Bonito era Amarillo jugando después de haber acabado la nave, llevaban meses trabajando y habían terminado la nave hace tan solo un par de semanas; habían decidido tomarse esto un poco más relajado y poco a poco ir consiguiendo reservas de comida y agua para el largo trayecto, Amarillo era el chico más joven de toda la tripulación y necesitaba divertirse solo de vez en cuando, pero todo se había vuelto el triple de bonito cuando la adolescencia ataco al joven y necesitaba empezar a descubrir su cuerpo.

Rojo caminaba por la nave, acababa de dejar algunas provisiones en la bodega y ahora buscaba al chico que le gustaba, su pareja; bueno, en realidad el chico era el único que no sabían que eran pareja, eso molestaba un poco al Rojo, la juventud del chico lo hacía tener poca inteligencia emocional, aunque de vez en cuando el chico se sonrojaba y hacia algunas cosas con su cuerpo como lenguaje no verbal que lo hacían ver enamorado del de Rojo, pero nada claro, ni siquiera un mísero beso.

Estaba caminando por los cuartos, buscando el suyo, la nueva nave tenía cuartos individuales para cada uno; inclusive también había uno para cada pareja, pero Amarillo como todo buen adolescente dijo que quería algo de intimidad, Rojo no quería verse frágil ante él, así que solo le dijo que no le importaba, que era un alivio ya no dormir con un mocoso, ahora que lo pensaba tal vez si sabía por qué Amarillo no le había dado ni un beso.

Escucho pequeños jadeos del cuarto de menor y la curiosidad no le pudo mucho más, abrió lentamente la puerta y pudo divisar al menor de la tripulación autocomplaciéndose, sonrojado y algo torpe, entro al cuarto y cerro la puerta detrás de él, dio una sonrisa; esta era la suya.

-¿Estás golpeado tu pequeño trozo de carne Amarillito?-Pregunto con tono burlesco al menor que no pudo evitar sorprenderse y esconderse con sus propias manos para que el mayor no lo viera.

-¡N-no te han enseñado a golpear la puerta antes de entrar!-Grito el muchacho avergonzado, bajando su cabeza, sus ojos comenzaron a ponerse llorosos, era la clara definición de trágame tierra.

-¿Qué pasa cachorro?, ¿te avergüenza que vea esa cosita tan bonita que tienes?-Dijo Rojo mientras tomaba a Amarillo desde el hombro para empujarlo en la cama y empezar un pequeño tira y afloja para poder ver eso, el más pequeño se encontraba buscando la manera de escapar de esa vergonzosa situación, pero rápidamente su espalda se arqueó temblando al sentir como su contrario comenzaba a tocar su parte íntima.- Eres tan bonito- Los labios de Rojo atacaron los de Amarillo que sonrojado se aferró nervioso a sus hombros tratando de relajarse para dejarse llevar.

-Ah.-Gimió y acto seguido trato de cerrar las piernas, pero Rojo no se lo permitió.

-Tranquilo cachorro, ¿tú también quieres esto cierto?-Amarillo miro a Rojo que esperaba su respuesta paciente, el más joven cerro sus ojos y sonrojado asintió sin mucho que decir por la vergüenza de su primera vez.-Parece que toda tu alegría fue cubierta por la vergüenza.-Rojo rio mientras seguía con sus besos rudos, por eso era el Rojo, pasión y fuerza.

-Tú... eres muy fuerte, y bruto nunca me había dado cuenta.- Exclamo Amarillo chocando en la muralla tratando de alejarse un poco, Rojo sonrió y con brusquedad ataco sus pezones, por lo que Amarillo se asustó y se abrazó a la cabeza del mayor mientras gemía.-B-bruto-

Rojo le guiño un ojo y se sacó la ropa de arriba mientras le indicaba a Amarillo que hiciera lo mismo, cuando el menor termino de desvestirse se cubrió avergonzado, Rojo se sacó la parte de arriba del traje y dejo ver sus músculos.

-Lame...-Le indico a Amarillo, pero Este se negó avergonzado.

-Ya me dio miedo, la tienes muy grande-Explico Amarillo mirando a otro lado.

-No es cierto, la tuya es muy pequeña.-Amarillo frunció el ceño y abrió la boca para refunfuñar, pero Rojo aprovecho para meter sus dedos y que el chico los chupara bien.

-Ya vale-Saco los dedos de la boca del chico que tomo una gran bocada de aire, pero todo eso se fue con un gemino ahogado al sentir el primer dedo en su interior, se agarró firme a las sabanas mientras temblaba, poco a poco llegaron al tercer dedo, donde ya Amarillo se curvaba sin conocer estas nuevas sensaciones.

Estaba a nada de empujar a Rojo para tomar aire, pero un gran dolor ataco su cintura.

-Viejo hijo de tu madre.-Chillo Amarillo alzándose y siendo sujetado por Rojo que suspiraba de dolor por lo apretado que era Amarillo.

-A mí también me duele mocoso.-Gruño Rojo

-Te lo mereces por viejo verde- Antes de poder seguir con sus insultos, Amarillo recibió una nalgada de castigo a lo que Amarillo gimió de dolor.-No hagas eso.-Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

Rojo lo dio vuelta para que se vieran y sus respiraciones chocaran.

-Nota mental, al bebe no le va el masoquismo-

Amarillo frunció en ceño mientras era penetrado y miro a otro lado- Tal vez un poquito si-

-Un poquito como...mmm que-Dijo Rojo mientras empujaba- ¿Cómo mordidas?-Respondió coqueto.

-A, ah, no lo sé solo despacio, poquito.-Gimoteo Amarillo aferrándose a Rojo a punto de correrse.

Rojo paso su lengua por sus labios como si se tratase del diablo, comenzó a dejar mordida rudas por el cuerpo del menor, mientras este gimoteaba de dolor y placer hasta que se corrió, Cuando acabo dentro de él, Amarillo lo apretó duro y eso lo hizo sentirse muy bien, tal vez amarillo era más suave, pero él era rudo, salió de Amarillo y lo abrazo duro.

-mmm-Amarillo se escondió en su pecho

-Otro día prevemos hasta donde puedes llegar baby-

-Está bien...daddy-Dijo Amarillo susurrando, mierda Rojo estaba erecto otra vez.- ¡No espera, era broma!