1

Los pasillos estaban desolados, las puertas estaban cerradas, los alumnos estaban en sus aulas inmersos en las palabras de sus maestros a excepción de mí, la chica que por lo general pasaba la mayor parte en detención, y no por ser una busca problemas, créanme eso no va conmigo.

Miraba fijamente las pacientes manecillas del reloj, mientras la señorita Fiona terminaba de darnos el sermón del día, salté de mi silla una vez el fuerte sonido de la regla (o bien pedazo de madera) al entrar en contacto con la superficie de mi mesa. Alcé la vista con cautela para encontrarme con unos enormes ojos marrones cubiertos de una espesa capa de pelo fijos a los míos.

—¿Escuchaste algo de lo que dije, Claire? —miré a todos lados buscando respuestas en algunos de mis compañeros.

—Por supuesto —solté de golpe, a sabiendas de que estaba en los aires —. Hablaba de porqué debemos estudiar y poner atención a sus palabras.

Mantuvimos contacto visual por un momento hasta que sus ojos se vieron fatigados y desvió la mirada otorgándome la victoria. Continuó con su discurso al que puse un poco de atención, al final el timbre la interrumpió en la mejor parte, y al parecer tendríamos que esperar hasta mañana para terminar.

Mis salvajes compañeros de detención, a los que desconocía a pesar de haber pasado uno que otro rato juntos, salieron como potros deseosos de libertad. Por ley, esperé a que desaparecieran de mi vista para luego salir, empujé la puerta con fuerza y poco después escuché un quejido al otro lado.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top