Capítulo 15: Un nuevo amigo?

La mañana había llegado a la base de los Vengadores y cierto hombre cuyo brazo es de metal, bajaba a la cocina a por algo de beber.

Cuando llegó a la puerta se quedó paralizado y sin reaccionar al ver a la chica que tanto le gustaba, sentada en la repisa de la encimera con una taza entre sus manos.

-Buenos días- saludó ella con una sonrisa. Bucky reaccionó y siguió andando hasta el interior de la sala.

-Hola- saludó él, estaba nervioso pero podía actuar con normalidad.
-Veo que le has caído bien a mi hermana- rió Wanda.
-Sí, es muy buena- dijo Bucky.
-¿Te apetece algo de desayunar?- preguntó Wanda bajando de la repisa y poniéndose algo más cerca del soldado.
-Pues venía a por zumo, ¿hay?
-No, pero te lo puedo hacer en un momento, ¿quieres?- propuso Wanda mientras sonreía.
-Pues déjame ayudarte- sonrió Bucky.
-¿Qué frutas te gustan?- Wanda se acercó a la nevera y buscó en los cajones de la fruta.
-Las ciruelas- respondió algo avergonzado Bucky.
-Pues tienes suerte, quedan cuatro- Wanda las agarró y cerró la nevera para acercarse a la repisa y quedar en frente de Bucky, solos los separaba un mueble.

-¿Las cortas tú?- preguntó Wanda.
-Vale- Bucky rodeó la repisa y se posicionó lentamente al lado de ella.
-Toma el cuchillo- Wanda le entregó el cuchillo y se dio la vuelta para abrir el armario donde estaba la batidora.

Bucky cogió la primera ciruela y la puso en la madera para empezar a cortarla. Torpemente iba cortando trozos, mientras que algunos salían disparados por todo el tablero, Wanda al darse cuanta de eso se acercó a él.
-Déjame- Bucky se hizo para atrás y ella se metió delante de él, quedando a pocos centímetros de su cuerpo, Bucky ante eso tragó en seco y intentó tranquilizarse.
-Tienes que agarrar la ciruela de esta parte y así no saldrá volando, ¿vale?- Wanda se dio completamente la vuelta y quedó en frente de él, a muy pocos centímetros.

Sus miradas se encontraron y sus cuerpos se tensaron, Bucky tenía los pelos de punta y Wanda el cuerpo paralizado, había mucha tensión en el ambiente hasta que cierto moreno consiguió romperla.
-Uy, lo siento, veo que he interrumpido- dijo Sam, Wanda bajó su vista y vio lo cerca que estaba su cuerpo al del soldado, rápidamente los dos negaron y se separaron.
-Estábamos preparando zumo, ¿quieres?- dijo Wanda, intentando cambiar de tema.
-Vale y unas tostadas, por favor- pidió Sam.
-Eso te los haces tú- negó Wanda.
-Caca- se quejó Sam, Bucky rió y seguido de él, Wanda.

Ya habían preparado el desayuno y todos estaban sentados en la mesa, algunos con una sonrisa y otros con cara de pocas ganas, como Steve. Natasha al darse cuenta de eso se le ocurrió un plan perfecto para la tarde.

Terminó el desayuno y todos se marcharon a sus habitaciones a ponerse la ropa de entrenamiento.
-Wanda, ¿puedo entrar?- preguntó Sam, mientras tocaba la puerta de la bruja.
-¡Sí!- gritó ella desde el interior de la habitación.

Sam entró y olfateó gustoso la habitación.
-Amo tu ambientador- dijo el moreno.
-Siempre dices lo mismo- rió Wanda, esta estaba poniéndose las zapatillas.
-Oye, ¿te gusta Bucky?- preguntó Sam.
-¿Qué?, no
-Pues creo que tú a él sí, te mira muy embobado.
-Será su forma de ser, ya sabes, le sometieron a lavados de cerebro y todo eso- añadió Wanda.
-¿De vedad que no te gusta?- volvió a preguntar Sam.
-No me gusta, lo conocí hace unos días.
-¿Ni un poco?- insistió Sam.
-Ni un poco, me parece muy guapo, por no decirte bastante guapo- habló Wanda, al terminar la frase abrió los ojos como platos al darse cuenta de lo que había dicho. Miró a Sam y este estaba sonriendo.
-Un poquito sí- dijo él.
-Venga, vámonos- se abrochó el cordón de la zapatilla y salió de la habitación, Sam le siguió.

El entrenamiento fue pesado, ya que hoy le tocaba mandar a Steve y el no se encontraba con ganas.
-Treinta minutos corriendo y después prácticas cuerpo a cuerpo- ordenó Steve. - Tú también Nat- añadió.

Todos asintieron y empezaron a correr, él agarró sus cosas y se marchó del gimnasio.

Visión y Rhodes iban los primeros, después iban Sam y Bucky. Las últimas, pero no muy lejos de los segundo, Nat y Wanda.

-Voy a saltar en la espalda de Sam- susurró Natasha.
-Ten cuidado, a ver si os caéis como la ultima vez- dijo Wanda.

Natasha corrió más rápido y se tiró en la espalda de Sam, Sam reaccionó y la sujetó agarrándola de las piernas para que no se cayera.
-¿Una carrera?- preguntó Natasha montada en la espalda de Sam.
-Vale, ¿Bucky me llevas?- Bucky se dio la vuelta y miró a Wanda algo extrañado.
-Vale- se acercó a ella y se preparó para que esta subiera en su espalda, cuando ya lo hizo se puso al lado de Sam.
-¡Uno, dos y tres!- gritó Natasha y los dos chicos comenzaron a correr con las chicas montadas.

No duraron mucho, ya que las chicas pesaban, pasaron los treinta minutos.
-¡Hemos ganado!- exclamó Natasha chocando su mano con la de Sam.
-Es que yo me escurría de la espalda de Bucky- se quejó Wanda. Bucky, Sam y Nat rieron.

Tras practicar el cuerpo a cuerpo, cada uno se marchó a su habitación a cambiarse y darse una ducha, menos Natasha, esta fue en busca de Steve.

Cuando llegó a su habitación tocó la puerta.
-¿Steve, puedo pasar?- preguntó.
-Si- respondió el rubio desde dentro.
-Hola, ¿estás bien?- se acercó ella a él.
-No, para que mentir- dijo algo apenado.
-Había pensado en invitarte a una cena esta noche y así te distraes- propuso la pelirroja.
-Lo que quieras.
-Te buscaré a las nueve y media para irnos, ¿vale?
-Vale.
-Animate- Natasha depositó un beso en la mejilla de Steve y salió de la habitación dejando a Steve algo desconcertado.

Wanda se encontraba leyendo un libro hasta que Visión la interrumpió.
-Wanda, tienes visita- dijo el androide.
-¿Quién es?- preguntó Wanda.
-Pasa- habló Visión mirando al pasillo.

Wanda quedó completamente impresionada al ver quién era la persona que la buscaba.

-Stephen- dijo ella con una sonrisa.

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