sea irrelevante o no. Pero los secuestradores son guardias de la familia Rickford. Tomaremos medidas contra ellos. La Srta. Alice Lawler está sana y salva. Solo fue sedada.
Alguien de la familia Rickford tuvo que haber hecho eso, y todo señalaba a la Sra. Helena. Ella no quería a Alice, se enfureció al verla trabajar en la mansión, además las miradas de Andrew y su madre durante la ceremonia cobraron sentido.
— ¿Hay alguien más que se oponga a esta boda? —pregunté mientras me giraba para ver a los invitados confundidos.
—Yo también me opongo —dijo Adam mientras se levantaba de su asiento.
—Yo también me opongo —prosiguieron Nathan y David al unísono.
—Yo también —continuó Abby mientras se levantaba del asiento.
— ¿Qué está pasando aquí? —preguntó el sacerdote muy desorientado.
Supongo que es la primera boda en donde la novia y cuatro personas más se oponían.
—Allie, creo que divertirse en maravilloso, pero esta broma ha ido demasiado lejos —comentó la Sra. Helena con una voz severa.
—Lo siento mucho. Mamá, papá, esto no es ninguna broma... Yo no puedo casarme con él. No puedo hacerlo —repetí observando a mis padres con decisión. Había escogidos las palabras correctas. Querer es diferente a Poder. —Lo he estado pensando mucho, y creo que aún no estoy preparada para este tipo de compromiso —expliqué con tranquilidad pero sin titubear. —Lamento si les causé problemas —dije observando a Andrew quien evitaba sonreír. —Papá, entiende que esto es mi culpa, así que sigue el contrato con la compañía Rickford —mencioné observando a mi padre. —Presidenta Helena y Andrew. Lo lamento de todo corazón —finalicé al dar una pequeña reverencia.
—No puedo creerlo —susurró la Sra. Helena antes de levantarse del asiento y retirarse de la iglesia, por consiguiente, los demás invitados imitaron su acción.
— ¿Qué fue eso? —preguntó Andrew en tono bajo para que solo fuera audible para mí.
—Usualmente soy una buena chica —comenté con una sonrisa... Cualquier persona puede pensar que yo fingía sonreír, pero en realidad no lo hacía.
Sonreía con naturaleza, porque sabía que Andrew y Alice conseguirían su eterna felicidad sin más impedimentos.
— ¡Allie! ¡Gracias! —chilló Abby con alegría mientras corría para abrazarme.
—Oh!, casi lo olvido —mencioné mientras sacaba mi celular y llamaba al contacto de Whitney.
Con todos los sacrificios que había hecho el día de hoy, ya me había ganado el cielo. Eso era seguro.
¿Que les parece Allie? ¿La odian o ya la quieren?
Vota si te gustó el capítulo ;) Perdón por la demora
KATHERINE PIERCE
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