12. VIAJE INESPERADO


¿ En verdad tienes que ir tan lejos? —David hablaba en su móvil desde la parte trasera de un Mercedes Benz. —Ya voy en camino, solo mantén tu promesa... La tetera antigua arabesca, no me la pidas de vuelta—dijo antes de colgar.



ABBY POV'S

Estaba mirando por el ventanal de la tienda esperando a que Alice volviera.

— ¿Por qué ella no regresa? — estaba preocupada por Alice... Suspiré y vi al Sr. Pierre. 

  ¿Cómo lo hacía? hace un segundo estaba en la cocina, ¡Pero que susto! 

Tenía que tranquilizarme, sabía que Alice entraría pronto por esa puerta gritando enojada y reclamando por qué no la ayudé.

—Abby, no puedes desaparecer y dejarme solo de nuevo.

— ¿A dónde voy a ir? Alice ni siquiera está aquí.

— ¿En verdad no vas a salir a ningún lado? —insistió el Sr. Pierre, fruncí mi entrecejo y él se marchó a la cocina. Alice... esperaba que estuviese bien. La puerta se abrió y sonó la campana, un cliente había llegado.

—Bienveni...—me detuve debido a que no era un cliente promedio, el sujeto que entró era David Cooper. Él me agarró de la muñeca y me jaló hasta la salida ¿Qué le pasaba? Porque sea rico no debía tratar así a las personas. — ¿Qué pasa? No soy Alice, soy su amiga, Abby.

—Rápido, es... una emergencia —dijo con la voz entrecortada, se encontraba algo agitado, me preguntaba si había pasado algo con Alice, deseaba que estuviese bien. Alice es una chica muy fuerte y valiente.

— ¿Qué pasa? ¿Le pasó algo a Alice? —David Asintió. ¡Oh! ¡Alice! — ¿Qué sucedió? ¿Un accidente?

—Si no nos apuramos, es posible que ya no podamos verla ¡Apresúrate! —esas palabras fueron suficientes para sentir que mi mundo caía, todo se derrumbaba delante de mis ojos ¿No volver a ver a Alice?

— ¿Qué... debo hacer? Debo.... avisarles a... sus padres —mi voz se entrecortaba, mi corazón latía débilmente. Los señores Lawler estarían devastados... en especial su hermanito menor. Saqué mi celular torpemente, incluso mis articulaciones fallaban, sin embargo, David sostuvo mis manos para evitar que yo llamara por el celular.

—Ya los contacté —por lo menos los Lawler estarían allí... debía apurarme, quería ver a Alice, mis ojos se humedecieron... Alice. Me quité rápidamente el delantal y me dirigí al Mercedes Benz junto con David. Sí estuviéramos en otra situación me habría sorprendido el auto negro, pero en esos momentos solo tenía cabeza para Alice.

El auto se detuvo y abrí la puerta sin esperar que David la abriera primero, al tocar el suelo me alegré un poco de que no estuviésemos en un hospital, pero.... ¿Qué hacía en una pista de aterrizaje? Miré algo confundida a David. Él se apeó del auto y siguió derecho, al frente estaba los otros de F4 a excepción de ese chico Rickford y... Alice. Nadie hablaba, yo preguntaba sobre el paradero de Alice pero ellos solo sonreían ¿Cómo podían sonreír en una situación así?

Esperamos unos cuantos minutos y un Audi negro se acercó, de él salió Andrew Rickford y luego... ¡Alice!, ella estaba bien... pero ¿No se había accidentado? David dijo eso, yo la veía muy bien, incluso estaba usando un hermoso vestido de estampado floral.

—Alice —corrí acercándome a ella.

— ¡¿Qué sucede?! —Alice dijo elevando la voz, el motor de los aviones evitaba que se escuchara muchas cosas.

—Nos vamos de viaje —contestó Andrew Rickford... 

¿Viaje? 

— ¿Viaje? —Alice preguntó y él solo asintió. ¡¿Me habían hecho pasar ese susto por un viaje?! — ¡Imposible! Ni siquiera tenía permiso de mis padres. — ¡Era cierto! Mis padres tampoco sabían que estaba ahí, si regresaba y le decía a mi madre que estaba de viaje con Alice y cuatro chicos ricos que envés de cerebro tenían dinero ¡me mataría!

—Yo lo tengo —los padres de Alice cederían fácilmente por encantos de F4, eso era algo obvio.—Ya conseguí su permiso, y solo en caso de que pudieran preocuparse de que vayas sola, traje a tu amiga también... ¡Ah! También tengo el permiso de tus padres —eso último lo dijo mirándome.... Andrew al igual que David son extremadamente guapos, pero ¡les falta sentido común! —No hay problema ahora ¿verdad? —dijo Andrew. 

Alice y yo nos miramos, ya entendía por qué Alice llegaba al trabajo quejándose de lo que hacía Andrew. Al inicio pensé que era cruel, luego que era tierno a su manera... pero en ese momento retracté todos mis anteriores pensamientos 

¡Andrew Rickford estaba loco! 

— ¡Bien, a despegar!



ALICE POV'S

¡Por eso es que había comprado todo eso! íbamos de paseo, pero aún desconocía el destino. Andrew decía que esperara y que lo viera por mis propios ojos. Ni siquiera pudo ser un viaje normal... todo un Jet estaba a nuestra disposición...

"Damas y caballeros. Bienvenidos a bordo a Europe Airlines 001. Nueva Caledonia está a 15 horas y 10 minutos desde Gales. La temperatura local es de 27o"

— ¿Caledonia? —Abby y yo lo dijimos al unísono... Eso está en otro continente...Creo... nunca he sido buena en geografía... Pero sí se escuchar y el piloto había dicho ¡15 horas!

— ¿Estás tan sorprendida que ni siquiera puedes respirar? ¿Deberías ponerte la máscara de oxígeno? —Andrew señaló arriba en donde estaban las máscaras.

—Andrew... ¿Soy lo suficientemente cercana a ti para ir de vacaciones contigo? E incluso si lo fuera, deberías primero preguntar mi opinión y tratar de coincidir con mi horario, ¿No te enseñaron a planear en tu guardería Rickford? —no estábamos hablando de ir a alguna playa de Cardiff, estábamos hablando de otro continente, uno de los más lejanos de Europa; Oceanía.

—Quiero ir a un lugar bonito contigo, los preparativos están hechos. No va a sucederle nada a Reino Unido porque no estés allí ¿Cuál es el problema? — tenía muchas ganas de decirle que ¡Él es el problema! 

—No sé si a Cardiff, pero sí al pobre dueño del restaurante. Si se entera que las dos nos hemos perdido...—dijo Abby.... ¡Sr. Pierre! La última vez se preocupó mucho cuando Abby le prometió no irse y luego desapareció.... Tenía que irme.

—Eso no va a pasar... ¡Vámonos! —dije tomando la mano de Abby, me levanté de mi silla y... ¿Dónde estaba la salida? Intenté abrir la puerta por la que entramos... no se abría.... Fui a la parte trasera del Jet, a mi izquierda David y Nathan estaban separados por una pequeña mesa.

Ellos me miraron y sonrieron así que también sonreí ¿Ellos estaban aquí? Seguí buscando una salida, así que miré hacia mi derecha.... Adam... él también estaba ahí.... Se veía tan vulnerable cuando dormía... relajado, en paz... muy diferente a antes de que se fuera a América ¿Era cierto que ya no regresaría donde Katherine? ¿Se quedaría en Gales? Seguí admirándolo, su cabello castaño claro, sus parpados cubriendo sus hermosos ojos oscuros, sus encantadores labios rojos incluso sus pequeñas ojeras debajo de los ojos eran atractivas.

— ¿Podría tomar asiento por favor, señorita? —dijo una azafata joven con un traje azul oscuro, sonreí y busqué mi asiento... ¿Por qué me estaba quedando? ¿Valdría la pena quedarme por Adam? Eran 15 horas de vuelo... esperaba que por lo menos él me hablara... pero me bastaba solo con verlo durante unos días.

Cuando regresé a mi asiento un manjar me estaba esperando... pude escuchar como Abby tragó saliva... olía taaan delicioso, me sentía en el paraíso... leí una nota en cada plato, el nombre de cada comida... "Ternera Wagyu con papas a la Bonotte y Hongos Matsutake" "Albóndigas de Rosa Conde, jamón Ibérico de Bellota acompañado con caviar Almas al gusto" "Kebab con pan de pita e infusión de azafrán, yogurt de pepino, infusión de Champagne Krug, pimientos Scotch Bonnet y cordero lechal de los pirineos" "Pizza de venado, champagne, caviar, langosta y salmón ahumado marina con un congnac Luis XII de Remy Martin" Al ver la pizza pensé que sería algo más... normal pero también es sofisticada, me acerqué al dulce, ese helado me estaba diciendo cómeme ¡Quería comerlo! "Frozen Hot Chocolate; 28 tipos de cacao acompañado de trufas "Madeline au Truffle" "Fresas Maceradas acompañado de vino Oporto, helado de vainilla y Melón Rey Yubari"

—No es justo que intentes sobornarme para que me quede con comida... El Sr. Pierre está solo, nosotras lo ayudamos en el negocio de las avenas.

—No te preocupes por eso, ya te dije que lo tengo planeado todo —mencionó con arrogancia y eso me generó mucha inquietud... y miedo. 

— ¿Qué hiciste? —le dije frunciendo el ceño.

—Contraté personal que ayudara a ese señor oriental —dijo tranquilamente.

— ¿Qué hiciste qué? —el Sr. Pierre estaría furioso cuando regresáramos.

—Tranquila Alice, Señorita Abigail. Yo mismo las elegí, son unas 6 modelos rusas, amigas mías. Llamarán a muchos clientes —dijo David desde su asiento.

— ¿Modelos rusas? —repitió Abby.

—Sí, ya me informaron que la tienda está repleta, incluso clientes esperan afuera, las modelos extranjeras son una sensación para el género masculino —continuó Andrew con una sonrisa arrogante .


(...)

Aproximadamente cinco horas después de comer, hablar y reír, el sueño nos venció a todos, mis parpados no soportaban estar abiertos por mucho más tiempo, tal vez sería bueno dormir un rato...

"Este es el capitán al habla. Llegaremos a la Metro Isla en unos momentos" "Deseamos que tengan una agradable estadía en Nueva Caledonia"

Abrí levemente mis ojos ¿Ya habíamos llegado? ¡Dormí durante 10 horas en un Jet!

— ¡Ya llegamos! ¡Despierten! —gritaron Nathan y David despertando a Andrew y a Adam. Yo misma sacudí a Abby para que también despertara.

Entramos por una bahía que rodea el sudoeste del océano Pacífico, la Isla era realmente hermosa. El simple hecho de verla, hacía que valiera la pena esas 15 horas de viaje, caminamos por la alberca de la piscina del hotel y dos mujeres jóvenes muy voluptuosas en vestidos de baño de dos piezas se acercaron. Una saludó de abrazo a David y otra a Nathan, luego saludaron a Andrew y Adam alzando una mano y después nos sonrieron a Abby y a mí.

Después de una hora nos separamos, me dieron unas llaves y me dispuse a buscar mi cuarto, habitación #655, caminé por la sección de 6 y al final de un pasillo decía #655

Tuve la magnifica suerte de encontrar mi habitación con mucha facilidad. El cuarto era realmente espacioso y muy lindo, no tenía mucho color además del blanco y el gris, pero aun así era muy agradable. Me asomé por la ventana circular y vi el hermoso océano, rodeado de lujosos yates. Abandoné la sala y pasé al otro cuarto, vi la gran cama decorada con pétalos de Gerberas, tomé unos pétalos y olían muy bien ¡era encantador! Seguí al hermoso baño de mármol, incluso la tina estaba decorada con pétalos purpuras de la misma flor, tomé un par de pétalos y me dirigí otra vez a la ventana circular para ver el océano.

Minutos después Andrew abrió la puerta y se sentó a mi lado.

—Me siento como si flotáramos en el océano —mencioné mientras veía toda la habitación.

—Estamos flotando.

— ¿De verdad?

—Ven aquí. —dijo extendiéndome su mano... ahora que lo pensaa bien, Andrew había cambiado drásticamente... seguía siendo el mismo millonario sarcástico quien creía que el dinero lo es todo, pero, por lo menos en esos momentos comenzó a ver a las otras personas más como seres humanos y menos como cosas que se utilizan... 

F4 no volvió a usar esas infames tarjetas rojas, podría decir que Andrew sí tenía corazón.

Interrumpí mis pensamientos al ver que Andrew salió del cuarto, así que me vi obligada a seguirlo.

— ¡Ahhh!  ¡Estamos flotando! —Unas seis piezas de concreto sostenían la habitación de ser sumergida en el océano, bajé las escaleras al frente mío que conectaba directo al agua... Esto es un paraíso... el agua siempre había sido mi aliada. —Siempre imaginé que el paraíso fuese así ¿Dónde estamos?

—Estamos en Metro Islas. Es nuestra propia Isla con todo resorts para las vacaciones — todo el hotel era de Andrew, Vaya... no se ni siquiera porque me sorprendió.

Volvimos a reunirnos con todos, Abby no estuvo completamente sola, se encontró con Adam minutos después de separarnos y luego con David, más tarde los encontramos y después llegó Nathan. Cuando nos reunimos Andrew dijo que solo por esta vez los F4 serían nuestros turistas ¿acaso debimos de estar agradecidas?

Abandonamos Metro Islas para adentrarnos a la ciudad ¡Todo era realmente encantador! Fueron muy divertidas las últimas 3 horas turísticas en la ciudad, incluso Adam estaba sonriendo... ¡Todos la pasamos genial! Nunca había visto a Abby tan feliz, entramos a una tienda de recuerdos y compramos... o ellos compraron muchas cosas... 

Nueva Caledonia se había convertido en mis segundo lugar favorito. Salimos de la acogedora tienda artesanal y Adam se acercó a una pequeña niña de piel morena con dos coletas que estaba parada en la acera vendiendo unas flores. Adam se agachó y miró un ramo de syringa blanca, pero luego se fue. Esperé unos segundos para que Adam se alejara y me acerqué a las flores. Algo sumamente extraño fue que esa niña me sonrió y levantó del suelo la flor blanca.

—Dale esta flor a la persona que amas —dijo la niña con un vestido rosa floral.

— ¿Qué? —la niña me entregó el pequeño ramo y lo cogí. La miré algo confundida y la niña hizo un corazón con sus dedos. — ¿Amor? —solo sonreí y pagué las flores.

Ya eran aproximadamente las 19:00 vimos a una pequeña multitud al lado de un edificio ¿Qué había sido? Le preguntamos a unas personas, pero, ¿Qué dijeron? Hablaron otro idioma así que solo sonreímos.

—Es muy buena, me he enamorado un poco más de Nueva Caledonia —escuché a dos mujeres hablar ¡Hablaban español!

NOTA: EN REALIDAD ELLOS HABLAN INGLES (VIVEN EN EUROPA), PERO PARA QUE PUEDAN ENTENDER, LA HISTORIA ESTÁ EN ESPAÑOL ;)

—Disculpen...pero ¿Qué es eso? —preguntó Abby a las dos mujeres.

—Ahí hay una nativa que es muy buena para adivinar la fortuna.

— ¿Una adivina? — pregunté esta vez yo. La otra chica asintió. 

Abby sonrió exageradamente y me jaló de la muñeca para entrar. No estaba muy convencida de querer escuchar mi fortuna, pero de todas formas seguí a Abby.

Esperamos a que el lugar estuviera más vacío y entramos, nos sentamos en un asiento de madera muy antiguo... el lugar era oscuro y puso mi piel de gallina. Vi a la mujer al frente de nosotras, una mujer morena con rastas en su cabello oscuro y una mirada penetrante, no una mirada como Andrew... esa mirada era diferente, no exaltaba dominación... me provocaba miedo y pavor. La mujer extendió su mano, miré a Abby y ella me miró a mí, ninguna quería ser la primera, pero Abby tomó mi mano y la estiró, aquella mujer la cogió y la miró detenidamente.

—Veo un hombre. —dijo con una voz profunda.

— ¿hombre? —esa mujer me daba escalofríos, y todo fue culpa de Abby.

—Es tu futuro Esposo —dijo resaltando cada palabra con un sutil eco. ¿Es...es...esposo?

— ¿Quién? —preguntó Abby ¡Abby, no preguntes! era lo que pensaba. Cuanto menos sepa era mejor. Sentía como mi pulso se aceleraba.

—Aquí... ¡Contigo! — esa mujer me generaba aún más que miedo... ¿Mi futuro esposo estaba conmigo? —Y una alma gemela— continuó diciendo la extraña mujer...¿Mi futuro esposo era mi alma gemela? Pero... ¿Quién era? en esos momentos estaba muy confundida. 

— ¡Qué bien! ¡Tu alma gemela será tu esposo! Es tan perfecto como el merengue de un pastel —mencionó Abby. Ni siquiera podía pensar en un pastel por lo asustada que me sentía. La mano fría y arrugada de esa señora no tan vieja me daba escalofríos y horror... me sentía en una película de miedo, pensé que en cualquier momento iba a  invocar a algún fantasma.

— ¡Dos diferentes hombres! ¡DOS! —dijo haciendo el número con sus dedos... 

¿Dos hombres? ¡¿EH?! Me casaré con un hombre pero ¿mi alma gemela es otro? Esa mujer estaba loca... o bueno eso era lo que pensaba en esos momentos. 

— ¿Qué es lo que está diciendo? —dijo Abby igual de intrigada. —Entonces, tu alma gemela y tu esposo ¿son diferentes personas? —dijo mientras me veía.

—Vas a perder algo importante. — ¡¿Esa señora no sabía cuándo callar?! No solo le bastó con decir que hay dos hombres en mi vida, también dijo que perdería algo importante.

— ¿Perder? —dijo Abby.

— ¿Importante? —continué... ¿Algo importante? ¿Algo importante? ¿Tenía algo que ver con mi familia? ¿Papá, Mamá, Max?

—Como mujer —dijo esa señora con su voz misteriosa.

— ¿Algo importante como mujer? —dijimos Abby y yo al unísono, la señora juntó sus dos manos y miró al techo envejecido que en cualquier momento se vendría abajo.


(...)

Abrí los ojos y me deslumbré delante de un hermoso mantel azulado; el cielo... me levanté de la silla playera y vi a mi izquierda a Abby que estaba leyendo un libro.

No pude cerrar los ojos en toda la  noche pensando en lo que aquella mujer había dicho, estaba muy confundida, habló de dos hombres en mi vida, mi esposo y mi alma gemela... ¿ acaso tú esposo no debe ser tú alma gemela? era algo que no comprendía y no sé si ahora lo comprendo. 

Mientras Abby y yo hablábamos hasta que alguien nos interrumpió.  

—Vas a venir conmigo —dijo Andrew con su tono habitual; dominante.

— ¿Dónde?

—Lo sabrás cuando estemos allí, ven, vamos —dijo recogiendo mis tacones playeros de suelo y agarrándome la muñeca para que lo siguiera, miré a Abby pidiendo ayuda con la mirada, Andrew se acercó a David quien había llegado y le dijo algo poco audible, él sostuvo a Abby para que no se moviera.

— ¡Alice! ¡Buena suerte! —dijo Abby cerrando su puño a la altura de su rostro.

— ¿Acaso se está yendo a la guerra? —preguntó David.  Abby simplemente lo fulminó con la mirada.



ABBY POV'S

Andrew se llevó a Alice no sé a dónde, pero encargó a David vigilarme para que no siguiera a Alice y la intentara ayudar... todo había cambiado mucho, antes era una vida tan monótona. Escuela, trabajo, estudiar, dormir... ahora Alice me envolvió en la vida de los F4 y estoy en Nueva Caledonia. Fui con David a unas montañas, ¡Que hermoso! Era muy alto, todo se veía tan pequeño desde esa distancia... saqué mi celular y me tomé una que otra Selfie.

—Hey, tómame una foto aquí —tomar una foto con cámara frontal es muy difícil si quieres tomar una foto de ti y un paisaje, es mejor la cámara tradicional, es decir que alguien la tome por ti.

—Tú siempre haces este tipo de cosas ridículas ¿no? —dijo David soltando un bufido... ¿Qué tenía de malo? Una vista como esa era difícil de volver a ver, quería una foto. Posé e hice con mi mano el símbolo de amor y paz, luego saqué la lengua. —Fotos tomadas, vámonos. — ¡¿Irnos, tan pronto?! me preguntaba tristemente.

—Espera un minuto.

—Viste el panorama, tomé las fotos. Ya es todo ¿no?

— ¿Todo? todavía tenemos que subir aun más. —Estábamos lejos, pero no era la cima.

— ¿Ir más arriba? —lo ignoré y salí corriendo por la angosta carretera para adentrarme a la montaña, no quería subir en carro. Al aire libre y caminando se disfrutaba más el viaje. — ¡Hey! Es mi novena vez aquí y tú eres la persona que quiere subir todo eso caminando. —Decidí ignorarlo y comencé a correr para subir la montaña desde la carretera. Sostuve mi gorro playero para que no se fuera por la ventisca y seguí dando zancadas, si David no quería seguirme bien por él.



DAVID POV'S

¿Por qué Andrew me dejó con ella? Tuvo que dársela a Adam... No tenía más remedio que aguantármela, debía ser paciente. Escuché un grito de una mujer... ¿Abigail? Respiré profundamente, Andrew no tuvo que dejarme a su cuidado, Adam hubiese sido mejor niñero.

Corrí para acercarme al ruido de hace unos segundos. Mientras daba largas zancadas en busca de aquella niña solo podía pensar y rezar internamente para que Abigail no se hubiera perdido, si mis peticiones eran ignoradas y perdía a esa chica, eso significaría que Andrew se enfurecería conmigo por no poder cumplir con una tarea tan fácil.

Además, yo no tenía ánimos y alguna mera emoción por escuchar sus insultos y sus injurias, y de ese mismo modo, tampoco deseaba escuchar a Nathan repitiendo los próximos meses, que ni siquiera puedo cuidar a una niña de 16 años.

—Es bueno que subieras ¿cierto? —dijo una aguda voz femenina.

— ¡Oye... tú! —mi voz seguía entrecortada por subir tan rápido hasta la pequeña plaza.

—Eso es por haberme mentido acerca del accidente de Alice y haberme arrastrado hasta aquí —manifestó subiendo un poco el tono de su voz, sin embargo al ser una niña buena, su semblante seguía tranquilo.

—Quizás no sea una mentira completa —nunca había visto a Andrew tan interesado en una mujer, al inició pensé que su ego masculino fue lastimado por una indomable Alice. Pero traerla hasta ahí y ser tan atento con ella era algo nuevo en él. Además, desde aquella vez con Alice, Andrew no había colocado otra tarjeta roja. —Parece que solo es cuestión de tiempo antes de que ocurra un accidente real entre esos dos.

— ¡No!



ALICE POV'S

Me gusta sentir la arena entre mis dedos así que me quité los tacones y caminé en la arena de la hermosa playa junto a Andrew. Lo curioso era que una playa tan limpia estuviese vacía, nadie estaba tomando el sol, no había niños jugando y construyendo castillos de arenas, no había nadie nadando ni vendiendo comida o refrescos en kioskos.

— ¿Qué? ¿Por qué no hay nadie más aquí? —le pregunté a Andrew sin dejar de caminar.

—Solo tú y yo estamos aquí —eso ya lo sabía pero... ¿por qué? me preguntaba 

— ¿Cuál es la razón para que me trajeras a una isla desierta? —el viento azotaba fuertemente mi cabello contra mi rostro, me era difícil caminar y ver al mismo tiempo.

— ¿Razón? No hay ninguna razón. Solo algo en mi mente.

— ¡Andrew!  ¡Te lo advierto! Debes abandonar cualquier "intensión oculta" por lo que me hayas traído a este viaje.

— ¿Intensión oculta? —repitió soltando una leve risa. — ¿No serás tú la que estás malinterpretando las cosas y te imaginas ciertas situaciones? 

¿En qué momento quedé como la "pervertida" y él como alguien con un "corazón puro"? Andrew aceleró el paso así que lo seguí, la playa era muy linda para ser una isla desértica... caminamos unos minutos más, hasta que nos cercamos a una mesa con dos asientos en la mitad de la arena. La mesa tenía un mantel blanco crema y un pasacaminos de color naranja, encima había un enorme frutero y a su lado unos platos de hotcakes bañados de mantequilla y miel, una torta de manzana y unas tazas de té.

— ¿Cómo hiciste todo eso? —pregunté, sin embargo Andrew me tomó por los hombros y me obligó a sentarme. Luego él se sentó al frente mío.

— ¿No te dije? Yo puedo darte todos los días cosas que ni te imaginas. Allie, estás muy conmovida ¿Tan fácil eres de impresionar? — ¿Allie? ¡¿Allie?! Todo eso del viaje, del desayuno, de inventarse que eramos novios ¡¿Y ni siquiera recordaba mi nombre?!

— ¡Alice! ¡Me llamo Alice! —suspiré. —igual, ¿para que sigo recordándote mi nombre si ni siquiera te esfuerzas por aprendértelo? —dije casi en susurros. —Y... ¿Te parece esto fácil y simple? Esto es como magia ¿Eres genio?

— ¿Genio? ¿Quién es ese? ¿Acaso es mejor que yo?

—No, el genio de la lámpara de Aladdín. Él puede conceder cualquier deseo.

— ¡Ah! Yo pensé que era alguien más. —dijo mientras se acomodaba su cabello que el viento desorganizaba. —Pero, ¿ese genio puede hacer de todo? — ¿Andrew nunca había Aladdín y la lámpara mágica?

—No —el genio tenía sus limitaciones, Él fue bastante claro con Aladdín antes de que este último pidiera sus tres deseos. —Hay cosas que un genio de la lámpara no puede hacer. Cómo matar a alguien o traer de vuelta a la vida a una persona, ni... —me quedé callada unos segundos.

— ¿Ni? —insistió Andrew.

—Forzar a alguien a que se enamore. —Aladdín enamoró a Jazmín con su dedicación y amor, nunca la forzó, ella se enamoró de lo detallista que era, incluso Aladdín arriesgó su vida por amor. —No puede hacer eso —después de terminar de hablar un silencio incomodo invadió el aire.

— ¿Por qué hay tantas cosas que no puede hacer un genio? — ¿Pero si  solo eran tres cosas? Ahora que lo pensaba... un genio era muy similar al poder del dinero, una de sus tantas limitaciones es forzar a alguien a sentir amor. —Mientras más escucho de él, más débil suena. Yo puedo hacer todo. Ya sea matar a alguien o revivirlo —me reí levemente. Andrew en ocasiones llega a unas conclusiones muy curiosas y extrañas. —Y en lo otro, si pones tu esfuerzo en ello, puede hacerse realidad. Así que simplemente dime que quieres.

— ¿Estás seguro que puedes hacerlo?

—Oh, casi se me olvida —sacó su celular del bolsillo estiró la mano con el móvil a la altura de su rostro. La pantalla del celular se iluminó con el símbolo de Skype y apareció mi familia en la pequeña pantalla. —Hola, soy Andrew, esta es Nueva Caledonia. Allie está.. —lo fulminé con la mirada ¿Todas las cosas lindas que había dicho hace unos segundos no sirvieron para nada? Todavía no se había aprendido mi nombre —No, digo...Alice está aquí conmigo, ahora se las paso —dijo pasándome el celular.

— ¡Mamá! —saludé con mi mano libre.

— ¡Alice! ¿Cómo te va? ¿Bien? — dijo mi mamá entre el bullicio de mi hermano y mi padre.

— ¡Ah! Mi hija ¡Cuídate! —continuó mi papá. Nueva Caledonia era grandioso, pero prefiero a Cardiff, mi familia ante todo.

—Papá, estoy muy bien. 

— ¡Hermana! ¡Hermana! ¿Es bonito ahí? ¿Has comido langostas grandes?

—Lo siento, me vine sin avisar —dije algo apenada a mis padres, nunca pensé que terminaría viajando.

— ¡No, no! ¡No se preocupen por nosotros! ¡Diviértanse! — prosiguió mi padre.

— ¡Alice! Sé amable con Andrew. Este teléfono nos lo envió con su secretario —dijo mi madre. Andrew a veces podía ser insoportable, otras veces muy tierno. Sin embargo, sabía que no demoraría en hacer alguna estupidez para hacerme enojar.

— ¡Hermana! Si me das un teléfono te perdono aunque te comas 10 langostas sin mí —sabía perfectamente que ese comentario era un "Andrew regálame un celular". Max sabía que Andrew estaba escuchando toda la conversación.

—Alice, el destino de la familia Lawler está en tus manos. ¿Entendido? —eso fue sumamente vergonzoso y antes de poder negar eso, escuché que el bullicio aumentaba a causa de los gritos de emoción de mi familia y segundos la pantalla se oscureció finalizando la videollamada. 

Estiré mi mano encima de la mesa y le entregué el celular a Andrew. Guarde silencio y acomodé mi cabello mientras se cristalizaban mis ojos.

— ¿Hice algo mal?...Yo solo...— interrumpí a Andrew antes que dijera otra cosa. Esos eran los momentos en los que se comportaba amable y tierno.

—No, Andrew... Gracias.

—Entonces, ¿Por qué estás a punto de llorar? —preguntó algo ¿preocupado? ¿Le causaría mayor preocupación a Andrew si lloraba?

—Es muy bonito aquí. Me gustaría que mis padres estuvieran aquí también —respondí con mi semblante más sonriente. 

—Vendremos juntos. 

A Max le encantaría estar aquí y probar las deliciosas langostas, pero... eso sería aprovecharme demasiado de la amabilidad de Andrew. —Tú y tu familia pueden venir aquí de nuevo, juntos.... Si ya terminaste de conmoverte, vayamos directo al grano.

— ¿Al grano? —Andrew se levantó de la silla y empezó a deslizar la camisa de polo encima de sus fuertes brazos. 

¿Qué estaba haciendo?


KATHERINE PIERCE

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top