5 💀- Ya, pasado pisado y bien besado.

Hola hola corazones, soy RLkinn hablándoles desde la cueva de la suculencia. Amer está ahora en una expo anual donde hay vacas y por alguna extraña razón todo el mundo asiste en familia :'v

Así que aquí estoy, y soy la violadora del botón de publicar 7w7 y ahora lo presionaré con toda mi perverso ser 7w7

Espero que disfruten el cap. Amer les dejo una nota con todo su amor, al final :3

❤️❤️❤️❤️

Recuerden chicos, Amer ama solangelo. Amer es shipper solangelo a muerte. Amer no gusta percico. Pero la trama debe empezar con algo. ♡ no matar a Amer, plis.

Disfruten la lectura.

💀~~💀~~💀

Qué idiota había sido, pensé, viéndolo sacar de la heladera, una jarra de jugo de naranja. Idiota, idiota. ¿Él se creía ser el único capaz de seducir a alguien? Dos podíamos jugar a este juego. ¿Él me calentaba y se iba sin más? Le demostraría lo que ocurre al jugar con llamas.

Antes de que me hubiese dado cuenta, o lo hubiera pensado lo suficiente para detenerme, yo ya estaba levantándome del sillón y colocándome en frente de Percy mediante un par de largas zancadas, acorralándolo detrás de la heladera. Sus cejas se alzan ligeramente con curiosidad e intriga, pero no dice nada cuánto más me acerco a él, sin dejar de escrutarlo con mi mirada oscura. Puedo ver como traga saliva, y muy dentro de esos ojos despreocupados, una chispa de nerviosismo e inseguridad flotando en ellos.

—  ¿Qué estás haciendo, chiquitín? —  Intenta con un tono juguetón, sin mover un solo músculo de su cuerpo y dejar totalmente olvidado el vaso de jugo en la mesa.

No contesté, y él no vuelve a decir nada más. El silencio inunda la cocina, y se crea una tensión tan espesa que hasta podría cortarla con un cuchillo. Percy sigue mirándome expectante, pacientemente, recorriendo todo mi rostro y mis labios con sus ojos, como si se estuviera convenciendo sobre algo al mismo tiempo. Pero sus manos no se dignan ni a titubear siquiera para acercarse.

Inhalo hondo su fragancia a mar y menta, lo cual deja atontados mis sentidos, y hace que me pregunte a mi mismo en una marea de millar de dudas, emociones y deseos oscuros, ¿valdrá la pena hacerlo? ¿Haber soportado todo un año para no caer en lo mismo? ¿Y de repente solo dejarme llevar una tarde calurosa como cualquiera, por mis instintos más provocadores?

¿Valdría la pena romper aquel largo  voto de abstinencia?

No encuentro la respuestas a mi preguntas, pero de pronto, mis labios ya se habían tomado la molestia de decidir por mí. Mi boca por fin choca con la de él con violencia, cuando doy rienda suelta a mi más oscuro deseo contenido por más de un año. Saboreo por completo aquellos labios salados hasta el cansancio sin temor a las represalias, mientras su espalda choca contra la puerta de la heladera, (a causa de haberlo empujado) y varias botellas de vidrio se oyen repiqueteando entre ellas en su interior.

Todo mi cuerpo se pega al suyo sin problema, nuestros pechos se rozan, dureza contra dureza, creando una exquisita sensación. Y como si no fuera suficiente deleite, él me corresponde, haciendo explotar un montón de mariposas en mi estómago por combustión. Su boca me besa con el mismo fervor que yo lo hago, y una de sus manos se enreda en mi pelo para estirarlo y sacarme un gruñido ronco.

¿Era suficiente, no? Ya había saciado mi capricho. Debía parar antes de ir demasiado lejos, me decía.

Mis manos inmediatamente se cuelan por debajo de su camisa, y rasguño la piel de su espalda, con una mezcla de enojo y lujuria. ¿Cómo es que movía tan bien sus caderas? El vaivén que creaba, hinchaba rápidamente mi miembro, como avisándome desesperadamente que lo utilice aquí y ahora, sin pudor a que alguien nos descubra. Eso y la forma en que besa, dando ligeros mordiscos de vez en cuando a mis labios, estaba afectándome demasiado.

Ah, dulce nostalgia, pienso, mientras nuestras respiraciones chocan, y lamía el labio inferior con placer; dulce, dulce y cruel nostalgia, haciéndome recordar aquellos días en que esto ocurría todos los días, a cada hora. Aquellos días que él me utilizaba y simplemente, a mi me importaba una jodida mierda, mientras tuviera su miembro incrustado en mi interior. Pero... lamentablemente, muy en el fondo, sabía dolorosamente, qué nada era real. Y nunca lo seria. Esto, todo esto que pasaba ahora, sólo es una farsa. Al menos por su parte.

¿Yo lo estaba afectando como él a mí?  No, y tocando el miembro flácido y caliente de Percy descaradamente con una mano, debajo de sus pantalones, me lo confirma.

Paro automáticamente el beso antes de humillarme aún más. Los párpados de Percy se abren poco a poco con parsimonia, como si no quisiera verme, se fija en un punto por encima de mi hombro, y después, me mira.

Y odio la cara arrepentida y dolida que aparece en su rostro. Lo odio. Aquella mirada. Lo odio desde lo más profundo de mi alma. Tratando de ser algo que no era, solo para complacerme, solo por ser demasiado leal a su amigo. Lo miro con neutralidad, y antes de soltar su miembro con poca voluntad, le doy una última caricia más para que no me cupiera más ni una maldita duda acerca de la verdad. Pero lo único que logro provocar en él, es una mueca incómoda.

— Ya no lo hagas — le digo, sorprendiéndome de mí mismo, por el tono tan frío que sale de mis labios. — Ya no juegues conmigo.

Sus cejas se fruncieron con pesar, y luego, desvió la mirada avergonzado. Sin soltar palabra alguna. Y era tan guapo, incluso con esa expresión, el hijo de puta estaba demasiado bueno. Tal vez un último beso me dije... Pero me contuve con todas mis fuerzas, para no hacerlo. De lo contrario, no sé hasta qué punto el dolor podría consumirme y convertirme en un recipiente de solo miseria.

Me separé de él, el arrepentimiento ya empezaba a rodearme como cadenas alrededor de mi cuerpo.

Mis pies se dirigieron hacia las escaleras, y me oculté en mi habitación, dejando a un Percy bien besado pero nada excitado por ello, sentado en una silla en la cocina, lamentándose por no ser gay.

🌞 ~~~🌞~~~🌞 

Estúpido Di Angelo, con su patético acento italiano, y sus patéticos tatuajes de soy un chico muy, muy malo. Pfff. Solo es un idiota ladrón de mp3's, maldije, con humo saliendo de mis orejas por la rabia, mientras guardaba la cortadora de césped en el pequeño cobertizo detrás de la casa, luego de dos horas sin nada de música para que alivianara algo de mi trabajo.

Estaba exhausto, enfadado, y sudado en el momento en que Leo llegó junto a mí, pocos minutos después, con una amplia sonrisa alegre, una lata de cerveza y mi paga en cada mano. Ahg, recuerda Solace, recuerda para que trabajas: Las universidades no son baratas, (y menos la de los Ángeles), y no, no iba a pedirle dinero a mi ausente padre, cuando podía tener la satisfacción de conseguirlo por mi mismo, mediante trabajo duro. Muy duro. A pesar de que eso significara romperme el lomo como burro mientras todos están de vacaciones.

Ahg, estúpido yo mismo, ¿por qué eres tan orgulloso? 

— ¿Has acabado? —Inquiere Leo, sin esperar a que le contesté. —¡Eres una bestia, hombre! Buen trabajo, nunca he visto un césped mejor cortado que el tuyo. ¡Oh! Y Dorothy me ha contado que nunca has faltado ni un solo día a tu trabajo, me alegra oír eso. Hoy en día no encuentras a muchas personas de confianza para esto. — me halaga Leo, ya lanzándome la cerveza en el aire antes de llegar, la cual abro apenas la atrapo, para darle un hondo trago mientras el fajo de dinero lo guardo contento en mi bolsillo delantero.

Sí, sí, ya sé lo dirán, ¡Es demasiado dinero por solo podar plantas! ¡Pero oigan! Era un patio grande, casi como una cancha de fútbol, y no era mi culpa que Leo fuera tan caritativo con su dinero. Y además, me daba una excelente propina. Tener a Leo como amigo era lo mejor que podía pasarte, sí, a veces me entraba algo de culpa, pero es que, ¡vamos! Amaba este bulto que se formaba en mis pantalones gracias a algo de dinero. Oh, y claro, también me encantaban otra clase de bultos, que aparecían en medio de los pantalones de ciertos hombres... ¿Qué? ¿Qué debería estar avergonzado por soltar semejante revelación? Pues, no lo estaba, ni un poco.

— Muchas gracias por evitar que las plantas se traguen la casa, y en general por encargarte de ella también. En verdad te lo agradezco, hombre, no sabes cuánto aprecio que lo hicieras.

— Ya, ya, para. Harás que me sonroje, Leo —  lo corto, mientras una ligera risa abochornada sale de mis labios, y acto seguido, le paso de nuevo la cerveza para que también le de un trago, lo cual por supuesto hace apenas lo coge en sus manos. —  No tienes por qué agradecerme, nuestros abuelos eran muy grandes amigos, y esta casa es como mi segundo hogar. Aún recuerdo las tardes que jugábamos en aquel lago escondido en el bosque...

— Oh, cierto. —  Me interrumpió Leo apenas lo dije, brillándole los ojos castaños de felicidad al recordar aquella anécdota, —  ¡Lo recuerdo, lo recuerdo! ¡Teníamos siete años, y SALTAMOS DE ESA PEQUEÑA CASCADA SOBRE UNA LLANTA DE TRACTOR! ¡OH DIOS, ESTÁBAMOS TAN LOCOS!

Rompimos a reír a carcajadas, y de pronto, la ira disminuyó un poco de mi sistema al olvidarme de Nico. Estar de nuevo con mi viejo amigo, me había devuelto una grata cantidad de recuerdos nostálgicos. Pero también otras desagradables que ojalá no hubiesen salido de lo más recóndito de mi cerebro jamás. Irremediablemente, pensar en esto, de nuevo hizo subir mis niveles de oxitosina.

Estúpido Di Angelo, ¡¿acaso no sabe lo mucho que cuesta convertir los videos de YouTube en música Mp3 para luego pasarlos en la estúpida maquinita? ¡¿No?! ¡Había más 50 canciones allí, y no pensaba rendirme a Britney Spears tan fácilmente aún!

—  Por cierto, Leo, — inicié, en un tono calmado claramente forzado. —  ¿Ya has hablado con el idiota emo de tu grupo?

— ¿Te refieres a Nico? —  Preguntó, por lo que se ganó una mirada de póquer de mi parte, Leo volvió a reír divertido por mi expresión. —  Ya, por supuesto que te refieres a él. —  sonrío, pasándome la cerveza de vuelta, la utilicé entonces para descansar la fría lata contra mi cara (probablemente roja por el sol) y darme algo de frescura. —  Ten, mejor llévate la cerveza y otras más, y despídete de tu mp3.

— ¿Perdona? —  Exclamé, apretujando de más la lata de aluminio en mi mano, mientras evitaba que me diera un patatús por sus palabras. —  ¿Qué quieres decir con eso? ¡Es mío! ¡¿No pudiste quitárselo, Leo?! ¡¿Qué has estado haciendo toda la tarde?!

— Mira Will, quitarle algo a Nico (especialmente las que son suyas o las que cree que son suyas) es como tratar estúpidamente de quitar un trozo de carne, que un león a tomado como presa. ¡De entre sus fauses! —  Sentenció, y lo peor, es que lo había dicho con mucha convicción y un atisbo de miedo. ¡Ni que fuera tan peligroso! —  ¡¡Es suicidio, entiendes!!

— ¡No! ¡Esto es ridículo! —  Escupí indignado, — ¡Solo eres un cobarde! Ahhhhggg —  Solté un bufido exasperado, ya veía que no iba a conseguirlo de vuelta. Ni modo, tendría que ver la posibilidad de pedir un préstamo nuevo o tal vez conseguirlo a costa de mi dignidad, mediante un Sugar Daddy—  Como sea, me voy, Cali debe estar a punto de maldecirme por dejarla tanto tiempo sola,  con aquellos clientes tan lunáticos como ese emo.

(N.A:Comenta ;'v si entendiste la referencia, ahre. Instituto manda perras)

— Will, Will, Will, — Leo me llama en tono ansioso, luego de haber dado ya varias zancadas lejos, se pone delante mío, y cruzándome de brazos espero a que hablé. Me mira con una gran sonrisa algo indecisa al principio, le hago un gesto con la mano para que siga.—  Oí que cantas. Y que eres un gran compositor, y tienes un buen oído para la música.

—Supongo. ¿A dónde quieres llegar?

— ¿Te gustaría ver nuestra práctica? Estamos a punto de comenzar, y nos vendrá bien la opinión de otro músico.— dijo, encogiéndose de hombros, restándole importancia.

—Pero... Es que, yo canto canciones de country viejo, no sé nada de Rock and Roll... creo. — me explico, pero Leo descarta mi ignorancia como un problema con un simple chasquido de lenguas.

—Solo me basta que tengas un oído musical, Will. — Pone una mano sobre mi hombro, y le da un ligero apretón con entusiasmo, me mira fijamente tratando de convencerme, y no puedo creer que me este pidiendo ayuda a mí. —Vamos Will, solo te robaré un par de minutos de tu tiempo, y luego puedes recompensar  por tu tardanza con esa chica Cali, presentándome. — me guiña un ojo —Soy un público fácil, solo pido que tenga unos hermosos labios para darle algo de papi Leo.

—  ¿El emo estará allí?

—  Sí, claro, él es nuestro cantante principal. —  dice, encogiéndose de hombros con simpleza. Pero yo no cabía en el asombro.

— ¿Qué? ¿Él es el cantante de la banda? —  Juro que intenté no sonar tan burlón como soné, bueno, eso creo. —  ¡No te creo! ¡Tengo que ver eso!

— ¿Entonces vienes? — Leo intenta mantener la seriedad en su rostro, pero una sonrisa perversa insiste en elevar la comisura de sus labios.

— Claro que sí, esto no me lo pierdo por nada del mundo— acepto, con tranquilidad, sólo será un momento después de todo. No es nada importante ¿Cierto?

🌞 ~~~🌞~~~🌞 

Su voz me incita a imaginarme un montón de escenarios húmedos y calientes, en donde todo su cuerpo está a mi poder, con sus manos sujetando las sábanas de la cama, mientas sus sensuales brazos se flexionan y mis caderas hacen el trabajo, de hacerlo gritar mi nombre.

Nico Di Angelo, era mucho mejor que el porno, cuando cantaba. Desde lejos, mejor que los pornos del pelado de Brazzers.

Y a pesar de que sus ojos oscuros reflejaban todo excepto sumisión, estoy seguro que resultaría muy divertido persuadirlo para tenerlo bajo mi posesión.

¡No te lo pierdas, solo por Wattpad, con Amer, reina de sus corazones!

🌞 ~~~🌞~~~🌞 

Deja un voto si te gustó ♡ pero si no te gustó ♡ deja un voto.

Si ya se lo que dirán, pero Amer, eres una hijueputa te vas un mes y... ñiñi, no quiero saber de qué estabas en exámenes, excusas, te vas y vienes con solo 2 mil palabras? Sabes que, se acabó te odio eres una mierda, me voy y me llevo mis votos y mis comentarios, eres una cajsndlfmg  >>Amer llorando en una esquina << 

Decidí esto, publicar esto para dejar de sentir tanta ansiedad, para lograr tranquilizarme, y escribir más y mejor. ♡ sin presión

Psd: no sean malos weys ♡ he flipado con los 200 votos que han dejado en los cap anteriores. Andele ♡  no sean culeros jajaja a en serio. Los quiero mucho. (Me siento pordiosera pidiendo votos  :v pros pensé que esos tiempos habían acabado :"v)

Psd2: Voy a publicar esta historia cada domingo :3 o cada sábado. Depende, si  me leen :"v

Oh y, para la desgracia de los percicos y para el alivio de los solangelos, este será el único y último beso percico. No chinguen, ya sus gritos de horror desde Paraguay pendejos :"v

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top