30. ESTRELLA Y LUNA
MARATÓN!! 3/4 ;)
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ADAM POV'S
Llegué a la mansión Rickford para visitar a Andrew, la última vez intenté hablar con él, sin embargo estaba con Alice y decidí mejor no interrumpir. Parecía que todo el mundo estaba en contra de ellos, así que esos pequeños momentos en que ambos reían se debían valorar.
Los últimos días fueron estresantes, Alice había desaparecido al igual que Andrew, en un inicio pensábamos que estaban juntos, sin embargo Nathan logró sacarle información al piloto Lee y este mencionó que Andrew había viajado en el helicóptero, pero viajó sin compañía.
Comenzamos a investigar pero no encontrábamos una salida, David tuvo que consolar a la amiga de Alice quien estaba muy preocupada, gracias a ella nos enteramos que Alice había desaparecido, nosotros pensábamos que Alice no deseaba tener ningún contacto con F4 y por eso era su ausencia.
Días después regresamos a la mansión Rickford con esperanzas que Andrew supiera del paradero de Alice, sin embargo, el mayordomo Morrie nos dijo que Andrew había llegado, pero que leyó una carta misteriosa y se encerró en su cuarto.
Después de tocar esperando a que abriera la puerta de su cuarto, Nathan forzó la cerradura descubriendo que Andrew no estaba en ningún lado. David encontró un pedazo de papel en el suelo. Instantáneamente supimos que eran rastros de la carta. Gracias a las mucamas, reunimos los trozos de la carta y descubrimos el mensaje.
Nathan llamó a sus contactos que hábilmente encontraron el paradero de Andrew y Alice. Nunca entendí como lo hicieron, pero eso era algo que deseaba mejor no preguntar. Lo demás era historia, Nathan y esos hombres se encargaron de los 5 raptores con facilidad.
Aunque había algo que seguía rondando en mi cabeza. ¿Cómo Dylan Parker había logrado violar toda la seguridad de la mansión y la institución Rickford? Ha habido grandes organizaciones que deseaban acabar con la compañía, sin embargo la seguridad de los Rickford's es una de las mejores, entonces ¿Cómo un simple modelo había logrado todo eso?
Todo se resumía a que Parker no había trabajado solo. Nathan se estaba encargando en conseguir información, pero al parecer el modelo se negaba a hablar.
Caminé hasta un ascensor de la mansión Rickford y esperé a que se abriera la puerta, sin embargo, al abrirse salió un baja chica de cabello oscuro. Inmediatamente la reconocí, era Alice.
Levanté mi mano para saludarla, sin embargo ella siguió derecho observando el suelo. Entendí que algo andaba mal y que había sucedido algo arriba. Tomé la decisión que luego hablaría con Andrew, y comencé a perseguir a Alice quien se sentó en unas escaleras de la mansión.
— ¿Llamaste al número de emergencia? —me senté a su lado y ella me observó perpleja. —Vine a apagar el fuego —ella forzó una sonrisa, sabía que era falsa, demasiado. Conocía a Alice hace pocos meses, sin embargo sabía diferenciar entre su sonrisa de felicidad y su sonrisa para ocultar lágrimas.
Pronto la invité a mi casa, sabía que en ese estado lo mejor para ella era no estar sola. Alice podía aparentar ser fuerte, pero su corazón era en realidad muy delicado.
—Haré Pancakes —mencioné mientras sacaba de la cocina los ingredientes para prepararlos. —Leche, harina, huevos, polvo para hornear y mantequilla —mencioné al observar que Alice me miró un poco sorprendida. Hace algún tiempo ella me explicó cómo prepararlos, desde entonces los pancakes se habían convertido en mi desayuno. Después de prepararlos le serví una gran porción a Alice y de inmediato los bañé completamente en miel. Ella me observó algo extrañada así que le expliqué. —El dulce es bueno cuando se está deprimido.
Alice pronto comenzó a comer y en poco tiempo había terminado su plato, le serví un poco más y me tranquilizó ver que sonreía de manera sincera.
—Gracias por el desayuno, estaba delicioso —mencionó después de dar el último bocado.
—Entonces, vamos ya —mencioné dejando perpleja a Alice.
Cuando estaba haciendo los pancakes, y esperaba a que estuvieran listos, llamé a Andrew, David y Nathan, entre todos concordamos que sería agradable salir a un lugar para subirle el ánimo a Alice.
Cardiff Ski, ese sería el lugar donde la llevaríamos. La nieve sería un buen distractor para Alice. Sugerí que debíamos llevar a su amiga Abby para que Alice estuviera más cómoda, además David mencionó que él la recogería.
Todo estaba listo, eso era lo mínimo que podíamos hacer por ella.
ALICE POV'S
En las colinas del centro de "Cardiff Ski", Andrew David y Nathan mostraban una gran destreza descendiendo en Snowboard, mientras Adam estaba dentro del hotel tomando un café y leyendo un libro.
Pronto, Andrew dejó la tabla y se acercó a mí con un equipo para esquiar. Mencionó que me enseñaría, así que no me opuse. Sería divertido.
—Pon tus esquí en paralelo...Derecho, derecho —intentaba seguir las indicaciones de Andrew, pero la nieve no era mi aliada. En resumen, no podía hacerlo muy bien por lo que Andrew luego de un rato se desesperó. —Eres una tonta.
—Tonto —refunfuñé mientras empujaba los bastones y con eso hice caer a Andrew. Comencé a reírme fuertemente así que él me lanzó una bola de nieve.
Antes, Andrew me estaba sosteniendo, así que ahora estaba tratando de mantener sola el equilibrio mientras él simplemente reía. Cuando logré estabilizarme, comencé a descender por la colina mientras gritaba... y Andrew se burlaba de mi vergonzoso intento. Segundos después, el problema era frenar, Andrew se le había olvidado mencionar ese pequeño detalle, así que antes de caer, Andrew sujetó mi brazo haciendo que ambos cayéramos a la nieve.
ADAM POV'S
Estaba leyendo un libro con tranquilidad, hasta que escuché las risas de David y Nathan y me vi obligado a cerrarlo.
—Hey, man ¿Qué haces? —preguntó Nathan sentándose a mi lado en el sofá.
—Leer —respondí mientras dejaba el libro en una mesa.
—Vamos, puedes leer en cualquier otro momento —interrumpió Andrew entrando a la habitación.
—Adam, ¿Quién crees que puede tener más chica, Nathan o yo? —preguntó David sentándose en un asiento estilo victoriano.
—Man, Of course I can have more girl —aseguró Nathan bastante confiado.
—Definámoslo. Gana el que tenga más número de mujeres al finalizar estas pequeñas vacaciones —decidí ignorar el reto ridículo de David y Nathan y alcancé mi guitarra para tocar una suave nota. Todos seguían hablando trivialidades hasta que vi que Andrew estaba observando un collar que estaba en sus manos.
— ¿Qué es eso? —preguntó David con curiosidad así que deposité la guitarra a mi lado para escuchar.
—Nada —respondió Andrew con intenciones de guardar la cadena, sin embargo, David se lo quitó hábilmente.
— ¿Nada? Si claro —mencionó con sarcasmo David mientras le entregaba el collar a Nathan.
—Esto me suena a propuesta romántica. ¿No es así casanova? —se burló Nathan mientras me mostraba la cadena de plata.
—No es propuesta, ella siempre está envuelta en accidentes. Así que pensé en ponerle un collar —explicó Andrew haciendo que todos riéramos automáticamente.
—Pero si Alice no es una mascota —comentó entre risas David.
—Claro que considerando su carácter, me preocupa tu seguridad —continuó Nathan con el mismo tono de burla. —A Alice no le agradará la idea.
—Aún con collar ella no dejará de salirse con la suya. Lo más probable es que te de una patada —prosiguió David divertido con la situación. Concordaba con ellos, sí Andrew le deba ese collar con ánimos de atarla como a una mascota, él recibiría un gran golpe.
—La especialidad de Alice Lawler es la patada con giro. No quiero perdérmela por nada —aseguró Nathan asiendo que David riera. — ¿Y eso que decidiste por una de plata? Pensé que te gustaba más el oro.
—Pensé que ella se asustaría con un collar de oro, así que uno de plata es un poco más sencillo —Andrew explicó como si eso tuviera mucha lógica.
—Claro, como si los diamantes fueran muy sencillos —rió fuertemente Nathan, así que me fue imposible no soltar una sonrisa mientras observaba el ceño fruncido de Andrew.
— ¿Por qué todo les causa tanta gracia? Dame mi cadena —refunfuñó Andrew mientras le arrebataba el collar a Nathan.
Minutos después Andrew se marchó y enseguida también lo hicieron Nathan y David quienes mencionaron su tonto reto. Por mi parte, tomé de nuevo mi guitarra y comencé a tocar repetidamente la pieza que tanto conocía.
La romanesca.
Cerré mis ojos y tocaba la melodía hasta que escuché como se abrió la puerta y enseguida se cerró. Escuché también como alguien se sentó en un asiento trasero, sin embargo yo no dejé de tocar. Cuando terminé la partitura giré mi rostro hacia atrás y observé a Alice que aplaudía suavemente.
— ¿Y mi pago? —mencioné mientras estiraba mi mano hacia ella. Alice simplemente rió levemente.
—Iba a voltear las páginas para ti, pero ya te la sabes —explicó entre risas mientras señalaba el libro de las partituras.
—En lugar de eso ¿Podrías hacerme un favor? —sugerí mientras ella sonrió y asintió un poco dudosa.
Conocía que Andrew y Alice podían llegar a ser demasiados tercos y orgullosos... Era imposible saber quién lo era más, así que debía por lo menos ayudarlos un poco. Sabía que habían tenido unos días muy difíciles, y esos tiempos de tranquilidad debían aprovecharlos, por lo menos hasta que la presidenta Rickford decidiera hacer otro movimiento.
ALICE POV'S
Adam me mencionó que fuera a las 19:00 a la terraza principal del hotel, y que llevara dos tazas de café caliente. Pregunté la razón, sin embargo él no deseo darme mayor explicación. Un poco dudosa observé el reloj, y faltaba quince minutos para las 19:00, observé que Adam tomó un libro y empezó a leerlo, así que decidí retirarme.
Caminé hacia una máquina expendedora de café y compré dos vasos para luego buscar la terraza.
— ¡Hey Adam! ¿Por qué me llamas y me dejas esperándote afuera en el frío?— dijo la única persona de la terraza, no sabía quién era, sino fue que esta persona giró y me di cuenta que era Andrew, quien también se sorprendió al verme.
— ¿Andrew?
—Alice...—un poco extrañada me acerqué a él y me recosté en el muro en el que Andrew estaba.
—Ten —le tendí uno de los vasos de café y después de observarlo unos segundos él lo recibió y tomó un sorbo. Di media vuelta y comencé a ver el paisaje mientras frotaba mis manos. Adam hubiera mencionado que hacía frio y hubiera traído un abrigo.
—Hace frio, póntelo —ordenó Andrew mientras se quitaba su abrigo y me ayudaba a ponérmelo. —Mete tus manos en los bolsillos —lo observé un poco extrañada, así que él tomó mis manos y lo llevó a los bolsillos de la chaqueta. Pronto sentí algo frío en el bolsillo derecho del abrigo.
—Hay algo aquí —mencioné mientras sacaba el objeto. Observé que era una hermosa cadena de plata decorada con pequeños diamantes. El collar tenía forma de una estrella que rodeaba una media luna. — ¿Qué es esto?
—Es una cadena ¿No lo sabes? —solté una gran risa por la respuesta de Andrew.
—Sí, de eso ya me di cuenta —reí fuertemente con un tono de obviedad. —Sé que tienes gustos extraños, pero esto es muy femenino para ti —observaba el collar entre risas, así que Andrew bufó.
—Tonta es para ti —masculló entre dientes así que arqueé mi ceja. —Dije que es tuya —observé a Andrew y luego a la hermosa cadena. —Solo hay una en el mundo, así que si la pierdes, en verdad te mato.
— ¿So...lo una? —repetí mientras observaba el collar en forma de estrella con el interior de una luna.
—Sí.
— ¿En verdad solo una?
—Yo mismo lo diseñe. Mira, este soy yo y la de adentro eres tú —dijo mientras me mostraba que la estrella que rodeaba la luna era él. Y la luna en el interior de la estrella era yo.
— ¿Cómo? ¿Cómo que tú eres la estrella y yo la luna?
—Porque la luna de Alice Lawler nunca podrá alejarse de la estrella de Andrew Rickford —explicó mientras yo simplemente lo observaba a sus ojos azules. —No importa que suceda, no perderé a mi luna.
Andrew lentamente comenzó a acercarse con clara intenciones de besarme, pero no opuse resistencia y me quedé quieta. Realmente lo necesitaba. En cuanto estuvo a menos de 5 centímetros, Andrew volteó su rostro porque no pudo contener un estornudo y mató toda la magia del momento.
—Te lo dije, no te quites el abrigo o te enfermaras —reprendí mientras le di un suave golpe en su brazo. Le hubiera pegado más fuerte, sin embargo temía a que siguiera adolorido después del incidente de la anterior vez.
—No me enfermé —replicó mientras giró y observó la vista del paisaje. Torcí mis ojos y negué con mi rostro para así quitarme el abrigo oscuro y ponerlo en sus hombros.
—Hace frío — dicho eso, me atrajo hacia él poniéndome adelante y así cubriéndonos los dos con el abrigo. No opuse resistencia y decidí apoyar mi cabeza en su pecho mientras observaba el collar, sin embargo en su reversa observé que había algo escrito en letra blanca y cursiva...
"A❤ A"
— ¿Qué significa A.A?
—Andrew y Alice —susurró cerca de mi cabello y no pude evitar sentir un cosquilleo en mi estómago. A.A eran nuestras iniciales. — ¿Lo ves? Las que se iluminan son estrellas.
— ¿No que eran satélites? —pregunté con burla recordando el día en que nos quedamos atrapados en el teleférico.
(...)
Al día siguiente, le mostré el collar a Abby, quien estuvo fascinada y creó toda una historia de amor. Yo solo fingía escucharla, pero en realidad no lo hacía, simplemente observaba el dije de la estrella y la luna con una tonta sonrisa.
—Es muy bonito, y es el único collar en este mundo, ¿no te parece romántico? —mencionó Abby con una gran sonrisa enmarcada en su rostro.
—Romántico o no, solo hace que me sienta mucho más presionada —me asustaba un poco perderlo, ya había perdido un regalo de Andrew y él reaccionó de una muy mala manera a algo que le llamaba "baratija"... Me daba un poco de miedo pensar en perder un costoso collar diseñado por él mismo. —Todo el tiempo estoy preocupada por no perderlo.
—Bueno, pues es una preocupación romántica.
— ¿Qué?
—Si alguien me hiciera un regalo único, especialmente para mí, estaría feliz incluso si fuera un pedazo de vidrio —comentó Abby formando un puchero así que le di un leve codazo. —Vamos —dijo Abby cambiando todo su romántico semblante.
— ¿Dónde?
—A esquiar —respondió mirando fijamente a alguien, seguí su mirada y observé a David al lado de Nathan mientras reían y traían puesto el equipo de snowboarding.
Minutos después, Abby y yo nos entreteníamos en la colina cubierta de nieve. Abby me ayudaba lo que más podía, sin embargo, yo a duras penas lograba esquiar un poco sin caerse. Así estuvimos un buen rato entre risas y caídas.
Comencé a esquiar sin ayuda de Abby, sin embargo en un momento caí llamando la atención de ella quien se detuvo automáticamente.
—Alice ¿Estás bien? —preguntó, así que asentí.
—Sí, ve primero —mencioné mientras trataba de ponerme de pie, sin embargo al lograrlo, sentí como caí de nuevo cuando dos mujeres se abalanzaron contra mí.
—Oh, Alice, lo siento. No sabías que eras tú —levanté mi rostro para ver la dueña de aquella voz y observé que no era nadie menos que Sunny.
—Perdimos el control, somos nuevas en esto. Déjame ayudarte —mencionó Miranda mientras me ayudaba a levantar alzando las solapas de mi abrigo. — ¿No te pasó nada? ¿Te encuentras bien?
—Fíjate para la próxima, debes ser más cuidadosa —sentenció Sunny antes de salir esquiando junto a Miranda.
— ¡¿Alice estás bien?! —preguntó entre gritos Abby ya que nos separaba algunos metros.
— ¡Estoy bien! ¡¿Y tú?! —ella asintió.
—Sí, solo desentierro mi esquí —mencionó Abby tratando de sacar el palo de esquiar de la nieve, sin embargo me percaté que iba pasando un chico haciendo snowboard despreocupadamente y en dirección exacta hacia donde estaba estancada Abby.
— ¡Abby, cuidado! —grité, sin embargo estaba muy lejos para alcanzarla y era aún muy novata esquiando como para acercarme.
Intenté moverme, pero me detuve al ver que David corrió hacia Abby y se abalanzó contra ella para evitar que el sujeto la golpeara.
—Señorita Abigail ¿estás bien? ¿Me oyes?... ¿Abigail? —preguntó David preocupado mirando a Abby quien estaba tendida en sus brazos con los ojos cerrados. Abby comenzó a abrir sus ojos y David soltó un pequeño suspiro. — ¿Estás bien?
—Sí, gracias —mencionó ella con una gran sonrisa... Muy grande de hecho.
No era su amiga para no notar ese tipo de cosas. Algo le estaba pasando a Abby y eso relacionaba a David... Solo podía desear que a ella no le gustara el playboy de F4. Si Abby tenía sentimientos por David, él pronto le destrozaría el corazón, yo no podía solo sentarme a ver eso... o quizás si... Tal vez podría advertirle, pero no podía meterme en lo que ella sentía por David Cooper.
Después decidimos ir a la terraza oeste del hotel mientras compartíamos galletas y chocolate caliente. Hablábamos entre risas, sin embargo en un segundo, todo el semblante de Abby cambió.
—Alice, ¿Dónde está tu cadena?
—Mi cadena está...—no pude continuar, debido a que toqué mi cuello y no sentí el collar. Comencé a preocuparte y busqué en todos mis bolsillos, pero no había ni una señal.
ANDREW POV'S
Colgué una llamada de mi madre después de discutir. Desde que la salud de mi padre ha estado delicada no ha sido buenos momentos para la empresa, muchos inversionistas han decidido retirarse y la compañía A.K ha tomado demasiada fuerza en el mercado global. En esos momentos la compañía de mi padre era mi prioridad, sin embargo no era momento para que yo lo remplazara... No obstante, los inversionistas no creían que mi madre estuviera hecha pasa ser la presidenta de la compañía.
Qué mundo tan machista.
Mientras caminaba unas tres chicas interrumpieron mi camino. Creía conocerlas, tal vez de la institución.
—Hola, Sr .Andrew —saludaron en unísono las mujeres.
— ¿Qué hacen ustedes aquí? —espeté mientras guardaba mi celular.
— ¿No le diste por casualidad un collar a Alice? —preguntó la chica rubia de en medio. ¿Cómo diablos ella sabía eso?
— ¿Cómo lo saben? —pregunté pero no obtuve una respuesta. —Les hice una pregunta.
—Una luna dentro de una estrella, ¿No es así? —agregó la pelirroja.
— ¿Cómo se enteraron?
—Pregúntale a Alice, si es que lo conserva a aún —continuó la otra chica rubia.
—Creo que ella la dejó caer mientras esquiaba en la montaña.
— ¿Cómo puede perder algo tan valioso? ¿Por qué es tan descuidada con tu corazón? —escuchaba las palabras de aquellas mujeres, sin embargo solo podía pensar en que ¿Alice había perdido el collar a propósito? Debía esperar a lo que ella dijera, ya la había juzgado demasiada veces... ¿Por qué demonios no podía cuidar una maldita cosa?
—Eso demuestra sus verdaderos sentimientos hacia ti. Debería darle vergüenza, ella no tiene el derec...—antes de dejarla terminar, me abrí paso entre ellas empujándolas levemente.
Caminé hasta la habitación de Alice y al abrir la puerta, la observé agachada en el suelo miranda por debajo de la cama.
— ¿Buscas algo? —pregunté mientras me recostaba en el marco de la puerta. Ella de inmediato se levantó y sonrió nerviosamente.
—Yo solo estoy ordenando esto —se excusó con una pequeña risa. ¿Por qué demonios ella seguía haciendo eso? ¿Por qué debía seguir mintiéndome? ¿Creía que era un estúpido?
— ¿Y la cadena? ¿Dónde está?—pregunté al acercarme y observar su descubierto cuello.
—Es que, bueno, yo... Andrew lo siento mucho —susurró mientras juntaba sus dos manos. —La traía puesta y no me di cuenta cuando la perdí y no sé qué pasó. Lo siento, lo siento mucho —mordí con fuerzas mi labio mientras la escuchaba... Sí lo había perdido.
Que coincidencia, ella siempre perdía todo lo que yo le regalaba. Si no lo hacía a propósito ¿Entonces que era? ¿El collar y la manilla se perdían por si solos?
—Tal vez lo perdiste a propósito —sugerí mientras evitaba mirarla. Tenía suficiente problemas como para que Alice fuera otro más.
— ¿Qué?
—Siempre haces lo mismo. ¿Soy tan insignificante para ti?
—Andrew, te estoy diciendo la verdad. No es así, yo solo...—intentó justificarse pero la interrumpí. ¿Qué era lo que iba a decir? ¿Estaba esquiando y se perdió? ¿Cómo demonios salía a esquiar con el collar puesto sin dedicarle ninguna atención?
—Una chica como tú, hace que pierda la paciencia —fue lo último que dije antes de salir por la puerta. Necesitaba salir y tranquilizarme para no enfurecerme con ella y comenzar a gritar y discutir.
No tenía ánimos para hacerlo.... La compañía, Alice, mi madre, mi padre...todo se estaba reuniendo encima de mí.
Salí a las afueras del hotel y encontré el muñeco de nieve que Alice había hecho, tenía una bufanda y gorrita rosada. Me agaché para recoger algo de nieve y comencé a lanzarle bolas de nieve un poco enojado.
¿Cómo demonios ella había podido perder un regalo tan importante? Yo no era de las personas que solía regalar cosas, no recordaba la última vez que le di algo a los F4 sin ninguna razón además de sus cumpleaños. Ella era una torpe, terca y descuidada.
Mientras lanzaba las bolas de nieve al muñeco, escuché unos pasos a mis espaldas así que supuse que era Alice.
—Tonta ¿Sabes cuánto costó el collar? Es un diseño único en el...—mencioné, sin embargo al girarme las palabras se deshicieron en mi boca. No era Alice, sino que cuatro hombres de la seguridad Rickford estaban haciendo reverencia. — ¿Qué?
—Tenemos órdenes de llevarlo con su madre. Tiene que acompañarlos —mencionó uno de los hombres con una voz profesional, pero un poco temerosa.
—No iré —respondí mientras me giré y seguí tirando las bolas de nieve.
—Joven su madre dijo... —continuó otro guardaespaldas pero lo interrumpí.
—No me importa que haya dicho esa bruja. No iré —dije antes de sentir que dos de los hombres me cogían por ambos brazos. Los golpeé a ambos así que fácilmente me los quité de encima. Otro hombre se me acercó por mi espalda e intentó retenerme pero le di un rodillazo en el estómago y vi cómo se tendía en el suelo. Luego el cuarto se acercó y con su puño logré que se golpeara él mismo.
Fue así unos segundos más hasta que observé que de otra camioneta negra bajaban otros cuatros hombres, el más grande de ellos se acercó y al intentar golpearlo, dobló mi brazo y lo sostuvo por mi espalda, intenté atacar con mi otro brazos, pero otro guardaespaldas se encargó en detenerme y me obligaron a subir a una limosina.
Siguiente capítulo: FRÍO
#SoyMalaColocandoTítulos
KATHERINE PIERCE
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