El viento soplaba y las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer mientras Kylie y Malia caminaban por las pintorescas calles de Londres. Malia guiaba el paseo, mostrando a Kylie los lugares secretos de la ciudad que solo los locales conocían.

Kylie (con la risa burlona): No puedo creer que estemos haciendo esto bajo la lluvia. ¿Es un toque romántico, o estás poniendo a prueba mi resistencia?

Malia (sonriendo): "Ambas cosas. Londres es más mágica cuando llueve. Tiene su propia historia, su propio ritmo.

Kylie: Creo que tienes razón. De alguna manera, todo se siente más cercano. Como si la ciudad susurrara sus secretos.

Malia miró a Kylie con ternura, sus ojos reflejando la conexión que crecía entre ellas.

Malia: ¿Sabes? Nunca me había detenido a pensar en todo esto hasta ahora. Contigo.

Kylie: Me alegra que hayas decidido compartirlo conmigo.

Ambas se detuvieron frente a un pequeño puente sobre el río Támesis, observando las luces reflejadas en el agua.

Malia: Este lugar siempre me ha parecido especial. Como si el río guardara las historias de todos los que pasan por aquí.

Kylie: Tal vez nuestras historias también se guarden aquí, ¿quién sabe?

Se quedaron en silencio por un momento, sin necesidad de palabras, sintiendo cómo el destino las había unido en ese preciso lugar, en ese preciso momento.