Capítulo 9: Más

TaeHyung despertó, su último recuerdo fue cuando YoonGi salía de su cuerpo y el sueño lo había vencido, ahora estaba abrazado al cuerpo de un durmiente YoonGi, se separó un momento, moviéndose hasta el lado vacío de la cama y poder estirar su cuerpo. Las sábanas blancas cubrían su desnudez hasta la cintura, YoonGi estaba de la misma forma, TaeHyung sonrió al verlo dormir tan tranquilo y recordó lo bien que lo habían pasado en esa misma cama.

Se sentía exquisitamente adolorido, observó la hora en el reloj de la pared, once con veinte minutos de la noche, desde la cama observó la gran habitación, mesitas de noche a cada lado de la cama, un sofá, un mueble y encima de este una televisión plana grande, había una puerta corrediza, la que supone que es el vestidor y otra puerta que debe ser el baño, pero lo que más llamó su atención fue el ventanal corredizo que daba paso al balcón.

TaeHyung se sentó con lentitud, sintiendo una punzada en su parte baja, riendo levemente, quitó la sábana de su cuerpo, tomó la camisa color negra que YoonGi se había quitado horas antes y se la puso, le quedaba algo grande y le llegaba más arriba de la mitad del muslo.

En silencio caminó hacia el ventanal y lo deslizó cuidadosamente, observó por última vez al CEO quien dormía plácidamente, la leve brisa de la noche hizo que sintiera un poco de frío, apoyó sus manos en el barandal del gran balcón, este daba la vista hacia el patio trasero de la casa, había una piscina y al rededor de esas tumbonas, todo el patio trasero estaba cubierto de un pasto bien cuidado, también había un pequeño techo, donde abajo de este había una parrilla y cosas de cocina, la casa era preciosa.

YoonGi despertó al sentirse solo en la cama, él recordaba que TaeHyung se había quedado dormido abrazado a su cuerpo, logró ver la linda figura de TaeHyung con su camisa puesta, apoyado en el balcón, su cuerpo estaba inclinado lo que hacía que la camisa se levantase, dejando tapado solo la parte que él quería ver, ese chico lo iba a matar.

En silencio se levantó de la cama, caminó desnudo hacia el ventanal abierto, y se apoyó en silencio a un lado del chico, viendo al patio que ya se conocía de memoria.

TaeHyung vio como YoonGi se colocaba a un lado de él, en un silencio cómodo, escuchando el viento cuando chocaba con los árboles y el sonido del agua de la piscina, el perfil del hombre mayor frente a el era preciosa y sexy.

El más delgado, tomó de los hombros a YoonGi y le dio un beso, mientras pasaba sus brazos por detrás de su cabeza, YoonGi sin rechistar abrazó su cintura y le devolvió el beso.

—Me encantó este balcón — Habló TaeHyung dando picos en los labios contrarios.

—A mí me encantas tú — YoonGi coló sus manos bajo la camisa que traía puesto el chico — ¿Te gustaría ser follado aquí?

TaeHyung le dio una sonrisa demasiado caliente mientras levantaba ambos brazos, YoonGi sacó de un bolsillo de su camisa un condón, dejó el paquetito dorado sobre los labios de TaeHyung y acto seguido le quitó la camisa negra.

—Siempre preparado Daddy, me encanta — TaeHyung se arrodilló frente al CEO y sin dejar de verlo, abrió el envoltorio, sacando el Condón, lo puso en su boca y con una sonrisa se dirigió al glande de su Daddy, comenzó a poner el látex con sus labios a lo largo de la extensión, una vez terminado dejó un beso en el pene de YoonGi y se puso de pie, viendo al mayor jadeante y con ganas de más.

YoonGi estaba sorprendido ante esa habilidad, lo volvió a besar, mientras sus dedos jugaban con su entrada, expandiéndola con sus dedos y TaeHyung refregaba suciamente ambas entrepiernas.

En un movimiento rápido, YoonGi le dio vuelta, dejándolo en la misma posición que estaba cuando había salido al balcón y se introdujo en hasta el fondo, haciendo que TaeHyung soltara un largo gemido.

— Más, Daddy, por favor ¡Ah! — soltó otro gemido cuando YoonGi le dio una fuerte nalgada, no sabía por qué, pero le había gustado, YoonGi deslizó sus manos por la fina y bonita espalda de TaeHyung y las dejó apoyadas en su estrecha cintura para aumentar la velocidad de sus embestidas.

TaeHyung cerró los ojos y gimió como loco, no le importaba estar al aire libre, después de todo los vecinos estaban casi a dos kilómetros de allí.

—¿Cuánto lo deseas? ¿Cuánto deseas mi polla? Bebe sucio — gruñó YoonGi llevando sus manos a los hombros del contrario, lo que provocó que tuviera mayor impulso y ayudó a golpear la próstata del más delgado sin parar.

—¡Daddy! ¡Mucho! ¡Ah! — TaeHyung comenzó a masturbarse, ya sabía que su Daddy YoonGi iba a terminar, su erección ya palpitaba y su respiración se volvía más rápida, haciendo que soltara gemidos tan graves que provocaban en TaeHyung más deseo.

Finalmente, TaeHyung se corrió primero, lanzando su esencia blanca hacia la pared del balcón, YoonGi al no poder moverse dentro del agujero de su chico, terminó también dentro del condón.

—Muñequito, me encantas, me estás volviendo loco — YoonGi besó sus labios, mientras lo cargaba hacia la cama nuevamente, pero esta vez para dormir.

—Daddy, tú también, creo que era verdadera la tensión entre nosotros — Ambos rieron ante el comentario de un adormilado TaeHyung.

— Duerme pequeño, precioso — YoonGi besó su frente, para acomodarse y dormir también.

* .:。✧*゚ ゚・ ✧.。. *

Al día siguiente el primero en despertar fue YoonGi, eran al rededor de las nueve de la mañana, se colocó un pantalón de pijama, observó el cuerpo del joven chico que yacía desnudo en su cama, dormía plácidamente boca abajo, las sábanas llegaban hasta su cintura, vio los chupetones rojos a lo largo de su espalda que el mismo había hecho ayer, las sábanas le hicieron un favor quedando pegadas como segunda piel a su cuerpo.

Sacó la vista, ya habían tenido sexo dos veces, tenía que evitar obsesionarse con TaeHyung.

Bajó hasta su cocina y se puso manos a la obra para preparar el desayuno.

TaeHyung abrió los ojos, cuando sintió un rico aroma a comida y se sentó en la cama, aún estaba desnudo, cuando se iba a disponer a colocarse ropa interior, la puerta de la habitación del CEO fue abierta por el mismo CEO, TaeHyung sonrió al verlo con una bandeja grande que traía el desayuno para ambos.

YoonGi dejó un beso en su mejilla como buenos días dejando la bandeja en medio de la cama, fue a su vestidor y salió de este con una bolsa en su mano.

TaeHyung no lo notó, porque le estaba poniendo chocolate derretido a un malvavisco para luego comerlo.

—El desayuno está exquisito — Habló TaeHyung dándole una sonrisa de agradecimiento al CEO que estaba sentado a un lado de él en la cama, YoonGi pasó su lengua por los labios de TaeHyung sensualmente, quitando el chocolate que había en ellos.

— Es más exquisito si viene de ti. Te tengo un regalo — YoonGi tomó la bolsa con estampado Balenciaga de la mesita de noche, dejándola frente a TaeHyung.

—No era necesario — TaeHyung se ruborizó un poco, se sentía como un objeto y que ese era su premio por la noche anterior.

— ¿Qué hablamos sobre los regalos? — dijo YoonGi buscando otra cosa en la mesa de noche.

—Gracias, Daddy

—Buen chico, ábrelo, es tuyo

TaeHyung abrió la bolsa, viendo una caja con el mismo estampado, supo que era zapatos. Eran unas zapatillas blancas preciosas y venían en conjunto con un bolso/morral del mismo color.

TaeHyung volvió a agradecerle dándole algunos besos a su Daddy YoonGi, cuando el desayuno terminó, el CEO dejó la bandeja en el suelo.

—Tengo otro regalo — YoonGi le extendió una tarjeta de crédito plateada, TaeHyung abrió los ojos, había olvidado por completo la razón por la que estaba en la cama de un CEO — esta tarjeta es tuya, ya viene con dinero, cada semana te depositaré más, puedes gastarlo en lo que quieras.

TaeHyung llevaba su mirada a la tarjeta y después a YoonGi, con ese dinero podría solucionar sus problemas económicos y solo por tener relaciones sexuales con él. Y esto último ya no le disgustaba, de lo que si tenía miedo, era salir con su corazón roto.

Con la mano algo temblorosa tomó la tarjeta de crédito, YoonGi acarició su mejilla con ternura para poder calmarlo, YoonGi notó lo nervioso que estaba y eso lo ayudó bastante.

—No sé cómo agradecerte — habló TaeHyung dejando la tarjeta a un lado, bueno, en verdad si sabía como, pero le gustaba jugar.

—Yo sé cómo podrías agradecerme — YoonGi le dio un rápido beso y quitó la sabana que cubría la desnudez de su muñequito, TaeHyung no esperó otra señal y se subió encima de su Daddy sin parar de besarlo.

YoonGi con una sonrisa lo lanzó a la cama para ponerse encima de él.

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