Capítulo 28: Dejar el pasado atrás
Myoroh sentía que ya había aguantado demasiado, ella se casó con el señor Min para dejar su vida de pobreza atrás, jamás logro sentir algún sentimiento amoroso hacia el hombre, lo único que le daba felicidad era su tarjeta de crédito ilimitada donde su esposo podía depositarle dinero semanalmente, mientras ella tuviera dinero y su vida perfecta, todo marchaba bien.
El señor Min se caracterizaba por ser un hombre sereno, pasivo y totalmente manejable, eso son algunas de las cualidades que Myoroh adora de su esposo, siempre diciéndole que si en todo, jamás dudando de ella, por eso la mujer no lograba entender porque ahora, después de tantos años, tenía que revelar toda la verdad, porque ahora debía contradecirla y porque ahora estaba tan molesto con ella repentinamente.
Myoroh con una sonrisa cínica ingreso a la mansión donde vivía junto con el hombre, luego de darle un jugoso pago a los matones que golpearon al modelo a su gusto, la mujer rodó los ojos cuando dejo su abrigo en el sofá, ahí estaba esa mirada del señor Min, esa mirada de decepción que le venía dando los últimos días.
— ¿Que hiciste?— increpa al instante el hombre poniéndose de pie desde el sofá.
— ¿De que hablas?— responde la mujer cruzándose de brazos.
— Sabes de lo que hablo, te oí hablar por teléfono ¿Que mierda le hiciste al novio de YoonGi?— volvió a encararle el señor Min con molestia a su esposa acercándose a ella, quien acomoda su bolso en la mano.
— ¿El novio de YoonGi?— preguntó la mujer riendo con burla.— El novio de nuestro hijo es doctor, no es un modelo cazafortunas.
— ¡Basta ya joder! Te estoy preguntando ¿Que le hiciste a TaeHyung?— alzó la voz el hombre acercándose a ella para intimidarle.
— Le pagué a unos tipos para que le pegaran.— contestó la mujer sin una pisca de arrepentimiento en su mirada.
El señor Min le miro con terror.
— ¿Que tienes en la cabeza? ¡Como se te ocurre hacer tal crueldad! ¡El chico no ha hecho nada!— bramo el señor Min con desesperación, eso era demasiado.
— No voy a volver a hablar de este tema, ese modelito no es suficiente para nuestro hijo, el se merece mucho mas, a alguien quien no lo quiera por su dinero ni por sus lujos ¡Es un pobretón!, TaeHyung no siente nada por el, solo se vendió.— exclama la mujer ya cansada.
— Hablas como si conocieras mucho del tema.— le increpa el señor Min con pena, temiendo de sus sospechas.
— Porque se mucho del tema cariño, no olvides donde nos conocimos.— revela la mujer ya exasperada, dispuesta a decirle de todo.
— Tu trabajabas en un club nocturno ¿Y que? nunca me importo, siempre te trate con respeto y te he dado una vida de ensueño para que fueras feliz.— dice el hombre sintiéndose lastimado.
— Oh vamos Min, no te hagas el inocente, yo solo tenía dieciocho ¿En verdad creías que alguien como yo se enamoraría de alguien como tú? Cariño tu solo haz sido mi banco y me diste la mayor felicidad que es YoonGi, un hijo perfecto, cualquiera estaría orgullosa de el, pero luego la cagaste cuando me embarazaste de Jaemin, creo que desde eso, mi asco por ti creció.— Soltó la mujer con rapidez, lanzando todo el veneno que tenia guardado.
El señor Min sintió su corazón encogerse, sabía que su esposa ya no estaba cercana como antes, ¿Pero nunca lo había amado? ¿Solo lo veía como banco? esa fue una bomba que no se esperaba.
— Eres una ... — el hombre no pudo terminar su frase.
— Lo se, no tienes que decírmelo ni tampoco me interesa, solo me importa YoonGi, ahora a su puto modelito le quedó claro que no debe meterse en esta familia, y mi hijo podrá ser feliz con quien realmente lo merece.— dice la mujer sonriendo hacia la pared, donde había una foto de un YoonGi de cinco años.
— Estás mal Myoroh, necesitas ayuda, no voy a permitir que te acerques a mis hijos, no dejaré que les sigas haciendo daño.— elevo la voz nuevamente el hombre, no iba a dejar que la tristeza le consumiera ahora.
— A Jaemin te lo regalo, sólo me importa que YoonGi tenga su vida perfecta.— respondió Myoroh mirando a su esposo con odio.
— ¡Ninguno! ¡No le harás más daño a ninguno! ... Ya me quedo claro que no me amas y sólo me haz utilizado, viviste dañando a Jaemin y quieres hacer lo mismo con YoonGi, pero no lo voy a permitir. Te vas a ir de esta familia, ahora mismo le hablaré a mi abogado para pedirle el acta de divorcio.— Exclamó el hombre hablando duramente hacia su, aún esposa.
La mujer rio terroríficamente, como en las películas de miedo, el señor Min sintió que su piel se erizaba y su pulso aumentaba cuando sus ojos detectaron como Myoroh metía su mano cubierta con un guante en su bolso, sacando de este una pistola negra acompañada de un silenciador en la parte delantera.
Le apunto justo en la cabeza.
— ¿De verdad quieres pedirme el divorcio?— pregunto con voz melodiosa la mujer, sonriendo al ver como su esposo temblaba observando el arma.
— No hagas una estupidez.— dice mediante un susurro el hombre, no quería alterar aun más a Myoroh.
— No es una estupidez, incluso no se como no se me ocurrió antes, puedo matarte, quitar las cámaras de seguridad y simplemente decirle a la policía que un ladrón se metió a la casa y te asesinó ¡Me quedaría con toda tu fortuna! ¡Es jodidamente increíble!— exclamó la mujer feliz, quitando el seguro del arma.
— Myoroh...— susurró el señor Min con miedo, viendo como la mujer ponía su dedo en el gatillo, no podía morir, no ahora que había descubierto la verdad.
Con la adrenalina a mil el señor Min le dio un rápido y fuerte golpe al antebrazo de la mujer, lo que provocó que Myoroh gritara del dolor y soltara el arma, la cual cayo al suelo.
Esposo y esposa observaron al mismo tiempo el arma en el suelo, pero los instintos del señor Min le jugaron a su favor esta vez, tomo la pistola antes que Myoroh, apuntó y disparo soltando un grito.
La bala llegó justo sobre el pecho de la mujer, el señor Min observo como Myoroh se mantuvo de pie solo seis segundos luego del impacto, tambaleándose, y finalmente cayó sobre la alfombra, manchando esta con su sangre a medida que pasaba el tiempo.
El hombre soltó el arma, provocando un fuerte estruendo cuando chocó contra el piso en esa, ahora, silenciosa mansión, con los ojos abiertos de par en par, sin poder asimilar aún lo que había pasado, su cuerpo cayo sobre el sofá frente al cuerpo inerte de su esposa.
Solo se quedo ahí, en blanco, pasaron tres horas donde no hizo movimiento alguno.
Medianamente reaccionó cuando se escucharon gritos, vio a policías en su sala de estar y como sus dos hijos miraban impactados y con miedo desde la puerta principal.
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Los policías le piden a Jaemin y YoonGi que se queden en el patio mientras ingresa un paramédico cubierto de blanco, al señor Min le mantenían dentro, intentando que respondiera algunas preguntas.
Donghae, el jefe de policías se acercó hasta lo hermanos, luego de una hora. Jaemin y YoonGi se colocaron de pie, ya que estaban sentados en el pórtico de la casa esperando.
— Chicos lamento informarles que la señora Na Myoroh falleció, perdió mucha sangre, lleva más de una hora muerta.— comunica el oficial.
Jaemin y YoonGi se miraron entre ellos, ninguno demostró alguna reacción, estaban como flotando en una nube.
— ¿Cómo esta papá?— preguntó Jaemin luego de unos segundos.
— Está saliendo del shook, mi equipo le está interrogando.— el oficial dudo un instante pero prefirió continuar al notar que los hermanos no se veían afectados.— Como equipo investigativo les queríamos preguntar si quieres dejar el caso privado o público.
Nuevamente se quedaron pensando, tenían claro que si lo hacían público, la prensa iba a estar metida, reporteros por todos lados, la gente opinaría que el señor Min debería cumplir condena perpetua.
— ¿Que fue lo qué pasó?— preguntó YoonGi mirando al oficial.
— Gracias a las cámaras que su padre tenía en la mansión, pudimos ver que estaban discutiendo, Myoroh sacó la pistola con un silenciador y le apuntó a Min, su padre le quitó el arma y le disparó en la zona del tórax.— resumió Donghae con lentitud, para que les quedara claro.
— Mi padre se defendió, el es inocente. Dejemos el caso privado.— murmura Jaemin viendo al policía a los ojos.
YoonGi le observa ante su seguridad al tomar la decisión.
— ¿Estás seguro Jaemin?— le consulta YoonGi tomándolo de los hombros.
Jaemin soltó un par de lágrimas mientras asentía con la cabeza.
— Estoy seguro, es lo correcto YoonGi.— repitió Jaemin mirando a su hermano sin demostrar ninguna expresión.
— Eso haremos entonces.— habló YoonGi hacia Donghae, quien asintió con la cabeza mientras llamaba a los enfermeros.
— Myoroh una vez dijo que cuando muriera quería quedar en cenizas y que las lanzáramos al rio Han.— explicó Jaemin, YoonGi volvió a asentir e hizo el papeleo correspondiente con los médicos y oficiales.
— Durante esta noche procederemos a reducir en cenizas a la señora Myoroh, mañana pueden retirar la urna al medio día en el hospital Seoul Plaza. — explicó el enfermero, luego de que todos los papeles fueron firmados. El par de hermanos asintió con la cabeza, todo se sentía tan irreal.
La ambulancia que transportaba el cuerpo inerte de la mujer se fue en silencio y en calma, segundos después dos policías procedieron a sacar a el señor Min esposado.
— Perdónenme mis niños. Era un fantasma del que necesitaba liberarme.— fue lo primero que soltó el hombre mayor con lágrimas saliendo de sus ojos.
Luego de ver como su padre se quebraba, Jaemin comenzó a llorar, por fin desahogándose del todo. Corrió hasta donde su padre y le abrazó por el cuello.
— No hay rencores papá, de verdad.— le dijo Jaemin para intentar calmar al hombre, quien se había puesto a llorar aún mas al estar entre los brazos de su hijo y descubrir que no lo odiaba.
— Te arrebate a tu madre.— se lamentaba el señor Min.
— Ella te iba a matar a ti, era ella o tú, agradezco que hayas sido tú, eres el único que siempre ha estado conmigo, apoyándome, subiéndome el animo y felicitándome por mis logros. De verdad no te tengo rencor.— repitió el mas joven, dándole una pequeña sonrisa al hombre para calmarlo.
— Yoon, Myoroh no era tu verdadera madre pero te crió, también lo lamento.— dijo el hombre esta vez a su hijo mayor.
— Jaemin tiene razón, eras tú o ella, y Myoroh nos hizo demasiado daño, a todos.— respondió YoonGi suspirando, pensando en TaeHyung, lo necesitaba.— Yo tampoco te odio.
El hombre sonrió hacia sus dos hijos, les susurro un te amo, mientras los policías le hacían subir al carro policial.
— Debemos acreditar ante la justicia que fue por defensa propia, con las cámaras ya tenemos las pruebas, lo más probable es que le pongan arresto domiciliario por poco tiempo, nada de que alarmarse.— Dijo Donghae con una media sonrisa, mientras se despedía de los chicos.
Jaemin y YoonGi observaron como se iba el carro de policía en silencio también, la enorme mansión quedo limpia y vacía, sin rastro de lo que había sucedido. Ambos suspiraron, no podían abandonar la impresión que tenían, ni sabían como sentirse, lo que si notaron, es que curiosamente ninguno lloró por ella, sentían libertad, como si les hubieron quitado un enorme saco pesado de sus espaldas.
— Jaemin, quiero volver con TaeHyung.— habló YoonGi después de un rato, donde sólo se dedicaban a observar el jardín delantero de la mansión.
Jaemin salió de sus pensamientos y observó a su hermano.
— Por supuesto ¿Puedes pasar a dejarme a mi departamento?— preguntó Jaemin, mientras se subía el cierre de su chaqueta.
— Claro.— respondió YoonGi, para sacar las llaves de su camioneta, ambos se subieron en ella y emprendieron camino.
— Intentaré contactarme con las falsas amigas que tenía Myoroh, quizás querrán ir.— comenzó a hablar Jaemin, mirando el paisaje por la ventana.— No tiene a nadie más, solo éramos nosotros.
YoonGi suspiró pesadamente, Myoroh era hija única y sus padres habían fallecido hace años, su única familia eran ellos.
— Yo... Yo no asistiré mañana Jaemin.— comentó YoonGi, a pesar de todo, Myoroh fue demasiado mala, jamás iba a perdonar lo que le hizo a TaeHyung, pudo haberlo matado, además intento matar a su padre también, dios.
— Tranquilo, lo sé, yo tampoco querría asistir después de todo lo malo que me hizo, pero alguien debe arrojar esas cenizas.— suspiró Jaemin con una mueca.— Y lo hará su oveja negra favorita.— agregó Jaemin sarcásticamente, soltando una risa sin ganas.
— Jaemin tu eres perfecto, jamás pienses lo contrario, Myoroh te decía que yo era su favorito y pura mierda, pero tú eres mucho mejor que yo.— Le dijo YoonGi con seriedad, demostrándole que todo lo que decía era sincero.— Eres jodidamente valiente, divertido y cariñoso, siempre te he admirado, hiciste cosas que yo nunca me atreví a hacer. Eso te hace genial..
Jaemin le miro con una sonrisa, necesitaba escuchar cosas positivas, su madre siempre había intentado hacer añicos su autoestima, vivía en un constante vaivén, habían días donde podía estar muy feliz y días donde no quería salir de su cama y solo llorar.
— Gracias... mándale mis saludos a Hyungie.— dijo Jaemin para bajarse del vehículo, una vez que estuvo aparcado frente a su hogar.
YoonGi saludó vagamente a las señas que le hizo Jeno desde la recepción, quien esperaba a Jaemin para subir con el. El Ceo notó como la expresión de su cuñado cambiaba a una preocupada al ver el estado de Jaemin, se llevaría una gran sorpresa, y ahora el debía llegar a contarlo al hospital.
Siguió conduciendo unos pocos minutos hasta llegar al hospital donde estaba internado TaeHyung, y en el que en algún lado estaban reduciendo en cenizas a su madre, solo pensarlo le daba escalofríos.
Antes de subir por el ascensor, se encontró con su mejor amigo Hoseok, quien venía saliendo de la cafetería con dos emparedados y jugos en caja en sus manos, se saludaron a penas se vieron.
— ¿Quieres que te compre algo? Estás pálido.— le comentó Hoseok viéndolo con duda. — ¿Pasó algo?
YoonGi le contó rápidamente todo.
— Jodida mierda.— exclamó Hoseok con los ojos abiertos, incrédulo.
— Si.— respondió el Ceo marcando el piso ocho en el ascensor.
— ¿Y Jaemin cómo está?— consulto el fotógrafo aun impactado por la noticia de la muerte de Myoroh Min.
— Igual que yo, no lloro ni nada, es un sentimiento tan extraño, no se como explicarlo.— YoonGi se pasó las manos por el cabello.— Mañana es el funeral, Jaemin lanzará sus cenizas al rio Han.
— ¿Y que pasa con los paparazzi? ¿Llegaron a la mansión?— preguntó Hoseok nuevamente mientras mordía uno de los emparedados.
— No, solo llegaron mis contactos de policía y enfermeros, el caso quedará privado.— Explicó el Ceo, pensando.— pero no me fío, la prensa no puede ir a ese funeral, harán demasiadas preguntas, necesito distracción.
Hoseok lo pensó un momento.
— Subamos algo de Balenciaga, la atención estará en eso.— lanzó su idea el mas alto.
— Excelente idea, ¿tienes el photobook archivado de TaeHyung y Jimin, verdad? el de Fall Special, edición Baby Don't Stop.— consultó el Ceo, armando el plan en su cabeza.
— Por supuesto, lo observo todos los días.— confesó con una sonrisa el fotógrafo.
— Sube la revista digital esta misma noche, esa sesión de fotos de TaeHyung y Jimin dará mucho de que hablar.— ordenó el Ceo.
Hoseok le hizo una señal a su amigo de que todo había quedado claro, bajaron del ascensor, el par de amigos entraron en silencio a la habitación de TaeHyung, ya iba a hacer media noche, observaron como Jimin dormía en el sofá y TaeHyung en su camilla.
— Yo me encargo.— murmuró mediante un susurro Hoseok, mientras ponía las cosas que había comprado en una bolsa y tomaba a su novio en sus brazos al estilo nupcial, el bajito de inmediato se recostó en él, el fotógrafo salió de la habitación, dejando a la otra pareja sola.
YoonGi se acercó hasta el sofá donde anteriormente dormía el mejor amigo de su TaeHyung, el modelo abrió los ojos al sentir movimiento en la sala.
— Lo siento, no quería despertarte.— se disculpó el Ceo.
— ¿Pasó algo? Te noto extraño.— le preguntó TaeHyung, saliendo de su somnolencia.
YoonGi rio levemente, y así su fallecida madre decía que TaeHyung no le amaba de verdad, si tan sólo con decir cinco palabras el chico ya sabía que le pasaba algo. El Ceo asintió lentamente.
TaeHyung abrió sus hermosos ojos grandes y le observaron con atención.
— Myoroh está muerta.— soltó sin mas YoonGi, sintiendo como la cálida mano de TaeHyung se entrelaza con la suya.
Volvio a repetir la historia y volvio a intentar explicar ese sentimiento extraño que Jaemin y el tenían desde que vieron la escena.
— Deberías ir al funeral.— sugirió el rubio en la camilla, notando como el Ceo comenzó a negar de inmediato.
— No TaeHyung, esa mujer me hizo mierda, no puedo.— Se negó YoonGi bajando la cabeza.
— Por lo mismo, puede sonar duro, pero debes cerrar y superar este capitulo en tu vida, lo mejor es que vayas y le pongas fin para poder continuar. — insistió TaeHyung con voz suave mientras le hacía cariño en el cabello.— Hazlo por Jaemin también, el te va a necesitar, piensa que para él es el doble de difícil, no lo dejes solo.
YoonGi se quedó en silencio pensando, dejando que su chico le mirara, era increíble lo mágicas que eran las caricias de Kim TaeHyung, lograban calmarlo de manera extrema.
— Esta bien, tienes razón.— cedió el Ceo, seria algo fuerte de presenciar, pero debía ir y enterrar todo ese pasado ahí mismo, y poder seguir con su vida con tranquilidad.
— Quisiera ir contigo y ser tu hombro, pero ni siquiera puedo levantarme.— Bromeo TaeHyung, YoonGi sonrió y beso su mano.
— Tu solo quédate aquí y recupérate, me harás un novio feliz.— canturrio YoonGi con una sonrisa de oreja a oreja, enseñando sus hoyuelos.— Te necesito saludable para todas las cosas que tengo pensadas.
— ¿Novio? Creo que te estás tomando demasiadas confianzas.— bromeo el rubio. El Ceo rio mientras negaba con la cabeza.— Es una rara forma de pedirlo, pero acepto.
— Joder, quiero abrazarte.— Se quejo YoonGi desesperado por la emoción que le envolvió.
— Acuéstate a mi lado, la camilla es muy grande.— Le invito TaeHyung, YoonGi sin pensarlo dos veces se subió en ella con cuidado, tomó el rostro de TaeHyung y le beso profundamente, evitando abrazarlo, ya que sus costillas aún estaban en sanación.
— Perdón por todo TaeHyung, odio que estés aquí por mi culpa.— YoonGi luego de terminar de besarlo, escondió su cabeza en el cuello de su novio.
— No es tu culpa, olvidemos todo y seamos felices ¿Me lo prometes, Ceo Min?— preguntó TaeHyung acariciando con su mano sana el cabello de su pareja.
— Prometido Pelirubio de Balenciaga.— le contestó YoonGi besando su cuello y mejillas con cariño.
Mientras ellos estaban ahí, las redes sociales estaban prácticamente explotando al ver la nueva revista de Balenciaga, Hoseok desde la sala de espera, con un Jimin dormido en su hombro, subió las fotos de la colección de otoño que protagonizaban ambos modelos únicamente, no llevaba ni cinco minutos cuando la plataforma ya estaba caída por tantas visitas, compra y descargas....
Era una jodida locura.
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