Nathan

- ya te dije que no voy a ir..

- ¿Pero por qué no?

Suspiro, estoy en la oficina firmando unos papeles, hoy es lunes y mi agenda está llena, gracias a los dioses que Tali volvió a trabajar si no mi día hubiera sido una locura

- ya dije que no, tengo que cuidar a Aidan - le digo..

- tienes que divertirte, y Aidan ya no es un bebé, puedes dejarlo una noche con tus padres - sigue insistiendo

Lo miro dudando, el maldito trata de convencerme y lo hace maldita mente bien

Solo sus padres saben el dolor de cabeza que es cuando se pone así de intenso, les sacaba canas verdes cuando estábamos en secundaria, era todo un rompe corazones y los problemas de faldas nunca faltaban. El muy cabron le divertía ver a las chicas peliar entre ellas por su atención, según el no era su problema por que su corazon era enorme y las amaba a todas por iguales, claro que no pensaba lo mismo cuando el chisme le llegaba a los oídos la señora Teresita. Esa señor era como un huracán cuando se enojaba, y mas de una ves lo saco de una oreja del centro educativo adelante de todos, y por supuesto que yo como buen fisgón que soy, miraba a escondidas por la puerta entreabierta donde guardaba la cosas para el aseo por miedo a que mi mama viniera por mi, sabia que donde Erik estaba metido yo tambien por eso prefería esconderme hasta que el pasillo estuviera despejado y no ser el centro de burla de esos niñatos, cuando creía que estaba todo despejado salia dándome de Bruce con mi mamá, no me pregunte como lo hacia pero siempre me encontraba

Erik siempre fue mas cabezon

Me gustaría ir de fiesta y tomar unos tragos pero pasar tiempo con mi retoño es más valioso que unos tragos y mujerzuelas, no lo puedo dejar tirado así como así

Erick es mi amigo des que tengo memoria, nos conocimos des de pequeños, estábamos en el mismo colegio y mismo curso, el era el popular y y yo como el nerd, lo mio eran los libros, computación, y toda a lo que era arte, mientras Erick, era todo lo contrario, el era un chico de deportes con muchos amigo y niñas atras de el, cuando nos cruzamos en el receso no perdía la oportunidad de molestarme, me insultaban juntos a su amigos, asta que un dia nos fuimos a los puñetazos, nos mandaron a los dos a dirección y llamaron a nuestro padres, cuando llegaron y vieron lo que avia pasado se enojaron mucho nos obligaron a darno la mano y un abrazo, ignorando nuestra quejas, por que claro que niños despues de agarrarse a puñetazos va a querer abrasar al otro, ninguno, y menos adelante de todo el salon, los más gracioso de todo es que nuestros padres era amigos des antes de que nosotros llegáramos a este mundo, sus padres solian ir a mi casa, y los mios a la de el, y ahora no asemos nada si no es juntos , como ahora

- no puedo a dejar a mi hijo sola para irme de fiesta - le digo revisando el proyecto nuevo para escritores, no me convence mucho, me lo llevaré a casa y lo revisaré con más detalles

- ¿ase cuánto que no salimos juntos de casería? - dice mirándome con picardía

O no, conozco esa mirada jamás termina bien la noche cuando va en plan de casería, termina en la cama con cualquier chica inocente que cre que le va a bajar las estrellas y la luna, mientras el lo unico que busca en ellas es sexo sin compromiso, es viste muchas de ellas cuando tengo que ir a salvar el trasero por sus cochinadas, estaban destrozadas, salían gritando por qué el solo las utiliza y lo entiendo, soy hombre pero lo comprendo, me paso lo mismo con la madre de mi hijo

Supongo que así es la vida, llena de ironía, mientras unos tienen amor pero no lo quieren, otro sufrimos por qué no lo tenemos

- ya dije que no, y estoy seguro que tienes alguna amiga a la que puedes llamar y te atienda - Erick se sonríe de costado acomodando su reloj negro en la muñeca

- sabes que tus nalgas son las únicas que hace que se me pare - dice moviendo las pestañas de forma coqueta, se levanta estirándose por arriba del escritorio - si quieres podemos divertirnos ahora mismo, solo tienes que pedirlo, solo pídeme y papi te lo dará - dice lentamente con sensualidad agarrando mi corbata y tirando de ella hacia el susurrando en mi oído - te dejaré el culo tan abierto que no podrías caminar

- ¿terminaste? - le pregunto arrancando mi corbata de sus manos, Erick se empieza a reir a carcajadas

La puerta se abre y entra la secretaria con dos tazas de cafés, cuando nos ve en la posición que estamos nos queda mirando des de la puerta con impresión

- ¡Lo siento!, ¡Yo no quería interrumpir, no sabía que... - dice asiento gesto con la mano refiriéndose a nosotros, nuestra cara debe ser de espanto puro por que la chica parece consternada con nuestra miradas - ¡Mejor volveré en otro momento, lo siento mucho en verdad, diré que nadie los moleste! - dice nerviosa saliendo por la puerta con la bandeja de café, se da contra la puerta, Pero logra abrir la puerta y salir casi corriendo

- ¡espera Pamela! - le digo, Pero es muy tarde ya se a ido, miro a Erick y parece horrorizado

- ¿y bien, estás contento?, ahora todo el mundo pensará que somos gay - el muy idiota sigue quieto sin moverse

- oye idiota - chequeo los dedos frente de sus ojos, cae en su asiento tapando su rostro

- o por dios... ¡O por dios, ahora todos pensaran que soy gay, que pensaran las chicas de mi! - levanto una ceja

¿Es en serio? ¿eso le preocupa, no tener sexo? ¿que hay de mi hombría?

- tu iniciaste todo, ahora te aguantas, igual no creo que Pamela se una de esas chica bocona - su rostro tenso se relaja como si le hubiera quitado un peso de encima y sonríe

- uf.. me asusté por un segundo..- Se pone de pie acomodando su traje gris de Gucci

- entonces, nos vemos está noche..

Estoy por mandarlo al diablo pero abre la puerta para marcharse, cuando esta apunto de salir se voltea y me sonríe con picardía

- y Nathan, para que lo sepas no eres de mi tipo, me gustan tetonas y con más nalgas de dónde agarrar - le muestro el dedo del dedo del medio con una sonrisa

Se ríe cerrando la puerta

Niego con la cabeza, Erick es una muy mala influencia, pero por alguna razón lo quiero y Aidan lo adora, siempre pregunta por su tio Erick, y cuando lo ve parece el su padre, se llevan genial lastima que no tenga vagina, si no seria una muy buena esposa y madre para Aidan

Veo la hora en mi reloj, se acerca la hora de ir a buscar a Aidan a la guardería, mi madre con el tema de el accidente casi nunca tiene tiempo, se la pasa en el hospital con la chica. No quiero sonar malvado pero la chica tiene a su papá para que se ocupe de ella, no es como si no tuviera a nadie,  no nesesita de ninguno de nosotros, no se para que sentir culpa si fue ella quien causó el accidente, quien cruza la calle sin mira a los costados, hasta mi hijo de seis años sabe eso

Tomo maletín guardando el resto de los papeles que no pude revisar y salgo de la empresa rumbo a la guardería para retirar a mi hijo

Paso por el escritorio de mi secretaria y está vacío, no le doy mucha importancia por qué se que debe estar en descanso, cuando llegó en la planta baja y veo que hay un pequeño grupo susurrando entre ellos, no sabía que el personal tenía una junta, nunca se informo de nada, cuando me ven pasar se quedan todos callados y se me quedan mirando

Pero que diablos

- ¿Algún problema chicas? - se miran entre ellas comunicándose con la mirada y niegan

¿Por qué siento que algo extraño está pasando en este lugar?

Estoy apunto de preguntar cuál es el puto problema, Pero no es necesario preguntar nada, ya se lo que pasa aquí

Pamela mi secretaria está entre el medio de la multitud mirándome como la mayor revelación del año, al parecer me equivoqué y si es una bocona, deben estar pensando que Erick y yo tenemos una relación secreta o algo así

Que equivocada estaba Erik cuando decía que no tenía pinta de chusma, se va a querer morir cuando le cuente que toda la empresa sabe de nuestro "noviazgo secreto" ya puedo imaginar su cara, pienso con una sonrisa

- quiero que sepa que estamos contigo señor Stewart - dice Pamela acercándose con otras dos chicas

Me miran con pena y la vez lastima en los ojos

- ¡¿Pero de que hablan?! - pregunto exasperado

- sabemos que es difícil, pero nosotros los aceptamos como son - me llevo la mano a la frente, ya medio dolor de cabeza

- solo vuelvan a trabajar, ¿Quieren?- les digo retomando mi camino

- si señor...

Salgo, y entro en al auto dejando el portafolio en el asiento de al lado, me pongo en marcha y llegó justo a tiempo a la guardería, entro y pregunto por mi hijo, me dice que está en el salón y lo voy a buscar

- Aidan.. - está sentado en su sillita de madera jugando con pedazos de plastilina

Cuando escucha mi voz voltea a mirarme, sus ojos se ilumina y en menos de un segundo se pone de pie y sale corriendo por su mochila y abrigo

- señor Stewart.. - escucho que me hablan a mi espalda

Es la maestra de Aidan, una castaña, alta de piel blanca y ojos marrones, me sonríen de forma amigable

-¿Podemos hablar un segundo? - dice alejándose un poco

La sigo y terminamos es una esquina del salón lejos de los niños curiosos

- dígame, ¿Hay algún problema con Aidan? - le pregunto, tratado de imaginar que fue lo que hizo

- no, no es eso - dice negando

Que alivio, lo último que faltaría es que Aidan empiece hacer problemático en la escuela

- ¿Y entonces, cuál es el problema? - le pregunto

- Aidan es un ángel caído de el cielo, es un niño muy especial, jamás tuve una queja de el, pero últimamente a esta muy triste - ¿Aidan triste?

Mi mirada se dirige directamente a el pero no encuentro nada extraño, está parado con su mochila puesta esperando por mi, cuando se da cuenta que lo estoy observando me sonríe agitando su mano saludando me

- yo lo veo bien...

- señor Stewart, su hijo no está bien - vuelve a repetir - creemos  que se debe al festival que vamos hacer aquí en la escuela - me dice mirándome esperando alguna reacción de mi parte

- trataré de solucionarlo, ¿Eso es tod - me mira de mala manera

- señor Stewart, nesesito que se tome esto con seriedad..

Y hay vamos... Veo que los padres entrar a l salón a retirar a sus hijos, todos en parejas, mientras Aidan me espera en rincón mirando con anhelo como las madres abrazan y besan las mejillas de sus hijos, me pone muy incómodo que mi hijo mire a otros niños con su mamá y el no pueda, por eso prefiero mantenerlo alejado de estos actos escolares

- el problema señorita es que su mamá es una maldita zorra que no le importa para nada su hijo, y yo no puedo hacer nada para cambiar ese echo, agradezco mucho que se preocupe por el, de verdad, pero yo soy su padre y yo decido lo que es bueno para el, usted solo dedique a darle sus clases y no se meta en coosa que no le incumbe, esto lo solucionare yo.. ¿Ok?

No dejo que me responda y voy por mi hijo, agarro su mano y salimos de la guardería, le quitó el seguro al auto, y lo acomodo en su lugar poniéndolo seguro, siempre antes de todo su seguridad

-¿Cómo te fue hoy? - le pregunto, quita la mirada de la ventana y me mira

- bien.. - me responde volviendo su atención a la calle

Ahora que me pongo a pensar tiene mucho sentido lo que digo la maestra, creo Aidan si esta deprimido, y me vuelve loco no poder ayudarlo, no esta en mis manos las acciones de su madre, ojala pudiera agarrar a esa perra y de alguna manera obligarla ser una buena madre con su hijo, pero eso es algo que no puedo hacer, tendré que hablar con algún psicólogo infantil lo de su madre lo está afectando más de lo normal, sus cambios de humor y los días que se levanta sin querer probar un bocado de comida no es normal en un niño de seis años

- ¿Que te parece si pasamos por un helado? - lo miro por el el espejo retrovisor, sus ojos se iluminan y rápidamente se le dibuja una sonrisa en el rostro

Pasa de un momento a estar triste al segundo ser el niño más feliz del mundo

- ¡Si, helado! - grita feliz alzando los puños

Cambio de rumbo a la heladería, llegamos y Aidan se saca rápidamente el cinturón de seguridad y sale del auto me apresuro hacer lo mismo y entramos al establecimiento, por suerte no hay mucha personas así que me toman la orden rapido y nos ponemos a disfrutar nuestros helados, el suyo de chocolate y el mio de maracuyá

Está contento con su helado, al menos logre subirle el ánimo

- Aidan.. - lo llamo, se limpia las manos con la servilleta y me mira

- tu maestra me dijo que estabas triste ¿Por qué? - deja la cucharita en la mesa y baja la cabeza triste

- ¿Es por lo del festival, por qué tú mamá no puede ir? - asiente, sus ojos me miran llenos de tristeza

- lo siento papi... - dice con los ojos llenos de lágrimas

Diablos es duro ver a mi hijo en ese estado, le agarro de la mano y los siento en mi piernas, limpio sus lagrimas, me mira sorprendido por mis gesto, limpiando su la nariz con la manga de su sueter

- tu no tienes que sentirlo, si, yo e pasado mucho tiempo trabajando y lo lamento, lamento no a ver pasado tanto tiempo como quisiera contigo, se que estás triste por qué tú mamá no está, pero campeón, yo no te puedo mentir y decirte que algún día ella va a volver por qué eso nunca va a pasar ¿Entiendes? - las lágrimas gruesas ruedan por sus mejillas sonrojadas pero asiente, el alma se me esta partiendo en veinticinco mil pedazos

- lamento no poder darte la madre que quieres mereces, lo siento - mi vos sale rasposa, y no es para menos tener que explicarle a mi hijo que su mamá no lo quiere es muy dificil para mi, y para cualquier otro padre, nadie quiere romper el corazon de su pequeño

- ¿Lo entiende verdad?

- si... - susurra volviendo a su helado pero no con el mismo entusiasmo

Lo siento Aidan

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Me voy de fiesta, se que dije que no iría pero lo nesesito, pase todo el día con mi hijo tratando de animarlo, jugamos juntos al fútbol aun que sea malísimo nos divertimos, después jugamos a videojuegos, y después terminamos mirando los super héroes en su habitación hasta que se quedo dormido, no quería sacarlo de su cama y que tuviera que dormir en casa ajena, a si que llame a mi madre y acepto a quedarse con el

- ¿dónde estarás? - mi madre está como loca preguntándome a donde estaré, sabía que esto iba a pasar

- madre solo cuida de Aidan ¿Si?- suspira como si fuera un niño caprichoso que no le quiere contar alguna travesura que quiero hacer

- bien, Pero recuerda que mañana tenemos la cena, con el señor Revenson y su hija - como olvidar la dichosa cena

- ya que no fuiste ni una ves al hospital para saber como estaba, espero que no nos deje en vergüenza y te presente en la cena - dice recriminando ese echo

- no entiendo por qué debería hacer eso si ya quedó comprobado que yo no fui el culpable de su accidente - mi madre me asesina con la mirada

Asi que suspirando agarro mi campera de cuero y me despido antes que cometa una locura y logré su cometido

Llegó al bar encontrándome a Erick en la puerta ya tiene una rubia muy hermosa pegada como lapa a el, lo saludo y entramos para dentro y pedimos unos tragos, en algún momento de la noche Erick desaparece con la rubia de piernas largas  vaya saber dónde pero me lo puedo imaginar, me quedo tomando un par de tragos mas cuando una hermosa pelinegra se sienta a mi lado

No sé por qué, pero ese cabello oscuro y lacio, y alguno de sus rasgos me hace acordar mucho a la chica loca del acidente, a si que la dejo seguir con su coqueteo

- dime guapa, ¿Quieres ir a otro lugar? - pongo una mano en su rodilla subiendo lentamente para arriba, llegó al borde del vestido meto mi mano por dentro siguiendo mi recorrido hasta llegar a sus bragas

Presiono mis dedos en su centro y beso el cuello de forma provocativa susurrándole al oído

- ¿que dices, seguimos la fiesta en otro lugar? - la chica asiente mordiéndose los labios totalmente excitada

Bingo, toda mía

Esta chica me hace acordar a Julieth, y no se por que eso me exsita

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