Capítulo 5: La incertidumbre del mañana
Las estaciones cambiaron y con ellas también lo hicieron Kylie y Malia. Aunque su relación se volvía más sólida cada día, a veces se colaban las dudas. Malia, siempre la más reflexiva, comenzaba a preguntarse si el amor que compartían era suficiente para resistir el paso del tiempo. Kylie, por su parte, intentaba no pensar demasiado en los desafíos que podrían surgir, prefiriendo sumergirse en el presente y disfrutar de los momentos juntas.
Una tarde, mientras paseaban por el parque de Hampstead Heath, las hojas caídas cubrían el suelo, y el aire fresco del otoño se filtraba entre los árboles.
Kylie: ¿Te has dado cuenta de que el tiempo está pasando tan rápido? Me siento como si hubiera llegado a Londres ayer, y ahora... cada día se siente como una nueva aventura contigo.
Malia (con una leve sonrisa): Lo sé. A veces desearía poder frenar un poco el tiempo. Pero sé que no podemos. Todo cambia.
Kylie la miró detenidamente, notando una ligera melancolía en los ojos de Malia.
Kylie: ¿Estás pensando en algo en particular?
Malia (dudando por un momento, luego suspirando): A veces me pregunto si este amor que tenemos puede sobrevivir a la distancia, a todo lo que aún tenemos por descubrir de nosotras mismas. ¿Qué pasa cuando las circunstancias cambian?
Kylie apretó la mano de Malia con suavidad, como para reconfortarla, y luego miró hacia el horizonte.
Kylie: Lo que siento por ti no va a desaparecer, Malia. No importa lo que pase, ni la distancia que haya entre nosotras. Lo que tenemos es real, y eso es lo que quiero aferrarme.
Malia la miró, y en sus ojos había una mezcla de gratitud y temor. Sabía que la conexión entre ellas era profunda, pero el miedo a lo desconocido aún persistía en su corazón.
Malia: A veces me asusta cómo siento, Kylie. Siento que al final... siempre hay algo que nos separa. Quizá estamos destinados a vivir este amor solo por un tiempo.
Kylie (con firmeza): "No te quiero perder, Malia. No me importa lo que venga, porque lo que compartimos es más grande que cualquier miedo.
Malia la miró a los ojos, y por un momento, todo lo demás desapareció. El miedo y las dudas parecían desvanecerse cuando las palabras de Kylie llegaban a su corazón.
Malia: Quizá tengas razón... No sé qué traerá el futuro, pero sé que no quiero pasar un solo día sin ti.
Kylie sonrió, sintiendo que todo el peso de sus inseguridades comenzaba a aligerarse. El futuro podía ser incierto, pero el amor que compartían era algo que valía la pena proteger, sin importar lo que sucediera.
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