Una semana había pasado desde que Mehmed y Kösem estuvieron en el palacio de Caza, ahora estaban en su palacio, a decir verdad nada había cambiado en lo más mínimo, salvo por la presencia de una nueva mujer en el Harem.

Una mujer la cuál se había hecho extrañamente cercana a Hurrem, lo cuál ere muy sospechoso, puesto que la mujer pelirroja no confiaba en nadie, salvo que fuera alguien que había estado mucho tiempo en su vida y que le había demostrado su lealtad.

Por lo que esta mujer era muy rara a los ojos de Kosem, algo le decía que en ella no se podía confiar.

──Fuiste feliz, tuviste una buena vida.──Alondra escucho la voz de Rafat.

──Pero es muy corta.──Onur temblaba como una hoja.

──Dije buena, no larga.──Rafat paso su brazo por encima del hombro de Onur.──No te preocupes, a lo mucho mamá te gritara.

──Pero Hande me odiara.

La circasiana miraba a los dos hijos del Sultán, analizaba su objetivo, era claro que Onur es el príncipe de la corona, alguien no muy fácil de deshacerse, más que nada por que Rafat se la pasaba pegada a él como un chicle.

"¿Y si me gano la confianza de Rafat podría acercarme a ese niño?" Fue el pensamiento de Alondra, pero era evidente, que la pequeña Sultana era más inteligente de lo que parecía, después de todo, ella era digna descendiente de los Sultanes Selim y Suleiman.

──¿Se te perdió algo?──Rafat apareció detrás de Alondra, asustándola.

──No mi sultana.

──Entonces deja de ver a mi hermano como si quisieras matarlo.

Alondra maldijo por lo bajo mientras hacia una reverencia, aun con la mirada de la pequeña leona, algo en Rafat le decía que tenia que contarle a su madre sobre esa criada, cosa que iba a hacer.

──¿Dices que esa mujer miraba a tu hermano como si quisiera matarlo?──Pregunto La Haseki.

──Es verdad madre, créeme.

──Te creo Rafat, nunca me has mentido.──Kosem miro a su hija.──Esa mujer me da muy mala espina, ¿Cómo pudo ganarse a la Sultana Hurrem en tan poco tiempo?

──Eso es otro tema, mi abuela no confía en nadie, o bueno, claro esta que confía plenamente en Sumbul y en sus hijos.──Rafat coloco su cabeza en el regazo de su madre.──No se, todo esto es muy raro.

──Lo sé, hay que estar atentas.──Kosem acaricio a su hija.──¿Por que no vas a jugar con Hande?

──Quiero quedarme cerca a mi mamá, además, Hande anda jugando con la princesa Leonor.

──¿Quieres a Leonor?

──La amo mucho, es literalmente mi prima, hija del Zar Iván y La Zarina Mihrimah.

Kosem sonrió y siguió mimando a su leona rubia, a veces Rafat podía comportarse como una verdadera Sultana y otras como una pequeña niña de su edad, buscando afecto entre sus padres.

Sim embargo, los pensamientos de Kosem estaban en esa mujer, sabia que si nombre era "Alondra" y venia de Circasia, necesitaba saber más sobre ella, necesitaba su pasado, sus padres, pero lo más importante es que necesitaba saber quien la había metido al harem.

La Sultana Hurrem la había ayudado a prepararla, estaba completamente lista, se miro al espejo un par de veces y camino, aún bajo la mirada de Sumbul, la cuál la miraba con cierta desconfianza, no, cierta no, completa desconfianza.

──¿Qué sucede Agha?──Pregunto Alondra intentando ocultar el odio al sirviente, sabia que Sumbul era partidario de la Sultana Kosem.

──Se inteligente y mejor quédate en tus aposentos.

──No lo hare, él Sultán me espera.

──Al Sultán ni siquiera le importas.──Sumbul se acerco con cautela a Alondra.──Escúchame bien: La única mujer que esta en el corazón de nuestro Sultán, es nuestra Haseki Kosem Sultan, si valoras tu vida te recomiendo afectuosamente que te quedes sirviendo a la Sultana Hurrem y aspires a ser una Kalfa.

Alondra le dio una mirada cansada a Sumbul, luego lo empujo y corrió hasta los aposentos del Sultán Mehmed, mientras corría por los pasillos se preguntaba por que el conjuro no había afectado a Sumbul también.

Esta vez, esperaba que funcionase en el Sultán Mehmed, o si no, su cabeza seria la que rodaría.

Entro a la habitación, encontrando a Mehmed observando unos documentos, Alondra trago en seco, él Sultán era un hombre joven y atractivo, no como le había dicho la Sultana Hatice.

──¿No deberías estar sirviendo a mi madre?──El tono de voz de Mehmed era frio.

──La Sultana Hurrem, me envió a...──El Sultán la interrumpió con una mirada.

──La única mujer que puede venir aquí cuando se le antoje, es la Sultana Kosem, no quiero a otra mujer en mis aposentos que no sea ella.

──הו גברת החיים הגדולה, השולטת בגורלם של בני תמותה, תן לי את כוחך לגרום לאיש הזה להתאהב, בתמורה אתן לך עשר שנות נעורי.

Mehmed se llevo una mano a la cabeza, por el dolor que le provoco las palabras de la mujer, la circasiana se acerco al Sultán y besos sus labios, el hombre no tardo en corresponder el beso.

Ya, bueno, yo tampoco se que me fume al tener esta idea loca.

Los debo tener hasta la madre con mis ideas sin base ni fundamento, una disculpa por eso, pero, ¿De verdad creían que Mehmed y Hurrem actuarían así en sus cinco sentidos?

Creo que voy a poner en la descripción contenido de fantasía, por que haber, los conjuros y viajes en el tiempo no existen, es evidente, a parte, si existen los viajes en el tiempo, ¿Por que no la brujeria? 

Creo que a raíz de este capitulo me van a dejar de seguir y leer varios, pero yo no le temo a nada.

Por cierto, se va a morir alguien, así que ojito.

Traducción del conjuro de Alondra: "Oh gran señora de la vida, que rige los destinos de los mortales, dame de tu poder para enamorar a este hombre, a cambio te daré diez años de mi juventud."

Esta escrito en hebreo antiguo-