Capítulo 3.

Atsushi suspiro, aquel silencio había sido aún más largo y sin sentido, el agente lo supo, el mafioso seguro se había ido, con la mirada baja junto con su cabeza, se voltio sin esperanzas pero lo único que hizo fue chocar de frente al pecho del azabache (si pecho, estaba con cabeza abajo) – ¿A-Akutagawa? – pregunto confundido

― ¿dices que si hubiera sido yo no te hubiera disgustado? – pregunto

― N-no di-di-dije e-eso – dijo nervioso

― ¿te gusto lo que Rashoumon hizo?

― N-no preguntes cosas así – se quejo

― Entonces contesta

― No, deja de preguntármelo

― Vamos contesta

― No lo haré

― Vamos

― ¡BIEN! – grito molesto – me gusto, fue genial, me sentía a morir de vergüenza pero se sintió realmente bien – admitió

― Vaya así que te gusto eh – dijo burlón

Atsushi se molestó, frunció el ceño – será mejor que vuelvas a tu base en la Port Mafia – dicto molesto

― ¿en verdad? – pregunto molesto

― En verdad

― Bien – admitió molesto

El azabache comenzó su camino a la puerta, antes de poder llegar a la puerta el tigre apareció, volteo rápido para ver al albino, seguía de espaldas, así que Akutagawa se dio cuenta, solo era su habilidad. Miro con atención al tigre, le miraba fijo - ¿Qué quieres? – pregunto susurrante

El tigre gruñó, miraba a Atsushi fijo, fue allí cuando Atsushi también volteo - ¿el tigre? – pregunto el albino

― No me deja ir, parece que me quiere aquí – menciono el azabache

― ¿Cómo? – pregunto acercándose el albino. El tigre volvía a gruñir, se había acostado en la puerta – oye, pensé que tú y yo nos llevábamos bien ahora – menciono el albino mientras intentaba a mover al tigre – muevetee – se quejaba intentando empujarlo. Con sus dos manos empujaba el muslo del tigre, pero esté solo limpiaba su lomo lamiéndose

― Parece que no te hará caso – menciono el azabache. Atsushi cansado, cayó al suelo respiro agitado y miro al azabache

― Entonces sal por la ventana

― ¿Por qué?

― Así entraste

― Me tratan como animal – menciono dando media vuelta.

En tanto, a gran velocidad, el tigre detuvo al azabache, gruñó a ambos jóvenes – cre-creo que debes quedarte – menciono Atsushi algo asustado. El tigre se sentó

― Creo lo mismo – suspiro el azabache – puedo acabar con él

― No puedes, y lo sabemos los dos – suspiro cansado – me alegra que Kyouka-chan esté en una misión especial

― ¿trabaja hasta tarde?

― Está en Osaka con otros miembros de la agencia, una misión difícil

― ¿Cuánto tiempo se quedaran fuera?

― Una semana

― Y ¿Cuánto tiempo me quedaré aquí?

― No lo sé – admitió viendo al tigre acomodarse en medio del departamento

Atsushi suspiro, - puedes tomar mi futon, no tengo mucho, dormiré en otra parte

― Bien – respondió y suspiro – no quiero estar cerca de ti

― Ni yo

El tigre volvió a gruñir - ¿ahora qué? – Pregunto Atsushi molesto y el tigre respondió igual de molesto para levantarse – ya no te temo – dijo Atsushi mirando al tigre

El tigre volvió a gruñir, se acercaba al albino molesto, fue cuando Akutagawa lo notó, claro que no le importaba, aunque a su habilidad no le parecía lo mismo. Rashoumon apareció para tomar al albino y alejarlo del tigre, el tigre gruñó una vez más.

Rashoumon tiro a Atsushi al lado de su portador, el tigre y Rashoumon comenzaban a intimidarse con la mirada – parece que ellos no se llevan bien, como nosotros – se quejó el azabache

― Rayos, rayos, Rashoumon y el tigre destrozaran todo si empiezan a pelear – decía Atsushi preocupado

― Pero Rashoumon te protegió

― Y el tigre te trajo aquí – dijo molesto Atsushi

― Creo entenderlo, le agradas a Rashoumon, pero no le agrada el tigre

― O sea que... ¿le agradas al tigre? – pregunto el albino confundido

― Probemos – dijo el azabache, miro hacia el tigre – tigre – le llamo y el tigre giro sus ojos para verlo – ven – ordeno

El tigre gruñó, sobre todo a Rashoumon pero continuo, paso por al lado de Rashoumon y llego hasta el azabache, se sentó frente y miro fijo al azabache – parece que tengo razón

Atsushi suspiro, estaba confundido y miro al azabache entre bostezos. Akutagawa acariciaba al tigre mientras Atsushi se sintió ligeramente celoso, el tigre no le dejaba tocarlo mucho incluso cuando se llevaban bien, fue ese momento cuando Rashoumon llego al albino, le abrazo cálidamente – Ra-Rashoumon – dijo Atsushi sonrojado

― Oye, estamos aquí porque ustedes dos no han parado – se quejó el azabache – compórtense, no molesten a Jinko – ordeno el mafioso

Rashoumon se sentó, sabia obedecer a su portador. – Bien tenemos algo – menciono el azabache

― ¿ahora qué hacemos? – pregunto el albino

― Esperar a que nos dejen salir – menciono el azabache

¿Qué les puedo decir? Fue así, llevan 3 días juntos, las habilidades volvían a ellos y salían a voluntad cada que intentaban salir; era un juego para ellos pero para Atsushi y Akutagawa una tortura, estaban conviviendo, y aunque peleaban todo terminaba entre un intento de paz entre ambos; y claro, volvían a pelear.

Para el sexto día, Atsushi estaba débil, no estaba comiendo bien, el azabache podía estar sin comida y aunque le dejaba la mayoría al albino esté no se veía tan bien. – hablemos con ellos, deben dejarnos salir por comida – mencionaba el azabache

― Estoy bien – dijo el albino

― No lo estas. Rashoumon está preocupado

― Estaré bien

― Jinko... - le llamo. Atsushi había rugido, igual como el tigre lo hacía – estas dejándote controlar por él, estas débil – volvió a decir molesto

― No me doblegará – anuncio

― Es fácil doblegarte – se quejo

― Déjame tranquilo

Atsushi le ignoro pero el azabache le reto – pareces un pequeño cachorro de tigre – menciono – sería como si el tigre y yo tuvimos un cachorro

― Deja de decir esas cosas – dijo el albino molesto una vez más, sus ojos habían amarillos habían salido

― Uuy el tigre salió – menciono burlón

― ¡ya déjame en paz! – se quejó – siempre estas molestando con lo del tigre, para ya con eso

― Es divertido verte molestar por algo tan simple – menciono el azabache

Atsushi se levantó, estaba molesto, se acomodó en la cocina, planeaba limpiar, de cierta forma eso hacía, cada que se molestaba con el azabache se ponía a limpiar algo con gran fuerza y velocidad.

Akutagawa disfrutaba de verlo molesto, suspiro acostándose en el suelo, allí era donde el solía estar acomodado, le gustaba el suelo de madera de la habitación, era cómodo y suave. Miro a Atsushi limpiar, suspiro solo un poco, logró ver que solo llevaba pantalones medios, con ello pudo ver las pantorrillas del albino, Rashoumon a veces le atacaba cuando dormían, dejaba marcas o incluso llegaba a provocarlo, más Akutagawa mismo siempre le detenía. Aun así, se sintió ligeramente molesto, Atsushi jamás quitaba a Rashoumon pero el si

― Rashoumon - Llamo a Rashoumon pero fue en un hilo de voz su llamado.

Rashoumon tomo el tobillo de Atsushi, le envolvió hasta la cadera y lo atrajo hasta él, dejando al albino a la mitad del cuerpo del azabache. - ¿qu-que haces? – pregunto el albino

― ¿Por qué dejas que Rashoumon siempre te tome? – pregunto

― No es mi culpa, no logró mucho sin el tigre

― ¿Qué hay de mí?

― ¿de ti?

Akutagawa tomo al albino dejándole recostado, tomo sus muñecas – ahora menos podrías, estas completamente débil - menciono – llevamos seis días aquí y creo que conozco perfectamente tus puntos débiles

― A-Akutagawa...t-tú de-detente

― ¿Por qué? Si no le dices a Rashoumon que se detenga ¿Por qué yo sí?

― Qui-quieres parar no es gracioso – dijo molesto el albino

Atsushi forcejeo pero era cierto, estaba débil – Ra-Rashoumon, t-tu a-ayúdame – pidió el albino y aunque la tela lo intento, era más grande su sentido al obedecer a su portador

― No más Rashoumon – dijo molesto – gime mi nombre – hablo el azabache

Akutagawa besaba el cuello del albino, si, era su primer punto débil. Seguía para acariciar su pierna y cintura – vamos, quiero escucharte hablar – pidió el azabache

― Déjame – pidió una vez más desesperado. – déjame – pidió

El mafioso enfureció, abofeteo al albino y grito - ¡SOLO RASHOUMON! SOLO QUIERES A RASHOUMON ¿NO ES ASÍ?

― ¡no quiero a Rashoumon! ¡te quiero a ti! – expreso molesto

― ¿solo a mí? Si claro, solo dejas a Rashoumon

― ¡por qué siempre creo que eres tú!

Ambos chicos se quedaron callados, había sido incómodo y ligeramente se sonrojaron, el enojo les hacía hablar de más.

― ¿me quieres a mí? – pregunto el azabache

― ¿tú me quieres a mí?

― Son celos

― Si claro

― Lo digo en serio

― Aja, a ver quién te cree

― Maldito gato pulgoso aprende lo que digo, yo jamás me retracto

― Como si dijeras la verdad

― Por supuesto que si

Se miraron molestos, estaban molestos. Akutagawa bajo su cabeza con fuerza, comenzaban a besarse, Atsushi le siguió, seguían mirándose molestos. El albino abrazo el cuello del azabache, sus movimientos eran bruscos, estaban molestos y aun así continuaban besándose. Atsushi le dio la media vuelta, se sentó encima del azabache - ¿acaso hago eso con Rashoumon? – pregunto retador y lo suficiente seductor

― Maldito tigre, me vuelves loco – dijo tomándole el cabello.

Con fuerza tiro al albino a sus espaldas, golpeo su cabeza en la pared – aagh – grito el albino adolorido.

― Uuy, perdón – dijo burlón

Akutagawa comenzó a desvestirlo mientras mordía su cuello con gran fuerza, el albino por su parte intento forcejear pero no lograba evitarlo, se sentía bien. – aahm – gimió por fin haciendo al azabache sentirse más grande que simba siendo presentado en la roca del rey... Bueno habían visto bastantes películas de Disney para pasar el tiempo.

― Buen gatito, ahora te falta decir mi nombre – le reto el azabache mientras Atsushi mordió sus labios.

Continúo mordiéndole y bajando, incluso sus pezones eran víctimas de la mordedura del azabache, Atsushi arqueo la espalda, el azabache lo tenía a su merced y justo antes de bajar su pantalón. Rashoumon apareció - ¿Qué diablos? – Dijo el azabache molesto, Rashoumon tomaba el pantalón del albino con fuerza – Rashoumon – le llamo el azabache molesto pero la tela volteo a ver al albino

― ¿es-estas asustado? – pregunto el albino. Rashoumon se había acercado a su rostro – es-estoy bien – dijo el albino y trago saliva – es vergonzoso, estoy bien – repitió, la tela se acomodó nostálgica en su cuello

― Bien, esto amerita que hablemos – dijo el azabache cruzándose de brazos – para empezar interrumpes algo serio, algo que tu iniciaste, para continuar

― Akutagawa – le llamo Atsushi

― ¿Qué?

― Creo que Rashoumon está incomodo – dijo el albino mirando a la tela quien se acomodaba en las piernas del albino como si esté fuese un perrito

― Oye, tú lo hiciste ¿Por qué yo no puedo hacerlo? – pregunto el azabache molesto pero la tela no respondió

― Creo que necesita tiempo

― Esto es ridículo, si no hubiera sido por ese estúpido zombi nuestras habilidades no seguirían saliéndose de control

― Eso significa que no estaríamos en este momento – menciono el albino

― ¡exacto! Termine plantado aquí como un demente – menciono molesto. Atsushi se sintió mal de aquello y suspiro

― Lamento que tengas que estar encerrado conmigo – menciono molesto, volvía a abrochar su camisa mientras se levantaba del lugar

― ¿Qué haces?

― Me voy a bañar y a dormir, digo, la gente normal se baña – se quejó mientras iba a su habitación

― ¿Qué rayos le pasa? – se quejó el azabache y miro a Rashoumon quien se había quedado – y tú, me arruinaste un gran momento, uno que – el azabache reacciono a lo que había dicho y miro hacia el baño - ¿dije algo malo? – se preguntó así mismo pero fue Rashoumon quien asintió con la cabeza. – demonios - se quejó mientras golpeaba su propio rostro – esto es estresante, quiero ir a casa

Fue allí cuando tigre apareció, miro al azabache y miro la puerta – ¿estas echándome? – pregunto molesto, el tigre solo se sentó. – Bien, no quería quedarme – se quejó. Salió por la puerta, la cerró con fuerza, incluso Atsushi en el baño la había escuchado pero solo cerró sus ojos y siguió en lo suyo, el azabache espero unos minutos, pero nada, el albino no había ido. Suspiro. Quizá había sido el fin. 

...

¡Hola!

Tengo el capítulo final listo pero en verdad muero de sueño, mañana haré todo lo posible por subirlo, espero que lo hayan disfrutado

¡Gracias por leer!

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