Capítulo 3: Destrucción

Era una noche fría, la luna estaba llena y brillaba a la perfección, algo que a la bruja le encantaba observar.

Eran las cuatro de la mañana y ella se encontraba mirando por la ventana de su habitación la gran luna llena, sabía que si se quedaba así por más tiempo al final iba a quedar imnotizada por la luz que ésta proyectaba.

El tiempo fue pasando y la bruja fue entrando en un profundo sueño, sus párpados se cerraban lentamente mientras su cabeza se acomodaba en el marco de la ventana.

Ese momento solo duró unos pocos minutos hasta que un oscuro sueño perturbó su mente.

*Sueño de Wanda*

Se encontraba ella en una oscura habitación, la única luz que había la alumbraba a ella formando un círculo en el suelo. De repente alguien se movió entre las sombras y una energía naranja empezó a rodearla.
-Wanda- le llamó la persona oculta entre las sombras. Ella comenzó a mirar por todos lados.
-¿Quien eres?- preguntó al unísono.
-Tu maestro- respondió la persona misteriosa.
-Yo no tengo ningún maestro- habló ella.
-Lo tendrás.
-¿Que quieres de mí?- la bruja sintió miedo.
-Que sueltes tu poder- respondió la voz.
-Si suelto mi poder heriré a alguien y eso nunca me lo perdonaría.
-No herirás a nadie si crees en ti, ahora hazlo- la voz era calmada.
-Yo...- la castaña no sabía que hacer.
-Hazlo, conócete- insistió la voz.

*Fin de el sueño*

Wanda abrió sus grandes ojos rojos, se levantó de la cama y comenzó a andar, bajó hasta el salón y se dirigió hasta la salida.

Ella no se estaba controlando, no sabía dónde iba ni lo que hacía.

Comenzó andar dirección a los huertos de pasto que había en frente de la casa, seguía andando, no paraba, llegó hasta el final de unos de los huertos y se adentró en el bosque.

"Hazlo, no tengas miedo" resonó una voz en su cabeza.

Se dejó caer de rodillas al suelo y abrió sus manos para dejar salir todo su poder, el poder fue arrasando con los árboles que la rodeaban dejando un gran círculo y provocando un gran estruendo.

Ese estruendo hizo que Clint se despertara asustado. Rápidamente se levantó y corrió hacia la habitación de sus hijos dónde se suponía que iba a encontrar a Wanda. Cuando Barton entró apurado vio como la cama de la chica estaba sin deshacer, en perfecto estado. Sus hijos dormían plácidamente, al mirar por la ventana fue cuando el temor se apoderó de él, al final del pasto se podía ver como un humo rojo se desvanecía en el aire, al reconocerlo salió corriendo de la habitación.

-¡Laura!- gritó Clint entrando otra vez en su habitación.
-Mi amor, ¿que ocurre?- dijo adormilada su mujer.
-Es Wanda, está en el bosque- pronunció el arquero antes de salir corriendo hacia el bosque. Laura alarmada se puso sus zapatillas y persiguió a su marido.

Clint corría a toda velocidad por el pasto, se le estaba haciendo eterno llegar, detrás de él venía Laura.

Cuando el arquero llegó al bosque no dudó en correr más rápido, todo estaba destrozado. Cuando llegó por fin al centro de la catástrofe se quedó paralizado al ver lo que estaba viendo. Era Wanda tirada en el suelo con la ropa rasguñada, la cara blanca como la nieve y los ojos cerrados fuertemente. Estaba inconsciente.
-Dios mío Wanda- susurró Clint mientras la agarraba.
-¡Clint!- Laura corrió más rápido al ver a Wanda tirada en el suelo. Laura al no ver respuesta de su marido se temió lo peor. - Está... ¿está muerta?- preguntó casi llorando.
-No- Clint ya estaba derramando alguna lágrima.
-Hay que avisar a alguien- se agachó la mujer del arquero para agarrar la mano de Wanda.
-Avisa a Steve- dijo Clint. Laura salió corriendo dirección a su casa.

Clint miró por última vez a Wanda y la cargó en sus brazos para poder llevársela.

*Con los Vengadores*

Steve yacía dormido plácidamente en su habitación hasta que su teléfono comenzó a sonar, adormilado estiró el brazo para agarrar el teléfono, lo cogió y se lo puso en la oreja.
-Dígame- habló adormilado el rubio.
-¿Steve?- preguntó la mujer de la otra línea.
-¿Quién es?
-Soy Laura, la mujer de Clint, ha ocurrido algo con Wanda necesitamos que vengas lo más rápido posible- el rubio al escuchar el nombre de Wanda abrió los ojos y se levantó de la cama.
-Iré de inmediato- Steve salió corriendo de su habitación para dirigirse a la de Sam.

-¡Sam!- gritó Steve mientras lo zarandeaba.
-¿Qué ocurre?- habló el moreno.
-Es Wanda, tiene problemas, avisa a los demás Vengadores, ¡rápido!- Sam se levantó de la cama y comenzó a vestirse, Steve salió también corriendo y se dirigió otra vez a su habitación a cambiarse.

Ya cambiado, Sam fue a avisar a Visión y a Natasha, los únicos otros Vengadores que se encontraban en la base.

Bucky al escuchar ruido fuera de su habitación se levantó y fue a buscar a Steve.
-Steve, ¿qué ocurre?- le preguntó el soldado a su compañero, Steve estaba poniéndose los zapatos desesperadamente.
-Tenemos problemas con una compañera, pronto volveremos- Steve salió corriendo dejando a su amigo algo confuso.

Todos estaban preparados, habían cogido un quinjet para llegar más rápido, algunos doctores les acompañaban. Steve tenía los sentidos acelerados, estaba bastante preocupado, no dejaba de andar de un lado para otro, Nat se dio cuenta de eso y se acercó hasta él.
-Steve, tranquilízate, ella es fuerte- le dijo la pelirroja a su amigo.
-Lo sé pero...
-Pero te preocupa su estado- sonrió la pelirroja, ella ya sabía que a su amigo le gustaba la bruja.
-La hecho mucho de menos- dijo Steve.
-Te entiendo- Natasha atrajo a Steve en un gran abrazo de apoyo.

Solo pasó media hora y el quinjet ya había aterrizado en la granja de los Barton. Al abrirse el puente levadizo Steve corrió hacia la casa, entró fuertemente haciendo que los niños se asustaran, estos estaban acurrucados casi llorando en el sofá. La niña giró su mirada a Steve y le hizo una señal indicando que Wanda estaba arriba, Steve no dudo en subir las escaleras, detrás de él iban dos doctores y Natasha.

Cuando llegaron a la planta de arriba, Natasha les llevó al cuarto de Clint dónde seguramente se encontraba Wanda.

Entraron a la habitación y se encontraron a Clint agarrando de la mano a Wanda y a Laura mordiéndose las uñas de los nervios que la pobre mujer tenía.
-Clint- habló Natasha, Clint rápidamente se levantó de la cama dejando paso a los médicos, él se acercó a Natasha y la abrazó.
-Nat- dijo Clint.
-Ya estamos aquí- pronunció casi en un susurro para tranquilizar al arquero.

Visión entró a la habitación y sonrió al ver a Wanda, el sabía que ella solo se encontraba en un sueño profundo. Se acercó hasta la cama y agarró su mano.
-¿Puedo?- le preguntó Visión a los doctores.
-Sí- dijeron los dos a la vez.
El androide comenzó a analizar a la chica de pies a cabeza.
-Lo que le pasa a la señorita Maximoff es que ha tenido un sueño que le ha hecho alterarse, pero no os preocupéis dentro de unas horas despertará.

Algunos suspiros se escucharon en la habitación, sobre todo por parte de Clint y Steve.
-Gracias Visión- dijo Clint.
-No hay de que- Visión se apartó de la cama y se posicionó al lado de Laura, ella le regaló una sonrisa en agradecimiento.
-Dejémosla reposar- dijo uno de los doctores, los Vengadores asintieron y fueron saliendo uno a uno de la habitación. Antes de salir Steve la miró por última vez y sonrió apenado, la última en salir fue Laura. Todos bajaron al salón.

-¿Como está la hermana Wanda?- corrió la pequeña Barton hacia su papá.
-Tu hermanita por suerte está bien y dentro de poco despertará- le explicó Clint a su hija, ella corrió a contárselo a su hermano.
-Clint- le llamó Natasha, el se giró hacia ella. - Nosotros tenemos que marcharnos, pero si algo más ocurre, llámanos por favor.
-No lo dudéis- dijo Clint.

Todos se despidieron de la familia Barton y fueron saliendo de la casa, el último en salir fue Steve.
-Clint, cuando despierte llámeme por favor- dijo Steve.
-De acuerdo- el arquero le dio un abrazo de despedida al Capitán.

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