1💀 Texas, ¡Yijaaa!

Pun, pam, pun, pam, pun pun. ¡Purupupum!

Los hiperactivos dedos de Leo, no dejan de golpetear incansablemente contra la mesa con ritmo, a mi costado. Siendo el baterista de la banda, encargado de mantener el ritmo y la sincronización entre todos los instrumentos de cada miembro, ésta constante energía era sumamente esencial y muy útil... Excepto cuando no estábamos tocando, que ésto se convertía en algo asquerosamente irritante.

—Una pregunta a la vez por favor, sí, el del frente. — Jason asiente hacia el periodista que esta sentado en las primeras filas, el cual desde hace horas está levantando su brazo, mostrando con perfecta claridad el sudor de sus axilas manchando su camisa a rayas. —Tienes la palabra, adelante.

Dejé salir un gran bostezo, sin molestarme siquiera en ocultarlo e ignorando los flashes de la cámara que atacan mi rostro sin descanso; mientras que por el rabillo de mi ojo podía divisar a Hazel, (sentada detrás de bambalinas, vistiendo un hermoso vestido color mostaza) enviándome una mirada recriminadora por mis malos modales, a pesar de que ella más que nadie, sabía que era un caso perdido. La opinión del público delante mío, siempre me había válido una reverenda mierda.

Deliberadamente, Percy me da un codazo de advertencia bajo la mesa. Es gracioso, porque él parecía más propenso a desmayarse del aburrimiento que yo en cualquier momento sobre su taza de café. Una de sus manos enguantadas con cuero negro, no deja de frotar su ojo somnoliento de forma disimulada, a la par que una lagrimilla intenta deslizarse por su mejilla. Está hecho polvo, el concierto de varias horas de ayer estaba cobrándonos tarifa a todos.

Bueno, a casi todos. Jason, con una camiseta sin mangas, (haciendo lucir de los tatuajes que tenía desde sus hombros hasta sus muñecas) y jeans desgarrados, era el único que se veía tan fresco como una lechuga como siempre. Deberíamos estar durmiendo en este momento, pero el gilipollas de nuestro representante nos había obligado a dar esta estúpida entrevista, porque decía que no era buena idea desparecer, sin hacerlo público primero.

Idiota, yo estaba seguro de que las fans lo entenderían perfectamente, con solo enviar un mensaje en Twitter. 

—¿Cuál es el motivo por el cual detienen la gira tan abruptamente? — Inquirió el periodista, apuntando la grabadora en su dirección. — ¿Problemas financieros? ¿Enemistades dentro de la banda? O, ¿es por algún caso de enfermedad de trasmisión sexual de uno de los miembros?

Bueno, la última vez que me había hecho un chequeo médico (hace dos meses) estaba libre de SIDA y Gonorrea, pero no podía hablar por Leo Valdez. A ese tipo lo único que lo detenían eran las menores de edad, y solo porque eso significaría una cárcel inmediata sí era descubierto. Los demás periodistas esperaban impacientes por la respuesta que dará Jason a continuación, sentados en sus asientos desplegables y sujetando cada uno de ellos una grabadora para no dejar escapar ni una sola palabra suya. Eran como buitres, esperando a que cometiéramos el más mínimo error para atacar y destruirnos.

Y sí, se lo que están pensando. Yo, Nico di Angelo, vocalista principal de la banda inframundo, ¿por qué no estoy en el lugar de Jason, contestando todas las preguntas y poniendo en su lugar a algunos imbéciles? Pues verán, odio hablar, si lo sé irónico, pero ¡oigan! Una cosa era cantar, y otra muy distinta era hablar y forzar al cerebro a pensar, y pronunciar palabras que no terminen en mierda o comiencen en ¿qué diablos? Desgraciadamente, no todo en la vida se podía utilizar groserías. 

Gracias al cielo, Jason era bueno en esto, es carismático, prudente y tiene todo ese aire de respeto con lo cual todos siempre terminaban influenciados; a pesar de tener más pircings que dientes en la boca. Por eso, él, junto con mi cuñado Frank, siempre eran los que estaban a cargo de contestar todas las preguntas en las entrevistas, mientras que Percy y Leo se mantienen callados para no meter la pata, y yo... bueno, solo odiaba socializar.

— Hemos estado trabajando demasiado en estos cinco meses, de gira por casi todo el país... — inició a decir Jason, en tono diplomático, como el buen abogado que sueña ser. — Creo que nadie podría diferir en que todos nosotros nos merecemos un buen descanso de toda está vida agitada que nos da el Rock and Roll. No nos mal entiendan, amamos nuestro trabajo y a nuestras fans pero hemos decidido por votación unánime que lo mejor seria...

Dejé de escucharlo. Muy intencionalmente, a Jason se le había olvidado agregar, dos cosas, en alguna parte de su larga palabrería. Primero, que sí mal no recuerdo, yo me había negado ROTUNDAMENTE a no ir al caluroso estado de Texas a "vacacionar". Y segundo: " Nuestro vocalista principal está más seco de inspiración que un desierto, y no puede escribir ni una puta estrofa".

Pero tranquilos, aún no nos desemperazamos lo suficiente como para cantar reggaetón con Bad Bunny.

Los periodistas escuchan atentamente, lanzan preguntas furtivas una y otra vez en mi dirección, pero como siempre, fingí no escucharlos como si tuviese algún tipo de sordera muy grave. Como dije, yo nunca interactuaba en las entrevistas, nunca. (Ni con personas fuera de la banda a veces) Y hoy especialmente, me encontraba sumamente cansado de todo, mi cerebro proclamaba desde hace una hora que lo llevara a la cama para desconectarse por varias horas.

— La disquera les ha puesto un límite, según tengo entendido. — Sentencia la segunda periodista, a la que Jason le permite la palabra. — Sí no tienen un nuevo álbum para finales de diciembre, y teniendo en cuenta que estamos en octubre...

Contengo un bufido, a la puñetera disquera también le podían dar por el culo, pero claro, Jason no pensaba lo mismo. (Otra cosa más por lo cual estresarme, y que agrandaba mi bloqueo de inspiración).

Frank dice algo sobre que volveremos pronto con nueva y asombrosa música. (Ja, yo también quiero ver eso) Jason sonríe para las cámaras, y antes de largarnos de aquí, acepta que nos tomemos una foto grupal para la revista-como-se-llame. Luego de eso, todos volvemos al autobús donde un largo viaje nos espera.

~💀~~~💀~

He perdido la noción de cuánto tiempo hemos estado viajando en carretera. Pero estaba seguro de que fueron un buen par de horas, de Jackson Mississippi, para llegar a Texas, probablemente más de ocho horas de viaje. Tiempo suficiente para que mi trasero empiece a perder su circulación, y esté pensando muy seriamente en lanzar a Valdez por la ventana del autobús en movimiento.

Justo en este momento, el duende hacia demasiado ruido comiendo papitas de una bolsa casi vacía. Y no entendía porque aún no se había quitado el gel de su cabello, para eliminar esos picos como de puerco espín que tenía en la cabeza, los cuales él los había mandado a teñir de color rojo en las puntas, supuestamente para que pareciera que estuviesen en llamas.

Él y Percy, eran los únicos que habían adoptado el estilo de teñirse, excepto que el azabache no tenía cabeza de puerco espín, y él tenía la parte baja de su cabeza rapada y largo en la parte de arriba, con solo un mechón de color azul, el cual colgaba y rozaba su ceja izquierda.

—¿No deberías dejar descansar a tu pobre cerebro, Nico? — Me aconsejó Frank con gentileza, desviando mi atención del libro que leía. — Así nunca te recuperarás de tu bloqueo, amigo.

Lo miré por el rabillo de mi ojo con desgana, a pesar del aspecto punk muy musculoso que había adoptado, e incluso con la barba que se había dejado crecer (con la idea de parecer más rudo) ésto no había sido suficiente para ocultar ese rostro tan tierno que poseía. A diferencia del resto, él era el único que aún se veía algo "inocente". Y por esa razón, él siempre era el encargado de hablar con la policía cuando terminábamos arrestados por algún vandalismo que cometíamos por entretenimiento.

Está sentado a lado de mi adorable hermana menor, con un brazo demasiado musculoso para ser justo, rodeando sus pequeños hombros. Ellos eran la típica pareja perfecta que casi nunca peleaban y si lo hacían, era para discutir sobre quién amaba más a quién. Así es, totalmente repugnantes. En el buen sentido...

— Mi abuela era china, — Continuó diciendo, jugando con uno de los tirantes del vestido de mi hermana, (gesto que se ganó una mueca tosca de mi parte). —  Me enseñó el arte de la meditación y la relajación. Si quieres puedo enseñarte...

— Leer me relaja. — Le interrumpo en tono apático, mientras paso a la siguiente página de mi libro. — además, creo que un buen libro sobre asesinato me sería mucha más ayuda para inspirarme que un par de vacas y establos en Texas.

— Oh vamos, solo dale una oportunidad, Nikki. — Dice Leo en tono juguetón, ganándose una mirada fulminante de mi parte por pronunciar ese asqueroso apodo que algunas fans me habían puesto por "cariño". — Campos abiertos, lagos fríos, corridas de toro con un par de desmembramientos si tienes suerte ¿ves? Se oye como tu paraíso, ¿no?

— O puede que encuentres a un buen vaquero al cual cabalgar en el estado Country—  Suelta Percy, con un tono ronco y pícaro al mismo tiempo, su camiseta celeste esta ligeramente alzada, y una excelente porción de piel morena se aprecia mediante ello. —  Apuesto a que eso sí, seria de muy buena inspiración.

Opté por ignorarlo, como siempre, fingiendo desinterés ante ese tono tan sugestivo.

— ¡Dios, Percy! — Exclamó Hazel escandalizada, a la vez que agarra una almohada y se la lanza en la cabeza rapada de Percy. — ¡¿Qué dijimos?! ¡No sexo frente a mí, no drogas, no putas desnudas recorriendo el autobús en mi presencia y tampoco groserías delante mío!

Pero de nada sirvió su queja, porque segundos después, Leo es el siguiente en bromear y seguirle la corriente a Percy.

— O puede que el vaquero cabalgue a Nico.  ¡Yijaaa! — Gritó Leo con entusiasmo, y haciendo como que cabalgaba sobre su asiento. Mi hermana luego de notar que ambos eran un caso perdido, soltó un bufido y se puso los auriculares para oír algo de música para relajarse.

— Espera, espera. — Percy exclamó, dejando de lado su guitarra favorita de color azul. — ¿Crees que Nico es el que está abajo?

— No lo creo. — Contestó el castaño, repentinamente serio. —  Lo aseguro.

— ¿Quieres apostar?

Debo recordarme que una de las reglas principales de la banda es, "No matar al latino, por más hijo de puta que sea". Así que, descartando esa maravillosa opción, decido simplemente mostrarle mi puño en donde tengo tatuado (cada sílaba, en cada dedo) la palabra "Fuck".

—¿Cuánto falta para que lleguemos? — Pregunté a Jason, el único con el que podías mantener una conversación seria en este lugar. Está semi acostado en el sillón enfrente de Percy, jugueteando con el pircings de su lengua con sus dientes.

— Poco. Creo que ya hemos cruzado la frontera. — Me responde, sin dejar de teclear apresuradamente en su celular, con una mirada ceñuda de mucha concentración. — Voy por el nivel 355 de candy crush por si lo preguntas. — se adelanta antes de que le pregunte, y justo en ese momento pierde. —¡OH VAMOS! Estúpido juego de mierda.

Me levanté de mi asiento, con mi libro en manos para ir a encerrarme en la habitación del autobús a por un poco de silencio.

Al llegar, me lancé en la cama de espaldas. Mis ojos vagan despreocupadamente, hasta que se topan con una nueva barandilla colocada en el techo del cual cuelgan un par de esposas, con llaves incluidas. No necesito tener la mente demasiado sucia para saber que uno de ellos (más probablemente, Leo) había descubierto el mundo del Bondage en éstos últimos días.

Ignorando esa nueva instalación, busco debajo del colchón mi vieja libreta (de tapa color negra) donde he escrito todas mis canciones a lo largo de los años; hasta que la encuentro. Aun acostado de espaldas, la colocó sobre mi estómago y empiezo a pasar las páginas con una sensación de acongoja. Últimamente, las páginas habían sido arrancadas, arrugadas, rotas. Otras estaban con palabras tachadas o incluso con párrafos enteros encerrados con una enorme ❌.

El lápiz se desliza de donde me he quedado la última vez que he intentado escribir algo. La página está sucia, y también con muchos borrones. Tal vez ahora podría, si lo intentaba otra vez...

Decidí volver a empezar a escribir, sintiéndome decidido a crear un jodido maravilloso párrafo al menos. Trato con todas mis fuerzas en dejarme llevar y encontrar esa chispa de inspiración que siempre había tenido antes, oculta en algún lado de mi mente. Escribo palabras tales como inframundo ven a mí, o muertos levántense ante mi orden y después...

NO. No. No, no, no, no. ¡Eso ya lo había escrito! Arranqué la página con furia y la convertí en una bola arrugada, la cual término en la cesta de basura mediante un ágil lanzamiento. Me odio, punto. Mi carrera como cantante y compositor, se acabó. Es todo. Nunca más en la puta vida iba a volver a escribir una sola palabra ni una rima. ¡Ni siquiera podía escribir un simple haiku! Estaba arruinado, y, antes de que siguiera con la mierda depresiva, me di una cachetada mental con mi propio cuaderno. Basta. Desesperarse no iba a solucionar nada.

Afuera de la habitación, oigo que han prendido la radio. Sintoniza en una estación donde la música de Nirvana da sus últimos riffs antes de acabar. Segundos después, mi voz suena por los altavoces llenando cada rincón el autobús. El cielo se ha ido, la batalla está ganada Tuve que decir adiós Vivido y aprendido de cada fábula. Escrito por tu mente. Han puesto Goodbye Agony, y mis compañeros están gritando y siguiendo el ritmo de la canción con sus instrumentos a mano. Excepto Leo, que si no me equivoco parece estar golpeando tapas de ollas como si fuese su batería.

Y yo me pregunto como seguir adelante
De todo lo que tenía en el interior
Coloque mis cartas sobre la mesa
Con la sangre dibujo una línea
Le he dado todo mi orgullo

Mi mente me transporta en el concierto de ayer en Jackson. Puedo volver a sentir el micrófono en mis manos, empuñándola como si fuese un arma poderosa, la cual con mi voz, me robo el corazón y las almas del público que oye nuestra canción. Y es asombroso, me siento como un príncipe arriba del escenario. Un Rey, mejor dicho. El cual lidera una horda de almas que tiene en su poder. Para arrasar con todo en este maldito mundo.

Viviendo una vida de miseria
Siempre allí, justo debajo
Que frecuenta en mí, en silencio, solo
Me está matando, me está matando
Muerto y enterrado, lo hecho, hecho está.

Puedo oír sus gritos enardecentes, puedo sentir el sudor recorriendo mi frente y el gruñido que se escapa de mis labios para terminar una estrofa. Detrás de mí, Percy y Jason hacen un dueto al mismo tiempo, sus dedos no se equivocan, no dejan escapar ninguna nota. Tocan las guitarras, y ambos se dejaban (llevar espalda contra espalda) como si estuviesen teniendo un fabuloso sexo.

Tu fuiste todo lo que has hecho
Yo voy a dejar ir lo que una vez creí
Así que adiós agonía

Justo aquí, justo en este momento, cantando, no siento nada más que dicha. No hay dolor, no hay incomodidad. No existe inseguridades ni temores, y soy el puto rey que tiene todo bajo control. Y esa, era una sensación que no estaba preparado para dejar.

Miro las estrellas y la configuración de los soles
A medida que los años están pasando
Nunca supe que la esperanza era fatal
Hasta que lo busqué en el ojo
Y ahora no estoy seguro de que soy capaz
Para llegar al otro lado
Estoy echando afuera la luz

💀

No sé en que momento me he quedado dormido, pero cuando abro los ojos es por culpa del brusco cambio del pavimento bajo el autobús. Si mi intuición no me fallaba, diría que estábamos entrando en un camino de tierra.

— ¡Hey, dormilón! — La voz de Percy se oye a través de la puerta, luego de dar un par de golpes. — Estamos por llegar, sal para que conozcas un poco del paisaje.

— Voy. — Contesté con un resoplido, y luego de darle una mirada iracunda al lápiz por no brindarme ayuda hace un momento, salí.

A abrir la puerta, me encuentro con Percy parado delante de mí, con esa asquerosamente sexy sonrisa torcida pintada en sus sensuales labios. Poseía unos pómulos altos, y sus ojos verde mar de ensueño me miraban con diversión, sabiendo perfectamente el efecto que causa entre hombres y mujeres. Debería ser ilegal estar tan sexy como él, no era justo. Ni que fuese tan alto, e intimidante a la vez.

Luego de quitarse el mechón azul que desea ahogarse en sus iris marítimo, dice:

— ¿Tuviste un buen sueño? — baja su vista hasta mí entrepierna aún dormida, y contengo el impulso de taparme con una mano, y darle un puñetazo con la otra. — Ah, parece que no lo suficiente.

— Idiota. — Escupí, justo cuando el autobús se detiene. Nuestro chófer, Lucas, anuncia nuestra llegada y Leo es el primer en lanzarse a abrir la puerta y besar el suelo caluroso como el infierno que tiene bajo sus pies.

— Vamos, — me apura, guiñándome un ojo, mientras empieza a caminar hasta la salida— Veamos el rancho de Leo.

Apenas puse un pie afuera del acondicionado autobús, dije.

— Lo odio. — salió desde el fondo de mi en alma oscura. — Odio este lugar, hace demasiado calor. ¿Qué es esa bola de fuego en el cielo? ¿Se supone que es el sol?

— Ya, Hanna Montana, solo necesitas acostumbrarte. — Se mofó Leo de mí, dándome una palmada en mi ya sudorosa espalda. — ¿Hueles eso? — Me dijo, y acto segundo, inspiró con gran dramatismo el aire arenoso de nuestro alrededor. — Es el dulce olor del hogar.

— ¿Los huérfanos tienen hogar? — Me burlé de él, con una sonrisa cínica en mis labios. Leo me miró directamente a los ojos, riendo en voz baja y sin nada de diversión.

— Bien jugado, amigo. Bien jugado.

💀~~~💀

¿Ven que la espera vale la pena chicos? Por favor, no me ataquen con actualizar deprisa o perderé la calidad de mis capítulos y a mi me encanta complacerlos.

Bien, este capítulo es algo INTRODUCTORIO. Para que sepan el entorno, conozcan el aspecto de los personajes y todo eso.  Claro que si lo desean, (pienso hacerlo igual) subiré un apartado donde describo perfectamente a cada uno de ellos. Para que puedan imaginarlos.

Ahora, esto que leerán es muy importante...

Instrucciones para leer esta historia.

1— Votar y comentar mucho para satisfacer el hambre de la escritora ahre. (Opcional)

2— Fingir demencia con las canciones que aparezcan. Ejemplo. Sé perfectamente que Goodbye Agony la canta, Black Veil brides. Pero vamos a fingir aquí, que inframundo la canta. Así que no me vengan después a decime par de cerebritos culeros "piri isi canciin is di blick viil bridis" ñiñiñiñi. O los bloqueo >:v weno no pero no lo hagan

3— No acosar a la escritora para actualizar todos los días. (Obligatorio)

3.1— No apurar a la escritora en actualizar, recuerden que la escritora es una obsesiva compulsiva de la escritura y ya tiene 5 historias que también debe mantenerlas actualizadas. Así que por favor. No sean pesaditos, que los amo, y me matan cada que piden actualización pero no puedo pprque me volveré loca  :v

4— Tener la mente abierta. 7.7 muy abierta... Mucha.

5— Amarme 7.7

Déjenme escribir, tendrán 3000 palabras. Exijan, y les daré 1000 y sin lemon hasta el capítulo 30. ¡Los amo!

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