Capítulo 19

Sigue narrando María: 2 días después de aquello, estando en la universidad, me conseguí a Yeray, se me hizo algo raro el verlo por aquí porque se supone que debería de estar en clase a esta hora, y para colmo venía en uniforme, me acerque para matar la curiosidad, quería saber que lo traía por aquí y también quería saber porque razón no entró a clases, le toqué por el hombro y él al voltear, con un gesto de "Mija te estuve buscando por todas partes", me dijo de una manera no muy agradable:


¿Se puede saber que rayos le dijiste a Samanta María?


Ya sabía ya que tenía que ver con eso, ¿Por qué no me sorprende? Pero bueno, yo quería creer que no – Pensaba.


Pues le dije la verdad Yeray – Le respondí – No me vengas a regañar, que yo no te estoy haciendo nada.


No te estoy regañando, no pienses eso – Decía – Solo que no debiste decirle nada a la ligera, porque por culpa de eso, Samanta me termino vale.


Yeray, en realidad... "Lo dejaré así, Quiero ver... Que va a hacer él al respecto" – Pensé.


¿En realidad qué María? – Dijo cruzado de brazos.


No... Nada Yeray – Dije para cortarla – Olvídalo, oye no le hagas mucho caso a Samanta, ¡Búscala! Y explícale todo.


¡Ya lo intenté mija! Y ve como salió todo – Dijo.


No te rindas, yo sé porque te lo digo – Dije – Lucha por ella.


Yeray me agradeció el consejo y se fue rápidamente, no quise preguntarle porque no entro a clases, porque era más que obvio el porque, no entró para no tener que encontrarse con Samanta... Lo entiendo a la perfección, debe ser muy duro para él ya que siempre estuvo enamorado de ella, pero, debe de dejar el orgullo y la inmadurez para que este embrollo se solucione de una vez por todas, los dos se están ahogando en un vaso de agua.


Yeray: es primera vez que falto a clases sin tener un motivo contundente, pero es que... Me sentiría muy incómodo estando cerca de Samanta, queriendo hablarle, pero no pudiendo hacerlo, sería una tortura china. Pero pensándolo bien, María me dijo algo cierto, no debo de ahogarme en un vaso de agua, más bien he tardado mucho en volver a hablarle a ella sobre esto, debo de hacerlo antes de que se agraven más las cosas.


Mientras tanto en el liceo:


¿Has visto tú chama? – Decía Fiorella – Yeray no vino a clases, y desde hace dos días no se atreve a acercarse a ti.


Me preocupa eso – Decía Samanta.


En parte es culpa tuya mujer – Dijo Fiorella.


¿Mía? – Dijo – ¿Por qué pues?


Porque Yeray te pidió perdón varias veces e intentó explicarte todo Samanta – Decía – Y tú lo que hiciste fue terminarle a él por esa vaina, si yo estuviera en sus zapatos también estaría así.


Sí mujer, yo sé que me pase mucho de la raya – Decía – Pero es que, ¡Ahhgg!, no sé ni porqué lo hice Fio.


Si de verdad no quieres perder a Yeray, debes ponerte las pilas y hablar con él para que se acabe todo esto Samanta – Dijo Fiorella - Y debes hacerlo pronto.


Volviendo a Yeray:


No sé cómo voy a hacer esta vez, pero yo no quiero seguir perdiendo clase, así que mañana mismo, dejaré la vaina que tengo y me acercaré a ella para solucionar todo este problema; llegué a la casa y mis padres no estaban como siempre, entre a mi cuarto y de repente: "Con que no fuiste a clases Yeray"


¡Ay VALE! – Grité – Perlys, ¡ME ASUSTASTE!


Mi hermana tiene la manía de salir de repente para asustarme así, y siempre lo consigue la graciosita esa, ¡ME ESTRESA MUCHO QUE ELLA HAGA ESO!, tiré mi bolso en la cama y cruzado de brazos la miré y le dije de nuevo:


¿Quién te dijo a ti que no fui a clases? – Decía para disimular – Claro que fui.


Si claro vale, y yo nací por la manga de la camisa – Dijo ella en sarcasmo – Yo fui a buscarte y me dijeron que faltaste.


Mi hermana nunca va a buscarme al liceo y precisamente hoy que no fui, fue que se le ocurrió a ella el ir a buscarme a clases.


¡No se lo digas a papá por favor! – Le rogaba – Me matará si se entera.


Ella con un gesto de malicia en su rostro puso sus manos en la cintura y me dijo aprovechándose de la situación en la que me encontraba:


Quiero que me lleves a casa de mis amigas todas las noches Yeray.


¿Estás loca mija? – Dije enfadado – No voy a hacer eso.


¿A sí? – Dijo y sacó el teléfono – Si no lo haces le digo a mamá que faltaste.


¡Chantajista! - Le dije sacandole la lengua.


Yo, tuve que acceder al capricho de mi hermana, todo sea por que mis padres no se enteraran de que falte a clases dos días seguidos, también tuve que explicarle el motivo por el cual no había ido hoy a clases, ella al igual que todos los demás, me dijo que lo mejor que podíamos hacer era arreglar el problema pronto, y se burló de mí por actuar como un inmaduro, ¡UY! Es que provoca meterle un socó de pana y todo vale. Pero no puedo pegarle porque es mi hermana, y porque es mujer así que ya ven; pues ya con esto que me dijo ella, me decidí, voy a hablar con Sam mañana para solucionar esto y que volvamos a estar bien como antes.

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