Capítulo 1: Nuevo hogar
Ultrón había desaparecido para todos, menos para una joven de ojos verdosos. Tras la muerte de su gemelo, ella no pudo volver a ser la de antes, decidió unirse a los Vengadores, pero nada de eso le hizo levantar cabeza, excepto el amor paternal que le demostró Clint.
Clint tras ver morir a Pietro juró que cuidaría de Wanda por el resto de su vida, ella sería como una hija a la que ayudaría cuando las cosas se compliquen, una hija que se había ganado su cariño.
Los Vengadores también han ayudado a Wanda en todo lo posible, sobretodo Steve. Desde que él la conoció nunca la dejó, Steve intentaba no confundir su cariño hacia ella, pero por más que lo intentaba era complicado, todo su ser le llamaba mucho la atención, sus pensamientos, su comportamiento tímido y débil, sus movimientos a la hora de luchar, todo lo que era Wanda Maximoff le había enamorado.
En este instante la bruja se encuentra sentada en su cama esperando a que su futura esperanza entrara por la puerta.
Clint le había prometido pasar unos días en su casa, él sabía que eso le iba a ayudar a despejarse.
Tres golpecitos en la puerta hicieron que Wanda se levantara de la cama. Se acercó a la puerta y la abrió con la esperanza de que fuera Clint el que llamaba, pero el que había llamada a su puerta era Steve.
Wanda veía a Steve como el hombre perfecto en todos los sentidos, el capitán le parecía un hombre atractivo, cariñoso y gentil. Pero en su cabeza no cabía la idea de enamorarse del capitán.
-Hola- dijo él animado.
-Hola Steve, ¿ocurre algo?- Wanda asomó su cabeza por el marco de la puerta y observó rápidamente el pasillo.
-No, solo era porque quería despedirme, ¿puedo pasar?- él dio un paso hacia delante.
-Sí claro- ella se apartó y Steve pasó.
-Mira Wanda se que solo te vas a ir unos días pero me conozco y eso para mí va a ser una eternidad.
-Steve yo...- comenzó a decir Wanda.
-Déjame terminar- se acercó más a ella y la miró a los ojos- Te dejo marchar porque quiero lo mejor para ti y sé que en ese lugar lo vas a conseguir, pero quiero que sepas que te voy a echar muchísimo de menos porque Wanda yo te quiero.
La chica lo miró con cara de pena, porque ella no era quien para poder corresponderle, ella no era la indicada para enamorarse del Capitán América.
Steve al no ver ninguna reacción de la chica lo único que hizo fue juntarla a él en un beso. Wanda solo mantuvo el beso para no hacer sentir mal a Steve, pero poco después se apartó, lo miró y se giró para agarrar su maleta y marcharse de ahí. Steve no hizo nada solo vio como la chica que había vuelto a revivir su llama del amor se marchaba por la puerta sin decir nada.
Wanda bajó las escaleras con su maleta hasta llegar al salón dónde por suerte ya se encontraba Clint.
-Hola princesa, ¿nos vamos?- Clint se acercó a ella y la ayudó con la maleta.
-Si- Wanda habló con un tono algo desanimado, pero la felicidad que llevaba Clint impidió que él se diera cuenta de eso.
-¿Te falta despedirte de alguien?- esa pregunta hizo que el beso de Steve volviera a sus pensamientos y que rápidamente soltara un "No".
-De acuerdo, pues vámonos.
Los dos comenzaron a andar hacia las afueras de la base. Fuera se subieron en la camioneta de Clint y tomaron rumbo a la casa del arquero.
El trayecto fue algo animado porque aunque Wanda estuviese mal, Clint siempre conseguía hacerla sonreír.
Cuando llegaron a la granja, Wanda quedó totalmente asombrada por como una casa tan simple podía ser tan bonita y dar tanta paz.
-¡Cariño hemos llegado!- exclamó Clint mientras dejaba las llaves en la mesa de la entrada.
-¡Papá!- corrió la pequeña Barton hacia los brazos de su padre.
-Hola princesa- Wanda se emocionó al ver que Clint la llamaba igual a ella que a su hija.
-¿Ella es la hermana Wanda?- la pequeña señaló a Wanda con vergüenza.
-Sí, ella es la chica de la que tanto te he hablado- Wanda le sonrió, la pequeña hizo lo mismo.
-Mi amor- Laura se acercó hasta su marido y le depositó un tierno beso en sus labios.
-Laura ella es Wanda, Wanda ella es mi mujer, Laura- Clint las presentó.
-Hola bonita, Clint me ha hablado mucho de ti, me hace mucha ilusión que estés aquí con nosotros- Laura abrazó a Wanda, Wanda se sintió libre ante el abrazo, nadie antes le había dado un abrazo con tanta sinceridad.
-Yo también tenía muchas ganas de conoceros- Wanda sonrió.
-¡Papá!- ahora el que venía corriendo desde la cocina era el pequeño Barton.
-Hola campeón- Clint levantó a su hijo con el otro brazo.
-Hola Wanda- el niño saludó a la bruja.
-Hola- respondió Wanda con una sonrisa.
Wanda se quedó observado a la familia Barton, estos estaban todos sonrientes mirándola.
-Wanda- le llamó Clint.
-Dime- respondió ella.
-Bienvenido a tú nuevo hogar- Wanda se acercó hasta a ellos y los abrazó, esto era todo lo que ella necesitaba, una verdadera familia.
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