CAPÍTULO 7 parte 2: MÁS PROBLEMAS



  Esos tres días pasaron muy rápido, en esos días Seto se decidió a confesarse a Joy recibiendo un "por supuesto que sí, estaría loca si dijese que no".  También Atem le comento del acuerdo que fue obligado de responder, haciendo que Yugi se preocupara un poco por la reacción que tendrán ellos al saber la última palabra del faraón.

En la tarde llego una carroza con Tea y su padre, quienes esperaban la respuesta afirmativa de Aten; una vez que estaban en la sala del trono donde los guardia les informo que el faraón estaba controlando los entrenamientos del ejército, se dirigieron al lugar señalado encontrándose con Aten mirando a Yugi y suspirando cada vez que ella lo miraba, enojando a Tea de sobremanera.

Tea: Aten, querido, han pasado los tres días espero una respuesta- dijo tratando de sonar lo más tranquila que podía, siendo que en realidad quería matar a esa "oportunista".
Aten: sí Tea tengo una respuesta- dijo mirando a Yugi para que se acerque, cosa que hizo junto con Joy y algunos más para defender a su maestra.
Tea: ¿si?- dijo secamente,  no entendiendo el por qué estaban todos atrás de Aten, pero, no le gustaba ni un pelo.
Aten: Tea yo no estoy enamorado de ti, por favor entiende no podríamos estar juntos, si quieres podemos ser amigos- lo dijo para que ella entendiera.
Tea: ¿Qué? ¡No puede ser, fue ella!- señalando a Yugi- ¿Que te hizo para que la prefirieras a ella y no a mi?- dijo tratando de llegar a Yugi para tirarle del cabello y otras cosas, pero Atem la detiene agarrándola por el brazo.
Aten: ni se te ocurra tocarle un solo pelo a Yugi- en ese momento llega Aknadado para tomar por los hombros a Tea y separarla de Aten.
Aknadado: nuestro faraón disculpe a mi hija, ella está un poco tensa después de la respuesta que nos ha dado, si no es mucho pedir, ¿podemos pedir un duelo a la señorita Yugi a una carrera de 500 metros entre usted y mi hija? la ganadora se ganara un título de nobleza que yo mismo firmaré dicho título será más alto que una princesa así que podrán casarse fácilmente con el faraón. ¿Qué dicen hacemos el trato?- pregunta extendiendo la mano a Yugi, quien después de ver, fugazmente a Atem.
Yugi: está bien señor, aceptó el trato- lo dijo rápidamente para que Aten no pudiera decir nada, Tea aceptó enseguida sin titubear, y todos los soldados murmuraban cosas como el que Tea es demasiado confiada como para batirse en un duelo con la jefa del ejército.

Se posicionaron Aknadado en la línea de salida y un guardia en el de la llegada, un guardia empezó a contar y a la cuenta de tres las dos salieron corriendo sorprendiendo a Aknadado de lo rápida que es Yugi. A tan solo diez metros Yugi tenía una ventaja de dos metros haciendo rabiar a Tea que ya no podía alcanzarla.

Aten- la vencedora es Yugi- deposito un tierno beso en su mejilla sonrojándose levemente, se da vuelta y se dirige donde Tea y su padre- ahora le van a tener que firmar ese documento, ¿o no Aknadado?- el mencionado bajó la cabeza y asintió.
Tea- ¡no lo acepto!- dijo acercándose peligrosamente a donde estaba Yugi recuperando el aire,  de entre sus vestimenta saca un cuchillo pretendiendo matarla- si Aten no es mío, ¡no será de nadie!- da una puñalada certera en su brazo.

Pero Yugi por más de hacer recibido el golpe, haciendo que su hombro saliera lastimado, le hace una llave llevando ambos brazos en su espalda inmovilizando completamente, en eso dos  guardias que se acercaron con la intención de separarlas, sujetaron a Tea y la llevan ante Aten que se acercó a Yugi para socorrerla quien se encuentra arrodillada en el suelo apretando el brazo deteniendo, temporalmente, la hemorragia.

Aten- Tea nunca más te acerques a mi o a Yugi, porque si no te juro que no dudare en meterla en la cárcel, y usted firme los documentos y retírese con su hija, tiene suerte que no rompí la alianza porque por la conducta de su hija estoy a puto de olvidarme de ella- Aknadado con la vergüenza pintada en su cara por semejante papelón que pasó por la culpa de su hija se retiró arrastrando a Tea con él a la carroza, no sin antes firmar los documentos que hacen que Yugi sea una princesa.

Aten llevó a Yugi a la enfermería, sin antes dejar a todos desocupados el resto del día, allí la curaron y conversaron los dos a solas un rato.

Yugi: gracias por defenderme amor- le dice besando la mejilla sonriendo al faraón de Egipto.
Atem: de nada mi amor, pero me hubiera gustado que no te lastimaran, tuve que haber visto ese cuchillo entre sus ropas- tocándole con cariño donde estaba, anteriormente, el corte y después lo besó sintiendo el escalofrío por parte de Yugi- ¿has pensado que con esto va a ser más fácil poder casarnos en algún momento? que espero sea dentro de muy poco- afirmó lo ultimo haciendo que Yugi soltara una risita.
Yugi: si tienes razón- lo mira no entendiendo del todo lo dicho por el faraón.
Atem: entonces hay que ir fijando una fecha- dijo tan feliz que de la emoción levantó a Yugi y empezó a dar giros con ella, mientras ella empezaba a unir cabos sonriendo amplia mente al encender, por fin, a lo que se refiere Atem

Yugi: está bien Aten fijemos una fecha pero te pido que te calmes y me bajes, me estoy empezando a marear- dijo entre risas mientras Atem la baja- te amo- le da un dulce beso en su mejilla.

Atem: yo igual- le besa en sus labios siendo correspondido enseguida en un eso dulce y tierno, como es su amor.

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