Capítulo 71:Bell vs Abel
Piso catorce del Knossos.
Dos personas iban caminando a paso lento por el enorme piso el cual tenia grandes pilares por todos lados los cuales pocos tenían antorchas haciendo el lugar un poco oscuro.
Esas dos personas eran Bell y Maryuu los cuales ya llevaban un buen rato caminando por ese lugar sin encontrar nada interesante más que monstruos que aparecían repentinamente.
—Bell incluso ataca antes de que aparezcan —pensó Maryuu sorprendida por las habilidades del albino.
En algunos momentos Bell sacaba su espada y lanzaba un tajo al aire o eso parecía ya que antes de lanzar el corte un monstruo salía del suelo aunque era rápidamente rebanado por este.
—siente su presencia incluso antes de que aparezcan.....es increíble —pensó viendo la espalda del chico.
En el pasado era fuerte pero ahora lo era mucho más, aunque la manera en que obtuvo esa fuerza no fue la mejor de todas.
—¿Sucede algo Maryuu? —pregunto Bell con una voz suave sobresaltando un poco a la chica ya que había hablado repentinamente.
—n‐no, solo me sorprende lo fuerte y rápido que te haz vuelto —respondio la chica caminando un poquito rápido para posicionarse a su lado—. ¿Cómo es que sientes la presencia de los monstruos cuando aún no aparecen? Incluso puedes verlos desde lejos a pesar que este piso esta poco iluminado.
Bell solo se concentro un poco y al verificar que no había ningún enemigo cerca empezó a responder la pregunta de la chica.
—puedo escucharlos.......El sonido bajo nosotros me avisa que dentro de unos segundos un monstruo saldrá de la tierra y en que parte, de esa manera se donde atacar —respondio sin quitar la mirada del frente—. Y puedo verlos desde lejos con esta oscuridad sin dificultad alguna, ya que fui convertido en mitad monstruo mis sentidos han mejorado.
—increíble —susurro Maryuu sorprendida por las nuevas habilidades del albino—. Pero no me gusta que te llames a tí mismo monstruo.
—pero eso es lo que soy.
—no, no lo eres —volvió a negar la chica poniéndose frente a Bell evitando que siguiera caminando—. Tú eres Bell Cranel, miembro de la familia Astrea y mi amigo así que no te vuelvas a llamar a tí mismo monstruo.
—Maryuu.....
—si te sigues llamando así me enojare contigo.
—.......esta bien —susurro haciendo que la chica sonriera feliz.
—perfecto —dijo satisfecha—. Aunque aún así me sorprende tus nuevas habilidades con los sentidos aunque me imagino que es un poco incómodo escuchar mucho más de lo normal ¿No te duele la cabeza?.
Bell puso una expresión seria confundiendo a Maryuu aunque su confusión pasó a sorpresa al sentir como este la tomó de la cintura y la atrajo hacia él colocándola en su pecho.
—¿B‐Bell?.
Pero antes de que dijera algo más él lanzó un rápido tajo con su espada partiendo en dos a un monstruo que salió bajo de la tierra donde antes estaba la chica.
—......vaya —susurro sorprendida.
Lentamente Bell se separo de Maryuu y la vio a los ojos.
—¿Estas bien?.
—s‐si....
—respondiendo a tú pregunta.....si, es incomodo escuchar más de lo normal pero me da igual y lo puedo soportar si es para poder protegerte de amenazas así antes de que te hagan daño.
—........
Las mejillas de Maryuu se fueron sonrojando levemente al escuchar esas palabras viendo la mirada suave en los ojos del albino.
—sigamos y recuerda no separarte de mi —y con esas palabras Bell siguió caminando junto a Maryuu la cual iba con la mirada baja un poco avergonzada.
—¿Cómo puede actuar así al decir esas palabras? —pensó viéndolo de reojo teniendo una expresión tranquila.
En el pasado recordaba que aunque no se avergonzaba exageradamente si se ponía un poco tímido al lanzar un elogio a alguna de ellas.
Caso contrario a ahora, parecía que ese tipo de vergüenza ya no estaba en él.
Bell de verdad habia cambiado mucho.
Todo se sentía raro para Maryuu, no era que le desagradara su nueva personalidad, al contrario, le agradaba al igual que la anterior que tenía pero era como si fueran dos Bell distintos y a la vez iguales.
Era confuso para ella.
Aunque para ser honesta le gustaría que Bell expresara un poco más lo que sentía ya que siempre cargaba esa expresión tranquila o seria, antes mostraba un poco más de emoción pero repentinamente dejó de hacerlo, precisamente el día que hablo con Alfia.
A veces se preguntaba que fue lo que sucedió para que empezará a actuar así.
—lo siento si es incomodo estar conmigo.
Pero en eso Bell hablo haciendo que Maryuu saliera de sus pensamientos.
—¿Eh? ¿Que quieres decir?.
—estoy consciente que mi personalidad no es a la que ustedes están acostumbradas.......trate la manera de actuar como antes pero simplemente no puedo, les estaría mostrando un Bell falso y eso es algo que no quiero —susurro dándose la vuelta y verla—. Lo siento......por ser así.
—¡No! —grito Maryuu al escuchar eso tomando a Bell de la mano—. ¡Estar contigo no es incomodo! ¡Jamás lo será!.
—Maryuu....
—¡Me gusta estar contigo! ¡No importa que personalidad tengas! ¡Jamás me sentiré incomoda por estar a tú lado!........a‐así que no vuelvas a decir eso.
Bell solo miro con una leve sorpresa a la chica para después sonreír levemente, una sonrisa genuina.
—entiendo.....perdón por dar por hecho algo que no era cierto —dijo acariciando suavemente con su pulgar la mano de la chica—. Gracias Maryuu, por aceptarme tal y como soy.
—n‐no me agradezcas —susurro con timidez al darse cuenta de como actuó—. P‐Pero......tengo una duda.
—¿Si?.
—tú......¿Me recuerdas? ¿Recuerdas todo lo que hemos vivido juntos desde que nos conocemos?.
—poco......cosas vagas —respondio apartando la mirada.
Si hay algo que detestaba es no recordar todos los bellos momentos que había vivido con ellas, una de las cosas que anhelaba era que esa amnesia desapareciera y poder recordar por completo todo.
—pero se tú nombre y se que eres muy importante para mi y eso es más que suficiente por ahora.
Maryuu sonrió feliz al escuchar esas palabras, desde hace tiempo quería saber esas cosas pero nunca tuvo la oportunidad hasta ahora que estaban solos en esa parte del Knossos, no era el mejor momento pero de verdad quería saberlo.
—entiendo.....no te preocupes, se que pronto recordarás todo lo que viviste conmigo y las demás, una vez termine esta guerra todo volverá a ser como antes.
—..........eso espero —susurro Bell bajando la mirada—. Sigamos.
Y con esas palabras ambos siguieron caminando por ese piso ahora con Maryuu mucho más motivada para ayudar a Bell en esa guerra y regresar a casa.
—........todo será como antes —pensó Bell sin dejar de caminar.
¿Sería todo como antes una vez terminara esa guerra? ¿Volvería a tener esa vida feliz al lado de todas ellas? ¿Recordaría cada uno de sus recuerdos perdidos?.
¿Podría ser feliz una vez todo eso terminara?.
—.......
De reojo volteo a ver a Maryuu la cual iba caminando con una leve sonrisa a su lado.
—mejor dejo de pensar en esas cosas, mi prioridad es proteger a Maryuu y no permitir que le pase nada —pensó seriamente—. No tengo que tener distracciones en mi mente.
—¿Uh? ¿Unas escaleras? —susurro la chica deteniéndose junto con Bell frente a unas escaleras que conducían hacia abajo.
Parecía que era el final de ese piso ya que no había nada más alrededor.
—parece que estamos frente a la entrada al siguiente piso —dijo Bell sintiendo una extraña presencia en ese lugar.
Era como una gran aura asesina.
Eso solo significaba que el enemigo esta allí abajo.
—¿Que hacemos? ¿Seguimos explorando este piso y ver si hay algo más o bajamos? —pregunto Maryuu ajena a la enorme aura asesina que provenía de ese lugar.
No podía sentirla o mejor dicho.....
No iba dirigida a ella.....
Bell solo observo a Maryuu notando los nervios de esta pero hacia todo lo posible para no mostrarlos, probablemente no queriendo ser una carga para él.
Si estuviera él solo bajara sin dudar pero estaba con ella y no quería exponerla a un gran peligro aunque prácticamente ya estaba en ese peligro en el momento en que entró al Knossos.
—lo mejor sería bajar.
Pero antes de que Bell dijera algo Maryuu volvió a hablar.
—es probable que hayan compañeros haya abajo que puedan necesitar nuestra ayuda, tú eres fuerte y yo soy curandera, podemos apoyar si hay alguien haya abajo —dijo mostrándose determinada—. Hemos caminado por mucho tiempo en este piso y lo único que hemos visto son monstruos así que es momento de bajar.
La mirada de Bell se relajo al escuchar esas palabras.
No sabía porque se había preocupado, Maryuu había demostrado ser una chica fuerte, talvez era la más débil de la familia pero había demostrado ser valiente.
No era porque no tenía miedo, de hecho podía ver que tenía mucho miedo pero aun así tenía el coraje suficiente para bajar y ayudar a los demás.
Eso la convertía en una mujer valiente y fuerte a sus ojos.
Aparte que estaba a su lado y él prometió que ya nunca más lastimarian a un ser querido frente a él, no permitiría que nada le pasara.
—tienes razón, lo mejor sería bajar y ver si hay algún enemigo o alguien que necesite ayuda.
Y con esas palabras ambos empezaron a bajar por esas escaleras, una bajada la cual solo tenía una antorcha cada cuantos metros volviendo el lugar mucho más oscuro de lo normal, por suerte Bell podía ver perfectamente y Maryuu aunque no tuviera una increíble vista como él miraba lo suficiente como para bajar sin problema.
—ese instinto asesino se hace cada vez más fuerte —pensó Bell afilando la mirada mientras más seguían bajando.
Los ecos de los pasos era lo único que podían escuchar volviendo más tenso el ambiente, que sea tan silencioso no le daba nada de confianza a ninguno de los dos.
—¿Crees que estemos muchos pisos abajo? —pregunto Maryuu queriendo eliminar ese silencio.
—es probable aunque aun no estamos seguros de cuantos pisos tiene el Knossos aunque según escuche de unos miembros de Evilus que los pisos van más haya del piso dieciocho —susurro su respuesta recordando como torturó en el pasado a uno de los altos mandos para recolectar información enterándose de eso.
—vaya y pensar que este lugar fue hecho por los mortales, parece casi una mentira —dijo Maryuu sorprendida viendo lo enorme que era el lugar—. La persona que hizo esto era alguien muy dedicada a su trabajo.
—tienes razón, al menos hay que darle el reconocimiento en eso.
Ambos siguieron bajando por esa larga bajada la cual no parecía tener fin pensando por un momento que estaban en algún tipo de ilusión del enemigo o algo así.
Pero todo eso desapareció en el momento en que vieron el final de las escaleras dando inicio a otro largo pasillo que esta vez si estaba iluminado con antorchas pudiendo ver al final de este unas enormes puertas cerradas.
—......no escucho ningún tipo de ruido —susurro Bell empezando a caminar junto a su acompañante.
—bueno, al menos sabemos que no hay compañeros cercanos......y tampoco enemigos —dijo la chica lejos de sentirse aliviada.
Bell mientras más se acercaba a la puerta sentía un leve olor a sangre en el aire siendo un poquito molesto empezando a preguntarse que había detrás de esa puerta.
Sea lo que sea sabía que sería algo problemático pero estaba listo para cualquier cosa.
".........".
Los pasos de ambos se detuvieron en el momento es que llegaron frente a la enorme puerta teniendo raros dibujos en ella no logrando entender que eran, parecían solo garabatos.
—Maryuu, atrás de mi —susurro Bell poniendo ambas manos en la puerta.
—si.
Y la chica obedeciendo se coloco atrás de Bell nerviosa pero alerta por cualquier cosa que sucediera.
—bien.......vamos.
Y con esos pensamientos Bell aplico fuerza y empezó a abrir esa enorme puerta en par en par escuchando el fuerte ruido de una enorme roca siendo movida señal que una persona ordinaria no podría abrirla
Y en el momento en que la puerta estuvo abierta de par en par una suave brisa golpeo el rostro de ambos haciendo que vieran el interior del lugar.
—vaya —susurro Maryuu asombrada.
El lugar era completamente distinto al piso en el que acababan de estar el cual solo era un lugar semi oscuro lleno de enormes pilares.
Todo lo contrario a ese nuevo piso en el que estaban.
En vez de un laberinto era una gigantesca sala con antorchas por todos lados teniendo completamente iluminado el lugar.
Más que un calabozo parecía la enorme sala de algun castillo medieval ya que en cada lado habían muñecos en fila con enormes armaduras de guerreros teniendo la función de decoración.
Y en lo más lejos de esa sala había lo que parecía un trono y atrás de ese trono había otra enorme puerta.
—.......hay alguien a lo lejos —susurro Maryuu aun atrás de Bell.
Y este solo miraba seriamente como en ese trono había una persona sentada no logrando distinguir quién era por la lejanía.
Pero si sentía el enorme instinto asesino que liberaba.
Sin decirle nada a Maryuu Bell empezó a caminar hacia ese trono apretando su espada mientras la chica lo seguía.
Mientras más se acercaba más podía distinguir la apariencia de esa persona.
Un cabello largo.....
Una piel morena.....
Unos tatuajes rojos por todo su rostro y cuerpo......
Y una mirada mucho más vacía que la que él llegó a tener en algún momento.
—.......
Al ya estar a unos veinte metros de distancia Bell detuvo su caminar viendo fijamente a ese hombre sentado en ese trono el cual no le había quitado la mirada de encima en ningún momento.
—.....él —pensó Maryuu sorprendida al reconocerlo.
—es fuerte —pensó Bell seguro de ello con tan solo verlo.
—.....
—.....
El silencio inundó por completo el lugar volviendo el ambiente pesado y hostil alrededor.
Bell sabía que toda esa hostilidad y sed de sangre iba dirigida hacia él así que le devolvió lo mismo afilando la mirada.
—......Bell Cranel —susurro él hombre sin levantarse de ese trono.
Su voz era calmada pero a la vez cargada de odio.
—......¿Te conozco? —pregunto Bell alzando una ceja mientras Maryuu lo miraba sorprendida.
—¿Acaso no lo recuerda? —pensó la chica dándose cuenta que gran parte de la amnesia de Bell seguía presente.
Mientras el ceño del hombre se frunció con enojo al escuchar la pregunta del albino.
—..siento que lo conozco de algún lado —pensó Bell viendo como ese hombre se ponía de pie dejando el trono vacío.
No llevaba camisa dejando al descubierto su torso el cual estaba lleno de tatuajes.
Lo único que llevaba era un pantalón, ni siquiera tenía un arma con él.
—había escuchado de Sava que habías perdido recuerdos y puedo ver que es verdad —susurro viéndolo con esa misma expresión.
El rostro de Bell pasó a uno enojado al escuchar el nombre de Sava dándole a entender que él era otro aliado de ese bastardo.
Eso era más que suficiente para atacarlo.
—por lo visto olvidaste quien soy.
—no recuerdo nada de ti la verdad —dijo aunque era mentira ya que sentía que era alguien conocido.
—ya veo.......me pregunto cuanto es lo que haz olvidado.
—.......
—dime una cosa.........¿Te acuerdas de todas las personas que has matado a lo largo de tu vida? —pregunto el hombre sacando una pequeña daga de su bolsillo y empezar a hacerse una herida en su brazo.
—no realmente —respondio Bell con desinteres diciéndole a Maryuu con su mano que retrocediera—. Si los mate fue por alguna razón así que no vale la pena recordarlos.
—ya veo..........de verdad que eres una maldita basura —la pequeña daga se clavo mucho más en el brazo del tipo haciendo que más sangre brotará de este.
—¿Que hace? —pensó Bell extrañado no entendiendo porque se hacía daño a si mismo.
—mi nombre es Abel.......grabalo en tú memoria y esta vez no lo olvides.
—Abel —susurro Bell extrañado aun sin lograr recordar pero lo sentía familiar.
Mientras Maryuu había retrocedido unos cuantos metros viendo preocupada todo recordando como en él pasado Bell quedó gravemente dañado por ese hombre.
No quería que le pasara nada malo pero Bell era mucho más fuerte que en aquel entonces.
Pero Abel también se miraba distinto, era como si ya no fuera la persona que alguna vez fue.
—muchas personas fueron fusionadas con algún espíritu y perdían la cordura y todo uso de razón —susurro Abel soltando la daga mientras las gruesas gotas de sangre goteaban desde su brazo al suelo—. Él único que ha logrado mantener el uso de razón soy yo.
Bell se puso en guardia al sentir como el instinto asesino se volvía cada vez más grande.
—la única razón por la cual yo sigo caminando es por mi enorme sed de venganza —dijo mostrando por fin otra expresión en su rostro, una expresión de ira—. Venganza por la muerte de mi hermano Cain y de mi madre.
—Cain —penso Bell sintiendo un leve dolor en su cabeza al escuchar ese nombre, un dolor molesto y doloroso.
Pero doloroso en otro aspecto teniendo la vaga imagen de una niña sonriendole.
—........es un tanto frustrante que la persona de la que me quiero vengar no recuerde nada —susurro Abel dando un paso al frente aun con su brazo sangrando—. Es como si fuera una venganza vacía.
—.......
—pero da igual, he sacrificado tanto por esto que tengo que hacerlo, sacrifique mi humanidad y lo que alguna vez llame hogar para obtener este poder......tanto.....
"Así que al fin te decidiste en colaborar para liberar al señor Sava de la cárcel, te lo pedí muchas veces y siempre te negaste ¿Que te hizo cambiar de opinión? —fueron las palabras que dijo Noah en las puertas del casino".
".......".
—....tanto.....
"¿Te sientes bien después de haber traicionado a tú gente por una venganza? —pregunto un sonriente Sava un día después de haber salido de la carcel—. ¿Que es lo que quieres?".
"Poder.....".
—t‐tanto.....
"C‐Cain —fue el susurro que se escapo de un joven Abel observando como la cabeza de su hermano mayor era aplastada por una roca una y otra vez por ese chico albino de ojos rojos".
—.......tanto......
"¡Mamá! —fue el grito horrorizado que soltó Abel en el momento en que entró a su casa después de un día de trabajo observando a su madre ahorcada en el techo de la sala, la depresión la llevó al suicidio".
—¡Sacrifique tanto todo para poder vengarme de tí Bell Cranel! ¡Me destruiste la vida!.
Y con una expresión llena de ira Abel creo una enorme espada roja con su propia sangre que se había derramado haciendo que Bell y Maryuu abrieran los ojos sorprendidos viendo también como la herida en su brazo sanaba.
Y a una gran velocidad Abel despego del suelo dejando un cráter donde antes estaba de pie y en un parpadeo apareció frente al albino con su enorme espada dispuesto a matarlo.
—........tú deseo es la venganza.........
Fue el susurro que salio de Bell viendo como la enorme espada roja estaba solo a unos centímetros de su cabeza viendo los ojos llenos de ira de Abel.
Y en el último segundo Bell se agacho pasando la enorme espada arriba de él creando una destrucción atrás y una ventisca por la potencia que llevaba ese ataque.
—........igual que yo........
Y en un rápido movimiento Bell lanzó un rápido tajo con su espada cortando el brazo de Abel salpicando la sangre por todos lados.
—aunque ni siquiera se quien eres —susurro con una mirada indiferente después de haber cortado el brazo.
—........t‐tú........
Bell se extraño al ver como el brazo cortado en ningún momento cayó al suelo levantando un poco la mirada viendo como el brazo seguía en el aire flotando.
No....
No estaba flotando.....
La misma sangre había impedido que el brazo se fuera como si fuera alguna especie de cosa pegajosa.
—¿Que? —susurro Bell sorprendido viendo como la sangre atraía nuevamente su brazo hacia él y se juntaba nuevamente con su cuerpo como si nunca hubiera sido cortado.
—pues entonces tendré que hacerte recordar quien soy a puñetazos —susurro Abel con odio lanzando un potente golpe el cual Bell no pudo esquivar al estar sorprendido por esa habilidad.
—¡Bell!.
El puñetazo le dio de lleno mandando al albino a volar como un proyectil a una de las paredes e impactar en ella levantando una cortina de humo saliendo volando algunos pedazos de armadura de los muñecos que estaban ordenados en la pared.
Mientras Maryuu solo observo eso preocupada queriendo ir a ayudarlo pero se congelo al sentir como Abel la había volteado a ver creyendo que ahora la atacaría a ella.
—.....
—.....
Pero eso solo duró unos segundos ya que la ignoro y volvió a dirigir su mirada a donde fue a caer el albino.
—sal de una vez, se que ese golpe no te hizo daño —dijo fastidiado al ver que nadie salía de la cortina de polvo.
—simplemente me sorprendió que hayas logrado unir tú brazo así nada más.
De la cortina de polvo lentamente salió Bell con una expresión seria ahora viendo que no estaba enfrentando a un oponente cualquiera.
De su frente bajaba un poco de sangre por culpa de una pequeña herida la cual sano en cuestión de segundos.
—pues no somos tan distintos la verdad.
Abel, un humano que fue fusionado con un espíritu potenciando en gran medida sus magias y habilidades logrando controlar todo ese poder que a muchos les quita el uso de razón.
—dudo mucho que yo pueda unir un brazo a mi cuerpo —susurro Bell empezando caminar lentamente con esa cortina de polvo atrás de él.
Bell, un humano que murió y que fue resucitado como una criatura aumentando de forma absurda su fuerza y demás estando gran parte de su cordura colgando de un hilo y que en cualquier momento podría romperse.
Dos humanos que perdieron mucho en su vida y que lo que más los mueve es su enorme deseo de venganza.
—esta vez no habrá un enano que te salve la vida.
—ni siquiera se de lo que estás hablando.
Bell contra Abel.....
Su segundo combate después de mucho tiempo había dado inicio......
Una batalla sangrienta......
".........jejejeje..........".
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Los ecos de los pasos eran lo único que se escuchaban en unos largos pasillos donde una bella mujer de cabello morado iba caminando lentamente con su espada en mano.
Aunque llevaba una expresión relajada la verdad era que estaba alerta ante cualquier tipo de ataque.
Esa mujer era Galatea.
—un calabozo artificial, creo que esto es lo más innecesario que se ha construido teniendo uno verdadero a la par —pensó Galatea con aburrimiento—. Bueno, le quedó bien así que tampoco le quito el mérito.
La pelimorada llevaba por un gran rato caminando sola por esos solitarios pasillos no encontrando a nadie, ni a un enemigo o a un aliado y honestamente eso ya empezaba a aburrirla.
—no baje aquí por nada, vamos que aparezca algo, aunque sea un goblin —pidió la mujer balanceando su espada de un lado a otro—. ¿Uh?.
Al hacer un cruce por ese laberinto observo como un Almiraj un poco más grande de lo normal estaba golpeando la pared queriendo derribarla.
Ver a ese curioso monstruo hizo que pensara en su querido alumno.
—me pregunto como estará Bell —susurro soltando un suspiro—. Espero que este bien y no se haya encontrado con el maldito de Sava.
El almiraj al escuchar los susurros de Galatea dejó de golpear la pared y la volteo a ver con una mirada feroz.
—en tan poco tiempo en la ciudad ha cambiado mucho —seguía susurrando con una mirada melancólica—. Pero a mis ojos seguirá siendo mi querido chico albino.
El almiraj con una mirada de depredador se lanzó hacia Galatea dispuesto a matarla la cual seguía sin prestarle atención.
—pero aun así él muy idiota no perdió el tiempo —dijo frunciendo el ceño—. Tantas chicas lindas atrás de él y las trata con cariño, incluso les da más atención de lo que me da mi ¿Será por nuestra diferencia de edad?.
De un salto el Almiraj llego a donde ella para clavar sus garras en la mujer pero esta lo agarro fuertemente con sus manos impidiendo que se moviera haciendo que el conejo monstruoso empezará a patalear en el aire.
—¿Crees que si tuviera la misma edad que Bell me miraría de una manera distinta como a sus amigas? —pregunto viendo la expresión llena de rabia del almiraj—. A sus ojos solo soy su buena maestra pero ese titulo ya no me gusta y mientras más pasa el tiempo siento que se aleja más de mi.
—¡GRRRRRRRRRR! (SUELTAMEEEEE).
—me pregunto si existe alguna magia para que una persona vuelva a su juventud, me gustaría tener dieciocho años otra vez, mi época dorada.
El conejo ya cansado de que no lo soltara simplemente dejó caer sus patas quedando colgado en el aire esperando que Galatea dejara de hablar.
—¿No soy bonita? No es por presumir pero siento que no he envejecido desde hace años, parezco alguien de veinticinco años.
—......
—pero aun así ese tonto le da más atención a esa oriental presumida o a esa loba que aunque me cae bien detesto que sea muy cercana a él.......además que Bell tiene fetiche por las lobas.
—......
—aaaaaah parezco una adolescente al decir esto, una vez termine esta guerra y verificar que Bell este bien me iré de la ciudad a dar otra vuelta por el mundo, creo que es lo mejor —dijo soltando un suspiro desanimado—. Jejeje de seguro cuando me vaya Bell me extrañará mucho y saldrá a buscarme, que lista que sos Galatea.
Al decir esas palabras Galatea se agacho y dejo al almiraj en el suelo el cual solo la ignoro empezando a caminar y alejarse de ella.
—oye ¿Que no querías pelear? —pregunto Galatea pero fue ignorada viendo como el conejo mutante desaparecía en la oscuridad—. Pff monstruos.
Y dándose también la vuelta Galatea retomo su caminata por esos solitarios pasillos esperando encontrar algo tarde o temprano.
—me pregunto si los demás ya se encontraron con algún enemigo —pensó caminando lentamente dando cruces y cruces por cualquier lado.
Por suerte ella tenía una buena memoria así que recordaba perfectamente cual camino tomó por más cruces que tomara.
—no quiero ser negativa pero es probable que algunos ya hayan muerto, creo que ya llevamos una hora desde que entramos aquí así que las bajas son inevitables —susurro un poco frustrada—. Solo espero que esas tontas y Bell estén bien aunque su entrenamiento las volvió muy fuertes, sabrán arreglárselas aquí.......siempre y cuando no se encuentren con algo que tenga un poder absurdo.......Nah, me preocupo por nada, de seguro estaran bien.
Y así Galatea siguió caminando tranquilamente por esos pasillos aunque segundos después se detuvo.
—......
Lentamente Galatea se dio la vuelta y observo la oscuridad que estaba atrás de ella.
—......
No sabía porque pero por un corto segundo sintió algo raro dentro de ella.....
Como un mal presentimiento.....
—.......que raro —susurro la mujer rascando su mejilla.
La única vez que sintió eso fue en el pueblo que sintió una extraña punzada en su corazón cuando estaba caminando por sus calles.
Días después recibió la noticia que Bell había sido asesinado por Evilus en Orario.
—no es nada, estoy segura de eso —pensó siguiendo con su caminata solo que esta vez con el ceño levemente fruncido por esa extraña sensación que la invadió—. Espero.......que esas tontas estén bien.
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Piso siete del Knossos.
—......
El sonido de unas gotas cayendo constantemente al suelo se escuchaban en ese silencioso piso.
—......
El lugar que antes estaba en orden ahora tenía destrucción por todas partes.
—.......
Una mano la cual estaba llena de sangre y no paraba de gotear negándose a soltar su espada.
Un rostro ensangrentado......
Unos pies los cuales no tocaban el suelo....
Ya que alguien tenia tomada a esa persona del cuello por una enorme mano......
Y otras personas estaban esparcidas por el piso tiradas en el suelo.
—pobre......
Fue el susurro que se escapo de una voz gruesa.....
—a‐ah.....
El cabello rojo de esa persona hacia juego con la sangre que bajaba de su rostro y goteaba por sus manos y espada sintiendo como el oxígeno se acababa poco a poco.
—ustedes duraron tan poco.......
Esa chica era Alise........
El grupo del piso siete había caído ante Fulacks.....
===Fin del capítulo===
Bueno aquí termina el capítulo de hoy espero que les haya gustado si es así voten y comenten que les pareció ya que eso me motiva a seguir escribiendo.
Sin más que decir me despido adiós cuídense y no tomen drogas.
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