13. DETRÁS DE UN CORAZÓN DE PIEDRA
Andrew comenzó a quitarse la camisa mostrando su cuerpo perfectamente marcado.
— ¿Qué vas a hacer ahora?... No te quites la ropa —dije evitando mirarlo, así que centré mi vista en la mesa. ¿Por qué se la quitaba? ¡Él había dicho que no tenía ninguna intención oculta! ¿Qué era lo que tramaba? Tantas preguntas, pocas respuestas, empecé a morder la uña de mi pulgar. — ¡Tú! Si también te quitas los pantalones ¡Te voy a matar! ¡Te dije que no te quitaras la camiseta! —Andrew comenzó a desabrochar el cinturón de su pantalón. — ¡Pervertido! ¡Te dije que no te lo quitaras! —cubrí mi vista con mi mano derecha y miré hacia el polo opuesto de Andrew.
—Tonta — miré a Andrew con el pecho descubierto. Él no estaba completamente desnudo, estaba usando un traje de baño negro de Tommy Hilfiger.
— ¡¿Acaso quieres morir?! ¿Asustas a la gente de esa manera? —corrí para acercarme a él mientras gritaba y reclamaba... miré hacia el océano... deseaba nadar ahí, el agua me estaba llamando. —Andrew, espera ahí, no te muevas.
— ¿Qué pasa? —preguntó intrigado.
— ¡No te muevas!
— ¿Qué es? ¿Qué pasa? —insistió.
—Hay... Hay una serpiente cerca de tu pierna — mentí.
— ¿Qué?
—En tu pierna... ¡Ser...Serpiente! —grité señalando su pierna.
—¡¡¡Ah!!! ¡Maldición! ¡Odio las serpientes! —pude ver como Andrew se alejaba corriendo por toda la playa... otra cosa que no puede hacer el dinero; quitar una fobia.
Pude ver como corría tan lejos, que rápidamente se alejó de mi campo visual, así que silbé y aplaudí.
— ¡¡¡¡Corre!!!! ¡¡¡¡Andrew!!!! ¡¡¡¡Corre!!!! —grité como lo permitieron mis pulmones, luego solté una fuerte carcajada, Andrew me escuchó y se detuvo.
— ¡¿Qué?! —gritó para que yo pudiera escuchar.
— ¡Sigue corriendo, lo haces muy bien! —no pude aguantar las risas, moví mi mano en señal que siguiera corriendo. Andrew miró su pierna y soltó un bufido mientras se acercaba y maldecía. Nunca reí tanto en toda mi vida.
ABBY POV'S
Estabamos en una playa de Nueva Caledonia, el lugar era muy agradable, pero el sol muy intenso. Alice estaba nadando en el océano, Adam estaba acostado en una silla plegable de playa "leyendo" casi dormido un libro, a su lado en otra silla, Andrew estaba tomando una siesta, David y Nathan estaban hablando y riendo con las dos mujeres que habíamos encontrado al llegar.
Yo tengo una tez muy clara, fácilmente puedo quemarme por los rayos del sol así que compré una botella de bloqueador e intentaba aplicarlo torpemente por mi espalda.
— ¿Quieres que lo ponga por ti? —me asusté al escucharlo, dirigí mi mirada en donde estaban Nathan y David pero solo estaba Nathan.
David se había sentado al lado mío y se ofreció a aplicarme el bloqueador.
— ¡Estoy bien! —dije muy segura, David se río y regresó con las mujeres. Busqué a Alice pero no la vi. El océano era demasiado grande y ella no era muy alta ¿Dónde estaba? Yo quería comprar unas sandias pero no quería ir sola.
— ¡Alice! ¡Alice! —grité para que me escuchara, pero nada... — ¡Oye! Ya es suficiente, sal del agua —Alice nunca había nadado en el océano ni en el mar, solo había nadado en la piscina de primaria y la gran piscina de Rickford. Ella era muy buena pero la presión del agua natural era mucho mayor. Me levanté del asiento y me acerqué al agua. —Alice ¡Ya sal!
ANDREW POV'S
Una chillona voz empezó a gritar despertándome ¿Acaso no podía dormir plácidamente? Reconocí esa voz, era la amiga de Alice ¿Era de amigas gritar a todo pulmón? pensaba molestamente.
— ¡Alice! ¿Qué pasa? ¡Alice! —gritó muy preocupada...
¿Alice? ¿Alice?... ¡ALICE! Me levanté rápidamente para acercarme a la amiga de Alice.
— ¿Qué? ¿Qué está pasando?
—Algo le pasa a Alice —dijo casi en sollozos. Fijé mi vista al océano y vi como la cabeza de Alice pasó de estar sumergida para emerger por un momento y luego para hundirse nuevamente, movía sus manos torpemente chapoteando el agua ¿Se estaba ahogando?
Intenté acercarme pero justo en el momento de que el agua rozó mis pies, yo... no pude entrar... temblaba, mis piernas no respondían, no quería volver a sentir eso. Intenté moverme pero vi como una figura corrió hacia ella, era Adam.
Él nadó hasta acercarse a Alice... Yo no podía ni siquiera moverme, mis pies me obligaban a alejarme del océano, solo pude ver como Adam enganchaba su brazo sobre el pecho de una inconsciente Alice mientras nadaba hacia la orilla. Al acercarse la levantó en sus brazos. David y Nathan ayudaron a acercar la silla plegable para acostar a Alice...
Y yo... no pude hacer nada...
— ¡Alice! ¡Despierta! ¡Reacciona! —dijo su amiga entre lágrimas. Alice escupió algo de agua que había tragado y empezó a toser, Adam y yo soltamos un pequeño suspiro de tranquilidad, Alice estaba bien, gracias a Adam... ni siquiera pude acercarme a ella ¡Maldito mar, maldita agua! Decidí alejarme, no soportaba estar más en ese lugar... no pude protegerla, si Adam no hubiese estado ahí, no sé qué hubiese pasado... Alice podría estar... ¡No! Estaba frustrado y enojado conmigo mismo.
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—Señora presidenta. —dijo el secretario de la familia Rickford.
— ¿Adonde fue Andrew? —preguntó Helena tranquilamente observando a Cardiff desde el gran ventanal.
—El informe del avión privado dice que salió a Nueva Caledonia. —respondió Henrick en su semblante profesional.
— ¿Por qué fue allí? —Como presidenta de Rickford, su deber era supervisar el estado de la empresa para futuras ganancias. Andrew, su hijo, en un futuro cercano heredaría toda la compañía, debía ser profesional y debía mostrar interés.
—Fue de vacaciones de fin de semana para tomar aire fresco.
—Ya veo... ¿Verificaste con quien fue? —Metro Isla es propiedad de la compañía Rickford, Andrew solía ir a Nueva Caledonia, pero dejó de ir un tiempo ¿Por qué estaba regresando? Su hijo había tenido malas experiencias en el mar para querer volver a acercarse al agua.
—Sí lo hice. Como siempre, fue con F4. —El Sr. Tanne demoró unos segundos en dar su respuesta, esto fue visible para Helena, la voz de Henrick se escuchó nerviosa aunque intentó ocultarlo... Helena creía que su hijo no necesitaba amigos, un heredero de una multinacional no necesita amigos, eso era lo que ella creía. Aunque Adam, David y Nathan son hijos de familias reconocibles no cambiaba el hecho que su hijo Andrew era el líder de un grupo tan pueril e infantil, eso era degradante para la imagen de un Rickford.
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Andrew no pudo acercarse a la gran masa de agua, no pudo protegerla, pero Adam lo hizo...
Los grandes volúmenes de agua al igual que los insectos y reptiles eran su fragilidad, su talón de Aquiles. Estos miedos eran algo que el dinero no podía arreglar, solo Andrew podía hacerlo. Perderle el pavor a infiernos infantiles, solo con su esfuerzo y dedicación podía lograrlo... El dinero no lo es todo, esto había sido confirmado por Andrew justo en el momento que no pudo hacer absolutamente nada mientras su chica se ahogaba.
Él ingresó a un pequeño jacuzzi, no le tenía pánico a una cantidad tan limitada de agua, solo a las grandes masas, Andrew se sumergió en las aguas del jacuzzi, no podría nadar de un día para otro en el océano pero podría iniciar en algo más reducido.
"¡Ayúdenme! Mamá, papá, hermana ¡Sálvenme!" Él Recordaba cada palabra y sentimiento que se escondía en lo profundo de su ser, el desespero, el perder el oxígeno, el sentir como su vista se nublaba, el ver los rayos del sol traspasar violentamente las aguas... Sentir la sensación que su pecho se quemaba a medida que el agua descendía por sus vías aéreas, la intensidad del movimiento del agua, los nervios y la adrenalina. La desesperación en el mayor grado.
Andrew se levantó violentamente del Jacuzzi al recordar cada sensación vivida hace algunos años atrás, desde entonces nunca había podido volver a ingresar a las aguas abiertas.
ALICE POV'S
—Para alguien que está en tan buena forma física, ¿Cómo es que no sabe nadar? —le pregunté a David algo curiosa, cualquier deporte que mencionara Andrew podía hacerlo perfectamente.
Me sorprendió saber que además de los insectos y reptiles, Andrew le tenía miedo al agua.
—Fue secuestrado cuando tenía ocho años.
¿Secuestrado?
—Cuando era pequeño, había un sujeto que lo cuidaba en lugar de sus padres. Era su chofer y guardaespaldas.
— ¿Ese sujeto lo secuestró? —dedujo Abby.
—La policía los persiguió y el auto que seguían cayó al agua.
— ¡No puede ser! Andrew iba en ese coche ¿cierto?—pregunté, David asintió... No sabía de los traumas vividos por Andrew, él sintió desde una pequeña edad como era ahogarse, ese sentimiento quedó impregnado en lo más profundo de su ser.
(...)
Abby, Adam, David, Nathan, las dos mujeres y yo fuimos a un kiosko por órdenes de un guardaespaldas de Andrew. No había visto a Andrew por el resto del día ¡No lo extrañaba! ¡Para nada! Solo me daba curiosidad de lo que había estado haciendo las últimas horas. Cuando llegamos una mesa circular estaba decorada y servida con 6 platos "Ensalada de Cogollos con langostinos picantes" "Orzo con langostinos y vinagreta de mango" y "ceviche de langostinos sobre sorbete de piña" decían los pequeños avisos.
— ¡Hey! ¡Qué pasó aquí! ¡Man! —dijo Nathan mientras silbaba. Todo era un manjar, tragué saliva para evitar abrir la boca y babear.
—Me tomé la libertad de prepararles esto —dijo Andrew saliendo de una puerta del kiosko.
— ¿Tú lo preparaste o le ordenaste a los chef que hacer mientras juzgabas cada movimiento de los pobres sujetos? —preguntó David.
— ¡Shhhh! —intentó callarlo Andrew.
—Bien, aunque supongo que esto es para alguien más —continuó David.
—¿A quién le importa? Se ve delicioso —prosiguió Nathan juntando sus manos.
—Ven aquí —dijo Andrew mientras me agarraba la muñeca y me obligaba a seguirlo... debía dejar de ser tan brusco... un simple "¿Puedes seguirme?" hubiese sido suficiente.
— ¿Por qué? ¡Ah, suéltame! ¡Me duele! —Él me obligó a sentarme en una mesa rectangular al lado de donde estaban todos.
—Esto es para ti —miré una gran cantidad de comida, toda la mesa rectangular estaba repleta de comida, leí los avisos ya que era bastante ignorante como para saberme esos nombres extraños de comidas tan exóticas "Caldereta de langosta Menorquina" "Langosta al vino con tocino y perejil" "Langosta Thermidor" "Ajoarriero de Langosta" "Cazuela de Langosta" "Langosta Asiática" "Langosta rellena" y "Langosta al Oporto"
— ¿Me ves como a una especie de Godzilla? — ¿Cómo podría comer todo eso? Se veía delicioso pero... era demasiado.
—Es bueno para tu salud, así que come
En esos momentos pensé seriamente que Andrew quería engordarme.... ¡Tendría muchos kilos si seguía comiendo como lo estaba haciendo! Yo era de contextura delgada, solo pesaba 45kg, no podía comerme todo eso.
—Siempre comes unos bichos raros, por eso eres tan delgada.
— ¿Bichos raros? —yo le diría comida no costosa y normal.
—De cualquier forma, ¿Cómo es posible que un nadador se ahogue? —dijo mientras llenaba mi gigante plato con porciones de distintas langostas... En esos momentos solo podía culpar a Max por mencionar tantas veces las langostas enfrente de Andrew. Quería matarlo en esos momentos.
—Si de repente te da un calambre, es posible —después de aquel incidente no volvería a comer minutos antes de nadar.
—Calambre o no, si estás cerca de mí, no quiero que seas débil. Así que no hables tanto y come.
¿Ahora me obligaría a comer?
Andrew cogió el tenedor e intentó darme de comer pero le quité el cubierto, él tomó una copa de vino y se alejó dejándome con toda una mesa de comida para mi sola. Segundos después Adam se levantó de la otra mesa y se dirigió a la salida ¿Por qué se estaba yendo? Ahora que lo recordaba, yo acepté viajar a Nueva Caledonia para ver a Adam... pero no había podido hablar con él.
Según Abby, Adam fue quien me rescató de ahogarme.
Ni siquiera le había dado las gracias... ¡de repente una idea surgió de mi mente! decidí que debía darle las gracias y aprovechar para hablar con él. Suspiré profundamente ¿Primero debía acabar con todo eso?
Después de una hora comí un cuarto de la cazuela de Langostas, la mitad de una Langosta rellena, cuatro mordiscos de la Langosta al vino con tocino y perejil y unas fresas con crema batida. Busqué a Adam, quería verlo... ¿Dónde estaba? Mi corazón demandaba escuchar su voz ¿Cómo una persona con la que hablé pocas veces podía hacer latir así mi corazón?
Pude ver que Adam se sostenía de una baranda mientras el viento movía sus perfectos cabellos claros. Mi corazón latía aún más rápido... Adam me salvó, era mi héroe... De repente, vi como la niña morena de las flores corrió hasta donde estaba él. Adam se agachó y la abrazó. Decidí esconderme y escuchar la conversación.
— ¿Cómo estás? —le preguntó Adam a la pequeña niña.
La niña le dijo algo en otro idioma el cual no entendí y Adam negó, luego la niña le entregó las Syringa y le dijo lo mismo que me dijo aquella vez. Yo seguía sin entender que era, pero la niña en esa ocasión dibujó un corazón, tal vez esas flores traían amor o algo parecido. Adam le sonrió y le acarició la cabeza mientras sacaba su billetera y pagaba por las flores blancas. ¿Por qué Adam las había comprado?...
Katherine...
No había otra respuesta. Decidí alejarme, siempre que me acercaba a Adam, mi corazón latía y dolía profundamente ¿era normal?
ABBY POV'S
— ¿Vas a comerte todo eso? —preguntó David al mirar que yo me servían una gran porción de Torta helada con pionono de chocolate. Mordí la uña de mi dedo índice... Era una gran porción, pero se veía delicioso. Después de este viaje no volveré a comer nada similar, era lo que pensaba en esos momentos así que tenía que aprovechar. —Pero a Andrew no le gustan las chicas gorditas.
¿Eh? ¿Andrew? ¿Por qué me importaría su gusto? estaba muy confundida
—Pero puedo decirle a Nadia que te preste una pijama que será de mucha ayuda — arqueé mi ceja sin poder entender de lo que David estaba hablando. Su vida de Playboy había atrofiado seriamente su diminuto cerebro.
— ¿Pijama?
—Ahora él está interesado en Alice, pero con su personalidad, nadie sabe lo que pasará después. —dijo algo dudoso... ¿Por qué estábamos hablando de pijamas y de Andrew? Andrew Rickford no tenía nada que ver conmigo.
— ¿Qué estás diciendo?
—Cuando alguien es rechazado, se debilita. Yo creo que puedes competir contra ella ¡Buena Suerte!
— ¿De qué diablos hablas?
—Abigail, te gusta Andrew ¿cierto?
¡¿QUÉ?! Nunca imaginé que alguien preguntara eso, ¿enamorada de Andrew Rickford? ¡NUNCA!
—Oh vaya —dije después de suspirar, todo se había malinterpretado, el hecho de que no me gustara la relación de Alice y Andrew no significaba que a mí me gustaba él, significaba que tenía miedo que Alice hubiese terminado lastimada, ilusionada y con un corazón roto. Andrew no era el tipo de chicos con el que se debía relacionar Alice. Ella era linda, dulce, gentil y humilde, y él era autoritario, sarcástico y millonario. —Mira, yo tengo mis propios gustos, por si no lo sabías —dije en un tono mordaz.
— ¿Entonces porque estabas tan alterada con lo que pudiese suceder entre Andrew y Alice? —me quedé callada, ¿Cómo decir lo que pensaba sin que sonara tan cruel? — ¿O es acaso que te gusta Alice?
— ¿Qué? ¡No! — dije rápidamente pensando que esa idea era aún más ridícula. — Y por si no lo sabías, a Alice le gusta una persona —comenté en respuesta por impulso, inmediatamente cerré mi boca con las manos... ¡No tuve que decir eso! Nadie debía enterarse que Alice seguía enamorada de Adam Walcott.
— ¡Hey! ¡Hey! ¡Hey! David, ven aquí, rápido —fue lo último que escuché por parte de Nathan antes de que David se fuera.
ALICE POV'S
Regresé a la alberca, vi a Abby y me acerqué. Hablamos de cosas triviales y sin sentido, reímos y nos divertimos a nuestra manera. A la 24:00, empezó a sonar la música, David y Nathan bailaron con las chicas de antes y Andrew con otra chica rubia bastante voluptuosa en sus pechos. Aproximadamente a las 2:00, los seis estaban bastante ebrios, se movían torpemente y hacían bailes sin sentidos.
Abby y yo éramos las únicas que seguíamos con nuestros 5 sentidos intactos.
— ¡Hora del show! —gritó Andrew torpemente, y todo el mantel estrellado del cielo se cubrió por las chispas, llamas y humo de los fuegos artificiales. Todos aplaudimos, era realmente hermoso ver las explosiones de colores, incluso un fuego artificial tomó la forma de un corazón al explotar.
—Andrew, a partir de ahora te voy a poner en la lista de los galanes —dijo David depositando su brazo en el hombro de Andrew. Aunque lo evité, de mis labios se formó una tonta sonrisa.
(...)
Estaba en el baño cepillando mi cabello... los fuegos pirotécnicos de antes fueron encantadores, después de la demostración todos nos dirigimos a nuestras respectivas recamaras. Abrí la puerta del baño usando una bata para dirigirme a mi habitación pero una voz me sobresaltó.
— ¡Oye! Pensé que te habías desmayado ahí dentro ¿Por qué tardaste tanto? — un grito de susto se escapó de mis labios al escuchar y ver a Andrew en mi recámara.
¿Y si yo estaba en el cuarto equivocado? Fui en dirección a la puerta principal y estaba marcada con #655. En resumen esa era mi habitación.
— ¡Esta no es tu habitación, es mi habitación! —me quejé
— ¿Acaso dije que no lo fuera?
— ¿Entonces porque estás aquí?
— ¿Alguna vez me has visto venir sin ninguna razón?
— ¿Razón? ¿Qué razón? —Andrew se acercó lentamente... "Vas a perder algo importante... como mujer" recordé cada palabra de la mujer con rastas, aún recordaba esa mirada penetrante y escalofriante. ¿Algo importante como mujer?....
¡¿Qué?! ¡NO! Andrew se acercaba cada vez más, nuestra distancia era casi nula, retrocedí pero caí sentada sobre la cama... Yo estaba vistiendo únicamente una bata de baño. Apreté fuertemente mi pecho con ambas manos, sin embargo Andrew se arrodilló enfrente de mí.
—Andrew... en serio... ¿Qué... estás hacien....? —dije con una voz temblorosa y entrecortada, pero antes de terminar la frase, Andrew me agarró el tobillo izquierdo y me amarró una pulsera tobillera.
—Te ves bien con estas baratijas —dijo soltando mi pie.
— ¿Viniste a darme esto? —dije tranquila mientras él se levantaba.
— ¿Qué? ¿Acaso pensaste que te iba a hacer algo? —dijo mirándome fijamente, sentí como la sangre ascendía por mi cabeza, podría jurar que estaba sonrojada... ¡Todo era culpa de Andrew! —Yo no me meto con chicas a las que no les agrado — explicó mientras yo evitaba verlo—Cierra bien la puerta, o entrará algún animal —dijo dándome la espalda para salir. —Aunque esa pulsera es barata, más vale que no la pierdas o sino estarás muerta —amenazó antes de irse. Espere unos segundos y toqué la pulsera turquesa. Era linda y sencilla. Mordí mi labio inferior ¿Por qué sentía esto? Era algo agradable, pero confuso.
Después de vestirme, caminé hasta la habitación #656, la habitación de Abby. Necesitaba hablar de todo eso con alguien. ¿Era normal sentirme así? Mi corazón no dolía, pero sí latía bastante rápido y no pude evitar sonrojarme. Sentía como sí una lava fundida se extendiera por todo mi pecho.
—Abby ¿Estas dormida? ¡Abby! —esperé por unos segundos pero Abby nunca abrió, debía de estar dormida. Necesitaba hablar con ella, Abby siempre sabía que decir, era buena consejera... Caminé por el muelle esperando a que el aire me tranquilizara un poco y que despejara a Andrew de mi mente... Después de unos minutos, pude respirar serenamente, no sería permanente, pero había logrado sentirme más tranquila, hasta que divisé a Adam sentado en la arena a unos pocos metros lejos de mí...
Se veía tan melancólico y vulnerable... no quería verlo así, él estaba pensando en Katherine y eso lo ponía mal. Adam elevó la vista en mi dirección y lo vi detenidamente unos segundos hasta que decidí acercarme.
—Hola —murmuré ¿Hola? ¿En serio? ¿Solo pude decir hola? Las palabras se desvanecían antes de salir de mi boca. Adam giró su dorso y alcanzó algo, luego me lo mostró; el ramo de Syringa blanca que le compró a aquella niña.
— ¿Conoces el significado de estas flores? —asentí a la pregunta. Averigüe el significado de esas flores, las Syringa simbolizan las primeras sensaciones del amor y dicen que traen felicidad sí se las das a la persona que amas.
—Son para dárselas solo a la persona que amas.
—Así que lo sabes —asentí.
—Vine aquí a menudo con otra chica. Ella decía que era parecido a Niza; una ciudad francesa y por eso le gustó.
— ¿Ella está bien? —No sabía nada de Katherine después de que se marchó a América.
—Supongo que le va bien—respondió indiferentemente... Adam siempre sonreía al hablar de Katherine ¿Por qué el desinterés?
— ¿Pasó algo malo?
— ¿Por qué me dijiste que fuera tras ella? —ignoró mi pregunta para formular otra diferente.
—Eso...— ¿qué debería decirle? ¿Te quiero tanto, que sufro al verte tan triste, que prefiero que estés feliz al lado de otra chica a que estés desdichado a mi lado? ¡No! nunca confesaría eso, la única que sabe de mis verdaderos sentimientos es Abby y le hice prometer que nunca mencionaría eso ¡a nadie!
—Descubrí lo patético que era. Estaba todo el día en un departamento vacío. No tenía nada más que hacer aparte de esperar —decidió contestar a mi anterior pregunta mirando hacia el horizonte.
—Pero, el solo poder estar juntos aunque fuera poco tiempo podría haber sido suficiente.
— ¿Sabes lo que se siente ser un estorbo para la persona que quieres? Un bueno para nada, un perdedor —no quería escucharlo hablar cruelmente de sí mismo. Adam era una magnífica persona.
—No es lo que quise dec...—fui interrumpida por Adam.
—Tienes razón, además, amar a una chicas solo por costumbre... Soy un patético que no sabe nada más aparte de amarla —tomó las flores entre sus manos y las extendió acercándomelas. —Toma. —vacilé un poco a la propuesta de Adam ¿Debía tomarlas? Luego negué con mi cabeza "Son para dárselas solo a las personas que amas" Adam no me amaba, así que no podía recibir las flores blancas.
—No puedo aceptar esto. Las flores le pertenecen a Katherine, deberías guardarlo para dárselo —contesté con una sonrisa triste en mi rostro. —Me voy... Adam, te dará un resfriado si te quedas mucho tiempo aquí afuera —dije levantándome y dándole la espalda. Antes de que diera un paso, Adam agarró mi muñeca y me hizo voltear para ¿Abrazarme?
Adam me estaba abrazando. Sentía como mis piernas fallaban, mi corazón latía 1.000 por hora y toda la sangre se acumulaba en mis mejillas. Cerré mis ojos y descansé mi cabeza en su pecho... Adam... incluso su aroma era embriagador. Yo podían quedarme horas así.
—Tengo frío. Siento tanto frio que ya no lo soporto —murmuró mientras olía mi cabello... solté una lágrima que se deslizó por mi mejilla. Tragué saliva, debía ser fuerte para Adam, pero me destrozaba verlo de este modo. Cuando regresó pensé que estaba bien, pero no era así, guardó todo su dolor detrás de una sonrisa... simular estar bien es incluso más doloroso que llorar. Adam sufría en silencio.
Decidí no decir nada, ¿Qué tenía que decir? Solo correspondí el abrazo por unos segundos... ¿Pero que estoy haciendo? Adam amaba a Katherine, y yo... lo amaba a él, pero mis sentimientos no eran correspondidos, lo que estaba haciendo era martirizándome.
Adam nunca me amaría como amaba a Katherine, debía aceptar eso. No pude competir contra Katherine... Deshice el abrazo y salí caminando a un paso acelerado a mi habitación... Ni siquiera lo intenté pero ya perdí la competencia.
Mientras corría, tiernas aguas del cielo descendieron, cubrí mi cabello con mis dos manos para protegerme de la lluvia. Estaba a pocos metros de mi habitación y percibí una figura conocida al lado de la recamara; Andrew
— ¡¿Por qué no me dijiste a dónde ibas?! —dijo mientras se acercaba... Salí de la habitación para alejar a Andrew de mis pensamientos, ahora también quería hacer que Adam desapareciera de mi confundida cabeza.
— ¿Acaso soy una niña? ¡Puedo cuidarme sola!
—Pensé lo peor, que tal vez te caíste al agua o que te mordió una serpiente. ¡¿Cómo no me voy a preocupar?! —Andrew no mentía, su voz estaba muy alterada... podía cuidarme sola... eso creía. Andrew era bastante raro, en ocasiones como esta podía hacer que me sintiera agradable y que tuviera una sonrisa tonta en mi rostro, Y en otras hacía que me enojara y gritara furiosa. Vi como Andrew se alejaba... él solo estaba preocupado por mí, no tuve por qué gritarle... Todo esto de Adam me tiene tan alterada, pero Andrew no merecía que yo descargara mi furia en él.
— ¡Andrew! —lo llamé y él volteó. — Lo siento.
—Tú... de ahora en adelante no vayas a nadar sola... y ni se te ocurra salir a caminar sola ¿Entendido? —ordenó antes de marcharse.
En otro lado de Metro Islas, Adam miraba atentamente el océano... No solo el amor de su vida; Katherine lo alejaba, sino que Alice también lo hacía. Decidió volver a su recamara, tal vez Alice tenía razón, podría resfriarse. Al levantarse sintió que pisó algo pequeño, así que lo recogió; una pulsera artesanal turquesa. Cerró su puño y la guardó.
A la mañana del siguiente día Adam tomaba del buffet un recipiente de cerámica para servir un poco de sopa, Andrew se acercó también a servirse, pero algo en la muñeca de Adam cautivó su atención, la adrenalina y el enojo que sintió Rickford en esos segundos rebasaron cualquier límite, tomó violentamente la muñeca de su amigo mientras lo asesinaba con la mirada.
— ¿Qué? —preguntó Adam a su amigo, es normal la actitud airosa de Andrew, pero con los de F4 no era tan violento.
—Está caliente, ten cuidado. —dijo refiriéndose a la cazuela de la sopa. No había duda, el objeto en la muñeca de Adam lucía igual a la manilla que le regaló el día anterior a Alice ¿Casualidad? Tal vez. Como es una baratija, la producen en cantidad, quizás Adam compró una igual.
Quizás...
ALICE POV'S
Cepillaba mi cabello mientras me veía en el espejo, acomodaba el corto vestido ligero azul cielo que Andrew me compró aquella vez, después de terminar con mi cabello me senté en la cama para abrocharme los zapatos playeros, sin embargo, al pasar mi mano por el tobillo para abrochar la hebilla no sentí absolutamente nada... Me refiero que no tenía nada en mi tobillo.
¡No estaba! ¿Dónde estaba la pulsera?
Toqué mi otro tobillo, pero tampoco estaba, Andrew fue muy claro con el prohibido perder la "baratija". Me levanté de la cama para buscarla en el suelo, tuvo que haberse caído ¿cierto? Abrí mis cajones, mi maleta e incluso debajo de la cama... ¡Nada! No estaba la pulsera... ¿Qué debía hacer? Miré la hora y se hacía tarde para encontrarme con todos... La buscaría cuando regresara. No podía perderla
(...)
No soy buena cabalgando un caballo, sinceramente... nunca me he montado en uno, Abby tampoco, ella ni siquiera podía alcanzar al caballo para subirse así que David la ayudó, yo pude subirme por mi misma pero Andrew me ayudó a amarrar las correas de los pies.
— ¿Dónde está? —preguntó
— ¿Qué cosa?
—Lo que te di — Abrí con impetud mis ojos mientras pensaba en una buena excusa.
—Ah, eso, lo dejé en mi habitación. ¿Crees que me dejarías en paz si lo llego a perder por ahí?
—Mientras tú sepas donde está, no hay problema —dijo antes de irse por su caballo.
¡Ufff! Eso estuvo cerca.
Estuvimos cabalgando toda la mañana, Andrew me regañó de la forma en como montaba al caballo. Por más que me repitiera como era, hacía otras cosas diferentes. "Comprueba las cinchas y los estribos, coge las riendas con una mano, lo suficiente para que el caballo esté quieto. La rienda se sujeta entre los dedos meñique y anular, saliendo de la palma de tu mano. Las manos son un factor principal, una resistencia suave de la mano indicará que el caballo ande más despacio o pare, no des tirones a las riendas, es suficiente con la presión de los dedos. Tus piernas crean la impulsión, la incurvación y el equilibrio. Tus caderas, rodillas y tobillos deben estar relajados... Las ayudas son indicaciones de ti hacia el caballo, las ayudas artificiales como la fusta refuerzan esas ayudas naturales, utilízala con discreción... Alice, no des gritos, tirones ni patadas a menos que quieras que el caballo te tire" ¡AHHH! Son muchas cosas que recordar... las riendas, las cinchas, los estribillos...
Luego de cabalgar decidimos descansar. Adam, Andrew, David, Nathan y las dos chicas jugaban voleibol, la última vez que jugué voleibol terminé con mi nariz rota... No quería pasar por lo mismo así que me senté al lado de Abby, ella a pesar de ser delgada era mala en los deportes, su estado físico no era el mejor.
—Abby, ¿Te sabes el nombre de las chicas? —le pregunté, no había tenido alguna conversación con ellas, pero por lo menos debería conocer sus nombres.
— ¿Acaso estas celosa? — respondió con una sonrisa pícara.
—No, no es eso... llevamos unos días con ellas y ni siquiera conozco sus nombres... es algo incordial referirme a ellas como las dos chicas voluptuosas...
— ¿Las llamas así? —soltó una pequeña risa antes de continuar —Si mal no recuerdo cuando David me las presentó.... La rubia se llama Irina y la de cabello azabache Nadenka, aunque insiste de que la llame Nadia.
—Irina y Nadia... ¿Son rusas?
—Supongo.
Olvidando a las hermosas mujeres concentré mí vista en el pequeño juego improvisado, Adam, Nathan y Nadia están en un lado de la maya de voleibol como equipo, Andrew, David e Irina conforman otro equipo. ¿Hay algo que F4 no haga bien? Incluso en las actividades físicas son los mejores. El balón se dirigió a Andrew y este hizo un saque de gancho flotante que fue imposible de responder por el otro equipo subiéndole a su anotación y dando su victoria. Andrew soltó un bullicio de celebración, chocó el puño con David y abrazó por unos segundos a Irina.
ANDREW POV'S
Después de ganarle a Adam y Nathan en voleibol me acerqué a tomar agua y vi que Adam tomaba té frio, observé atentamente la pulsera de su mano, cada detalle era igual... Tenía que creerle a Alice ¿cierto? Si ella dijo que lo dejó.... Tal vez fue así.
— ¿Qué es eso? No te queda bien —le dije mirando a la baratija de su muñeca. Adam dejó el vaso de cristal y se quitó la manilla y me la entregó.
—Pertenece a Alice. Se le cayó anoche, dáselo de mi parte —se dio la vuelta y se alejó hacia David. Sostuve con fuerza la pulsera hice tanta presión que si continuaba así la baratija se dañaría...
"Ah, eso, lo dejé en mi habitación. ¿Crees que me dejarías en paz si lo llego a perder por ahí?" ¿No era que estaba en su habitación? Adam la tenía... ¿Por qué mentiría? ¿Quiso perderla a propósito? Las palabras de Alice y mis preguntas se repetían mientras el partido se desarrollaba, no tenía cabeza para seguir la pelota y si estaba cerca reaccionaba tarde ¡Que me importa un maldito juego! "¿Acaso soy una niña? ¡Puedo cuidarme sola!" Aquella noche, Alice estaba con Adam... fue allí donde "perdió" o "se deshizo" del adorno.
— ¡Andrew! ¡El balón! —fue lo último que escuché cuando el balón chocó contra mi rostro causando que me cayera y mi nariz sangrara ¡Maldición! Lo que me faltaba.
— ¡Andrew! ¿Estás bien? —preguntó David mientras se acercaba.
—Estoy bien —dije levantándome y alejándome mientras me tropezaba con cualquier objeto... todo estaba dando vueltas. Llegué con dificultad al baño, limpié mi nariz ensangrentada mirando mi reflejo en el espejo... ¿Debería confiar en ella? No... no hay ninguna otra explicación para esto.
Regresé donde los chicos y decidí ignorar a Alice, no quería verla, no por ahora. Me percaté de la ausencia de Adam y pregunté por su paradero así que Nathan señaló una dirección. La furia me estaba consumiendo, necesitaba relajarme un poco, pero me era imposible.
Vi a Adam en una canoa distanciado de la arena, me apeé en otra canoa de color azul y remé con intensidad hasta alcanzarlo pero mi frustración hizo que lo pasara, descargué mi enojo en remar hasta que me acordé de mi objetivo, vi hacia mis espaldas y Adam dio media vuelta acercándose a la orilla ¡Agh! También di media vuelta ya un poco más enojado... ¡tanta irritación me estaba cabreando! Solté los remos y halé mi cabello de desespero...
¡Maldición! ¡Había soltado los remos! Intenté usar mis manos como remos para alcanzar las palas, pero el océano hizo buen trabajo de alejarlas de mi visión
¡Maldición! Todo el maldito día es un asco. Después de media hora de esperar que disminuyera mi cólera llamé a unos guardas que me sacaran del océano, en menos de 5 minutos llegaron en un barco y me dejaron en la orilla, caminé inhalando y exhalando fuertemente y regresé donde F4. Me acosté en un camastro y decidí tomar una siesta ignorando a todos. En estos momentos es mejor no hablar con nadie.
ALICE POV'S
— ¿A dónde vas? —pregunté al ver a Adam alistando un bote con vela.
—A pescar.
— ¿En ese velero? —Es algo sencillo y se ve un poco inseguro, muy diferentes a las ostentosas cosas que usan los F4 (en especial Andrew)
—Con esta vela blanca y el viento podemos ir a cualquier lugar —aseguró mientras sujetaba fuertemente la vela, solo sonreí, no sabía que a Adam le gustara pescar... él era alguien simple, aún seguía sin entender que hacía en F4... Andrew, David y Nathan eran sus polos opuestos, no comprendía cómo ellos cuatro eran amigos. — ¿Quieres venir?
— ¿Estaría bien? —no quería ser un estorbo para Adam, tampoco quería hacerme sufrir más... Él amaba a Katherine... pero esto era solo un paseo en el océano ¿cierto?
—Si prometes no ser escandalosa para no asustar los peces —dijo en tono de burla, simplemente asentí y me acerqué.
Pasamos el rato hablando de cosas triviales. El viento, la pesca, el océano... Todo era agradable, en especial estar con Adam... Él sonreía como si anoche nunca se hubiese sentido tan afligido, estaba usando esa mascara que simula estar bien. Sabía que él se estaba muriendo por dentro pero seguía sonriendo... Adam dice estar "bien", pero sé que está bien hundido, decepcionado, vacío y triste.
"Estoy bien" son 9 letras, 2 palabras y una gran mentira.
La conversación fue interrumpida cuando mi caña empezó a moverse, Adam tomó mis manos y las movía para recoger el pez. ¡Wow! Nunca había atrapado un pez tan grande.
—Déjalo ir.
— ¿Sólo lo dejo ir? —pregunté acomodando mi cabello desorganizado a causa del viento.
—Un pez que vivió aquí durante tanto tiempo ¿Estás diciendo que deberíamos hacer sushi o algo con él? —sonreí, aunque no lo dijo directamente quiso decir que no le gusta ver el sufrimiento, ni siquiera el de los animales...
—Adiós pez —dije antes de devolverlo al océano.
ABBY POV'S
Después de que Alice se fuera con Adam, tomé mi cámara y empecé a tomar cientos de Selfies, no sé si volveré a una playa tan hermosa, quiero muchos ¡muchos! Recuerdos. Tomé demasiadas fotos desde poses formales hasta ridículas, en todas, el fondo enfocaba al hermoso horizonte.
—Te esfuerzas demasiado —dijo David mientras se acercaba, decidí ignorarlo y me dirigí hacia los botes, me monté en la única que estaba libre; una amarilla doble para pedalear. Empecé a pedalear torpemente, estos son para dos personas, es difícil manejarla si solo eres uno.
David movió la parte trasera del bote para alejarla de la arena y así me fue más fácil manejarla. Algo que me extrañó fue ver a David caminando cerca del bote.
— ¿Por qué me sigues? —dije un poco irritada.
—Sería demasiado para ti. Este bote es doble, el otro asiento es para alguien —dijo antes de sentarse a mi lado y empezar a pedalear. Decidí ignorarlo pero a los dos minutos David rompió el silencio. — ¿Deberíamos continuar nuestra conversación de anoche?
— ¿Qué conversación?
— ¿Es cierto que a Alice le gusta otro chico?
¡Niégalo! ¡Niégalo! Por más que David insista no menciones a Adam. ¿Entendido Abby? En mi subconsciente me auto declaré una misión.
— ¿Cuándo dije tal cosa?
— ¿Quién es?
—Deja de decir tonterías y pedalea —le dije para cambiar el tema, pero David quería saber el nombre de esa persona.
—Probablemente sea un chico de mala vida. Sé un poco de mujeres y chicas como Alice y son atraídas por los chicos malos —Adam era todo lo contrario a un chico malo. Él era dulce y encantador... ¡David no sabía nada de mujeres! —Esos chicos tienden a pegarse a mujeres de carácter fuerte como Alice y las exprimen por completo.
— ¡Tonterías! —exclamé. —Ese chico podría ser el alma gemela de Alice —David me miró con una sonrisa en su rostro... ¿Qué demonios le pasaba?..... ¡¿Qué?! Tapé mi boca con mis manos, había acabado de admitir que existe cierta persona. ¡Niega a Adam! ¡Niega a Adam! Si no descubren a la persona, Alice estará bien ¿cierto?
— ¿Alma gemela? —repitió entre una risa. —Es por eso que no está funcionado entre ellos —dijo casi en murmuro. — ¿Realmente crees tal cosa?
—Por supuesto ¡Definitivamente! Los MUJERIEGOS como TÚ no lo endienten, pero esa persona existe en el universo. —Aseguré recalcando la palabra mujeriego y tú.
— ¿Así que ya conociste a la tuya, Abby? ¿Tu alma gemela?
—Aun no —dije desviando mi mirada de la de David. —Pero cuando aparezca, no la dejaré ir, porque si pierdes a esa persona te arrepentirás de por vida —miré hacia los ojos de David pero se encontraban perdidos... ¿dije algo malo? Si David no fuera un mujeriego, podría jurar que mis anteriores palabras perforaron su corazón. — ¡Date prisa! ¿Qué haces ahí sentado? ¡He estado pedaleando yo sola! —dije para intentar que regresara en sí, él sonrío mostrando su perfecta dentadura mientras sus ojos regresaban a su penetrante color verde.
ALICE POV'S
Después de ir de pesca con Adam y regresar a la playa, Andrew tomó mi mano y me subió a un carro negro, el cual nos dirigió a un campo abierto, donde se encontraba un helicóptero marcado con el logo "RICKFORD" esperándonos.
— ¿A dónde vamos? —pregunté mientras Andrew sostenía mi mano ayudándome a subir a la aeronave.
—Tengo algo que enseñarte —dijo antes de que la nave ascendiera, todo era realmente hermoso; el océano, la isla, los barcos... todo hacía una armonía perfecta. —Mira hacia abajo. — Obedecí por inercia y me deslumbré al ver un corazón formado por la tierra, podría apostar que es un efecto de la naturaleza y que el humano no alteró la forma.
— ¡Wow! Es un corazón —no pude ocultar mi asombro — ¡Es realmente la forma de un corazón!
—El día en que lo vi, decidí que si encontraba a una chica que me gustara, la traería aquí —cambié mi visión, y miré a Andrew... ¿Chica que le gustara? Sentí que me sonrojaba aunque intentaba evitarlo. — ¿Lo ves? ¿Mi corazón? —tragué en seco y sonreí para luego volver a mirar el corazón de tierra dibujado entre el océano... Me sentía algo culpable y arrepentida.
Cuando regresamos los chicos estaban sentados alrededor de una fogata con un semblante algo triste.
— ¿Qué pasa? —se atrevió a preguntar Andrew.
—Una emergencia con Adam —respondió David... ¿Adam? ¿Emergencia? Me preocupé al igual que Andrew. Nathan extendió su mano para darle una revista a Andrew. Me senté al lado de Andrew para poder leer la noticia
Hola! Pregunta random, ¿Eres Team Andrew o Team Adam?
KATHERINE PIERCE
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