En lo que esperaban su cena, Carlos decidió encender la televisión y mirar que podía encontrar en los canales. En lo que buscaba algo que ver, Carlos se recostó en la cama de Marine, a quién envolvió en sus brazos, atrayéndola a él. Marine no hizo nada, ella dejó que su novio la envolviera en sus brazos, pues estaba asustada y quería sentirlo, quería sentir que estaba con el chico que ama, aunque esta podía ser la última vez que estaría con él. 

"¿Quieres ver algo?" Le pregunta Carlos a Marine.

"No amor, tú sigue buscando." Responde Marine nerviosa.

"¿Sabes algo Marine? Siento que todo esto es mi culpa." Dice Carlos mirándola.

"¿Tu culpa?" Dice Marine confundida. 

"Si Marine, todo esto es mi culpa, yo siento que todo esto es mi culpa." – Responde Carlos. – "Si no te hubiera presentando al imbécil de Adam, él ahorita no estaría detrás de ti." – 

"Tú no sabías que él podría obsesionarse conmigo de la manera en la que lo está haciendo." Dice Marine.

"Además, era normal que tú quisieras presentarme a tu pandilla." Dice Marine. 

"De todos modos me siento mal por eso." Dice Carlos al soltar un suspiro. 

"No tienes porque sentirte mal. – Además, yo no te estoy reprochando nada." Dice Marine y besa a Carlos en los labios. 

"Cambiando de tema amor. – ¿Adam sabe que trabajas en la fonda de Don Poncho los fines de semana?" Pregunta Carlos.

"No, no lo sabe." Dice Marine nerviosa.

"Seguro que si se llega a enterar, me mata." Dice Marine asustada.

"Ya que quiere que sea la Reina de los Tiburones, quiere que me vista con ropa elegante." Dice Marine nerviosa. 

"Pues a mí, me gusta tu esencia sencilla y humilde, aunque seas una chica de alto nivel social." Dice Carlos con una sonrisa y corresponde al beso de Marine. 

"Lo dices porque me amas." Dice Marine emocionada.

"No, lo digo porque es la verdad." – Dice Carlos sonriendo. – "Aunque perteneces a un alto nivel social, tienes una esencia sencilla y humilde. – Tú nunca miras a quiénes no pertenecen a tu mismo nivel social debajo de tus pies ni tampoco los miras por encima de tu hombro como lo hacen las odiosas de Antonia, Katy, Kika, Natalia, Lola, Eva, Sabrina, Bianca, Geraldine, Marisol, Renata, Regina y Flor. 

"Antonia ya no es rica." Le recuerda Marine a Carlos, recordando que Adam reveló ante todo el Like que Antonia ya es pobre.

"Me refería a su pasado amor." Aclara Carlos con una sonrisa. 

"Yo igual la recuerdo cuando era una creída odiosa." Dice Marine, haciendo una mueca.

"La verdad, yo no entiendo como todos la aguantaban y algunos se juntaban con ella." Dice Marine, haciendo una mueca. 

"Lo que yo no entiendo es como Ulises pudo haberse enamorado de ella." Dice Carlos, haciendo su propia mueca.

En ese momento tocan la puerta, provocando que Marine se asustará.

"Tranquila mi amor, seguro es la cena." Dice Carlos y le besa la frente. 

"¿Pero que tal si no? ¿Qué tal si es él?" Dice Marine asustada.

"Ni que Adam adivinará que estamos en este hotel, no es mago." Dice Carlos.

"Pero podría estarnos buscando en cada hotel del estado." Dice Marine asustada y llorando.

"No va a pasar nada mi amor, voy a ver quién es." Dice Carlos y le besa la frente a Marine. 

"Si acaso es Adam, vete, vete por la ventana y no mires atrás." Instruye Carlos.

"No, no quiero dejarte solo, no quiero que te lastimé." Dice Marine llorando.

"Mi amor, por favor, quiero que huyas, no quiero que te haga daño por haberlo desafiado." Dice Carlos con lágrimas en los ojos. 

"Está bien." Dice Marine en su llanto. 

Carlos se levanta de la cama y se acerca a la puerta para abrirla, no antes sin tomar su bate de béisbol para defenderse. Al abrir la puerta, deja el bate a un lado, pues se dio cuenta que era la cena.

"Falsa alarma mi vida." Le dice Carlos a Marine con una sonrisa.

Carlos recibió el carrito donde estaba la cena y le dio propina al camarero.

"A cenar amor." Dice Carlos con una sonrisa en lo que acercaba el carrito a la mesa.

"Por suerte era la cena y no nuestra peor pesadilla." Dice Marine nerviosa al limpiarse sus lágrimas y se levanta de la cama. 

"Te lo dije amor mío, Adam no iba a adivinar fácilmente que estamos en este hotel." Dice Carlos.

"Algo me dice que nos ha de estar buscando." Dice Marine nerviosa.

"Yo también siento lo mismo, pero mientras no descubra este hotel, me siento tranquilo." Dice Carlos.

"Tu deberías de hacer lo mismo mi princesa." – Dice Carlos y le toma la mano a Marine para besarla. – "No voy a dejar que ese imbécil te haga daño." – 

"Cambiando de tema, lo bueno es que el camarero no te vio con el bate, ya que, si lo hubiera visto, se hubiera asustado, pensando que lo ibas a golpear." Dice Marine con una risita. 

"Si, lo bueno es que lo pude aventar a un lado antes que el camarero lo viera." Dice Carlos riendo, refiriéndose a su bate. 

"Hubiera dejado el carrito en medio del pasillo allá afuera y se hubiera ido corriendo si me hubiera visto con el bate." Dice Carlos riendo. 

"Pobre camarero." Dice Marine con una risita.

"Así me gusta verte amor, sonriendo y riendo." Dice Carlos con una sonrisa.

"Siempre buscas la manera de hacerme sonreír." Dice Marine con una sonrisa. 

"Y siempre acabó por encontrarla." Dice Carlos sonriendo. 

"Por eso te amó." Dice Marine emocionada.

"Yo también te amó Marine, por eso quiero verte feliz." Dice Carlos sonriendo.

"Y ahora disfruta tu cena." Dice Carlos con una sonrisa.

"Igualmente." Dice Marine con una sonrisa tierna. 

Carlos y Marine empiezan a cenar. 

Platillo de Carlos. 

Platillo de Marine. 

Bebida de Carlos. 

Bebida de Marine. 

"¿Y qué tal está tu ensalada de pollo princesa?" Pregunta Carlos después de haberse pasado lo que tenía en su boca.

"Esperó que tu hamburguesa también esté deliciosa." Dice Marine con una sonrisa tierna. 

"Si está deliciosa." Confirma Carlos.

"Pero sería justo que tu ensalada de pollo estuviera en primer lugar." Dice Carlos con una sonrisa y besa la mano de Marine después de haberse limpiado los labios con su servilleta. 

"Ay Carlos eres el mejor." Dice Marine emocionada.

Carlos y Marine seguían disfrutando de su cena.