36. MADURAR
El gondolero que remaba cantaba una canción y después de sentir que estaba en el borde de mis lágrimas decidí despejar mi mente y distraerme en cualquier otra cosa.
♪♫Yo por ti, Volaré, espera que llegaré. Por cielos y mares, hasta tu amor. Mi fin de trayecto eres tú...♪♫
De pronto de la nada se escuchó una voz femenina desafinada entonando otra canción que opacaba la del gondolero.
— ¿Qué diablos es ese sonido? —pregunto Nathan dándose vuelta para ver de dónde provenía. Ahí estaba Allie al timón de la góndola llevando al gondolero como pasajero.
—Wow, suena como si la fueran a despedir. ¿Cómo se puede ser tan desafinado? — comentó David casi con vergüenza ajena. —Es sexy, pero con esa voz... ñeh...
—Pero si es...— susurré observando a la rubia enérgica. No había duda, esa chica era Allie.
— ¿La conoces? — pregunto Adam frunciendo su ceño.
—Solo espero que no sea de Gales. Esto es una vergüenza para nuestra nación —dijo Nathan avergonzado de Allie.
—Es norteamericana, además es muy divertida —expliqué sonriente.
— ¿Cómo es que la conoces? — preguntó esta vez David.
—Ella me salvó la vida.
—What? Esos fuimos nosotros —exclamó Nathan fingiendo estar ofendido.
Unas horas después, caminábamos por la plaza del hotel y un exquisito olor de comida se instaló en mis fosas nasales, sin poder evitarlo, mi estómago rugió levemente, lo que hizo que David y Nathan comenzaran a reír.
—Wow, Alice, ¿Hace cuánto que no comes? —se rió David mientras me abrazaba por la espalda. Simplemente me crucé de brazos y formé un puchero.
—Alice, prepárate. Iremos al mejor restaurante de toda la ciudad. ¡Come on! —aseguró Nathan así que todos lo seguimos hasta el dichoso y muy elegante restaurante.
—Bienvenido —saludó un camarero en la entrada mientras nos guiaba por unas escaleras al segundo piso. Subimos en una fila encabezados por Adam, sin embargo él se detuvo al ver la entrada y giró para devolverse.
— ¿Qué sucede? —preguntó rápidamente David. — ¿Está lleno?
—Don't worry friends. Andrew es conocido por aquí. Tan solo decimos su nombre y está bien —aseguró Nathan mientras subía las escaleras, pero Adam lo detuvo.
—Vamos a otro lugar —mencionó de manera cortante.
—Ya se... Al parecer se te antojó la comida Italiana. La gastronomía de aquí es especialista solo en la francesa —mencionó David sonriente mientras observaba a Adam quien asintió.
— ¡Ah, sí! Conozco a un chef que prepara las mejores pastas. Come on guys. —continuó Nathan después de reír nerviosamente.
Algo aquí andaba mal, como si me estuvieran ocultando algo. Observé que los tres bajaron y yo deseaba subir al restaurante para ver lo que ocultaban. Sin embargo no pude dar un paso más, porque Nathan me alcanzó y me tomó suavemente del hombro para que bajara.
Después de cenar, estaba en mi cuarto mirando por la ventana sentada en el borde de esta.
— ¿Estas bien con eso? —escuché una voz a mis espaldas y observé que era Adam.
— ¿Acerca de qué? —pregunté mirándolo esta vez a sus ojos.
—Venir hasta acá, ¿No lo lamentas?
— ¿Cuándo podre venir aquí de nuevo? Era mi sueño irme de vacaciones sola — expliqué forzando una sonrisa.
— ¿Y qué harás? —preguntó Adam un poco más relajado sentándose a mi lado.
—Sinceramente... No tengo nada planeado. Sólo quería ver su cara y decir. "¿Cómo has estado?", "¿Qué has hecho?". Sólo con decir "hola" estaría bien. ¿No es extraño?
— ¿Porqué?
—Parece que pasó una eternidad desde la última vez que lo vi. Y si Andrew pretende no conocerme, sentiré que estoy despertando de un largo sueño —susurré, sin embargo eso pareció molestarle a Adam, porque se levantó y observó la ventana antes de soltar un leve bufido.
—Si fuera un sueño, todo esto no hubiera sido tan difícil.
— ¿Qué?
—Después de enviarte aquí, me di cuenta, que probablemente estarías sola, sin poder hacer nada. Cuando me di cuenta de eso, ya estaba en el avión —observé detalladamente a Adam, sin embargo él estaba viendo el paisaje nocturno desde la ventana. — Por lo tanto, no es un sueño. Porque estás... frente a mí —susurró tratando de encontrar las palabras adecuadas. —Descansa — diciendo lo último Adam dio media vuelta dejándome algo abrumada. Me giré hacia la ventana y vi mi reflejo.
Tenía unas espantosas ojeras, los últimos 6 meses me habían sido imposibles para dormir. Todas las noches esperaba una llamada de Andrew y al levantarme al siguiente día no me separaba del celular porque sentía que él escribiría en cualquier segundo...
Quizás deseaba quedarme con la imagen del Andrew que me entregó la cadena y del Andrew que subió una colina nevada para protegerme y que esperó cuatro horas en la nieve por una cita.
Observé de nuevo la ventana y soplé sobre el vidrio. Al verlo empañado escribí la letra "A", pero de inmediato lo borré.
Deseaba que lo que vi en el bar del hotel hubiera sido solo un malentendido.
(...)
Al siguiente día estábamos desayunando en el hotel y después de terminar el último bocado David se disculpó porque debía llamar a alguien. Seguimos riendo de cosas triviales y me lamentaba mucho por haber juzgado alguna vez a los F4.
Ellos eran personas increíbles.
—Chicos, buenas noticias —mencionó David guardando su celular en su bolsillo con una gran sonrisa en su rostro.
—Cuenta —insistió Nathan.
—Hoy Andrew tiene libre una hora. El Gerente Tanne aseguró que lo podremos ver a las 18:00. —informó David a lo que Nathan sonrió. Forcé una sonrisa y observé a Adam quien simplemente miraba la vasija del desayuno. —Nos encontraremos en el gimnasio del hotel.
— ¿El gimnasio? —preguntó incrédulo Nathan.
—El Sr. Tanne movió varias citas para lograr esa hora, así que aconsejó que Andrew no saliera de Vennetian por si ocurría una emergencia. —Nathan y Adam asintieron con una sonrisa. Aunque no lo dijeran, ellos extrañaban mucho a Andrew. Se conocían hace más de una década, además entre todos eran los mejores amigos, eran algo así como hermanos.
ADAM POV'S
Nos dirigíamos hacia el gimnasio principal del hotel, observé que Alice estaba un poco más distraída de lo usual... Yo no era un tonto, algo había ocurrido el primer día que ella llegó.
Alice deseaba con todas sus fuerzas ver a Andrew, sin embargo ahora trataba a toda costa de evitarlo. Sus palabras de la noche anterior recorrían mi cabeza.
Si Andrew tratara de ignorarla ella pensaría que todo había sido un sueño... No había forma que la Alice que había visto en Cardiff dijera eso. Ella trataba de ocultar algo, algo relacionado con Andrew.
Ella no solía mentir, sin embargo cuando lo hacía, su cuerpo la delataba. Comenzaba jugar inconscientemente con sus dedos, soltaba una pequeña risa nerviosa y siempre desviaba su mirada hacia la izquierda.
—Chicos —susurró Alice haciendo que los tres nos detuviéramos. — Yo... creo que mejor no iré.
— ¿Qué? —preguntó rápidamente David sin lograr entender.
—Bueno, ustedes lo conocen mucho antes que yo, sé que lo extrañan mucho. Además se van a encontrar en el gimnasio podrían jugar futbol o básquet. Sería bueno que se reencontraran como F4.
—Pero Alice, tú eras la más emocionada por viajar a París a verlo —interrumpió Nathan. Decidí guardar silencio y analizar la situación. Había algo que tenía asegurado y eso era que ella no deseaba ver a Andrew. Pero ¿Porqué?
—Lo sé, pero puedo verlo después. Es mejor que ustedes vayan ¡Reunión de chicos! —insistió forzando una sonrisa.
Después de unos minutos, Alice se negó en venir con nosotros, así que nos dirigimos al gimnasio del hotel para encontrarnos con Andrew.
Alice no quería hablar y no quería insistirle, sabía que si continuaba con el tema ella lloraría. Sin embargo con Andrew era toda una historia diferente. Él me explicaría que fue lo que sucedió.
—Hey, ¿has estado bien? — pregunto David bastante emocionado al ver entrar a Andrew.
—Ha pasado mucho tiempo —mencioné mientras le lanzaba el balón de básquet y él lo atrapaba.
— ¿Vinieron? —dijo Andrew aclarando más que preguntando. Él lanzó la pelota a David mientras nos observaba detalladamente. Nosotros usábamos unas ropas deportivas, no habíamos cambiado mucho en esos seis meses, sin embargo Andrew si lo había hecho.
Él lucía un perfecto traje con abrigo y zapatos negros además su cabello había perdido algunos rizos y cargaba unas pequeñas bolsas oscuras debajo de sus ojos.
—Si queríamos encontrarnos con el ocupado heredero de la Compañía Rickford teníamos que hacer un esfuerzo —respondió un sonriente David lanzándole el balón de vuelta a Andrew.
—Es bueno verlos —susurró con poco ánimo mientras me lanzaba el balón a mí.
— ¿Estás siendo sincero? No parece que estuvieras contento —comenté devolviendo con fuerza el balón. Sin embargo un serio Andrew logró atraparlo.
Algo había cambiado. De eso estaba seguro. Ese no era el Andrew que conocía...
¡Habían pasado 6 meses! ¡6 meses! Solo para decir "¿Vinieron?" sin ninguna emoción. Algo similar tuvo que haber sufrido Alice.
— ¿Qué pasa? No nos hemos visto en mucho tiempo —dijo Nathan tratando de alivianar el ambiente.
—Alice también vino con nosotros —comentó David de repente. — Espera, me equivoco. Ella vino antes que nosotros a verte. ¿No la has visto o sí?
— ¿Por qué debería verla? —espetó Andrew mientras rebotaba el balón.
— ¿Qué? — preguntó David extrañado y a la vez un poco molesto. Decidí guardar silencio, sabía que en el momento en que Andrew pisó el gimnasio todo saldría mal. Andrew pasó por el lado de David rebotando el balón y se acercó al arco para encestarla.
—Esa niña... ya no tiene nada que ver conmigo —aseguró mientras observaba la perfecta cesta.
—Andrew, en todo este tiempo no has hablado con Alice ¿Eso fue a propósito? —preguntó David y concordaba con él. Nathan solo nos observaba un poco extrañado.
—Si fue a propósito o no, de todos modos yo no tengo tiempo para esas cosas.
— ¿Esa clase de cosas? — pregunté algo ofendido. Para Andrew, ¿Estar con Alice solo era una clase de cosa?
— ¿Estás hablando enserio Andrew? — agregó Nathan, así que Andrew giró y por su rostro supuse que respondería con un semblante duro.
— ¿Finalmente nos reunimos y de lo único que quieren hablar es de cosas sin importancia? —preguntó incrédulo mientras rebotaba de nuevo el balón.
—Entonces compórtate como hombre — desafió David sin dudar.
— ¿Por qué? Ustedes conocen y rompen con chicas todo el tiempo. ¿No tengo permitido hacerlo también? —respondió totalmente tranquilo.
— ¡Lo hago muchas veces, pero no lo hago a tu manera, cobarde! —gritó David exaltado yendo contra Andrew, sin embargo Nathan lo detuvo.
— Cálmate —mencionó tranquilamente Nathan mientras lo sostenía sin mucho esfuerzo.
—Oye ¿Qué dijiste cuando te ayudamos con Alice? Dijiste que ibas a ser responsable de principio a fin —gritó nuevamente David siendo sujetado por Nathan.
— ¿En verdad me creíste? —respondió serio y tranquilo. — ¿Pensaron que nuestra relación tenía futuro? No sean tontos. —David enojado logró soltarse de Nathan para sujetar a Andrew desde la solapa de su abrigo.
— ¡¿Sabes que eres el culpable de que Alice no pueda nadar?! —gritó haciendo que Andrew frunciera levemente su ceño. —Eres un maldito cobarde —bramó antes de darle un puñetazo en la cara a Andrew, haciendo que él cayera al suelo.
— David —mencionó tranquilamente Nathan mientras lo alejaba de Andrew.
— ¡Levántate! —David forcejeaba pero Nathan tenía más fuerza así que impedía que se acercara a Andrew. Nunca había visto a David tan alterado, no era algo usual de él.
—David cálmate —insistió serenamente Nathan.
— ¿Crees que puedo calmarme? ¿No escuchaste a este idiota? —observé que Andrew se levantaba del suelo mientras limpiaba un hilo de sangre de su boca. David seguía gritando mientras Nathan trataba de controlarlo. —Andrew yo sabía que esto pasaría. Te lo advertí. ¡Te dije que no te metiera con Alice! ¡Eres un cobarde!
Los primeros días que Andrew y Alice comenzaron a salir, Nathan y yo estábamos de acuerdo con eso, era una decisión que ellos habían tomado así que no debíamos de intervenir. Sin embargo David era todo lo contrario, había insistido que Andrew no se metiera con una chica como Alice.
Tal vez David sea considerado un mujeriego, sin embargo tiene unas reglas básicas al estar con una mujer, una de esas reglas era nunca meterse con niñas buenas.
— ¿Qué les pasa? —mencionó tranquilamente Andrew mientras acomodaba su abrigo. —Se supone que son mis amigos. ¿Ahora están de parte de Alice?
—Andrew...—Nathan iba a decir algo, sin embargo Andrew lo interrumpió.
—Aún los considero mis amigos. Pero si siguen tocando el tema de Alice, mejor váyanse. —sentenció para comenzar a salir del gimnasio.
— ¿Por qué cambiaste tanto? —preguntó Nathan mientras Andrew le daba la espalda.
—700mil —susurró
— ¿Qué?
—Esas son las personas... que trabajan todos los días para la compañía Rickford. Imagina cargar con esa responsabilidad. Son más de 700.000... Intenta tener 700.000 familias en tus hombros. Dime si este tipo de cosas no te hacen cambiar —finalizó para así poder alejarse del lugar.
Nathan soltó a David quien comenzó a gritar y lanzar el balón hacía todos lados. Observé a Nathan y él negó con su rostro y miró fijamente el suelo de madera.
Ese tipo no era nuestro amigo.
Entendía que tuvo que madurar para hacerse cargo de la compañía, sin embargo cambiar no significa deshacerte de tu anterior vida. Él tenía más opciones y había optado por olvidar todo, incluyendo a Alice.
Solo que no entendía como en 6 meses lo había logrado. Algo extraño estaba sucediendo. Nunca lo culpé, en ningún segundo, incluso trataba de entenderlo, ponerme en su situación... Sin embargo ignorar a Alice no había sido su mejor decisión.
No podía hacer nada. No podía obligarlo a hacer algo que él no quería, pero si podía hacerlo reaccionar, hacer que recordara al Andrew de hace 6 meses.
ALICE POV'S
Ya era de noche y solo podía dar vueltas en el boulevard del hotel mientras esperaba a Adam, David y Nathan. Después de varios minutos decidí detenerme al frente de un puente sobre una canal para observar una pantalla gigante que estaba anunciando algo en donde aparecía Andrew.
"Un reto inimaginable. Una realidad increíble. El mejor hotel de Europa, Vennetian. Rickford es sinónimo de leyenda"
Observé la pantalla hasta el último segundo y me concentré miranda el agua de la canal. Debía pensar en otra cosa que no fuera Andrew. Los chicos pronto regresarían y lo último que deseaba era que me vieran llorar.
Pensé en mi familia... En lo que ellos estarían haciendo... Mis padres tienen un trabajo estable que les paga bien, hacen parte del servicio de limpieza de un gran centro de artes. Eso era una buena noticia. Debía pensar en cosas buenas, para que el dolor en mi corazón no me consumiera.
Sabía que no debía enamorarme... Sin embargo, lentamente Andrew lo hizo.
—Alice. —Escuché una voz lejana, así que giré y observé a los chicos acercasen.
— ¿Cómo está Andrew? —me atreví a preguntar forzando una sonrisa. Ellos tres se vieron y Nathan tocó el puente de su nariz y Adam observó el pavimento después suspirar. — ¿Pasó algo?
—Está bien —susurró David no muy convencido. —Excepto porque actúa muy extraño —susurró nuevamente con un poco de odio.
—Oye —interrumpió Nathan tocando el hombro de David.
—Alice necesita saberlo —insistió David un poco enojado.
—Las personas con el tiempo suelen cambiar —explicó Nathan observándome. —El estrés no es ningún juego.
— ¿L-les dijo que no quería verme? —pregunté recreando una falsa sonrisa. Hay sonrisas que no son de felicidad, sino un modo de llorar con bondad.
— ¿C-cómo? ¿Ya lo sabías? —preguntó David algo intrigado. Me vi obligada a morder mi labio y asentir.
—No se preocupen por mi ¿Si? No importa lo que él diga. Lo único que quiero es escucharlo de su propia boca. Tengo que enfrentarlo ¿no? —susurré aún con aquella sonrisa.
Mi sonrisa era tan falsa como todas las promesas de Andrew.
—Esa es la Alice Lawler que conozco —mencionó Nathan con un poco de alegría. —Vaya es una noche perfecta. Alice ¿Sabes conducir moto?
— ¿Qué? —pregunté un poco extrañada.
— ¿Quiere aprender? Será divertido —sugirió David tomándome del brazo para arrastrarme hasta la parte trasera del hotel donde estaba despejado. Solo había unas cuantas motos, y Nathan me pasó unas llaves.
—Sube Alice —mencionó Nathan así que obedecí. La moto que conduciría era blanca con detalles negros. —Tu mano derecha controla tanto el acelerador como el freno —explicó señalando la empuñadura. —Al tirar de la palanca derecha activará los frenos delanteros. The key is to make it soft. —Asentí a su indicación. Debía hacerlo suave.
—Tu pie derecho controla el freno trasero —continuó Adam. —Es sobre todo útil para situaciones cuando vas a una velocidad baja.
—El embrague es muy importante. Este es —prosiguió David mientras señalaba la palanca de la izquierda.
—El embrague controla la conexión entre el motor y la transmisión. Al apretar la palanca de embrague desacopla el embrague y desconecta el motor de la transmisión —explicó nuevamente Adam mientras yo trataba de recordar todo. Frenos, acelerador, y embrague.
—Aprieta la palanca del embrague para desacoplarlo. Mueve la palanca de cambios a la primera velocidad utilizando tu pie. Suelta el embrague lentamente. Gira el acelerador para evitar que el motor se estanque —seguía todos los pasos de Nathan y pronto pude hacer que la moto se moviera sin que se apagara.
—Les dije que aprende fácil —comentó Adam con orgullo haciendo que Nathan y David rieran.
—Sería bueno una carrera pero Alice aún está aprendiendo —mencionó David así que Nathan asintió.
—No hay problema, ustedes pueden competir mientras yo sigo practicando en la moto —sugerí con una sonrisa. —Hagamos algo. Ustedes compiten y el perdedor deberá gastar la cena. Y les advierto que tengo hambre —todos rieron al unísono.
—Me parece justo. You're smart —mencionó Nathan entre risas.
—Alice...—susurró Adam así que negué con mi rostro.
—Estaré bien, no se preocupen. Además tengo con que distraerme —le di dos leves golpes a la moto y Adam sonrió.
— ¡Vamos Adam! —gritó Nathan montándose a una moto roja.
Pronto los chicos desaparecieron de mi visión, así que me concentré de nuevo en mi moto. Lo estaba haciendo bien, aunque no presionaba mucho el acelerador. Detuve la moto al ver que estaba comenzando a salir de la parte trasera del hotel y había olvidado preguntar como daba reversa. Me apeé de la moto debido a que no podía continuar más y observé una pantalla gigante donde apareció de nuevo Andrew.
"Los esperamos en París, la ciudad del amor"
En el anuncio aparecía Andrew vestido con un traje formal cargando un ramo de flores rojas. Al fondo se podía apreciar la entrada del gran hotel y finalizó mostrando el logo de la Compañía Rickford.
Esto se había convertido más de lo que podía soportar. Mi corazón se desgarraba. Me comenzaba a envenenar el silencio y mi aire se iba alejando de mí.
Sin darme cuenta comencé a llorar con fuerzas. Estar al lado de Andrew fue toda una bomba de tiempo, fue emocionante, sin embargo dejó un gran dolor detrás de mí.
Escuché el motor de una moto y pronto sentí que alguien me abrazaba a mis espaldas, volteé levemente mi cabeza y observé a Adam tratando de consolarme. Mi corazón se incendiaba y ningún extintor podía apagarlo.
Comenzaba a derrumbarme... Solo con recordar a Andrew mi corazón ardía.
(...)
Después de cenar por la derrota de Adam, quien había decidido estar conmigo en vez de ganar la competencia, me dirigí a mi cuarto para disponerme a dormir.
Observé mi alrededor oscuro, y deseaba estar con mi papá. Cuando era pequeña, él siempre lograba calmar mis lágrimas. Él tenía el poder para hacerlo... Sin embargo ahora estaba sola, en una gran habitación recordando a Andrew.
Ese dolor en mi corazón incrementaba a cada segundo y lo único que se podía escuchar eran mis sollozos sin consuelo. Así fue hasta que pude conciliar el sueño.
¿PORQUE CREES QUE ANDREW ESTÁ ACTUANDO ASÍ?
¿ADAM O ANDREW?
Al primer comentario le dedico el capítulo ;)
Siguiente capítulo: PESADILLAS Y CRUELDAD
KATHERINE PIERCE
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