XXXIII
Un día cualquiera salí con mi sobrino a jugar, ese día había hablado para que nadie fuera a buscarme, quería tener tiempo para mí y para el niño.
Después de ir al médico y que le pusieran las vacunas que le faltaban, pasamos a comer un helado, yo había hablado el día anterior con Alejandra para que nos acompañará, nadie lo iba a ver a mal.
Todo el pueblo sabía que el niño y ella se tenían gran afecto, que los papás de Alejandra lo querían y lo protegían, eran algo así como los abuelos, así que pase por ella de camino a al parque.
Cuando llegamos a la casa los señores nos abrieron.
-Padre buenos días.
-Don Marcos, buenos días, venía por Alejandra, no se si le vea problema alguno? -le dije mientras Mateo empezaba a jugar con mi alzacuello.
-No claro que no le veo problema, padre, todo el mundo en el pueblo sabe que este pequeño tiene preferencia por mi hijo -dijo mientras cargaba a Mateo.
Yo solo asentí, sabía que medio pueblo lo quería y velaban por este pequeño que a tan corta edad estaba huérfano, claro me tenía a mi, pero siendo sinceros.
Tenía muchas cosas en mi contra:
Una
Mateo necesitaba de una familia estable, una persona que pudiera darle el calor de un hogar.
Dos
Necesitaba una mujer, si en cierto sentido los hombres solos podemos, pero nunca como una mujer, el calor que ellas desprenden cuando aman a alguien.
Tres
No lo podía tener toda la vida, el obispo había sido muy claro en cuanto cumpliera 15 años lo tendría que mandar a estudiar a un colegio de sacerdotes lejos de donde yo estuviera y en cuanto cumpliera la mayoría de edad debería ir a parar a un seminario.
Cuatro
Yo no le podía dar nada estable, mientras estuviera como cura tendría dinero, ya después no tendría nada y un niño necesita muchas cosas, sin contar con un techo fijo donde vivir y no como yo que iba y venía.
Veía a Mateo tan indefenso, lejano a lo que pasaba a su alrededor, que en cierto punto había pensado en darlo a alguien que pudiera cuidarlo, pero siempre me acordaba de mi pequeña hermanita y lo que tuvo que haber sufrido por este niño.
Estaba tan metido en mis cosas que no me di cuenta de lo que hablaba don Marcos, en que momento había bajado Alejandra y Nicolás y por último en que momento doña Elizabeth había servido algo de café para mí y le había dado jugo a Mateo.
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¡Bueno he aquí otro capítulo!, he tenido problemas personales pero trato de cumplir con terminar esta historia.
Espero les guste.
Saludos desde Colombia.
Por cierto quería compartir con ustedes, hace 3 días me hice un tatuaje que representa a mi personaje favorito, no sé si lo sepan o vean la lista de mi perfil pero amo Harry Potter y mi personaje favorito es el profesor Severus Snape.
Y si quieren he visto un reto de decir 10 cosas sobre mi vida voten aquí, dejen sus preguntas y respondo.
Sin más les dejo el tatuaje en la parte superior y hasta la próxima.
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