XLI
Después de varios días o mejor dicho dos semanas más, todo iba bien, Alejandra había entrado a estudiar, Mateo lo habíamos metido en un jardín, yo había conseguido trabajo en una panadería del lugar.
La rutina se había establecido, salimos temprano de la casa, caminábamos hasta dejar a Mateo y luego yo me encargaba de llevar a Alejandra, de regreso ella se iba con Mateo y yo llegaba ya entrada la noche, fue raro un día que me pidieron ir al colegio de Alejandra para organizar unos papeles del cambio de colegio.
La profesora que nos había atendido se confundió y me dijo que por los papeles que llevábamos “mi hija” era muy aplicada, a Alejandra eso le causó gracia, para mí fue incómodo, porque si yo al lado de ella soy viejo y en el momento en que Alejandra le dijo a la profesora que los dos éramos “esposos”, porque por orden de don Marcos nos teníamos que presentar como tal, la profesora no sabía qué hacer, pidió varias veces disculpas pero ya no le tomamos más importante al tema.
Los días dentro de casa o cuándo podíamos estar todos eran interesantes, con el tiempo Alejandra fue aprendiendo a cocinar, Mateo ya no pedía estar cargado todo el día, y bueno yo estaba aprendiendo a vivir con dos niños a veces y otras veces con mi mujer y mi hijo.
Pero como todo no es color de rosas, la contestación de obispo había sido positiva y ya no tenía problemas con ser sacerdote estaba libre, pero ahora el problema era mi hermano, el se había encargado de hacerme citar en la capital con Mateo.
En el citatorio pedía la custodia del niño, ya que según el, yo no tenía nada con que mantener al niño y vivía en extrema pobreza.
Chistoso, que ahora saliera el buen corazón de ese hombre, cuando nunca le importó nada, podía cuidar a mi sobrino y a Alejandra, no ganaba mucho si, pero les daba lo necesario, comida, ropa y gracias a la familia de Alejandra vivienda.
Estaba esperando unos días más que faltaban para presentarme, no iba a llevar a Mateo y Alejandra no sabía nada, había hablado con don Marcos y doña Elizabeth, para que llevarán a Alejandra y al niño a “un paseo”, yo había perdido permiso en el trabajo.
Poco a poco los días iban pasando, don Marcos me había ayudado a averiguar que podía hacer para que no me quitarán a Mateo.
El juez le había dicho a el que la única forma era pedir una evaluación de la forma de tener o de vivir del niño y así poder pelear la custodia, también había dado a entender que por eso tenía que contraer matrimonio cuanto antes con Alejandra, por lo civil, irónico, si quería organizar mi vida con ella pero no así.
Alejandra había ido al médico, ya que había tenido un retraso, ese fue el peor de los sustos, pero el resultado dio negativo, por el estrés de una nueva vida fue que cambió su ciclo hormonal.
Desde entonces, nos estábamos cuidando, pero cabía la posiblidad que cuando ya todo estuviera bien y en orden poder agrandar la familia, Mateo pedía un hermanito, a mis suegros les parecía tierno poder ver a su hija darles un nieto, Alejandra soñaba con ello, ya hasta había elegido nombres por si era niño o niña, y yo, bueno yo no decía nada, prefería guardar silencio y solo aceptar lo que viniera con el tiempo.
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Bien otro capítulo, corto pero bueno.
El día viernes me realice otro tatuaje y la verdad me duele un poquito apoyar el brazo, soy una nena lo sé pero bueno valió la pena.
Esto va dedicado a AnnStein5, no es mucho pero siempre te voy a llevar en mi piel a ti a tu obra, pensar que cuando ingresé a esta plataforma lo hice porque no tenía nada que hacer ni amigos ni nada y ahora tengo un grupo de amigas muy lindo niñas las quiero por estar ahí para mis locuras.
Y si se dieron cuenta cambie de portada gracias a YU_Aitne, gracias linda otra vez me salvas la patria.
Sin más nos vemos pronto.
Saludos desde Colombia
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