CAPÍTULO 7

Me desperté debido a la alarma de mi celular, estiré todo mi cuerpo y cuando comencé a volver en si, recordé que tenía que estar a las 8am en mi nuevo trabajo de diseño. Ayer había dejado lista la ropa que llevaría puesta, o más bien, que mis amigas eligieron por mi. Fui hasta el baño para asearme. Cuando estuve lista volví a mi habitación y me puse la ropa interior y luego unas pantis de color negro transparente, subí una falda de tubo color negra por mis piernas y arriba una blusa color crema más un collar que hacía juego. Usé unos pequeños pendientes y debido al frío me puse mi abrigo largo más unos tacones negros. Ordené un poco mi cabello y usé una no muy notoria capa de maquillaje. Quería dar una buena impresión. Llevo una carpeta con documentos que debo presentar al director de diseño y también en lo que básicamente estaré tratando. Al principio deberé partir aprendiendo todo y ayudando en lo que pueda, ya después de unas semanas podría decidir también que cosas hacer, aunque también en todo el trayecto podría dar mi opinión semiprofesional.

Salí de mi cuarto para ir a tomar desayuno. Miré la hora de mi reloj de muñeca y aún tenía media hora libre. Cuando estaba comiendo una tostada con mermelada, Sun Hee y Sara salieron de sus habitaciones con una cara somnolienta.

—Vine a darte la buena suerte —dice bostezando Sun Hee.

—También yo —reitera Sara.

—Gracias chicas, no tuvieron que levantarse solo para eso. Dentro de tres días ya no tendrán vacaciones.

—Volveremos a la cama luego de que te vayas sana y salvo.

Ruedo los ojos. Sara se acerca hasta tomarme el brazo.

—Suerte, mucha suerte —dice preocupada.

—Nada malo pasará.

—Si pero estará él.

—Debes ignorarlo —me aconseja Sun Hee—. Es lo mejor.

—Tienes razón —digo.

Seguí comiendo y cuando hube terminado, me disponía a salir de la casa para tomar el metro que me pudiera dejar cerca del edificio.

A medida que me acercaba no puede contener mi asombro por ver el gran edificio que ponía el nombre de la empresa de entretenimiento discográfico. Entré y me dirigí a una recepcionista, a mi alrededor habían sillones de cuero negro y dentro, todo era casi de color blanco. Le indiqué mi nombre y a qué venía y la asiática seriamente me dio las indicaciones del piso, que estaba muy arriba. Subí por el ascensor con algunas personas dentro. Cuando las puertas se abrieron en el piso, salí y recorrí todo el lugar con la mirada. A medida que me iba acercando, también mis nervios lo iban haciendo. No veré al CEO Yang Hyun Suk directamente durante algún tiempo creo, pero si al director encargado de diseño que es básicamente mi jefe.

Me guíe por los números de las puertas hechas de cristal y cuando llegué a la del director, toqué unas tres veces hasta escuchar la indicación para pasar.

—Buenos días —dije formalmente—. Soy Sofía Mastell, de la universidad de estudios extranjeros.

—Buenos días, te estaba esperando. La puntualidad es primordial en el primer día y haz cumplido con ese punto.

Hice una mueca en un intento de sonrisa.

—Estuve leyendo los documentos que la universidad envió y tengo entendido que haces diseño gráfico pero que también haz tomado una rama aparte en diseño de interiores, ¿es así?

—Sí —respondí mirando al director de una edad mucho mayor a lo que me imaginé.

—Primero partirás con el diseño gráfico, dibujos de los integrantes de la banda y también ilustraciones y productos que podamos vender en tiendas para las fans—. Me mira esperando ver alguna reacción en mi rostro a lo que solo sonrío—. Más adelante como a mitad del segundo mes o tal vez a finales de este, probaremos tus habilidades diseñando un espacio para las grabaciones. Debo dejar en claro la seriedad y compromiso de este trabajo, y confiamos en la universidad como lo hemos hecho desde hace tantos años. Ahora bien, cualquier acción inadecuada será informada al departamento de relaciones laborales de donde vienes y por consiguiente, tu despido. ¿Entendido?

—Sí —me quedó muy claro.

—Afuera de la puerta estará esperándote mi asistente.

—Gracias —digo y salgo.

Eso estuvo estricto. No podía hacer ningún movimiento y ni siquiera me invitó a sentarme, supongo que no era necesario. Cuando salí me encontré con un chico un poco más bajo que yo, pelo negro y usando una camisa de color azul.

—Soy Park Ha Woo y el director con el que acabas de hablar se llama Lee Hyun Hoo, soy su asistente hace bastante tiempo y... sígueme por acá. —Terminó de decir.

Llegamos hasta una gran sala con muchas computadoras táctil en las mesas y papeles con dibujos por todos lados.

—Este año tenemos muchas cosas innovadoras que queremos sacar al mercado de entretenimiento, por lo que ya estamos trabajando duramente en ello.

Varios hombres y unas dos mujeres estaban sentados con un café cerca de su escritorio y comenzando a palmar sus ideas en los objetos tecnológicos que tenían a disposición.

—¿La banda con la que trabajaré se relaciona con esto? —Pregunté luego de solo escuchar.

—Casi nada, ellos están más enfocados en el trabajo que deben desempeñar, el diseño gráfico es algo aparte. En fin, te presentaré a todos.

No puedo negar que estuve decepcionada al escuchar sobre que no vería al chico de cabello rosa, tal vez y nos encontremos por ahí. Me presentó a los diseñadores cuyos nombres se me hará difícil recordar y luego me enseñó el puesto que ocuparé. Me indicó donde estaba la cafetería, el baño y que cualquier consulta se los hiciera a mis compañeros de trabajo. A pesar de ser aprendiz, estoy a un paso de titularme y tengo excelentes notas.

Cuando Park Ha Woo salió de la sala, lentamente me senté sobre el asiento y pude observar que todos vestían de forma casual y no tan formal como lo estaba yo en este momento. Pensaré en unos pantalones para la próxima vez. Nadie me habló durante unos más o menos cinco minutos, me dediqué a observar qué hacían. Para saber que tengo que hacer le pregunté a la chica que estaba cerca mío.

—¿Disculpa? —Se detuvo y me dirigió la mirada, carraspeé—. ¿Podrías darme indicaciones de que tengo que hacer? ¿Con qué podré ayudar? —pregunté amablemente.

—Claro —contestó—. Supongo que estás familiarizada con estas computadoras. Bien, Kim Hyun Jin y Sung Kwan Yoon —apuntó a los chicos del frente—, se dedican a diseñar ilustraciones para pequeñas historias y otras cosas. La chica de allá —señaló una esquina— es Park Soo Min y crea los muñecos y les da la forma en 3D, y yo con Lee Je In estamos diseñando caricaturas.

—Oh, ya veo.

—De momento estarás libre de hacer cualquiera de los temas que te nombré y le echaremos un vistazo de vez en cuando.

—Okey.

—Tardaste en decidir que hacer eh —me habló un chico de cabello un poco rubio claro que estaba frente a la chica que no me dijo su nombre.

Sonreí cordialmente.

—Claro, es difícil el primer día.

—Tranquila, al menos yo soy simpático, puedes preguntarme lo que quieras. Pero, mis compañeros no mucho así que solo evítalos —dijo bromeando recibiendo una mirada de fulminación de sus compañeros.

—Gracias....

—Kim Hyun Jin —terminó de decir. Asentí.

Bueno, al menos no había sido tan malo.
Me senté y prendí la computadora súper avanzada que de vez en cuando usábamos en la universidad. Me fui a una aplicación para comenzar a diseñar con un lápiz táctil de punta más fina. Pensé en los chicos y las veces que los vi pero solo se me venía a la mente T.O.P. Necesito tener una foto urgente para que las ideas vengan a mi. Decidí buscar una imagen en Google y elegí la que se me hiciera más clara y fácil de diferenciar detalles. Comenzaré por crear ilustraciones, antes de venir, busqué la página web que Sara me había recomendado y pude ver varios trabajos interesantes. Tras borrar y volver a crear por fin estaba soltando mi muñeca y poder dibujar libremente. No sé cuánto rato ha pasado desde que llegué pero el reloj marca las 09:30 am. De vez en cuando le pregunto mis dudas a Kim Hyun Jin o a la chica que está al lado mío.

—¿Cuál es tu nombre? —le pregunté.

—Youra Kang, puedes llamarme así.

—Okey.

Justo cuando comienzo a concentrarme, me dan ganas de ir al baño. Le pregunto a Youra Kang la ubicación y luego de darme unas indicaciones un poco enredadas, salgo con la esperanza de no perderme. ¿Por qué los baños quedan tan lejos? Recuerdo que me habló sobre doblar a la izquierda y también a la derecha pero ya no estoy segura de nada. ¡Maldición! Desafortunadamente todos deben estar en sus oficinas porque no veo a nadie por los pasillos. Seguí caminando hasta ver algún letrero pero nada, este lugar es demasiado grande y ya no sé cuántas veces doblé. No debo demorarme tanto, puede ir el asistente del director a echar un vistazo y no le gustará no encontrarme.

Entro en pánico, ahora mi objetivo es buscar a alguna persona. Voy acercándome hasta un ascensor y veo a un chico de abrigo verde y pelo color negro. Esperanzada trato de no correr por la emoción y cuando voy acercándome antes de que entre al ascensor, aminoro la velocidad de mis pasos y le toco el hombro para que pueda darse vuelta ya que está de espaldas hacia mi.

—Disculpe —digo con la voz neutra para no sonar como alguien loca—. ¿Podría decirme donde se encuentra el baño? Es mi primer día y creo que estoy un poco perdida —digo esperando que dé la vuelta pero no lo hace—. ¿Disculpe? —Vuelvo a preguntar y de pronto pienso que está sordo y no podrá ayudarme.

Las puertas del ascensor se abren y sin darme cuenta el hombre me toma del brazo y me empuja con él dentro. Ahora puedo ver perfectamente su rostro y hago una forma de "o" con mi boca. Me tenso de inmediato y noto que aún no ha quitado su brazo del mio.

—T.O.P —murmuro.

Es la primera vez que me dirijo hacia él por su seudónimo. ¿Por que hizo lo que acaba de hacer? Estoy nerviosa, su expresión no me da ningún indicio de por qué lo hizo.

—¿Qué haces acá? —pregunta bruscamente.

—Yo...yo... —las palabras no logran salir de mis labios.

—¿Me estás siguiendo? Últimamente siempre me encuentro contigo.

—¿Qué? No —digo rápidamente. ¿Seguirlo? Nunca se me había pasado por la cabeza hacer algo así. Bueno, tal vez en mis sueños...

—¿Entonces?

—Trabajo acá —respondo—. ¿Puedes soltar mi brazo? —pregunto algo enfadada.

Su cara de desconcierto hace que quiera explicarle por qué trabajo aquí.

—Soy estudiante de diseño, es una larga historia.

—De todos los lugares en Corea, ¿por qué tenía que ser precisamente este?

—No es de tu incumbencia —respondo tajante. ¿Quién se cree que es? Nunca imaginé que me lo encontraría precisamente hoy, hasta las ganas de ir al baño se me pasaron, y para rematar, olvidé el piso en el que estaba. Ya llevo demasiado retraso —. Necesito que marques el piso en el que estaba, llevo mucho tiempo retrasada y es mi primer día aquí.

Veo como marca el número siete. El ambiente está muy tenso. Nuestros encuentros no son nada agradables. Veo que desmarca el número y coloca otro más arriba. Se va acercando hacia mí hasta el punto de sentir su respiración contra mi rostro. Es más alto que yo y me siento pequeña.

—Por qué haces esto... no está bien.. —mi respiración se dificulta.

—No sé que es eso tan especial en ti pero trataré de averiguarlo —me susurra.

—¿Sufres de bipolaridad?

Ríe pero no del todo sincero.
—Es algo extraño.

¿Qué es tan extraño?

—Llegamos al piso, y apresúrate que no quiero que nos vean juntos.

—Tampoco yo, me gusta rodearme de gente normal y no de...bueno...tú entiendes.

Salgo sin darme la vuelta para mirar. Pregunto a una señora cómo llegar a la oficina y enseguida corro debido a los minutos que han pasado. Entro y me disculpo por la tardanza diciendo que me perdí dando tantas vueltas. No me piden trabas así que continúo con mi trabajo. Eso fue extraño, pero no logrará intimidarme. «Cálmate Sofía, no debes enamorarte de él».

Mientras el tiempo pasa, intercambio algunos comentarios con los chicos y escucho alguna de sus conversaciones que tienen en voz alta. La hora de almuerzo llega y todos se dirigen a la cafetería que está en el primer piso. Esta vez me pego a ellos para no perderme y memorizo el camino. Cuando estamos en la cafetería, escojo una ensalada de verduras con pequeños pasteles de arroz y una salsa. No participo mucho en las conversaciones, así que me mantengo al margen. De vez en cuando respondo a preguntas que me hacen, y la mayor parte del tiempo me dedico a observar a las personas que trabajan en el lugar.

Después de la colación, voy rápidamente al baño y me lavo los dientes, también refresco un poco mi rostro. Cuando salgo subo al piso y llego más rápido de lo que pensé a la sala. Unos minutos después de mi, entra el director Lee Hyun Hoo. Todos nos levantamos de nuestros asientos a modo de saludo.

—Recibirán una visita especial —comienza a decir el director—. BigBang vendrá a observar sus trabajos y de alguna forma poder también compartir las ideas que quieren aportar. Ellos respetuosamente me han dicho que solo quieren sugerir detalles pero que no interferirán más allá de eso con su trabajo. ¿Entendido?

Todos respondemos afirmativamente. Fingiré que no me afecta en nada volver a ver a T.O.P, ni siquiera le echaré una mirada encima; me será completamente indiferente.
Cuando entran noto que mis compañeros están un poco nerviosos. Los entiendo, es como si las caricaturas estuvieran frente a ellos y tuvieran miedo de hacer algo mal. Por el rabillo del ojo veo que T.O.P se encuentra al medio y no despega la mirada de mi. Comenzaré a sudar en cualquier momento.

El director sale y solo quedan los cinco chicos.

—Somos cinco y ellos también —dice Daesung—. ¿Les parece que cada uno se ponga con alguien y así aportamos diferentes ideas?

Los chicos están de acuerdo.
GD y Taeyang se colocan al lado de las chicas, veo como a Youra Kang le tiembla la mano por estar tan cerca de GD, recuerdo que en una de sus conversaciones hablaban sobre que casi nunca los veían en persona y tampoco pasaban mucho tiempo fuera de las cuatro paredes.

Rezo para que T.O.P no esté a mi lado, y cuando Seungri viene hacia mi dirección, me alivio. Pero ese alivio se esfuma al notar que solo estaba dando la vuelta ya que al parecer no me di cuenta de la presencia que estaba al lado mío.

—¿En qué estás enfocada? —Me pregunta tomando asiento a mi lado.

Pego mis labios fuertemente y me los muerdo.

—No tengo nada fijo, por el momento puedo diseñar cualquier cosa.

—¿Ah si?

Asiento. Me llega un olor a su perfume y noto que huele bastante varonil. Por un momento su rodilla se junta con la mía debajo de la mesa pero la quita enseguida dejándome una sensación de electricidad.

Decido vengarme sin que nadie excepto él, se de cuenta.

—Podría mostrarte lo que llevo hasta el momento. Decidí empezar por caricaturas adorables, para tu suerte, la tuya es la primera que he terminado —respondo fingiendo amabilidad.

—Quiero verla —dice entusiasmado.

Abro la imagen que guardé antes de irme a almorzar y me siento orgullosa del trabajo que he hecho.

—Pero, le faltan algunos detalles. ¿Quieres verlos?

—Claro, estoy entusiasmado por ver que más guapo puedo quedar.

Con el lápiz comienzo a trazar un bigote, y mientras voy borrando los ojos que miran de forma amigable, ahora se ven enojados y de sus hombros hago líneas de furia. Hago un sombrero vaquero y unas botas campestres. El no lo sabe, pero solo es la copia. La original está guardada en otro archivo.

—No puedes negar que soy un genio —le susurro para que nadie más me escuche.

Tiene una expresión seria y a la vez algo enfadada. Se que no puede hacer un escándalo así que sonrío victoriosa.

—Tal vez la próxima vez me toque ser un genio a mi.

—¿Es una amenaza?

—Claro.

Trago saliva.

—Que directo —murmuro con ironía.

—Creo que estos primeros meses serán muy entretenidos.

—¡Me alegro! ¿Jugarás con tus cuatro amiguitos para ver quien es más famoso?

—Jugaré contigo —sonríe de forma malvada.

¿Que se supone que deba responder a eso? Esta batalla de palabras la ha ganado porque ya no se que más decir. ¿Jugar conmigo? ¿Cree que soy un juguete? Entonces si el juega, también lo haré yo. Ya se me ocurrirá algo...

Aquí otro cap :)
—M.J

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