Naranja anda de loco corriendo por la nave, pues estaba un día más persiguiendo a Cian, su compañero. Cian era un chico que se comportaba de manera un tanto misteriosa, a menudo desaparecía como por arte de magia y nadie sabía dónde se escondía. Esta situación volvía loco a Naranja, ya que se suponía que debían estar juntos como equipo y Cian parecía escaparse de todos.

Cian vivía con temor constante, ya que el resto de la tripulación le daba miedo. Sin embargo, si alguien se atrevía a meterse con él, Cian demostraba un nivel de enojo sorprendente. A pesar de su aparente timidez, no había que subestimar su capacidad para defenderse.

En esta ocasión, Cian se encontraba en la parte exterior del Airship, disfrutando del viento en su rostro mientras escuchaba música en sus audífonos. Esta era una de sus actividades favoritas, y a veces la realizaba incluso en medio de la noche para evitar el frío.

Mientras tanto, Naranja seguía buscando a Cian sin éxito. Finalmente, decidió que necesitaba una señal de wifi para su celular, pero no quería ir hasta uno de los balcones, ya que estaban lejos. En su lugar, subió por una escalera que lo llevó al techo del dirigible. Para su sorpresa, allí encontró a Cian, quien había estado allí todo el tiempo. Naranja no podía creer que Cian se estuviera arriesgando de esa manera al estar en el exterior del Airship, pero también era consciente de que él era el único de su equipo que aún no había logrado establecer una conexión con su pareja.

-Cian, ¿qué estás haciendo aquí arriba, pequeño? Deja de escaparte todo el tiempo. Deberíamos estar juntos como equipo, y tú actúas como un pájaro loco, escapándote incluso de tu propia sombra. - Cian dio un pequeño salto hacia atrás, visiblemente sorprendido al ver a Naranja acercándose rápidamente. Se aferró a la pared del dirigible, como si estuviera en modo supervivencia.

-Ah... - suspiró aliviado al ver que era Naranja. - Pensé que eras un impostor... - dijo Cian, tratando de calmarse mientras apretaba su portafolios contra su pecho.

-¿Estás bromeando con lo de los impostores, mocoso? Ven, vamos adentro. Hace frío y podrías enfermarte.

-Pero... no quiero bajar, me da miedo el Airship... - confesó Cian, mirando hacia abajo.

-¿Te asusta el dirigible? ¿Estás tomándome el pelo, verdad? - preguntó Naranja, acercándose aún más a Cian, quien se encontraba cada vez más acorralado contra la pequeña pared del dirigible.

Naranja finalmente atrapó a Cian contra la pared y lo miró fijamente a los ojos. Cian evitaba el contacto visual y sus ojos se llenaban de lágrimas. Los latidos del corazón de Naranja se aceleraron al ver a Cian en ese estado. Actuando por impulso, Naranja tomó su nuca y le dio un beso. Cian empezó a forcejear nerviosamente, ya que, aunque sentía atracción por su compañero de equipo, era demasiado tímido para un beso. Prefería avanzar paso a paso en una relación lenta y cuidadosa.

Cuando Cian finalmente logró liberarse de Naranja, salió corriendo hacia el interior del Airship a toda velocidad. Naranja se quedó allí, lamiéndose los labios, excitado y ansioso, mientras observaba la entrada por la que Cian se había marchado.

-Al final conseguí que entraras en la nave, gatito... - murmuró, satisfecho.

Antes de que Naranja pudiera seguir persiguiendo a Cian dentro del Airship, sintió una presencia detrás de él. Se volvió rápidamente y se encontró con uno de sus compañeros.

-Capitán, ¿qué haces dando vueltas por aquí? - preguntó, con curiosidad.

-... Blanco me mandó a dormir afuera... - respondió el capitán.

-¿Cómo? ¿Y eso? - Naranja estuvo a punto de soltar una carcajada que resonaría por todo el cielo.

-Usé los tentáculos sin permiso y ahora tengo que ponerme una crema según la ala médica... me desgarré... abajo.

-¡Dios mío! - Naranja no pudo evitar reírse ante la situación.