Lima corría una y otra vez por todas partes detrás del pajarito que Verde había cuidado para él. El pequeño pájaro siempre estaba con Lima, como si fuera su padre, y Verde suponía que, al ser solo un cachorro de impostor, seguramente veía a Lima como su padre y, por lo tanto, no corría peligro. Así fue, ya que el pajarito siempre obedecía a Lima. Esto desconcertaba a Blanco, pero a Verde le parecía encantador.

La cría de impostor intentaba traerle regalos a Lima como si este fuera su madre. A veces desaparecía y volvía con pequeñas presas en la boca, como orugas o gusanos. Lima se entretenía haciendo pequeños terrarios para los animales que el pajarito le salvaba de convertirse en su comida.

Verde disfrutaba de esta situación, ya que le permitía mantener un ojo en Lima. Sin embargo, también encontraba un poco absurdo que el pajarito no dejara que nadie se acercara a Lima y lo protegiera tanto. Verde necesitaba encontrar una manera de distraer al pajarito para poder pasar más tiempo a solas con Lima, pero aún no había encontrado la manera adecuada.

Entonces, Verde ideó un plan para distraer al pajarito con alguna presa, como un gusano, y así poder pasar más tiempo con Lima. Mientras Lima dormía, tomó uno de los pequeños terrarios donde Lima guardaba los animales que salvaba del pajarito. Verde colocó una oruga en una zona segura del Airship y llevó al pajarito hacia ella, esperando que el ave se entretuviera tratando de atraparla y así poder acercarse más a Lima.

Mientras tanto, Lima caminaba tranquilamente, sumido en sus pensamientos. No podía evitar sentirse confundido cada vez que estaba cerca de Verde. A veces se ponía nervioso y asustado, y llegaba a la conclusión de que estaba enamorado de él. Sin embargo, no sabía cómo expresar sus sentimientos. Temía que, si se lo decía a Verde, este se enfadara o quisiera cambiar de pareja, lo que molestaría al resto del equipo.

Verde, por su parte, corría por la nave intentando encontrar a Lima lo más rápido posible. El pequeño pájaro había caído en la trampa que había preparado, y Verde estaba ansioso por encontrar a Lima y llenarlo de besos. No podía esperar para pasar una noche de placer con su amado.